Vacaciones con mi tía y mi prima
Mi prima nos pilló en plena follada y lejos de asustarnos o parar nos limitamos a mirarla con cara de placer..
Hacía tiempo que no iba a veranear a casa de mi tía en el pueblo. Mis padres me dijeron que había llamado y que ella y mi prima me esperaban en agosto.
Las dos viven solas en una casa con piscina alejada del pueblo, así que por lo menos el calor sería más llevadero. La verdad es que poca cosa había para hacer en el pueblo, por lo que tratábamos de pasarlo bien en la piscina, haciendo barbacoas, jugando por la noche a juegos de mesa… La historia empezó una noche. Mi prima estaba en ropa interior y mi tía vestía una camisa de lino muy escotada. Al acercarse para dejarme la bebida en la mesita se inclinó dejando ver sus buenos melones sin sujetador. Ella se dio cuenta y me sonrió. Sin decir nada volvió a la cocina momento en el cual mi prima me dijo mientras se rozaba un mechón del pelo:
-He visto cómo le mirabas las tetas a mi madre…
-Bueno… no era mi intención… no obstante… menudas perolas tiene… ufff.
-Jajaja… Pues esta noche si quieres puedes ver un espectáculo.
-No entiendo…
-Te aconsejo que no duermas y estés atento a cuando mi madre encienda la luz de su mesita de noche.
No dijo nada más pues mi tía volvió de la cocina y esta vez vi que se había desabrochado un par de botones más de la camisa dejando prácticamente nada a la imaginación. Mi prima me miró y sonrió. La verdad es que estaba bien buena con aquel sujetador rojo a juego con el tanga. Suerte que yo debajo del bañador llevaba calzoncillos y disimulaba un poco mi erección. Supongo que mi prima se percató de ello y en plan puñetera vino hacia mí sentándose encima. Su culito duro pronto notó la verga erecta, me miró y con una amplia sonrisa dijo con doble sentido:
-Ay… ¡Qué dura es la vida, primo!
-Venga, echamos la última partida y me voy a dormir.- Añadió mi tía mirando el culo de su hija moviéndose discretamente sobre mi bulto.
Pasó cómo casi una hora cuando vi que la luz de la habitación de mi tía se encendió. Era una luz tenue, de la lámpara de la mesita de noche. Sigilosamente me dirigí hacia su habitación movido por la curiosidad. Tenía la puerta abierta y desde donde estaba la veía a ella reflejada en el espejo de la puerta del armario. Estaba boca arriba, totalmente desnuda. Se acariciaba los pezones y luego se estrujaba las tetas, como si tuviera una polla entre ellas. Una de sus manos se deslizaba suavemente por su vientre hasta llegar al clítoris que comenzó a masajear abriéndose de piernas. Gemía dulcemente moviendo sus caderas hacia los lados y en círculos. Pasados unos segundos su mano buscó algo que había a un lado. Lo miró y pude ver que era un vibrador. Lo puso a máxima potencia y se lo metió en el coño mientras con la otra mano se acariciaba el clítoris. No me di cuenta de que mi prima estaba detrás de mí y acariciando mi polla dura que ya la tenía fuera del calzoncillo me susurró:
-Shhhh, no hagas ruido. ¿Te gusta?
No sabía si se refería al espectáculo que estaba viendo o a la paja que me estaba haciendo. Un sí entre discretos gemidos satisfizo su pregunta.
-Lo hace cada viernes por la noche. No falla ni uno. A veces yo le dejo uno de los míos. Los compramos por internet.
-Joder… ¿y os masturbáis juntas? Mmmm…sigue… sigue…
-Bueno… a veces sí, sobre todo cuando dan alguna peli erótica. Tenemos mucha confianza.
-Qué morbo…mmmm… me corro, me corro…mmmm
Para sorpresa mía justo cuando iba a eyacular mi prima se la metió en la boca y me corrí en su boca. Se fue al lavabo a escupir mientras yo seguía mirando a mi tía que ya iba por el segundo orgasmo. Se había puesto a cuatro patas y el vibrador le sobresalía un poco del coño. Sus enormes tetas le colgaban imaginándose que la follaban duro por detrás. Cuando se corrió cayó boca abajo rendida al placer del orgasmo.
Por la mañana, después de desayunar nos dimos un chapuzón en la piscina. Mi tía salió y se tumbó a tomar el sol. Me acerqué al borde de la piscina a mirar a mi tía que estaba con las piernas abiertas y no pude sacar de mi cabeza la imagen de verla masturbándose. Mi prima se acercó para decirme que se me iban a salir los ojos.
-Ya se te está poniendo dura otra vez…-Dijo agarrándome la polla
Me sumergí y la aparté el bikini para comerle el coño. Tras unos segundos volví a la superficie. Por su cara descubrí que le había gustado. Se sentó en el borde de la piscina y tras comprobar que su madre estaba boca abajo se abrió de piernas y me ofreció su coño doblemente mojado. Se lo comí y lamí a la vez que ella hacía esfuerzos por mitigar los gemidos, sobretodo cuando se corrió. Luego se metió en el agua y me hizo una paja mientras miraba las tetas de su madre que en ese momento, y para mi sorpresa, había decidido hacer top less mostrando aquellas maravillosas tetas.
-Apuesto a que te encantaría hacerte una cubana con ellas.-Me susurraba mi prima mientras me pajeaba.
Era cierto, las miraba y me imaginaba encima de ella follando sus tetas hasta correrme sobre ellas. Me corrí justo cuando mi tía me miraba. El esperma flotó a la superficie y mi prima se alejó sonriendo.
Pasaron dos días sin nada fuera de lo normal. Quizás un poco aburridos, salvo por los jugueteos en la piscina con mi tía en los que aprovechaba para meterle mano muy disimuladamente. Me encantaba cuando se ponía detrás de mí para subirse encima y sentía sus tetas sobre mi espalda y sus pezones duros como garbanzos. Cuando salió a tomar el sol me llamó para que le echara crema por la espalda. Así lo hice. Le hice un masaje por la espalda que le gustó. Seguí espalda abajo y por las piernas. Mis manos quedaron pringosas. Aprovechando que no miraba me saqué la polla y la impregné con el aceite de mis manos. Mi prima me miró desde la piscina y me hizo el gesto de que me hiciera una paja. Sonreí ante aquella descabellada idea y negué con la cabeza. La verdad es que no me hubiera importado llenarla el culo de leche. Me la acaricié un poco y la guardé.
Llegó la hora de preparar la comida y decidí ayudarla. Mi prima se quedó tomando el sol. Mantuvimos una conversación sobre si el día que tuviera novia cómo me gustaría que fuese, si liberal, si me gustaría compartirla. Hablamos de qué postura nos gustaba más. Los sitios más insólitos donde habíamos follado o donde nos gustaría follar.
-Bueno, yo ya tengo una edad que el mercado se va cerrando para mí.
Yo miraba su culazo moverse al compás del corte de verduras. Me acerqué a ella, la sujeté por las caderas y le dije:
-Qué dices… sólo hay que mirarte… menudo polvazo tienes, tita.
Le arrimé la polla que ya estaba bien dura y esperé su reacción.
-Bueno, bueno… algún que otro cae todavía, no te creas…jajaja.
La saqué y acaricié su culo aún mojado con mi polla. Ella al sentirla dejó de cortar las verduras y sin moverse dijo:
-¿Qué haces? Ufff ¡Tu prima puede vernos!
Le cogí una mano y la llevé hasta mi polla. La agarró y comentó:
-Joder…qué gorda y dura…Mmm…
Mis dedos jugaron un poco con su coño luego le quité el bikini, ella se reclinó un poco hacia adelante esperando que mi polla entrase en su coño, cosa que no tardé en hacer. Me agarré a sus tetas a la vez que la follaba por detrás.
-Dios qué gusto…Mmmmmmmmmm Me vas a romper…aaaaahh…Mmmmmmmmmm
– ¡Pero bueno…!
Mi prima nos pilló en plena follada y lejos de asustarnos o parar nos limitamos a mirarla con cara de placer. No, no íbamos a parar. Al contrario, le di más duro mientras la miraba y su madre gemía y gemía poniendo los ojos en blanco. La sobé las tetas otra vez, el culo, sus glúteos se movían a cada penetración y el sonido de mi polla entrando y saliendo de su coño flop, flop, flop…
-Ostia qué polla tiene tu primo…uffff… Qué gusto… aaaaahh, me corro coño, ¡me corrooooo!
Cuando le llegó el orgasmo la saqué , me senté en la silla, agarré a mi prima y tras apartarle el tanga la senté sobre mi polla. Ella me cabalgó mirando a su madre que aún se recuperaba del orgasmo. Mi tía se acercó y me metió una de sus tetas en la boca a la vez que le decía a su hija:
-Así, así se folla hija. Métetela hasta los huevos, así… mira cómo disfruta el muy cabronazo.
Era algo de un placer extremo, me encantaba lamerle las tetas y morder sus duros pezones mientras su hija me cabalgaba como una bestia, era como si quisiera partirme la polla. Mi tía comenzó a masturbarse mientras le chupaba el pezón y me morreaba con su hija. Un grito de placer salió de la boca de mi prima
-¡Ahhh! Me corro…me corro Mmmmmmmmmm joderrr…mmmm ¡Hijo puta, qué polla…oooh!
Me levanté e hice que las dos se arrodillasen. Las dos compitieron para ver quién la mamaba mejor. Las dos pasaron sus lenguas por mi polla y me la chuparon hasta conseguir que me corriera en sus bocas y aún así siguieron lamiendo hasta que exprimieron la última gota. Cogí sus cabezas y cada una pasaba la lengua por un lado de mi polla hasta llegar a la punta donde sus lenguas llenas de semen se juntaron.
En el jardín de la piscina ya nos tumbábamos desnudos los tres. Está vez cuando mi tía me dijo que le echara crema por la espalda le dediqué tiempo a masajear su culo, untarlo bien de crema, a dos manos y de vez en cuando mis dedos se colaban por la raja de su coño consiguiendo que gimiera. Mi prima nos miró y cuando vio la tremenda erección de mi polla supo lo que iba a hacer. Así que metió la mano en el bolso, sacó un vibrador y esperó a que yo atacase a su madre. Acaricié mi polla impregnándola del aceite solar y me puse encima de mi tía buscando el orificio de su culo que previamente había embadurnado de aceite.
-No… no… por ahí no…
No hice caso, trató de moverse, pero el peso de mi cuerpo se lo impedía. Lentamente mi polla fue entrando suavemente en su culo mientras ella gritaba. Muy despacio la fui sacando y la volví a meter. Está vez los gritos fueron mezclándose con tímidos gemidos. Miré a mi prima que ya se había metido el consolador y nos miraba con deseo. La excitaba ver cómo gritaba su madre mientras la sodomizaba.
-¡¡¡Ooohhh!!! Mmmm… Espera, espera… despacio, así…mmmm…así….mmmm
Le iba gustando. El dolor no tardó en convertirse en placer y eso me excitaba. Giré su cabeza y le metí la lengua en la boca comiendo sus gemidos.
-¿Quieres más, zorra? ¿Mmm? Puta… toma…. Zorra
Aumenté el ritmo de los pollazos y ambos miramos a mi prima que estaba toda abierta de piernas metiendo y sacando el vibrador de su coño.
-¿Te gusta, mami?
-Dios…es increíble… qué gusto… uffff… Déjame un vibrador…mmmm…oohhh
Mi prima le dejó uno de esos con forma de boli grueso y se lo metió mientras seguía follando su culo. Al momento empezó a recibir como espasmos de placer al sentirse doblemente penetrada y no tardó en correrse. La puse a cuatro patas sin sacarla del culo para agarrarme a sus tremendas tetas y continuar follándola como a una perra. Cuando me vino el orgasmo la empujé contra el suelo y seguí bombeando mi leche bien adentro de su hermoso culo. Me quedé tumbado sobre ella gozando de aquel orgasmo mirando el coño abierto de mi prima que ya se había corrido.
Después de aquel verano tardé un par de años en volver. Mi prima se había echado novio y quería serle fiel, lo cual no le impedía que disfrutara masturbándose viendo cómo me follaba a su madre por todos los rincones de la casa. Incluso una vez que vino su novio a la piscina ella tuvo que hacer malabares para que no viera cómo yo me follaba a mi tía dentro del agua de la piscina. Fue un polvo rápido, de esos para quitar el subidón. Una vez, la muy zorrita dejó la puerta de su habitación medio abierta mientras cabalgaba a su novio sabiendo que yo estaría detrás mirando y pajeándome. Luego me follaría a su madre mientras le explicaba lo que había hecho su hija y la paja que me hice. Eso la ponía muy cachonda y a mí me ponía como a una bestia en celo.
Ahora voy a visitar a mi tía con mi pareja, así que os podéis imaginar….
Y nunca supimos las edades de tu tia y prima.