UNA NOCHE LOCA EN FAMILIA
Actualmente mi familia esta conformada por mi esposa cuarenta y siete años, mi hijo Sebastián veintisiete años, su esposa Gina veinticuatro años y yo que recién cumplí cincuenta y dos años. Con mi esposa siempre hemos tratado de hacer ejercicio y nos cuidarnos en la alimentación. .
Actualmente mi familia esta conformada por mi esposa cuarenta y siete años, mi hijo Sebastián veintisiete años, su esposa Gina veinticuatro años y yo que recién cumplí cincuenta y dos años. Con mi esposa siempre hemos tratado de hacer ejercicio y nos cuidarnos en la alimentación. Después de ubicarlos en lo que es hoy en día mi familia les voy a compartir lo que nos sucedió hace algo más de un mes.
Nuestro hijo Sebastián siempre ha sido muy espontaneo y a veces hasta indiscreto porque lo que dice lo que siente y hasta lo hace sin medir consecuencias y note que antes de los diez y seis años le gustaba hacer pilatunas, pero después de esta edad se le alborotaron las hormonas y lo mas cercano que él tenía, de sexo femenino, era su madre, así que comencé a notar cierta atracción de él hacia ella y buena parte de su atracción lo llevaba a estar magreando a su madre y como para ella él es su consentido, le pasaba por alto cuando la abrazaba y acariciaba sus nalgas o sus senos, al igual que besos en el cuello y hasta tratar de besarla en la boca, pero ella muy sonriente se lo celebraba y lo eludía.
Lo que observe es que Sebastián tenía una libido muy alta, y me atreví a consultar en internet lo que esto significa y encontré que es el deseo sexual y la energía psíquica que impulsa el comportamiento humano, especialmente a la búsqueda de placer y conexión sexual. Y así pasaron varios años, ya Sebastián tenía veintiún años cuando mi esposa llegó a notar el comportamiento de nuestro hijo y lo que ella le decía continuamente era, Sebas, cuidadito con ir a embarazar una mujer, porque si lo haces te obligo a casar, porque no quiero nietos sin padre. Quizás por eso se conformaba con los magreos a su madre, pero cuando estaba por terminar los estudios universitarios se ennovio con Gina, quien lo tuvo a raya hasta cuando él termino sus estudios, se graduó y al comenzar a trabajar y ganar dinero, le propuso matrimonio a Gina.
Y a partir de ese momento se concentro en ella y cuando venían de visita era evidente el deseo sexual por ella, por ejemplo, si se quedaban a dormir, en la noche mínimo una vez los escuchábamos follando y esto traía como consecuencia benéfica para nosotros que mi esposa se excitaba y terminábamos también follando.
Ya habían pasado cuatro años, Sebastián cumplía veintisiete y un día nos propusieron, él y su esposa, que fuéramos los cuatro a celebrar su cumpleaños en una casa de campo, de clima cálido y con piscina, nos íbamos el viernes en la mañana, celebrábamos el cumpleaños el sábado y regresábamos el domingo. Con mi esposa nos pareció un buen plan y aceptamos.
El viernes Sebastián nos recogió en su auto y a media mañana ya estábamos en el sitio, un lugar muy bonito, con todas las comodidades, fuimos al medio día a almorzar a un pueblo cercano y después en la tarde regresamos a la casa y Sebastián, se había aprovisionado de varias botellas de vino y de tequila, de manera que estando los cuatro en la piscina, de pronto se salió y regreso con vino para mi esposa y para Gina y para él y para mi tequila.
Mi esposa y Gina estaban con sus bikinis y Sebastián y yo con pantaloneta para aprovechar el clima y la piscina. Aprovechando la estancia, hasta jugamos con una pelota, los equipos eran Sebastián y Gina y mi esposa y yo los contendientes. Desde luego con el propósito de ganar el juego se presentaban roces de nuestros cuerpos con los de las mujeres especialmente, y en algún momento Sebastián por arrebatarle la pelota su mama, se engancho en el brasier del bikini y los senos de ella quedaron al aire y desde luego vino el morbo y las risas.
Ella volvió a acomodarse el brasier y continuamos con el juego, pero con la ayuda del licor la picardía y la malicia fueron aumentando. Al final de la tarde nos sentamos alrededor de la piscina y la circulación de licor se hizo mas activa gracias a Sebastián. Cuando ya anocheció, sin cambiarnos de atuendo entramos a la casa, mi esposa puso música para bailar y ella misma junto con Gina armaron el desorden.
A eso de las once de la noche, la verdad los cuatro estábamos bastante alicorados y como les había comentado Sebastián es poco discreto y dice las cosas sin pensarlas mucho, hacia comentarios eróticos sobre la intimidad de él con su esposa y al mismo tiempo nos hacia preguntas, de las cuales mi esposa era la que mas le contestaba. Yo estaba mareado, pero siempre he tratado de controlarme cuando ingiero licor.
Estando en esto, Gina se levantó, apago las luces, quedando solo la iluminación del exterior y regresando hacia mi me invito a bailar. Yo trate de hacer todo lo normal, un baile discreto, pero de pronto ella comenzó a rozar su pelvis con la mía y esto sin desearlo me inició una insipiente erección que gracias al bóxer que tenía bajo la pantaloneta, me ayudo a disimular la situación. Pero simultáneamente Sebastián había invitado a bailar a su mama y le decía no sé cuántas cosas al oído de las que ella se reía.
Como siempre y en ese estado de alicoramiento de los dos, los deslices de sus manos por el cuerpo de ella no se hicieron esperar y pasando los minutos y otras copas más, el roce de sus pelvis termino siendo bastante erótico, tanto o más que el de Gina conmigo.
El ambiente destilaba sexo por todos lados, de pronto Gina me tomo de la mano y sin ninguna resistencia de mi parte me llevó a una de las dos habitaciones que tenía la casa y una vez entramos, sin cerrar la puerta se arrodillo frente a mi y haló mi pantaloneta y mi bóxer hacia abajo, saltando como un resorte mi verga erguida. Ella la tomo y sin mas comenzó a mamarla y esto desde luego me llevó a una excitación fenomenal, por momentos pensé que me iba a correr dentro de su boca, pero decidí detenerla, la levante y la despojé de su bikini quedando sus senos y su hermosa concha totalmente depilada a la vista. La acosté y me acomodé en medio de sus piernas para prodigarle una sesión de sexo oral que pronto comenzó a dar sus frutos a escuchar sus gemidos.
Pero ella deseaba sentir mi verga en su concha entonces me haló hacia arriba y pronto nuestros sexos se enfrentaron. Ella estiro su mano, tomo mi verga, la lubrico en sus flujos y la dejó a la entrada de su concha. A continuación, nuestras caderas no pararon de agitarse hasta cuando escuche los gemidos propios de su orgasmo y en ese instante mi excitación que era increíble me llevó a explotar dentro de ella, dejando toda mi carga en su concha.
Mientras estábamos en ese agite, alcance a escuchar la voz de Sebastián cuando entraba con su madre a la habitación contigua y pronto los gemidos de mi esposa no se hicieron esperar. Como yo deseaba ver la escena de Sebastián follando a su madre, le dije a Gina… espérame voy al baño ya vengo, pero mi intención no era otra que verlos en acción.
Efectivamente al pasar por frente de la puerta de la habitación contigua, allí estaba Sebastián y su madre, ella en posición de cuatro y él detrás de ella tomándola por las caderas, le empujaba su verga una y otra vez mientras ella gemía al ritmo de cada penetración. Alcance a escuchar que él le decía… Desde hace años deseaba estar así contigo y hoy finalmente se ha hecho realidad. Hoy te voy a dar placer donde años atrás sentiste dolor cuando me trajiste al mundo y continuó moviendo su cadera y empezó a acariciar el clítoris de su madre llevándola al éxtasis y cuando lo logro explotó dentro de ella quedándose pegados e inmóviles.
Yo regrese a la habitación donde estaba Gina, le puse su bikini y la invite a regresar a la sala. Minutos después retornaron Sebastián y su madre tomados de la mano y él diciendo… (tan desfachatado como siempre)… Esperamos lo hayan disfrutado tanto como nosotros ¿verdad mama?
Cuando nos sentamos y tomamos la que sería la última copa de la noche Gina tomo la palabra y dijo… hace un tiempo con Sebastián sentimos curiosidad por conocer lo que era un intercambio y nos reunimos con otra pareja, pero llegado el momento yo le dije a Sebastián que me daba mucho temor que nos pudieran transmitir alguna enfermedad, entonces al día siguiente él me dijo… con la única pareja que vamos a estar seguros es con mis padres y por eso programamos este fin de semana con ustedes y esperamos lo estén disfrutando.
Yo entonces dije… creo que hemos ido demasiado lejos, muchas gracias, porque nosotros nunca habíamos experimentado un intercambio de parejas, pero creo debemos parar a tiempo antes que esto se nos salga de las manos.
Sebastián dijo… pienso que mi padre tiene razón debemos ponerle un corte a esto, pero propongo que mañana pasemos la noche Gina con mi padre y yo con mi madre y luego nos olvidamos de lo que paso aquí este fin de semana.
Aunque yo debía retomar el orden, en el fondo disfrute mucho follar con Gina y si había una noche más para volver a gozar sin afán, lo acepte mirando a mi esposa, que también dio su consentimiento.
El sábado en la noche nos fuimos a las habitaciones como habíamos aceptado y no paso mucho tiempo cuando se comenzaron a escuchar los gemidos de mi esposa y de Gina cuando sus cuerpos se excitaron por las caricias y algo más.
Sabiendo que sería la última vez, la función se prolongo hasta pasar la media noche, cuando el cansancio nos doblegó.
En el ultimo mes antes elaborar este recuento he notado que los deseos de Sebastián se calmaron y la relación con ella es ahora mas de madre a hijo.


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