Una vida entera con Pamelita: Las vitaminas
Esta es la historia que he vivido con mi hija desde que era muy pequeña y como desde muy pequeña hasta la actualidad es adicta a mi verga..
A la mañana siguiente sin haber dormido casi nada, me levanté a la misma hora de siempre y ya traía una erección a pesar de habérmela jalado varias veces durante la noche. Fui a asearme, preparé la comida y ya eran como las 7 am, entonces me dirigí al cuarto de mi Pamelita a levantarla. Abrí las cortinas para que el sol entrara en su habitación y la levanté con un beso en la mejilla.
_ Buenos días papi
_ Buenos días Pame, ya levántate que preparé el desayuno.
Ella hacia lo que podía para levantarse, yo la tomé de la mano y la llevé al baño, ahí le lavé su carita y le arreglé el cabello, cuando ella de la nada se quitó la blusita de su pijama. En ese momento como un flashback vino a mí los recuerdos de la anterior noche, durante todo ese tiempo por la mañana yo me había olvidado de aquella sensación inmoral que sentí la otra noche.
_ Papi ¿vas a lavarme los dientes?
Después de esa inocente pregunta recordé aquella idea que había tenido la última vez que le cepillé los dientes, en ese momento por la mañana no sentía tanta carga inmoral así que le pedí que se volteara y mire a la pared, ella sin chistar obedeció, para asegurarme yo también me voltee y me saqué la verga, en principio mi idea era frotar todo mi glande en su cepillo, la idea de que mi princesa tuviera el sabor y el aroma de mi verga en su pequeña boca me excitaba demasiado, pero al ver mi verga noté que sin querer había empezado a tener ese típico líquido preseminal, el morbo había hecho que me mojara inconcientemente, agarré la punta de mi glande y como cuando exprimes las últimas gotas de un limón, logré exprimir unas cuantas gotas de mi líquido preseminal en su cepillo, y para aumentarla agarré el cepillo por el mango y empecé a frotar las cerdas del cepillo por todo mi glande húmedo, de esa manera me aseguraba que el cepillo estuviese bien impregnado de mi esencia. Me guardé la verga y me di la vuelta, le dije lo mismo a mi pequeñita.
_ Haber Pame abre la boca
Ella haciendo el típico sonido que hacen los niños cuando se les pide eso.
_ ahhhhhhhhh
La tomé de la quijada y empecé a cepillarla diente por diente, quería que mi esencia se quedara bien puesta en su boca, mi corazón empezó a latir mucho y mi verga empezó a palpitar al mismo ritmo, estaba disfrutando de aquel acto que antes era tan cotidiano y aburrido pero que ahora era lo que más me estaba excitando.
_ Papi creo que te olvidaste de la pasta.
Salí de ese pequeño éxtasis y volví a la realidad, no sabía que decirle y solo opté por reírme un poco y le puse la pasta de dientes en el cepillo y terminé de cepillarla. Después desayunamos y la dejé en la guardería.
Estuve pensando en mi hazaña durante todo el día y no hacía más que desear que acabase la jornada y recoger a mi princesa para seguir disfrutándola. Acabé mi turno y la recogí de la guardería, en esta ocasión ví a Luz y se acercó a disculparse por lo de la otra noche, yo ni siquiera me acordaba del desplante que me había hecho, ella me propuso que esa noche si quería podíamos terminar lo que empezamos, yo me inventé una excusa rápida y le dije que no tenía con quién dejar a la niña, ella me miró con cara rara, como tratando de fingir que no había pillado mi excusa. Al llegar a casa, mi pequeña me pidió ver la televisión, yo accedí y fuí directamente a la cocina a servirle un vaso de jugo de naranja, fué lo primero que se ocurrió porque quería bañarla y verla desnuda, me acerqué dónde ella y le pasé el vaso con el jugo e hice probablemente la peor escena actuada de derramar accidentalmente el jugo sobre mi Pamelita. Mi número fue muy falso pero eso me bastaba para decirle que inmediatamente tenia que bañarla.
_ Perdón hija, no me fijé. Tienes toda la ropa manchada, quítatela voy a tener que bañarte.
_ Está bien papi.
Se fué a su habitación y se quitó toda la ropa, salió desnuda directa a la ducha, yo fui a mi cuarto y me puse ropa mas suelta (como de estar por casa), entré a la ducha y otra vez le pedí que mirara a la pared, abrí el agua y empecé a toquetearla por todas partes, disfrutaba tocar su conchita, le tocaba sus partes y luego cambiaba a cualquier otro lugar, después volví a su conchita y de esa manera maximizaba mis toqueteos sin levantar sospechas, cuando de repente.
_ Papi quiero que hacer pis.
Otra idea vino a mi mente.
_ La luz del baño no enciende, después voy a arreglarlo, orina acá no pasa nada.
Ella se abrió de piernas y flexionó sus rodillas, yo me agaché si que se diera cuenta y tuve un primer plano de como salía ese chorro caliente de su conchita, cuando terminó se quedó abierta de piernas durante unos segundos hasta que reaccioné.
_ No hay papel higiénico, no te preocupes yo te limpio.
Puse mi mano con mucha más seguridad hacia su coñito y empecé a tocarla con un poco más de presión en su partecita, ya tenía su aprobación así que no iba a pensar nada raro, yo frotaba en círculos y me llevaba los dedos a la boca para degustar de ese intenso sabor, frotaba 3 veces y la saboreaba, 3 veces y la saboreaba, entonces dije.
_ A ver ábrete mas, no puedo ver en dónde limpiar.
Me senté en el piso y tomé su muslo derecho y lo apoyé contra la pared, haciendo así un ángulo de 90°, con la otra mano hice que levantara el culito y tuve así una de las mejores vistas que había tenido de mi criatura, en ese momento tuve que contener mis ganas de enterrar mi cara en sus preciosas nalgas, en lugar de eso seguí toqueteándola como más quería, frotaba en círculos y de arriba a abajo, hasta que el un impulso quise meter mi dedo anular dentro de su coñito, en ese momento todo su cuerpo dió un pequeño salto y soltó un quejido, yo inmediatamente me detuve.
_ Creo que ya estás limpia preciosa.
_ Gracias papi.
Terminé de bañarla y le mandé a su cuarto para que se vistiera, le dije que no se ponga la pijama todavía porque tenía pensado bañarla otra vez antes de dormir. Ella salió de la ducha y yo quise improvisar algo rápido, agarré la pasta dental y tiré todo su contenido la basura, luego regresé y dejé el envase vacío en el bañero.
Ordené comida por internet y nos pusimos a ver una película animada en la sala, yo la acerqué a mi cuerpo y la abrase por el hombro, mientras veíamos la televisión yo tocaba sus piernas y sus nalgas sin que se diera cuenta, tenía que calentarme todo lo posible para mí siguiente escena. Estuvimos así durante 2 horas y cuando acabó la película le dije que me esperara en el baño que iba a lavarle los dientes, quería bañarla de nuevo pero no se me ocurría ninguna excusa para hacerlo. Antes de ir a baño a cepillarla me saqué la verga y empezé a masturbarme, no quería correrme, tenía que guardar mi semen para mí siguiente número, me masturbé todo lo que pude hasta sentir que ya iba a terminar, inmediatamente me detuve y fuí al baño. Cuando estuve a solas con ella agarré su cepillo y busqué el envase de la pasta dental, entonces ella vió que estaba vacío.
_ Ya no queda pasta amor.
_ ¿Ahora? ¿ya no me vas a cepillar?
_ No, tengo un ingrediente secreto que sirve para todo, cierra tus ojos quiero que me digas a que sabe, pero no quiero que veas.
_ Está bien papi.
Yo que estaba nublado de excitación en ese momento me saqué la verga, no me voltee para asegurarme de que no me descubriera, me arriesgue a que si abriese los ojos ella iba a ver algo que yo iba a tener difícil de explicar, con una mano tenía su cepillo y con la otra mi verga masturbándola, cuando estaba por terminar, apunté mi verga al cepillo y me corrí mucho, como para la ocasión terminé eyaculando el semen más cremoso que nunca antes había eyaculado, las 2 horas de agarres y toqueteos a mi nena en la sala habían merecido la pena. Me guardé la verga y giré el cepillo sobre su propio eje como para que quedara la mayor parte de mi semen en el cepillo, la viscosidad de mi leche era casi como una miel virgen que cuando tomas un poco con una cuchara y dejas caer un poco esta tarda en derramarse por su textura. Teniendo esa idea en la cabeza le dije.
_ Ahora abre la boca
Ella haciendo el sonidito.
_ahhhhhhhhh
_ Saca la lengua y haz como que miras un poco hacia arriba.
Ella obedeció, y como miel de la buena, dejé caer una gota espesa en su lengua.
_ ¿A qué sabe?
Ella sin abrir los ojos empezó a saborear mi esperma si saberlo e hizo algunas muecas.
_ Sabe raro ¿qué es?
_ Es pasta de dientes casera
Al parecer cuando le dije eso ella empezó a relacionar el sabor con el de la pasta.
_ Si, sabe un poco a pasta.
Metí el cepillo en su boca y le dije que ya podía abrir los ojos, empecé a cepillarla con mi esperma y ella trataba de no hacer muecas pero no podía, el sabor para ella era demasiado, yo no hacía más que disfrutar de mi escena, de pronto un poco de semen salió de sus labios y yo inmediatamente lo volví a meter con el cepillo, cuando terminé le dije.
_ Amor, esto es pasta comestible, si quieres puedes tragarla.
Ella sin preguntarse nada dió un sorbo y tragó un poco e inmediatamente le dió una arcada. Me hizo un gesto como que lo iba a escupir, yo la autorizé y botó toda mi leche en el piso.
_ ¿Qué es eso?
_ Es un ingrediente secreto ya te dije, sirve para todo, para lavarse los dientes, también sirve como saborizante en la comida porque es multivitamínico y bueno para los niños. De repente te consigo más y te voy a empezar a dar una porción en tus comidas para que crezcas sana y fuerte.
_ mmmm, está bien.
Se enjuagó la boca y se fue a dormir.
Excelente relato 10/10 por favor no te dentengas con esta gran serie, que promete mucho
Uff que deliciosa su inocencia y el morbo de cepillar le sus dientes de leche con leche, que otras cosas ricas y humillantes le hiciste? Deberías contar más sobre esas vitaminas y las otras ocasiones que la usaste, en su lonche para la guardería? O en un restaurante en el centro comercial sobre sus papas? O en el cine sobre sus palomitas?
riquisimoooo el desarrollo joder jajajaj me encanto como le diste el semen como pasta de dientes asi le hare ami hija cuando llegue a tener