Una noche loca de caricias con mi hija (5)
Quiero entregarles un nuevo relato de esta hermosa historia de amor con mis hijas..
Tratar de no recordar lo que estaba viviendo con mi hermosa hija no era fácil, cada día que pasaba crecía en mí el fuego del amor y el deseo.
Era difícil verla todos los días cerca de mi sin poder decirle nada, debía conformarme contemplandola y viendo como crecía y era más bella cada día, no puedo negar que de vez en cuando sentía la necesidad de vernos a solas, por eso aprovechaba en las mañanas cuando se despedía de mi para ir al colegio para abrazarla y sentir su cuerpo, en verdad el amor por mi pequeña era real y el deseo por ella crecía como espuma.
Soñaba con volver a tenerla solo para mí, la verdad no era fácil, me daba temor arriesgarme tanto y que de pronto su hermanita, o aún peor, que mi esposa se diera cuenta.
También pensaba en que fuera demasiado para ella y me rechazara; era una encrucijada que vivía cada día, pero aún así, guardaba la esperanza de poder vivir otro hermoso momento con mi pequeña, siempre tuve la paciencia necesaria y me contuve para no dañar las cosas.
Llegó el día soñado, ese fín de semana nos visitaron los papas de mi esposa y una hermana con su hija, enseguida pensé, si se quedan, la oportunidad de poder estar con mi niña es segura.
las cosas empezaron a darse, porque al caer la noche, mi esposa le dio por decir que nos tomaramos algo a lo que yo dije que si.
A ella y a mi cuñada les gustaba tomar algunas veces cuando se veían y ese día sería uno de ellos, que felicidad, me motive mucho, con decir que me encargue de hacer una buena comida para esa noche y además de conseguir el trago que les gustaba a ellas.
La comida les gustó y acompañada con el trago fue mejor, lo bueno fue que ya estábamos un poco tomados, yo me tome como cuatro tragos, les decía que estaba un poco mal y esa fue mi disculpa.
Solo pensaba en estar bien para mi hija, mis suegros tomaron muy poco, pero mi cuñada y mi esposa estaban pasadas un poco de copas, yo feliz de verlas así, solo esperaba el momento que dijeran, a dormir.
Mientras nosotros estábamos en la sala compartiendo, mis hijas y su prima vieron unas películas que les gustaba.
Eran como las 10 de la noche, cuando mis suegros dijeron que estaban ya cansados y querían ir a dormir, les dije que se quedaran en la alcoba de mi hija Marcela, así evitaba que ella se quedará en su alcoba y después veìa donde dormiría.
Nos quedamos unas horas más en la sala, mi esposa y mi cuñada ya estaban bien tomadas, entonces mi cuñada dijo que se iba a dormir, porque ya no quería tomar más.
Cuñadita quédate en el cuarto de tu sobrina Claudia con tu hija y tu sobrina, como estaba tomada no se dio cuenta que mi niña hermosa, no tenía donde dormir.
Le dije a mi niña que para no incomodar se fuera al cuarto de nosotros y ahí nos acomodamos, así pasó, ellas se quedaron en el cuarto y mi niña hermosa se fue al cuarto nuestro.
Levante a mi esposa y la lleve a mi cuarto, me dijo que estaba muy tomada, que se había pasado un poco, al entrar al cuarto vio a nuestra hija y le dijo porque no te vas a tu cuarto.
Lo que pasa es que quedan muy incómodos en un cuarto las cuatro y mejor que se quede con nosotros por esta noche amor.
A mi esposa no le pareció mal.
Le dije a mi niña hermosa que saliera mientras la mami se cambiaba, ayudé a mi esposa a ponerse su pijama y la acosté.
Salí y le dije a mi niña hermosa que mientras yo me colocaba la pijama en el baño, se colocara su piyama y se acostara al lado de la mami.
Yo estaba temblando ya, no lo podía creer, todo había salido como lo pensé, aunque solo me había tomado unos pocos tragos, me sentía un poco entonado, sentía miedo porque me sentía muy excitado y la verdad cuando me puse la pijama se me notaba mucho, pero me gustaba estar así y quería que mi niña hermosa me viera como le gustaba a ella.
Cuando salí del baño, oh sorpresa, mi niña estaba ya en la cama, arropada hasta la cabeza , me miró y luego su mirada se desvió hacia mi pene erecto, vio como estaba, me encanto que viera cómo sobresalía mi pene por debajo del pantalón de mi pijama.
Apague la luz del cuarto, luego me dirigí a la cama y prendí la luz de la lámpara, me senté al borde de la cama.
Mi niña hermosa quiero que te quedes en medio de los dos, de mamá y papá, como cuando eras pequeña y dormías con nosotros.
Bueno papi esta bien, solo vamos a dormir verdad?
Me pregunto si solo vamos a dormir, pensé que ella no quería que pasara nada mas o como siempre un mensaje de ella para saber que pasaría.
No apague la lámpara, quería seguir viéndola a mi lado, otra noche para los dos, pasaremos toda una noche juntos, esta vez al lado de mi esposa, que locura, pensaba yo.
Los nervios ya estaban presentes en mi cuerpo, acompañados de la excitación.
Me quite el pantalón de mi pijama antes de meterme debajo de las cobijas, fue un impulso de último momento, solo quede en mis boxer y mi camisa de dormir, mi niña hermosa se dio cuenta porque estaba a mi lado.
Mi esposa estaba dormida, los tragos en ella hicieron su efecto, cuando levante las cobijas, oh sorpresa, mi niña tenia el mismo camisón azul del día de nuestro masaje, no se si fue coincidencia o queria estar asi, como queriendo recordar algo, verla así me hacía pensar que deseaba vivir una noche de amor y placer, como aquella primera vez.
Me acosté y apague la luz de la lámpara, subí las cobijas para arroparme, mi niña hermosa estaba bocarriba, al acostarme mis piernas hicieron contacto con las suyas, sentí la chispa que prendió todo en mi, recorrió todo mi cuerpo, no sabía qué hacer, había planeado todo y ahora sentía miedo, estaba a su lado pero no sabía si abrazarla o tocarla con mis manos, una locura y la oscuridad del cuarto evitaba que nos vieramos los rostros.
Me di media vuelta y la abrace, está temblando mucho, no le dije nada tan solo fue el abrazo.
No soportaba estar tan cerca de ella, mi niña hermosa a mi lado, solo para mi otra vez, no decía dijo nada, solo coloco sus manos sobre las mías y las entrelazamos, decía mucho para mí, no estaba molesta.
Mi respiración estaba acelerada, acerqué mi boca a sus mejillas y le di un beso abrazándola fuerte contra mi.
Baje unas de mis manos hasta sus muslos sobre su camisón y los acaricie un poco, estaba super excitado y ella lo sintió cuando la abrace.
La ansiedad se apoderó de mí, no quería esperar mucho y desaprovechar la noche, el tiempo pasaría rápido y era lo que menos quería, eso pensaba.
Segui de medio lado abrazándola y ella boca arriba, mi mano fue hasta sus rodillas y la metí debajo de su camisón, sentir su tibia y delicada piel encendía mi deseo, empecé a acariciar sus muslos suavemente de sus rodillas hasta su parte superior, deslice mis manos en medio de sus muslos y seguí con las caricias hasta sentir que mis manos chocaban con su pequeña vaginita por encima de su pantis.
Al sentir el contacto de mis manos con su vaginita cerró sus piernitas, como solía hacerlo.
Mis dedos apretaban suavemente sus muslos deslizándose de sus rodillas hasta sentir que tocaban su vaginita, apretando su mano y acariciando sus dedos.
Sentí que sus dedos acariciaban los míos, mi niña hermosa respondía a mis caricias, el deseo en ella también se despertaba aquella noche oscura en el cuarto.
Tome su mano y la lleve hasta mi pene por encima de mi boxer, estaba bien erecto como sabía le gustaba sentirlo a ella, sin soltarla de mi mano hice que lo apretara un poco y la solté.
Con su mano apretando mi pene sobre mi boxer, atizó más el fuego del placer en mi, me encantaba sentir sus caricias, sentir lo pequeña de su mano acariciando mi pene, me llevaba a nuestra primera noche, solo que sentía que el deseo era más grande, ahora había caricias de ella hacia mi y me sentía seguro correspondido por ella, también deseaba hacer el amor esa noche, con mi niña hermosa.
Mi manos seguían acariciando sus muslos, solo que ahora las llevaba hasta su pubis, siempre por encima de su pantis y luego las bajaba suavemente rosando su vaginita.
Suavemente empecé a morder su oreja y lamer su cuello, cuando sintió mis caricias, apretaba aun mas mi pene, aun su mano la tenía sobre mis boxer, decidí que su mano sintiera la piel de mi pene, tome su mano y la lleve por dentro de mis boxer hasta sentir que toco mi pene, empezó a masajear con sus dedos la cabeza que estaba bien mojada, hizo estremecer mi cuerpo, una nueva sensación me hacía sentir con sus caricias.
No espere más y deslice mi otra mano que estaba en medio de sus piernas abriendolas un poco hasta sentir que mis dedos acariciaban los labios de su rica vaginita por encima de su pantis, sentia todo su calor y la humedad se sentía ya, presionaba con mis dedos en medio de su vaginita para despertar placer en ella.
Era afortunado por la dicha que sentía, mi niña hermosa, mi pequeña amante, el amor de mi vida, la mujercita capaz de despertar todas esas emociones locas por primera vez en mi vida.
Mis dedos presionaban su vaginita hasta llegar a su pubis y nuevamente la acariciaba hasta su vaginita, todo el deseo mágico que sentía me enloquecía, mi deseo por sentir todo su cuerpo desnudo me enloquecía, era incontrolable, por eso mi boca buscaba la suya para sentir sus tiernos labios que me transmitía todo su deseo.
Mi niña hermosa respondió apretando mas fuerte mi pene, ella sabía que le gustaba a el y lo consentia, masturbandolo a su antojo, sentir su pequeña mano apretandolo me llevaba al éxtasis final, debía controlarme para no estallar en su mano.
Mi respiración cada vez más fuerte igual que sus pequeños quejidos frecuentes, sentía toda su excitación, mi niña hermosa pedía más, no quería solo caricias deseaba sentir mi pene en su pequeña vaginita, lo supe porque bajo sus manos hasta mis testículos y los toco suavemente.
Estábamos excitados los dos, pensé que debía ser un poco más atrevido, mi mano recorrió su cuerpo por debajo de su camisón hasta llegar a sus senitos, la sensación de sentir su piel tan delicada, lo pequeños que eran, sentir que con mis manos los arropaba y podía apretarlos suavemente me enloquecía, sus pequeños senos encendían más placer en mi.
Sentí que mi niña hermosa dejó de acariciar mi pene, me asuste un poco, pensé, no desea seguir, tal vez sintió miedo, hasta ahora no hablábamos, solo bajo su mano y siguió acostada boca arriba, no quito mi manos de sus senos.
La tome de la cintura e hice que se volteara de medio lado y quedó dándome su espalda, con su bella colita contra mi pene, en cucharita, mis brazos rodearon su pequeño cuerpo y la estreché fuerte contra mi, mis manos apretaban suavemente sus tiernos senos, sus pequeñas bolitas delicadas, mi pene estaba en medio de sus piernas tocando su colita y su vaginita por encima de su pantys.
Nos quedamos así unos minutos, besaba su espalda descubierta y mordía suavemente su cuello, apretaba su cuerpo contra el mío, sentía su excitación cuando sus manos apretaban mis manos que cubrían sus senos, no aguantaba no poder sentir todo su cuerpo desnudo, baje mi mano y la meti en su panti, sintiendo su pubis y sus pequeños vellitos, mis dedos tocaban su vaginita por encima suavemente y ella metia su colita contra mi pene, mi niña hermosa estaba lista para sentir mi pene en su vaginita.
En un momento de locura, gire y ella quedo sobre mi, aproveche y la despoje de su camisón azul, era arriesgado pero no me importo, tal vez el trago me ayudó en ese momento a correr el riesgo, si se levantaba mi esposa sería la muerte para mi, pero me encanto la adrenalina que sentía, mis manos empezaron a despojarla de su pantis, cuando lo hacia sus manos tomaron las mías apretandolas, me quedé quieto sin terminar, pensé que ella no quería que la desnudara, no la force, espere un poco, sin soltarnos las manos, no hablamos solo se escuchaba las respiracion de los tres.
Por fin me soltó, recogí un poco sus piernas para poder despojarla finalmente de sus pantis.
Estaba sobre mi cuerpo, sin cobijas, mi pene sobresalía de mi boxer y quedaba en medio de sus piernas rosando su vaginita y su colita, si mi esposa despertara en ese momento, todo acabaría mal.
Cuando la despoje de su pantis mis manos se posaron sobre su pubis, sentía el calor de su cuerpo y las cosquillas que producía en mí al sentir sus pequeños vellos, en ese momento ella estiró sus piernas.
Mis manos se desplazaban sobre su cuerpo apretando con mis dedos, sentía el sudor de su cuerpo, me excitaba sentirla, era el deseo que recorría cada parte suya y la respuesta emanaba de su cuerpo.
Mis manos recorrían su cuerpo hasta llegar a sus pequeños senos, los buscaba a cada momento, sentir lo pequeños que eran, la suavidad de su piel, lo duritos que se sentían como dos pequeños duraznos, una fantasía total poder disfrutar de ellos esa noche.
Al sentir como acariciaba sus senos sus manos tocaban mi pene acariciándolo y apretando suavemente, el placer desbordaba nuestros cuerpos en ese momento.
Tome sus manos y las lleve hasta su vaginita como aquella primera noche, deseaba que acariciara su hermoso tesorito, solo se dejo llevar, abrí sus piernas y descansaron sus pies sobre la cama, estaba descubierta su vaginita para ser explorada por sus dedos y los mios.
Sus manos debajo de las mías las llevaba hasta su vaginita, sus dedos rosaban su delicada piel, al sentir el roce en mi piel me producían chispas de deseo, con mis manos sobre las suyas llevándola hasta el medio de su vaginita, al sentir sus dedos deslizándose en medio de ella subió sus piernas, fue maravilloso sentir su reacción, me excitaba aun mas, estaba mojada y sentía los jugos en su vaginita.
Llevé sus manos a su boca para que probara sus juguitos, sentir como lamia sus dedos y los míos me enloquecieron, ya era demasiado, no podía soportar más.
La baje suavemente hasta quedar los dos de medio lado, frente a frente, me despoje de mis boxer, los dos desnudos totalmente, mi pene estaba totalmente erecto como a ella le gustaba verlo y sentirlo.
La tomé por su colita, subi una de sus piernas y la llevé sobre mis piernas, su vaginita quedó expuesta y mi pene sintió todo su calor cuando entró en medio de ella, sentia lo mojada que estaba su vaginita, mi niña hermosa estaba tan excitada como yo.
No deje que bajara su pierna, la cabeza de mi pene empezó a entrar en su vaginita, sentia la suavidad de los labios de su vaginita, la abrace fuerte en mis brazos y al hacerlo mi pene entro un poco más, casi no aguanto y por poco estalló, debía aguantar un poco más para complacerla como ella deseaba.
Saqué mi pene y busqué su boca para besarla, deseaba sentir sus tiernos y húmedos labios que tanto me encantaban.
Mi esposa dio media vuelta y su mano quedó sobre nuestros cuerpos desnudos, quede como una estatua, no podía creerlo, ella estaba despertando o era solo un movimiento inesperado, tome las cobijas para arroparnos y no se diera cuenta que estábamos desnudos.
Fueron momentos de mucha intensidad y el miedo inundó mi cuerpo, pensé que era el fin de todo, mi niña hermosa quiso bajarse de la cama pero la detuve, me di vuelta y abracé a mi esposa, no podía dejar que ella se levantara, si lo hacia se daría cuenta de lo que pasaba a su lado, estaba dormida, no había problema alguno, solo fue un movimiento involuntario de ella.
Suavemente hice que se quedara otra vez de medio lado, para que mi niña hermosa estuviera tranquila.
Al darme vuelta para abrazar a mi niña hermosa, me di cuenta que se había colocado su camisón, no podía creer ella prefirió hacerlo en caso de que nos vieran pensé.
Me acerque a ella y la abrace, ella no reaccionó, se quedó inmovil.
Mi niña hermosa me muero por sentir tu pequeño cuerpo, el deseo que siento por ti en este momento me enloquece, le murmuré a su oído.
Mi mano bajó hasta sus muslos y empecé a acariciarlos subiendo lentamente su camisón, cuando sentí su delicada piel subí mi mano, oh, sorpresa, mi niña hermosa estaba sin pantis, el alma volvió a mi cuerpo, mi niña hermosa tampoco renunciaba a nuestra noche.
Me levanté de la cama para luego meterme por los pies, lo hice despacio, era un riesgo estar debajo de las cobijas, si mi esposa despertaba no me daría cuenta y tendría mi niña hermosa que avisarme, todo por probar su rica vaginita.
Me acosté en medio de sus piernas, llevé mi boca hasta sentir tu rica vaginita, empecé a pasar mi lengua en medio de su vaginita, estaba caliente y sus jugos vertían de ella, probarlos era mágico, un delicioso postre, el elixir del placer para mí.
Contraía su vaginita, sentía cuando lo hacía, con mis manos la tome de sus caderitas y empece a besar su vaginita, sintiendo sus pequeños vellos, bese sus labios vaginales saboreando plácidamente mientras penetraba mi lengua en ella, coloco sus manos en mi cabeza como siempre lo hacía, pienso que el deseo que despertaba en ella era muy fuerte y no se podía contener, movía su vaginita hacía mi boca presionando para sentir mis caricias, su aroma me embriagaba, sentir toda su vaginita mojada en mi rostro me encantaba, una nueva experiencia para los dos.
Con mis manos subí un poco sus piernas y las abrí para poder penetrar un poco más profundo mi lengua en su vaginita, ella no aguanto y cerró sus piernas, quedando mi cabeza en medio de ellas, había logrado despertar todo el deseo de mi niña hermosa.
Por debajo de las cobijas subí hasta estar frente a su rostro de medio lado, lo tomé con mis manos y le di un largo beso, mordía sus labios suavemente mientras mi lengua entraba en su boca y se confundía con la de ella, mordía su lenguita, la sensación recorría todo mi cuerpo despertando mas deseo en mí.
Mi esposa seguía durmiendo por fortuna de los dos, sólo escuchaba su respiración un poco agitada.
Sentí cuando mi niña tocaba mi pene, por primera vez lo hacía por voluntad propia, tenía deseo por mí, ya no podía ocultar el deseo que la embargaba y me lo demostraba tocando mi pene como a ella le gustaba, lo apretaba fuerte con sus manos y acariciaba su cabeza que estaba mojada, una locura total vivíamos los dos en ese momento.
Despertó tanto deseo en mí, que deseaba que ella me acariciara mi pene con su boca, deseaba sentirlo en su pequeña boca, no podía evitarlo.
Mi niña hermosa es tanto el deseo que haz despertado en mí, quiero que por primera vez pruebes mi pene con tu boca y lo saborees un poco, se que te gustará porque está duro y grande, recuerdas que me dijiste que te gustaría acariciarlo como yo lo hago con tu vaginita.
Papi, no se como hacer lo que me pides no quiero morderte muy duro y llenarás mi boca con tu semen?
No te preocupes mi hermosa niña, solo tienes que bajar como yo lo hice y tomarlo en tus manos, luego llevarlo a tu boca y haces como si te comieras un cono de helado y si quieres morderlo debes hacerlo pasito para que no me lastimes y no te preocupes que no voy a dejar que salga el semen en tu boca, lo dejaré en tu vaginita, pero quiero saber si te gustaría probarlo para que lo saborees?
Papi, no sé la verdad, siento tantas cosas ahora, pero también miedo porque mi mamá despierta y nos ve a los dos haciendo el amor, la verdad eso me aterra mucho.
No te preocupes mi niña hermosa, estes tranquila porque ella no despertara porque esta muy tomada y mejor después pruebas mi semen se que te encantará tanto como mi pene.
Subió sobre mi cuerpo y empezó a bajar suavemente rozando mi pene con sus piernas y su estomaguito, mi niña hermosa estaba decidida a complacerme esa noche, probando por primera vez mi pene con su boca.
Tomo mi pene con sus manos y sentí cuando su boca hacía contacto por primera vez con mi pene, besaba con deseo la cabeza de mi pene sin dejar de apretarlo con sus manos, deseaba que mi semen saliera y llenará su boquita, la sensación de sentir como mi niña hermosa lo saboreaba despertaba una sensación única y extraordinaria, lo hacía como comiendo un cono helado, como le dije que lo hiciera, no quería que ella sacara de su boca mi pene, presionaba para meterlo más y rozaba con sus dientes, eran suave sus caricias con su boca, me tenía a punto de estallar, pero la sensación que sentía hacía querer disfrutar más.
No podía controlarme, imposible hacerlo, el ser que robaba mi inspiración y dueña de mis deseos, quien me había regalado la inocencia de su cuerpo, quien me regalo su virginidad, ahora me complacia devorando mi pene con unos deseos inimaginables, lo que ella hacía era complacerme por todo el deseo que despertaba en ella.
Debía tener cuidado para no lastimarla, mi pene era un poco grande y grueso, sentía como ella quería sentirlo más en su boca, ardía en llamas su cuerpo por el deseo y me lo demostraba en la forma en que se devoraba mi pene.
Sentir como mi pene entraba en su pequeña boca sostenido por sus manos y apretado por sus labios me llevaba a experimentar una nueva sensación, mi niña hermosa me hacía vivir momentos inolvidables.
La tomé de sus brazos para que subiera, deseaba estar a su lado sintiendo su tibio y pequeño cuerpo.
La despoje de su camisón y luego la abrace cubriendo su pequeño cuerpo con mis dos brazos, sentir todo su cuerpo desnudo era lo que deseaba en ese momento, estaban nuestros cuerpos llenos de sudor en ese momento y ardiendo de placer, preparados para fundirse en un momento interminable de placer.
Papi, no me dejaste probar tu semen porque dime yo quería complacerte.
Qué más quisiera mi niña hermosa venirme en tu boca ahora mismo, pero lo que más deseo ahora es poder penetrarte y dejar todo mi semen en tu vaginita.
Te amo mi niña hermosa, me has llevado a la felicidad total, enseñándome todo ese placer que se escondía dentro de ti, me demuestras cada vez que me deseas y me amas, quiero que sepas que nunca dejare de amarte.
Sentí como me apretaba con sus brazos al escuchar mis palabras y mi pene hacia mas contacto con su pequeña vaginita.
Mi niña hermosa deseo que mi pene penetre otra vez tu pequeña vagina y te demuestra lo feliz que lo haces, no quiero perder esta hermosa oportunidad de entrar en tu vagina con mi pene.
Papi, si quiero pero tengo miedo que mamá se de cuenta, está a nuestro lado y por el ruido puede despertar y si me duele mucho puedo gritar y nos escucha.
No te preocupes mi niña hermosa, como tu vagina está preparada el dolor será poco y estes tranquila tú mami no se dará cuenta porque está bien dormida.
Me coloque encima de ella, sosteniéndome con mis rodillas y mis brazos para no descargar todo mi cuerpo en ella, separe sus piernas y me incliné para besar su boca y sus pequeños y dulces senos, era la locura total, había soportado mucho, sentia que explotaba y deseaba hacerlo dentro de su vaginita.
Sentí sus manos sobre mi pene, lo tenia en sus manos, estaba super excitada, deseaba que la penetrara ya.
Puse mi mano sobre mi pene y lo lleve a su vaginita, deje caer un poco mi cuerpo sobre el suyo y empecé a entrar mi pene, una fantasía entrar por segunda vez en su vaginita, lo hacia suave, rodee su cuerpo con mis brazos, pero me sostenía un poco con mis rodillas y mis brazos, me abrazaba y sus dedos apretaban mi espalda, sentía la suavidad de su vaginita, la sentía llena de juguitos y entraba mas suave mi pene, sus labios vaginales apretaban mi pene despertando más placer en mi.
Sudaban nuestros cuerpos y sentia como su vaginita apretaba mi pene cuando la penetraba, esta vez podía hacerlo más fuerte sin escuchar que se quejara de dolor, solo escuchaba sus pequeños quejidos y su respiración fuerte.
Mi pene entro una y otra vez, pero no hasta el fondo de su vaginita por temor hacerle daño a mi niña hermosa, lo vivido hasta ese momento lo era todo, felicidad total para mi y para ella, deje caer mi cuerpo sobre ella, solo me apoyaba en mis rodillas y besando locamente su boca la penetre hasta sentir que tocaba sus entrañas y explote, solo escuche:
Papi, me dolió mucho.
Pero ella me abrazaba fuerte que alcanzaba a sentir que me enterraba sus uñas, no quería que parara y asi lo entendi, mi pene entro en su vaginita una y otra vez deslizándose suavemente porque tenía mi semen y sus jugos, solo que esta vez lo metía hasta el fondo, porque deseaba que lo sintiera más, que disfrutara como mujer, no pensé en si le hacia daño o no en ese momento, por loco placer que sentía.
Mi semen había quedado dentro de su vaginita otra vez y en la misma cama , con mi esposa al lado.
No deje de abrazarla fuerte contra mi cuerpo mientras la consentía, no quería separarme de ella, deseaba hacerlo nuevamente, duramos unos minutos así, lleve mi mano hasta su vaginita y sentia que mi semen y sus juguitos empezaban a salir.
Quiero que sepas que me haces el hombre más feliz sobre la tierra y que eres la perfecta amante, como saboreaste mi pene con tu boca me enloquecio como nunca mi niña hermosa, quisiera que esta noche no terminara para seguir amándote hasta que no podamos por el cansancio.
Papi, tu tambien me haces sentir cosas muy bonitas y hoy me gusto sentir tu pene en mi boca, me gustó besarlo y quiero volver hacerlo otra vez pero probando tu semen y yo también te amo papi y no sabes cuanto.
Hablamos en voz baja los dos, para no despertar a la mami, una mágica noche de caricias entre los dos y una demostración del amor que sentíamos.
Mi niña hermosa levántate con cuidado y ve al baño para que te limpies, lleva tu ropa para te vistas y regreses a mi lado otra vez o quieres que tu papi te acompañe?
Me da miedo que mami se despierte y nos vea en el baño a los dos.
Pero dime, ¿quieres que te acompañe al baño y te limpie como lo hago siempre mi niña hermosa?
Papi mejor la próxima vez, voy sola y no me demoro para que duermas a mi lado.
Y tu no vas a ir al baño a limpiarte papi.
No mi niña hermosa, quiero dormir así toda la noche con el aroma de tu cuerpo en el mio y que mi pene huela a tu rica vaginita.
En serio papi y no te da miedo que mi mami se de cuenta?
No mi niña hermosa hoy quiero dormir así, ve tu y te limpias y regresas a mi lado, lastima que no pudieras dormir desnuda el resto de la noche a mi lado mi niña hermosa.
Regreso y se acostó a mi lado, la abrace fuerte contra mi para dormir así toda la noche, olvidé por completo a mi esposa y solo me dedique a mi hermosa niña para disfrutar de su compañía hasta entrada la madrugada, antes que despertará mi esposa.
Fue una linda noche que jamás he olvidado y su recuerdo perdura aún en mi.
Riquisimo! Muy detallado y erotico. Gracias!