Una visita muy esperada
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por vampiromolon.
Mi mujer y yo os prepararemos una rica cena, regada con buen vino y después de la cena tomaremos unas copas, tal vez unos porritos de marihuana, para relajarnos un poco nada más.
Después con la charla un poco más animada, mi mujer te pide que le ayudes a recoger los platos, mi hija y la tuya se acompañan a nuestro dormitorio para probarse la ropa que compraron juntas en la ciudad.
Allí, en la soledad de la habitación comienzan a verse desnudas, no, mejor se ven en braguitas y sujetador, hace calor y se admiran mutuamente, se observan, se miran y remiran, sus piernas, sus curvas, sus pechos.
Elisa se acerca por detrás de Amalia, —eres muy hermosa— Mi hija girándose le contesta a la tuya, pues tu también mi niña, mientras, sin darse cuenta han empezado a abrazarse y, cada vez más juntitas, comienzan a besarse, con piquitos suave al principio para pasar a comerse los labios y la boca muy poco después.
En la cocina, mi mujer, previamente de acuerdo conmigo empieza a seducirte, Antonio, no sabía que mi marido tuviese un amigo tan guapo, nunca me había hablado de tí y de tu hija, que por cierto, también es muy guapa.
Tu con tu acento de mexicano seductor, la abrazas por la cintura y vas acariciándola hasta rozar sus nalgas, diciéndola — La que es guapa aquí es usted mi amada anfitriona.
Mi mujer, siempre con las manos en el fregadero para lavar los platos, se deja seducir, tiene unas ganas locas de follar delate de su marido.
Yo, sentado en la silla del comedor, me saco la polla para empezar a pajearme con vosotros dos.
Con tus manos en su cintura la rodeas con tus brazos, para comenzar a subir a sus pechos que, a toda prisa ella te a facilitado desabrochándose la blusa y el sujetador.
uhhh!!!! señora mía que pezones tan ricos — Dices susurrándole al oído.
Ella con un movimiento de cadera se va subiendo la falda, mientras yo ya estoy en pleno movimiento de polla arriba, polla abajo.
Tu te vuelves hacia mi como para pedirme autorización —Dale Antonio, no te cortes— comento ansioso mientras, ella, arquea la espalda dejando el culito totalmente respingón, miras hacia abajo, pues no te quieres perder el dulce espectáculo de su tanguita, fino y de encaje negro.
Uhh señora, que tanguita tan bonita, a mi hija no le gustan las tanga, pero a mi me vuelven loco —Estás con la polla casi a punto de explotar, —ja ja ja, Antonio, no te cortes, que a mi me gusta que me lo quiten con la boca —ella se da la vuelta para mirarte a los ojos.
Tu, la levantas a horcajadas y la sientas sobre la mesa de la cocina y abriéndole las piernas, empiezas a lamer su braguita, ella se viene casi en seguida, al igual que yo, que no he resistido la escena tan sexual que acabo de ver. Los gemidos que vienen del dormitorio indican que las nenas también lo pasan bien!!!
Os acercáis a la mesa del comedor, donde yo estoy sentado, ya desnudos y me rodeáis los dos.
Me quito la camiseta, me bajo a toda prisa el pantalón y los calzones, calcetines, zapatos, todo.
Ya desnudos los tres, la rodeamos entre los dos, yo delante y tu detrás, la miro a los ojos y le digo a ella, te quiero — tu dices — pareja, son ustedes increíbles
jajajaj, Amigo Antonio — vosotros sin duda también sois geniales, dice ella, dejándome con los ojos totalmente abiertos.
Nos abrazamos los tres y nos besamos a la vez, ella se agacha y nos agarra las pollas — siempre quise tener dos a la vez, dice sonriendo.
Tu y yo frente a frente, mientras mi mujer nos come las pollas alternándose, nos miramos y, sin pensarlo te beso en la boca, lengua con lengua. En ese momento, Elisa y Amalia, nos están mirando desde el quicio de la puerta, abrazadas y desnudas.
—Vaya, vaya, con mi papi…
Es Elisa, que agarrando de la mano a Amalia se acercan a donde estamos nosotros — dejadnos a nosotras — Las hijas, prestas a rodear a mi mujer nos apartan a los dos
Anda Antonio, sentémonos en el sofá a disfrutar del momento, je je je — Nos sentamos cómodamente en el sofá.
Es glorioso ver a las tres mujeres contorneándose lascivamente, Elisa delante, Laura en medio besando el cuello de tu hija y Amalia detrás acariciando los pechos de su madre, Elisa no puede resistirlo y haciendo un giro sobre si misma, se agacha para lamer el coñito depilado de mi señora abierto de par en par, Amalia no quiere quedarse atrás y tumbándose en la alfombra, posa su cabeza bajo las piernas de Elisa para lamer ella también el estupendo chochito de tu hija, Elisa no puede evitar restregarse sobre la cara de Amalia.
La escena nos pone a mil a nosotros, los gemidos, los movimientos placenteros de las tres mujeres, el sudor provocado por las feromonas, y por el intenso calor de la noche — chicas no paren, sigan así — dices tú, mientras yo te agarro la polla y comienzo a pajearte, tú haces lo mismo — venid, venid aquí que nosotros ya nos hemos calentado.
Mi hija se agacha delante de tus piernas y separa tus rodillas, sonríe y te dice — a ver que tenemos por aquí, huy que cosota tan grande! — Papá como se la has puesto—me dice toda coqueta No, ha sido Antonio solito, viendo como os dabais el fregado hija mía—digo yo riendo — Ella, te agarra el pene y comienza a chupar golosamente, con la lengua repasa desde la base de tu hermosa polla hasta el prepucio y el glande que, como si fuera un caramelo, lo degusta golosamente, mmmm— que rica polla tiene tu papi Elisa.
Laura se sienta a tu lado para que le chupes las tetas, pero en un momento determinado, se pone de pie en el sofá y se abre de piernas dejándote en un primer plano su hermosos y perfecto culo — cómetelo mi amor, comete mi culito, es todo para ti.
Y ahí estás Antonio, con mis dos mujeres haciéndote feliz mientras tu hija se dispone a hacerme feliz a mi. Rápidamente se mete mi polla en su boca y empieza a tragar, bien lubricada previamente — Como sabe la nena — Te comento mientras hago verdaderos esfuerzos por no venirme todavía.
— No puedo más — es Elisa que, ansiosamente se monta encima de mi y se mete mi cosa en su chochito rasurado y comienza a cabalgarme —
— Pues yo no me quedo atrás — ahora Amalia es la que te monta, mientras sigues comiéndote el ano de mi esposa que se deja hacer por tí y por Amalia que ávidamente le come el coño, que se corre como una loca.
Luego de venirse mi señora se vienen las hijas, una tras otra se corren como perras. Ya solo quedamos tu y yo con un montón de leche acumulada. — No hay problema me dice mi esposa, yo me encargo — y comienza a lamerte la base del pene, sigue hacia arriba para volver abajo, ufff, esta escena me pone a mil, tanto me pone que decido acompañarla y mientras ella trabaja el glande yo te como los huevos depilados que tienes — nunca lo he hecho — digo entre susurros — pero me está gustando.
En el momento que mi mujer y yo te estamos comiéndote el rabo, las nenas me lo comen a mi, que escena tan grandiosa. Mi mujer, que de esto sabe un rato, intuye que estás a puntito — ven amor, ahora te la vas a tragar entera — Y me introduce tu polla en mi boca, la siento en mi lengua, que la rodea, la siento hinchada, noto tus pulsaciones, cada vez más frenética y, por fin, estallas en una gran corrida que me inunda la boca, ohhh!!!!! — Papá!!! que corrida tan grande — es Amalia que pugna con Elisa en buscar mi leche .
— dejadme un poco que tu padre se ha tragado la de Antonio — dice divertida Laura que se hace un sitio entre las dos jóvenes mujeres. Nos quedamos los cinco en silencio durante un buen rato.
Me voy a la ducha— Laura incorporándose dice — ¿quien me acompaña?
— Yo, yo — dicen al unísono las dos chicas, y nos quedamos solos tu y yo en el salón.
— Me ha gustado comerme tu polla, no sabes lo que te pierdes, ¿te gustaría probar? — te comento —
— Pues claro amigo mío, lo estoy deseando viendo tu cara de placer — Me dices con una sonrisa en la cara mientras te acercas
Mi pene, erecto nuevamente al saber que va a ser comido con gusto no deja de sorprenderme — Antonio! mira como se ha puesto—
—wow!! amigo me lo estás pidiendo a gritos — entonces te la metes en la boca y comienzas a tragar, primero unos suaves picos en el glande, después poco a poco mi polla va desapareciendo para volver a aparecer de tu boca.
— para ser la primera vez no lo haces mal — digo casi sin aliento — huyyyy, que me corro!!!! — casi me vengo encima tuyo, pero como tu hija estaba mirando desde la puerta del lavabo, llegó a tiempo y se metió mi pene dentro de si boquita y se trago toda mi leche
— jajajajaja, hay hijita que bien que has llegado a tiempo — Le dices a Elisa divertido
—Ufff!! — Papi como me he excitado al ver a los dos juntos.
— Elisa, querida espérate a que nos recuperemos los dos, jajajajaja — Nos reímos abiertamente.
— Entonces vuelvo al baño que me están esperando, je je je— y nos guiña el ojo
Mientras las tres mujeres se dan un baño relax, te pregunto — Te apetece un porro?
FIN
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