Una noche y 5 primas
Todas menores que yo y ninguna lo supo.
Creo que todo el mundo ha tenido un momento de rebeldía en su vida y por que no, un momento de perversión donde no distinguimos el bien y el mal.
Comenzaré por el inició. Me críe en una familia de clase media a alta y por azares del destino nuestra situación económica cambió. Ahora viéndolo en retrospectiva a muchas familias mexicanas nos cambio la vida después de 1994. Ese cambio para mi fue muy fuerte, pues de estar en un colegio privado, pase a uno de gobierno y empezando la pubertad, fui muy influenciado por malas amistades. Fue como a los 13 años que comencé a fumar y a los 15 probé mi primera cerveza. También a esa edad fue el primer contacto con el sexo (siempre con mujeres).
Aquí les contaré una de mis «travesuras» más perversas que hice, que fue dormir a varias primas y abusar de ellas.
En esta experiencia que tuve. Inicio cuando por una temporada se vinieron a vivir unas tías mayores (primas de mi abuela), ya se imaginarán la edad que tenían ambas. Y para dormir ellas se tomaban unas pastillas que literalmente las tumbaban toda la noche. Fue en una cena donde estábamos todos donde supe de la existencia de esas pastillas. Asi que empecé a robarles una pastilla cada día, pero no las use al momento, sino que las fui guardando, hasta que llegue a tener como 30 de ellas. Como dije en esa época no distinguía entre una travesura inocente y una maquiavelica.
Cuando se fueron mis tías y escuchando en una reunión con varios amigos que ellos usaban una llamada «yumbina» que la disolvían en las bebidas y después se las daban a sus amigas para calentarlas, fue que se me prendió el foco y pensé en hacer lo mismo a mis hermanos. Aunque loco era en esa etapa, no era idiota (o más o menos) porque deduje que si mis tías usaban una pastilla y eran adultas, mis hermanos siendo menores que yo, debían usar menos, así que disolví una y la dividí en dos vasos de leche. Al día siguiente ambos dijeron que durmieron super bien y hasta a mi mamá le costó levantarlos lo que me espanto un poco. Entonces supe que esa era la dosis.
Pasaron meses y yo seguía teniendo las pastillas. En una ocasión hubo un accidente familiar y llegaron unos tíos con mis primos y primas como a las 8 de la noche, como mi casa era de las más grandes habían decidido que todos nos quedaríamos aquí y al ser ya un poco «noche» para la mayoría de mis primos, pues seria solo para pasar la noche entre que los grandes se iban a resolver ese tema.
En total quedamos 3 primos y 5 primas la mayor tendía como 14, y así hacia la más pequeña que le llevo 6 años (con ella tuve una relación incestuosa que ya conté)
Mis primos y yo teníamos más o menos la misma edad pero éramos muy distintos, ellos eran niños «bien» nada maleados y no querían juntarse con mis amigos. Asi que me daban hueva. Apenas salieron mis papas junto con mis tíos, salí yo a estar un rato con mis amigos de la cuadra. Y entre platica y platica recordé las pastillas y en putiza los deje y entre directo a la cocina y prepare una malteada y aventé 3 pastillas (anteriormente había hecho mis cuentas matemáticas y diferenciales para no cagarla) no tardaron mucho en dormirse en el cuarto de televisión, donde teníamos unos sillones.
Primero y por ser unos idiotas fueron mis primos, después fueron cayendo mis primas, primero Ruth, después Martha, mi hermana, mi prima Sonia y al final mi prima Lorena.
Tomaré un momento para describirselas (como estaban en ese momento)
Ruth, estaba hecha un palo, no pasaba de los 7 años y fue la que al pasar los años supe que era la más perversa.
Martha, tendría unos 10 años, estaba bonita de cara y le faltaba un diente siempre la peinaban de coletas, era la más tierna, físicamente era delgadita.
Sonia, tendría unos 12 cálculo, de un tiempo a acá comenzaba a usar muchos suéteres aunque hiciera calor yo pensaba que era porque estaba poniéndose gordita. Esa noche supe el verdadero porque y fue porque era una reverenda oppai loli, no estaba para nada gordita de hecho se le marcaban los huesitos de la cadera en su vientre, pero a los 12 ya se estaba cargando unas tremendas tetas.
Lorena, era unos meses menor que yo, blanca como la leche y pecosa a morir. De cuerpo estaba bien, ya se le marcaba muy bien sus caderas y cintura, no tenía mucha teta.
Mi hermana, 3 años menor que yo, era una putita, me dio su culito muchas veces, hasta que cumplió 13 y me dejo a Ruth para que me la siguiera cogiendo en vez de a ella.
Ok, sigamos…
Apenas se durmieron, todos desparramados en el cuarto, empecé hacer un poco de ruido fuerte para ver si despertaban y nada.
Fue ahí que decidí por quien empezar, mi plan maestro era cargarlas, masturbarme y si despertaban decirles que las estaba llevando a la cama… ay aja, pero ese era mi plan.
Decidí empezar por la más pesada que para mi era Sonia, le picaba un cachete para «despertarla» pero no reaccionaba, así que como pude la cargue y sentí que no pesaba tanto como yo pensaba, mi mano derecha quedo a orillas de su espalda y ella al estar boca arriba, sentí en mis yemas un bulto, cuando la deje en la cama, empece a desabotonar su sueter y vi la silueta de su brassier.
Con cuidado subí su playera y vi un brassier blanco sin chiste que se abría de enfrente, aunque no fue sencillo de abrir, cuando por fin pude, vi como se abrieron de par en par esos senos que para mi, a esa edad eran enormes, sin mentirles con una mano no podía abarcarlos, los acariciaba, los movía de arriba a abajo, me fije en sus pezones morenitos y unas aureolas medianas que no me agradaban tanto, cuando en una de esas las junte, se me activo mi diablito de la perversión. En chinga loca me baje los pantalones y me puse sobre ella, quedando mi miembro en medio de estas tremendas tetas, así dormida, tome sus brazos y los junte, lo que provoco que sus tetas cubrieran mi verga y comencé a cogérmela asi, hasta que me vine llenándola de leche en su cuello, barbilla y en medio de sus tetas. Con cuidado la acomode en la cama de mi hermana, dejándola tal cual la «había encontrado».
Regrese al cuarto de televisión y mi mirada se fue por Lorena, aunque era un año menor que yo, yo me había puesto más fuerte y por la excitación del momento cargarla no fue difícil, en lo que me la acomodaba bien, la manosee por todo su culo y la lleve al cuarto de mi hermana.
A ella la puse boca abajo, sus piernas quedaron abajo de cama y su cuerpo por encima de esta misma, a los 15, 16 años se te puede parar la verga muchas veces, es como si tuviera vida propia esa madre. Asi que no fue difícil volver a tenerla dura, con cuidado le desabroche su cinturón y baje su pantalón, asomándose un calzón coqueton, era como de encaje estaba bonito. Le baje hasta las rodillas su pantalón y su calzón.
Por tener amigos tan malandros como los míos, aprendí muchas cosas aunque todavía era teóricas, recordé lo que decían de cuando tenían a sus putas asi y que lo mejor era meterselas por el culo. (Si era verdad, nunca lo sabré) pero esa noche Lorena tuvo su primer anal.
Tome las nalgas blancas y frías de lorena y las abrí y comencé a olerle su ano, no olía bonito, pero no me desagrado, creo que por instinto le pase la lengua por su culo varias veces, sin dejarle de sobar y separar sus nalgas.
Cuando mi verga volvió a ponerse muy dura, la apunte en ese culito rosado y aun con las lamidas que le di, no se la podía meter, así que recordé lo que la vaselina pero en mi casa no teníamos esa madre, pero había una crema «lubriderm» le puse un chorrito en su culo y sobe un momento, después con un poco de esfuerzo extra, entro la cabecita de mi verga.
Creo que en ese momento todos mis sentidos estaban super enfocados porque escucha el ronquido de Sonia y los quejidos de Lorena. Cuando en uno de esos escucho «otra vez Roberto» y al único wey de la familia que se llamaba Roberto era un primo que me llevaba unos 3 años. Entonces decidí ser «Roberto» la tome de la cintura y empuje firme pero sin detenerme, metía uno o dos centímetros y sacaba un centímetro, metía 3 y sacaba uno, así hasta que mi huevos tocaron su puchita.
Mis manos se fijaron como anclas en su cadera hasta que estuve al fondo, dejándole la marca en su piel, cuando por fin estuve dentro, se dirigieron a sus senos y pezones que se sentian durisimos y paraditos, se sentian como gomitas, estuve cogiendomela asi por unos minutos hasta que termine dentro, y aun así le daba de nuevo.
Me limpié mi verga con una ropa sucio de mi hermana y volví al cuarto viendo a mi prima lorena medio caída y con semen escurriendole de su culo, le subí su calzón y pantalón y la acomode en la cama. No sin antes levantarle su blusa y besar unos instantes esas gomitas rositas.
No diré que fui enseguida por otra prima, esos dos polvos me dieron una sed endemoniada y fui por agua, después de unos minutos, regrese al cuarto de mi hermana y me di cuenta que ya Lorena y Sonia ocupaban casi toda la cama, máximo cabría otra ahí, decidí poner unas camas de acampada, para acomodar a las 3 que me faltaban.
Cuando puse la cama me fije que apenas eran las 10 de la noche, me faltaba mínimo 3 horas para que llegarán mis papas y tíos.
Regrese al cuarto de televisión y ya con perversidad y alevosía me lleve a Martha, al igual que a las otras dos, le picaba el cuerpo para ver si reaccionaba y nada, solo balbuceaba cosas. La cargue y la puse en la cama improvisada, la desnude completita y le lamí sus pequeños senos, me sorprendió que sus pezones aunque pequeños se pusieron duritos, baje a su coñito sin ningún pelito y la examiné se los abría y le metía un dedo, observaba sus gestos de entre dolor e incomodidad.
Como dije era la más tierna de todas mis primas y sinceramente no quería hacerle daño, así que como nunca había recibido una mamada, decidí que la primera seria ella, me puse cerca de su cara y poniendo mi verga en su boca se la metí, no diré que me la chupo pero era agradable tener mi verga ahí dentro, con suavidad se la metia y sacaba hasta que me vine dentro, ella como que se trago mi semen porque hizo una expresión muy rara. La vestí y fui por Ruth.
Ruth siempre fue muy precoz aún despierta siempre se sentaba arriba de mi, poniendo su pequeñito culo en medio de mi verga, varias veces la sintió y no se quitaba al contrario hacia pequeños movimientos para sentirla mejor. Asi que decidí que al igual que con Lorena seria metersela por su culito, ya sin preambulos, le eche crema y comencé a clavarsela, pero me costaba mucho y veía que a ella le incomodaba y se movía mucho, así que la puse de cucharita y volví a intentarlo, después de varios intentos entro la cabeza de mi verga. Con mi mano me fije en donde entro y vi que ya se alojaba en su coñito y supongo que por su edad no iba a entrar completa, pero sentía delicioso la presión que me daba, no le clave más que nos pocos centímetros más la cabeza pero con eso me bastaba, así de cucharita le daba duro y escuchaba como gemía bajito, al ella ser muy delgada la puse sobre mi quedando sus pierna abiertas y mis manos, una acariciaba sus senos planos y la otra su coñito dejandole toda mi leche dentro de ella, sé que ese día no la desvirgue porque eso fue unos años más tarde y con consentimiento de ella.
Ya cuando acabe con Ruth, ya mi verga empezaba a pedirme clemencia pero me faltaba otra… mi hermanita.
Con mi verga sudada y llena de fluidos de mis otras 4 primas fui por ella. La tome y la acomode en medio de Martha y Ruth. Con ella no fui tan minucioso, simplemente le medio baje su pijama y sin preambulo se la metí en su vagina (de las pocas veces que pude metersela por su coñito) su pijama me ayudaba a que sus piernitas estuvieran en mis hombros, como por instinto me abrazo y me besaba, yo le jalaba el pelo y con otra mano le sobaba sus pequeñas tetas, yo sabía que no debía venirme dentro de ella.
(Como dije antes estaba loco mas no pendejo)
Ya esta seria mi quinta corrida de la noche e iba a durar un poco más, pero por eso mismo a mi hermana le daba durisimo, se escuchaba el clásico y riquísimo sonido de mi pelvis chocando con sus nalgas, me acomode un poco y mis manos se fueron a las vecinas mis dedos invadían el culo de Martha y la vagina de Ruth. Cuándo por fin sentí que ya me venía, se la saque y se la metí en la boca, como becerrito, me la mano hasta que le dejo limpia…
Unos años después cuando me ofreció a Ruth, le confesé de esa noche y le dije todo lo que les he contado a ustedes. Respondiendome que nunca sintió mi verga como ese día.
Se me olvido decir a mis primos los deje tumbados en el cuarto de televisión, solo me lleve a mi hermano menor a su cama.
Al día siguiente como a las 8 llegaron mis tíos y padres, despertaron a mis primas y se fueron… nadie nunca supo nada
Tiempo después yo ya con 25 y Roberto con 28 y unas cervezas encima, le pregunté por Lorena y casi se ahoga cuando escucho eso. Porque sabía muy bien para donde iba la pregunta.
Espero que les haya gustado y si quieren que siga con la saga de Dulce o Ruth y otras más solo comenten, así se bueno o malo, pero comenten algo.
Excitante y tienen morbo. Deberias continuarlo.
Continúa las historias
Muy bueno. Tuve oportunidad de hacer cosas así de adolescente, pero no me atreví, a pesar de tener las pastillas.