Unas vacaciones con sorpresa
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola a todos, me llamo Pilar, tengo 62 años, mi esposo 65, vivimos en una finca al norte de Popayan, en Colombia.
Tenemos una hija de 28 años casada, pero ella vive con su marido en Argentina, fue a terminar sus estudios, conoció un chico argentino y se casaron, nosotros fuimos a su boda, lo pasamos de maravilla, Eduardo, que así se llama mi yerno, es un chico magnifico, simpático y muy bien parecido, hacen una pareja muy bonita, él tiene 30 años.
Mi hija y mi yerno nos dieron la sorpresa de venir a pasar unas vacaciones con nosotros, que feliz estaba, mi esposo y yo estábamos tan felices con esa sorpresa, que no lo podíamos creer.
Ese día lo pasamos hablando, de como estaban, todo lo que se puede hablar, bebimos un poco mas de la cuenta, y nos fuimos a dormir, cuando nos despedíamos, como yo estaba un poco mareada, le doy un beso a Eduardo, en mitad de sus labios.
Al otro día desayunamos y nos fuimos los cuatro a hacer compras, estuvimos dando unas vueltas, así mi yerno conocía la ciudad y volvimos.
Mi hija y yo cocinamos, mi yerno estaba tomando unas cervezas con mi esposo, comimos y mi esposo dice que se va a dormir la siesta.
Nosotros decidimos ir a la piscina, que tenemos una, detrás de la casa, nos pusimos las mayas y fuimos los tres.
Estábamos jugando, chapoteando, pero yo quería poder hablar con Eduardo sobre el beso que le había dado anoche.
Salimos del agua y nos tendimos en las tumbonas a tomar sol y secarnos, mi hija en un momento dado dijo que iba al baño y a hablar por teléfono con una amiga, "oye Eduardo, quisiera hablar con respecto al beso que te di anoche, casi en la boca", le dije, sentándome al costado de la tumbona, y mi yerno hace lo mismo, pero con la diferencia, que me cogió de la parte de atrás del cuello y me dio un tremendo beso en la boca metiendo su lengua y todo, yo quedé como aturdida, no podía creer el beso que me dio mi yerno, se pone en pie, cogiendo mi brazo, me lleva para el costado de la casa, me hace poner de espalda, agachada, me corre para un costado la parte baja de mi maya y siento como acomoda su verga contra mi cuca y me la mete, haciendo que tenga que taparme la boca con una mano para no gritar, de dolor y placer de como me metió su verga, "pero que haces?", le dije, pero no hacía nada para que deje de cachárme, "no vez que te estoy cogiendo", me dijo, metiendo y sacando su verga de mi cuca, haciendo que realmente disfrute de como me cachaba, así de improviso, sin aviso.
Nos quedamos en silencio cachando, yo tenía mis dos manos apoyadas contra la pared, estaba agachada sacando mi cola para donde estaba mi yerno, mientras su verga no de dejaba de entrar y salir de mi cuca, que estaba muy mojada, yo empecé a temblar, sentía como mi yerno me cachaba con mas fuerza, hasta que siento como se empieza a escurrir llenando mi cuca de leche, y yo sentí como me escurría también.
Mi yerno saca su verga de mi cuca, se la guarda dentro de su maya y me arregla la parte que había corrido de mi maya, tapando mi cola, a mi me temblaban las piernas, sentía su leche salir y mojar mi maya, así que nos metimos en la piscina de nuevo, "oye, que haz echo loco?", le dije, "cogerte, desde el día que te conocí en mi boda con tu hija, quedé caliente con vos", me dijo, acariciando mis tetas por sobre la maya, "pero, soy tu suegra, aparte de ser una vieja, no vez lo gorda que soy?", le dije, mirando para los costados por si venía alguien, pero no le decía que deje mis tetas en paz, "estas buenísima suegra, que pija te gustó mas, la mía o la de tu marido?", me dijo, sacando una de mis tetas fuera de la maya, queriendo chuparla, "no, espera, acá no que puede venir mi hija", le dije, volviendo a meter mi teta dentro de la maya, era una situación tensa, me había dejado cachar con mi yerno, tenía leche suya dentro de mi cuca, estaba nerviosa porque en cualquier momento podía llegar mi hija, y Eduardo me seguía diciendo que verga me gustaba, ahora metiendo su mano debajo de mi maya y acariciando mis nalgas, "la tuya", le dije, dejando que me acaricie las nalgas, ya que eso no había riesgo que nadie nos viera, hasta que vino mi hija y todo volvió a normalidad.
Estuvimos un buen rato mas en el agua, y salimos.
Lo extraño es que no sentía vergüenza ninguna ni con mi hija, ni con mi esposo, de haber dejado que Eduardo me cache, era la primera vez que le metía los cuernos a mi esposo, pero estaba tranquila.
A la noche, yo estaba en la cocina, y entra Eduardo a buscar mas cerveza, "vení con nosotros", me dijo, pasando por detrás mío para ir al frigorífico donde estaban, "quiero estar con vos en la cama", me dijo muy bajito apretando mis nalgas con su mano, yo di un suspiro, me gustó lo que me dijo y lo que me hizo, "esperemos tener la oportunidad", le dije cuando pasaba otra vez por detrás mio y lo empuje con mi cola, me seque las manos y fui junto a ellos, así estuvimos bebiendo algunas cervezas mas, hasta que nos fuimos a dormir.
Siempre que podíamos, mi yerno me metía mano, estábamos calientes el uno con el otro, lo que no podía creer, es como mi yerno estaba caliente conmigo, siendo yo una vieja, de barriga abultada, tetas grandes y caídas, y unas nalgas grandes, flojas y con mucha selulitis, en mi lo consideraba normal, ya que mi yerno es todo un papasote, esta muy bueno.
El domingo, me dice mi hija que nos habían invitado unos primos a comer con ellos, una comida típica de nuestro país, como para agasajar a Eduardo, yo no tengo buena relación con esa gente, son familia de mi esposo, gente de muy buena posición económica y que les gusta alardear de lo que tienen, pero por fuerza fui.
Mi esposo estaba bebiendo demasiado, mi hija y su esposo platicando con esos parientes, y yo me quería ir, pero el carro lo conducía mi esposo, o mi yerno si le indicaba el camino, le dije a mi hija que me iba que me sentía mal, que iba a pedir un taxi, ya que su padre no estaba en condiciones de conducir y me deba pena decirle a Eduardo que me lleve, "no mamita, le digo a Eduardo que te lleve y que luego venga él con el carro", me dijo, así nos fuimos con mi yerno a casa.
Cuando salimos de la finca de los familiares de mi esposo, la mano de Eduardo empezó a buscar mi pierna y subir por debajo de mi falda, "hay Eduardo, conduce con cuidado", le dije, pero abriendo mis piernas, para que su mano llegue a mi cuca, "sacáte los calzones", me dijo, sacando su mano para que yo me baje los calzones y volvió a meter su mano, acariciando mi cuca y metiendo un dedo, haciendo que me empiece a mojar, "que locura lo que estamos haciendo", le dije, entre suspiros y mi mano acariciando su verga por sobre el pantalón.
Cuando llegamos a casa, dejamos el carro estacionado así no más, y entramos casi corriendo, sus manos no dejaban de estrujar mis nalgas, me levantaba la falda, nos besábamos con pasión a medida que mi yerno me iba desnudando, nos tiramos en mi cama, Eduardo se sacaba la ropa como podía, me empezó a mamar la cuca, yo retorcía mi cuerpo de placer, yo misma mientras mi yerno me mamaba la cuca, me estrujaba mis tetas, hasta que cuando quedó completamente desnudo vi su verga, dura, hermosa, y sin mas mientras él mamaba mi cuca, yo le empecé a mamar su verga, mientras mi yerno me hacía casi gritar de placer al mamar mi clítoris, yo metía su verga hasta mi garganta, nos dejamos de mamar mutuamente y nos fuimos acomodando, él sobre mi y yo abriendo completamente mis piernas, siento como acomoda su verga contra mi cuca y la empieza a meter, haciendo que grite de placer al sentir como mi yerno me estaba cachando, el placer que sentía, sintiendo su verga entrar y salir de mi cuca, era indescriptible, como me mamaba los pezones, los mordía, gemíamos como desesperados cachando, me saca su verga de la cuca y me hace dar la vuelta, me abre las nalgas y me empieza a mamar el ojete, a pasar su lengua por todo el contorno de mi ano, me llenaba de saliva el agujero de mi cola, así, en cuatro patas como estaba, Eduardo se acomoda detrás mio y acomoda su verga contra mi ojete
yo con mis manos me abría las nalgas y mordía las sábanas cuando me empezó a meter la verga por la cola, la metía y la sacaba tan fuerte que me hacía tirar pedos, hasta que suena su celular, me saca la verga de la cola y lo coge, volviendo a meter su verga en mi cola, "si amor, estamos en casa, es que se sintió un poco mal y le hice un té, si, si, en un rato voy, cuando tu madre este un poco mejor voy, si, yo también te amo", hablaba mi yerno con mi hija sin dejar de cachar mi cola, eso me había puesto nerviosa, pero también me excito mucho, que mi yerno hable con mi hija mientras me cacha, me saca su verga de la cola y me hace poner boca arriba, me levanta las piernas por los tobillos y vuelve a meter su verga y seguía cachando mi cola, haciendo que no deje de tirarme pedos, "que rico culo tenés suegra", me decía Eduardo metiendo y sacando su verga de mi ano, "te gusta mi cola?", le decía, abriendo mis nalgas, disfrutando como mi yerno me cachaba por la cola, yo pasaba mis manos por mi cuca, me acariciaba, quería escurrirme, quería que Eduardo se escurra, así se iba y nadie podía pensar mal, pero no quería dejar de cachar ya que no sabía si íbamos a tener otra oportunidad como esta
lo estaba disfrutando al máximo, "Eduardo, me escurro, me escurro", le gritaba, sintiendo como me escurría sin poder evitarlo, era tanto lo que mi yerno me estaba haciendo disfrutar con su verga en la cola, que no pude y exploté en un orgasmo tan fuerte que grité, si hubiera alguien el la casa me hubiera escuchado, Eduardo metía y sacaba su verga bien duro de mi cola, no podía dejar de tirarme pedos, hasta que cogiendo fuerte mis tobillos, mete su verga lo mas adentro de mi cola que pudo y gimiendo y gritando también él, me empezó a llenar la cola de leche, sentía como palpitaba su verga bien adentro de mi cola, como movía en círculos su verga dentro de mi cola, como seguía empujando su verga mas adentro, me mordía los talones, gemía, hasta que se quedó quieto, sentía como su verga dejaba de palpitar, como nos íbamos relajando, como Eduardo iba sacando su verga de mi cola, para recostarse a mi lado, besando mis labios, sentía como mi ano me palpitaba, "vete papasote, que mi hija puede estar nerviosa, yo voy a cambiar la sábanas, ya que las mojamos todas y me voy a lavar la cola, que me la dejaste llena de leche", le dije, haciendo que mi yerno fuera a casa de los otros familiares, ya que mi hija podía desconfiar algo.
Hola, soy de una parte cercana a dónde vives. Interesante historia. Por si quieres hablar me escribes.