Una vida entera con Pamelita: Doxepina
Esta es la historia que he vivido con mi hija desde que era muy pequeña y como desde muy pequeña hasta la actualidad es adicta a mi verga.
Haber hecho que mi princesa se trague un poco de mi semen cumplió lo que creía hasta ese momento que era la mayor de mis fantasías, esa noche tuve el sueño más plácido que había tenido en años. A la mañana siguiente me levanté de la cama pensando hasta donde era capaz de llegar sin lastimar a mi nenita, pensé en volver a cepillarla con mi semen, pero debido a que anoche escupió todo después de dar un sorbo, pensé en como haría para acostumbrarla al sabor de mi lefa, me había fijado un siguiente objetivo, estaba decido a correrme en la su boquita y quería que se tragara mi semen. Ya con la idea en mente hize el desayuno y fui a levantarla, la llevé al baño, le lavé la cara y le cepillé los dientes, todo era normal hasta ese momento. Le dije que esperara en la mesa de comer que yo le traería su desayuno, la mesa de comer y la cocina no están separadas por nada, solo están un poco alejadas una de la otra, mi nena toda inocente se puso a esperar en la mesa y yo dándole la espalda estaba en la cocina sirviendo mi especialidad, pollo frito con menestras, había tomado un curso de 3 meses de cocina después de la muerte de mi esposa, me saqué la verga y me empecé a masturbar, pensé en terminar directamente en su comida y dejar una línea de semen que atravesara todo el plato, pero me parecía muy poco profesional, opté por correrme en mi otra mano y como cuando vas a un restaurante de comida china dejé caer una mediana porción en su plato de la forma más elegante posible. Llevé ambos platos a la mesa, la mía y la de mi princesa que tenía ese regalito que estaba decidido a que se lo comiera.
_ Papi ¿qué es eso?
_ Es el ingrediente secreto de anoche, ayer hice de más y te sobré un poco para que empieces a agregarlo en todas tus comidas. Anoche leí que si consumes un poco con cada comida vas a crecer más rápido y ya no te vas a enfermar.
Ella tomó el tenedor y empezó a comer el arroz con las menestras, miró un poco la porción de semen y como no se animaba a comerla directamente tomó un pedazo de pollo y lo embarró con mi leche ( como cuando embarras con mayonesa una papa frita ), se llevó mi semen a la boca y como el sabor no era tan intenso no hizo ninguna mueca, yo comía y no dejaba de mirar sus gestos, estaba comiéndose mi semen directamente del plato, era una sensación tan satisfactoria que hace un momento me había corrido y ya tenía la verga dura de nuevo. Ella acabó toda su comida y dejó limpio el plato.
A la noche cuando la traje de la guardería, traía la verga caliente, tuve que contenerme durante todo el día para no masturbarme, había decido que a partir de ahora todo mi semen era directamente para mi nenita. Sabía que iba a darle de comer todos los días un poco de mi semen, pero esa noche tenía otra fantasía que quería cumplir. Terminamos cenando y viendo televisión con normalidad esa noche ( no le di de comer mi leche esa vez ), quería un recordatorio que mi nena tomándose mi leche, hice lo de la otra vez cuando le cepillé con mi esperma, esta vez también la estuve tocando mientras veíamos la televisión. Cuando estaba cepillándola con todo mi esperma cremosa en su boca le dije.
_ Pame tu abuelita quiere saber si has estado cepillándote los dientes todos los días.
_ Pero yo me cepillo los dientes a diario.
_ Eso le dije yo, para que te crea le voy a mandar una foto de ti con la boca abierta y la pasta en la boca.
_ Está bien.
Tomé mi teléfono y activé el flash.
_ No cierres los ojos.
La tomé de la quijada y tomé varias fotos con el mejor ángulo posible, algunas con el cepillo en la boca pero otras más con la boca llena de mi esperma.
_ Ahora amor haz como que quieres que la pasta se derrame de tu boca.
Ella obedeció y ahí tomé mi foto favorita.
_ Ahora nena trágatelo todo.
_ No puedo papi, no me gusta el sabor.
No quería forzarla a nada y le dije que lo escupiera, iba a acostumbrarse a mi semen pero poco a poco. Ella se enjuagó la boca y se fue a dormir.
Esa noche me masturbé solo una vez con las fotos de mi nena teniendo mi semen en la boca. A partir de ese día alimentaba a mi hija a base de todo tipo de comidas saludables que son beneficiosas para los niños y con una porción especial de mi esperma, con el tiempo dejé de tener cuidado y me corría directamente en su comida, le llevaba el plato con una línea de semen atravesando toda su comida, había días en que ella se quejaba de que le daba mucho de mi ingrediente secreto y yo siempre le decía que mientras más de mi ingrediente se comía, más sana y fuerte iba a crecer. Pasaron las semanas y cambié mi estrategia y en lugar de poner mi semen en su comida me corría en una taza y con una cuchara y le daba de comer directamente en la boca, como haciendo el avioncito le hacía reír cada vez antes de darle de mi escencia.
Un día antes de mi cumpleaños se me ocurrió una idea que debí haberlo pensado hace mucho tiempo, pedí permiso del trabajo para salir 2 horas antes de lo habitual y fui al médico a pedir cita, entré al consultorio y le expliqué al doctor que estaba sufriendo ataques de ansiedad junto con mucho insomnio, le conté parte de la verdad, mi historia verdadera, que había perdido hace mucho tiempo a mi esposa y yo era padre soltero que llevaba desempleado ya como 2 meses y no tenía como mantener a mi hijo (le dije que tenía un hijo varón por si acaso), que estaba ganando dinero de trabajos temporales pero que estaba muy estresado y que mi principal problema era el insomnio. El médico me recetó algunas pastillas para la ansiedad y lo principal y lo que buscaba, Doxepina para ayudarte a permanecer dormido. Busqué información en internet y en todas las páginas que encontraba su información decía que no generaban dependencia. Esa noche cuando llegue a casa después de recogerla nos pusimos a jugar todo tipo de juegos que la cansaran, como a las escondidas, brincábamos sobre el sofá. Pasé un momento lindo con mi pequeña, durante todo ese momento olvidé todos mis pensamientos lujuriosos que tenía sobre ella. Cuando ella se cansó totalmente me dijo que ya no podía y que quería irse a dormir, esa vez la bañé yo de nuevo, quería que quedase lo más limpia posible para mí siguiente número, le lavé los dientes y la mandé a su habitación, después fui a la cocina y serví un vaso de té y puse un tercio de una de las pastillas que previamente había comprado con la receta del doctor, no puse una entera porque ella era aún muy pequeña y no quería lastimarla. Entré a su habitación y le di el vaso con la droga, ella solo agradeció y le di su beso de las buenas noches y me retiré. Esperé como media hora y volví a entrar a su habitación para confirmar mi hazaña, la llamé por su nombre varias veces y cada vez con la voz más alta y no despertaba, presioné sus mejillas y moví su rostro y no despertaba, metí mis manos en sus braguitas y metí mi dedo en su vaginita hasta sentir su himen y no despertaba, mi plan había funcionado y tenía a mi hija totalmente drogada y dispuesta para cumplir todas mis fantasías. Fuí con calma y primero prendí la luz, después le quité la pijama, la puse boca abajo y mordí la parte superior sus braguitas de unicornio y los quité lentamente con la boca, fue la vez que más cerca estuve de sus nalguitas, no pude contenerme y enterré mi cara en ellas y le di un lengüetazo de abajo a arriba muy lento, no pude probar mucho así que puse una mano en cada nalga y le abrí el culito. mis ojos vieron un tierno anito bien rosadito, me dispuse a probar esta vez directamente de su culito, la sensación fue increíble tenía un sabor saladito a pesar de haberla lavado muy bien momentos antes, estuve como diez minutos con mi cara enterrada en el paraíso, también intenté penetrarla con mi lengua pero no podía, ella la tenía bien cerradita y eso hacia que me excite aún más, recuperé la noción del tiempo y paré, aún había mucho que disfrutar.
Me eché de espaldas sobre la cama y levanté a mi muñeca y la puse encima de mi a la altura de mi boca, ahí empecé a besarla apasionadamente mientras con una mano sostenía su cara para poder besarla más cómodamente, con la otra mano tenía el pulgar frotando su culito y con otros dedos acariciaba su coñito, fué la cúspide del éxtasis, pero aun no debía correrme. Cambié de posición y la eché de espaldas sobre la cama, puse mi cara a la altura de su coñito, puse cada pierna encima de mis hombros y con mis dos manos agarraba sus pezoncitos, ahí empecé con el banquete, usé mi lengua de todas las maneras posibles, intenté penetrarla con mi lengua pero tenía el coño aún más cerradito que el culo, pasaron como 5 minutos y de la nada empiezo a saborear un líquido que parecía un agua de vida traída directamente desde el cielo, ¿mi pequeña se estaba excitando?, no había manera de saberlo pero si sabía que eso era el sabor del squirt, lo sabía porque era parecida al sabor que tenía el squirt de su madre, no era un chorro pero salía de poco a poco y constantemente, yo bebía directamente de su conchita con la lengua como hacen los perros cuando beben agua, noté que desperdiciaba mucho así que abrí grande la boca y esta vez sí bebí directamente del tarro, empecé a succionar como seguramente lo hacía del pecho de mi madre cuando era un bebé, ahora mi nena y yo habíamos intercambiado fluidos, ella se bebía mi semen a diario y yo ahora estaba probando del squirt de una niña que estaba a punto de ir al jardín. Ya había llegado a mi límite y tenía muchas ganas de correrme, así que para terminar con mi obra maestra me senté sobre la cama y a ella la eché boca abajo con su boca a la altura de mi verga, iba a cojerme la boca de mi nena, ella traía el pelo suelto y como quería que saliese todo perfecto, me tomé la molestia de buscar unas ligas simples para el cabello que yo sabía que tenía, porque le compré un paquete como hace un mes, cuando los encontré volví a tomar la misma posición, me senté sobre la cama a 90° con las piernas abiertas y puse a mi nena entre mis piernas con su boca a la altura de mi verga, empecé a hacerle dos trenzas simples, tardé como seis minutos, con el tiempo que me llevó trenzarla mi verga se había marchitado, sin importarme eso empecé la faena, puse mi verga dentro de su boca en ese estado y la tomé de cada trenza, ahora era como mi marioneta, solo tenía que jalarla de las trenzas y dejarla caer para simular una mamada.
Después de darle como cinco metidas en su boca, mi verga empezó a crecer rápidamente, poco a poco me empecé a dar cuenta que mi falo no iba a caber en esa pequeña boca, tuve que retroceder un poco mi cadera para atrás para no ahogarla, mi corazón latía a mil y cuando estuve a punto de acabar solté sus trenzas y sujeté su cabeza con mis manos, esta vez iba cojerme su boca de verdad, había llegado a la locura, ya no me importaba si se despertaba o no, me encontraba en un punto de no retorno, cuando de repente no pude contener soltar un gemido y de mi verga salieron 3 chorros de semen a toda velocidad, a la vez sufrí de una especie de espasmo que hizo que mis piernas temblaran al ritmo que salía cada chorro. De la boca de mi nena no hacía mas que salir mucho de mi semen, definitivamente había tenido el mejor orgasmo de mi vida hasta ese momento, ella aún tenía mi verga en la boca así que decidí inmortalizar ese momento y tomé mi teléfono y saqué mil fotos con flash desde todos los ángulos posibles. Mire la hora y apenas eran las 00:03 am, probablemente me había corrido dentro de ella en el momento justo que empezó el día de mi cumpleaños. Esto no podía acabar tan temprano pero sin embargo ya no tenía fuerzas, me bajé de la cama y fui a darme una ducha.
Al volver ya no tenía la cabeza para imaginarme más cosas creativas, opté por ponerme lo más cómodo posible y volví a comerle el culito como por media hora, lo suficiente como para recargar más semen fresco, cuando estuve por acabar puse mi glande en la entraba de su culito y me corrí todo lo que pude, esa era mi última carga y yo lo sabía, sin embargo sabía que tendría pocos días como estos, le di la vuelta y me eché con mi boca en su coñito y empecé a comérsela, mi verga ya no reaccionaba pero mi boca aún podía disfrutar, estuve así demasiado tiempo hasta que perdí el conocimiento.
Era como las 6 de las mañana y un rayo de sol caía sobre mi cara, me desperté y lo primero que ví fue en coñito de mi nena justo delante de mi, me había desmayado mientras le hacia sexo oral durante la noche. Me levanté rápido y me vestí, me sentía muy mareado a pesar de que yo no estaba drogado. Tomé un pañuelo y limpié a mi tesoro lo mejor que pude y también le puse toda la ropa, tenía miedo de que despertara en cualquier momento, no sabía cuánto iba a durar el efecto. Era el día de mi cumpleaños pero ya no tenía ganas de nada, había recibido el mejor regalo de cumpleaños.
Al principio repetía mis sesiones por las noches interdiario, pero con el tiempo me fuí controlando y lo hacía con 3 días de descanso, no quería que las pastillas le hicieran daño a mi nena. Empecé a cumplir otro tipo de fantasías durante mis sesiones en las noches, un malandro del vecindario que no me conocía me dijo sin querer en dónde comprar lencería de niña y le pagaba a él para que la comprara cada vez que quería una juego de lencería. Había noches en la que degustaba de mi nena con lencería apretada, le ponía una tanguita de hilo y apartaba su braguita mientras le comía el coñito. La degusté de esa manera durante muchos meses y tampoco me olvidaba de darle su porción de semen a diario.
Que tierna sesión de fotos. Cuéntanos más aventuras de la pequeña pame!
me encanta pame ya estaba poco a poco acostumbrandose ala leche sin querer ese sera su elixir como buena nenita