Vacaciones en el Paraíso 2
Sigo contando las experiencias que tuve en ese lugar…..
(Continuación de la 1ª parte)
Yo esperaba impaciente el poder ir a esa fiesta de la que tanto me habían hablado y por todas las cosas que podrían pasar allí, ya que todos decían que se pasaba genial.
Al anochecer, nos dirigimos a una cabaña más grande, que había en el centro, al lado de la piscina, donde ya había mucha gente reunida. A algunos ya los conocía, pero a otros no, llamándome la atención que había muchos niños y niñas de todas las edades, pero todavía estaba algo cohibida y tímida, porque no sabía qué tipo de fiesta sería esa.
Mientras algunos se ponían a bailar con la música que ponían, iban sirviendo unos vasos con una bebida, pero al llegar a mí, mi tía les dijo:
— Pas la fille (A la niña no).
—Un peu ne leur fait pas de mal, Marie. Tous les enfants le prennent. (Un poquito no les hace daño, Maríe. Todos los niños lo toman).
Mi tía, al final acabó aceptándola, diciéndome:
—Está bien, pero no bebas mucho, que esto tiene alcohol y te puedes marear.
Yo tomé unos sorbos, pero como estaba muy rica me acabé bebiendo todo el vaso, por lo que me fui animando y cuando un señor me invitó a bailar, acepté rápidamente.
Él empezó a darme vueltas, abrazándome y tocándome el culo, sintiendo una sensación extraña al ver a todo el mundo bailando desnudos de forma desinhibida, mientras la luz se iba haciendo más tenue y algunos se iban sentando alrededor de la Sala, cómodamente y con alguna compañía.
Como estaba un poco mareada, fui a sentarme con mi tía, que estaba hablando con una señora, que al llegar, me la presentó:
—Mira, esta señora es española también, pero lleva muchos años aquí, como yo.
.La señora me dio los tres besos de rigor, como es la costumbre allí, diciéndole a mi tía:
—Tu sobrina tiene al Club todo revolucionado, Maríe.
—Pues no sé por qué, es una niña como las demás.
—Pero es muy linda, y como es la novedad, todos se fijan en ella. Además, ella también se queda mirándolo todo con mucha curiosidad. El otro día estaba mi marido jugando con nuestra nieta y a ella debió de hacerle gracia como la cría se montaba encima, queriéndose meter la polla dentro, pero no podía.
—Claro, es muy pequeña todavía, pero ella quiere hacer lo que ve a los demás.
—Pues ahí estuvo un rato tu sobrina jugando con mi nieta, y mi marido encantado con ella, claro y no creo que te sorprenda que te diga que se lo pasaron muy bien.
—Sí, me imagino. Me estoy enterando de muchas cosas que ya hizo por ahí…. Esta cría es muy espabilada y se está adaptando muy bien a todo esto. Ya ves como vienen todos a buscarla.
En ese momento vino una niña a buscarme, que me dijo:
—Mon père veut que tu partes.
Mi tía me tradujo:
—La niña dice que vayas con su papá.
Yo me quedé sin saber qué hacer, pero ella me dijo:
—Vete con ellos si quieres. Te estaré viendo desde aquí.
Yo fui con esa niña a donde estaba su papá, que empezó a hablarme, pero no entendía bien lo que me decía:
—Voulez-vous jouer avec ma fille et moi?
Yo, por intuición supuse que lo que quería era lo mismo que los demás y me senté encima de él, empezando a acariciarme y a darme besos mientras su hija nos miraba. Supongo que ella estaría acostumbrada a que pasaran esas cosas y empezó a tocarme ella también y entre los dos empezaron a excitarme, abriendo mis piernas y dejando que sus dedos jugaran con mi vagina, diciéndole la niña a su padre:
—Allez-vous le mettre? (¿Se la vas a meter?)
Su padre estaba muy excitado y me colocó abierta de piernas encima de él, mientras su hija colocaba su polla en mi coñito.
Recordándolo ahora, fue una situación de lo más perversa…. Pensé en lo que habrían hecho ya padre e hija solos y con otras niñas……, pero el caso es que esa polla entró dentro de mí y a pesar de que era un hombre mayor, no la tenía tan grande como otros, por lo que no me dolió mucho al penetrarme y enseguida empezó a darme mucho gusto.
Me llamó la atención que mi tía estaba observándome un poco alejada y que se estaba masturbando viendo como me follaban, mientras su amiga le tocaba las tetas hablando entre las dos, supongo que de mí y de lo que me estaban haciendo.
Cuando ese hombre se corrió dentro de mí y me quitó de encima de él, vino otro a pedirle permiso para ponerme encima de él también y así lo hizo, follándome otra vez. Este ya la tenía más grande, pero mi coño se había dilatado lo suficiente para aguantarla bien y también hice que se corriera al poco rato.
Yo también me había corrido y mi tía fue a buscarme para que descansara un poco, porque todos querían follarme, mientras mi tío y el amigo de ellos, la miraban sorprendidos, como diciendo…… (—¿Y nosotros qué…..?).
Pero mi tío, pronto encontró otra distracción, porque se puso a hablar con una mujer que iba acompañada de otra niña y empezaron a hablar:
—Super! Vous avez encouragé à amener Caroline. (¡Qué bien! Te has animado a traer a Caroline).
—Il me le demandait déjà, mais j’ai un peu peur, car il est toujours vierge. (Ya me lo estaba pidiendo, pero tengo un poco de miedo, porque es virgen todavía).
—Rien ne se passe, vous voyez qu’ici il y a encore plus petit qu’elle. Si vous voulez, je vais commencer avec précaution. (No pasa nada, ya ves que aquí las hay todavía más pequeñas que ella. Si quieres, yo la voy iniciando con cuidado).
—Eh bien, je te fais confiance, je sais que tu ne lui feras pas de mal. (Bueno, confío en tí, ya sé que no la vas a hacer daño).
—Ne t’inquiète pas, viens ici Caroline joue un peu avec ma bite. (No te preocupes; ven aquí, Caroline, juega un poco con mi polla).
Yo veía como esa niña empezaba a tocar la polla de mi tío, mirando nerviosa a su madre riéndose, diciendo ella:
—La vérité est qu’il n’a pas eu l’occasion de jouer beaucoup et n’a pas beaucoup d’expérience. Depuis que j’ai divorcé, je n’ai pas été avec beaucoup d’hommes et bien qu’ils la regardaient beaucoup, elle ne voulait pas qu’ils soient avec elle. (La verdad es que no ha tenido oportunidad de tocar muchas y no tiene mucha experiencia. Desde que me divorcié no he estado con muchos hombres y aunque la miraban mucho, no les dejaba estar con ella).
— C’est normal, femme, tu voulais la protéger, mais elle est assez âgée pour en avoir envie ….. Je vais le mettre dans sa fente pour qu’elle puisse le sentir. (Es normal, mujer, tú querías protegerla, pero ya está en edad de tener ganas…..Se la voy a poner en la rajita para que la vaya sintiendo).
Mi tío empezó a frotar su polla por la vagina de Caroline y ella se puso a gemir, sacando una sonrisa a su madre.
— Comme vous l’aimez, hein! (Cómo le gusta, ¡eh!).
—Tout le monde aime ça, mon ami, Je vais serrer un peu plus. (Esto les gusta a todas, amiga. Voy a apretar un poco más).
La polla de mi tío ya estaba entrando en su coño y Caroline empezaba a estar disfrutando de verdad, hasta que se la fue metiendo toda sin que ella se quejara mucho, ni mi tío sintiera mucha resistencia a ello:
— Ecoute, j’ai déjà tout mis dedans et le bébé n’est pas découragé, haha. Êtes-vous sûr que c’est vierge? (Mira, ya se la he metido toda y la cría sin inmutarse, jaja. ¿Estás segura de que es virgen?)
—Eh bien, je ne sais pas, le très sorcière ne m’a rien dit ….. (Pues yo que sé, la muy bruja no me dijo nada…..)
Diciéndole su madre:
—Caroline, L’avez-vous déjà? (Caroline, ¿te la han metido ya antes?)
Pero Caroline se río y no dijo nada, dándose cuenta su madre de que había sido así, preguntándose cuando y quien….:
— Nous parlerons de vous et moi ….. (Ya hablaremos tú y yo…..) —le dijo la madre a la niña.
A Caroline no le importó eso y siguió disfrutando de la polla de mi tío hasta que se corrieron los dos y yo, mientras me recuperaba tuve tiempo de fijarme más en todos los demás que estaban allí, como en una niña china, que por el cuerpo tan menudo que tenía, sin apenas tetas, parecía de menos edad de la que debía de tener, pero la estaban metiendo pollas muy grandes hasta el fondo de su coño, preguntándole mi tía a su madre:
—Je vois que Lian aime toujours le sexe. (Ya veo que le sigue encantando el sexo a Lian).
—Oups! Elle ne s’arrête pas, son père ne peut plus la gérer, elle est formidable. Je vous ai déjà dit que sa mère devait être une prostituée (¡Uufff! No para, su padre ya no puede con ella, es tremenda. Ya te dije que su madre debía ser alguna prostituta……)
Mi tía me explicó que a Lian la habían adoptado sus padres en China, casi recién nacida y mientras la veíamos follar con dos a la vez, un hombre que no conocía se acercó a mi tía diciéndole:
—Marie, mets-toi à quatre, tu sais déjà que j’aime ton cul (Marie, Ponte en cuatro, que ya sabes que me encanta tu culo)
Y dándole mi tía su culo, ese hombre empezó a follarla por el culo delante de mi tío, que estaba claro que sabía que su mujer follaba con otros y no le importaba, claro, como le iba a importar, si él hacía lo mismo…..
Ese momento, lo aprovechó el amigo de mis tíos, para decirme:
—Ahora no te me vas a escapar, jaja. Con todas las pollas que te han metido ya, no te va doler tanto la mía.
Y sin darme tiempo a nada más, me tumbó sobre el sofá y abriéndome las piernas, puso su glande en mi rajita, ya bastante abierta y mojada y fue metiéndomela poco a poco, observando si yo me quejaba, pero casi sin esfuerzo, ya la tenía casi toda metida dentro, empezando a follarme cada vez más rápido, hasta que mis gritos delataron la llegada de un nuevo orgasmo.
FranÇois también estaba por allí, con su madre ofreciéndoselo a las señoras mayores, que también tenían bastante donde elegir para pasárselo bien.
Cuando la fiesta terminó, nos fuimos a la cabaña a dormir, mientras mi tío iba diciéndole a mi tía:
—Bueno, ahora ya no me puedes decir que ni me acerque a ella, porque todos ya la han follado aquí menos yo.
—¡Qué exagerado! Está bien, puedes quedarte esta noche con ella en el colchón y yo duermo en la hamaca, aunque no sé si la niña estará muy cansada y si a ti todavía te quedan fuerzas, jaja.
—No te preocupes, Maríe, que esta oportunidad no la voy a desaprovechar, porque ya le quedan pocos días para volver a su casa y tengo que disfrutarla bien.
Esa noche, en cuanto nos acostamos en el colchón, mi tío se arrimó a mí y empezó a pasarme la polla por mi coño, calentándome otra vez y cuando volvió a estar bien mojado, fue metiéndomela para follarme durante un rato hasta que se corrió y yo, a pesar de todas las veces que ya me había corrido, todavía sentí otro espasmo muy fuerte que me hizo gemir tan fuerte, que al escucharlo mi tía, dijo:
—Qué barbaridad. Mi sobrina todavía con ganas de polla, quien tuviera sus años…..
Contestándola su marido:
—Es deliciosa, Marie, menudo coñito tiene tu sobrina. Ya verás que cuando vuelva a su casa, van a empezar a usárselo bien.
—No sé si mi hermana va a dejar que se la metan tan fácilmente como aquí.
—Esta nena ya no va a poder pasar sin una polla, las buscará ella…..
Esa noche mi tío también aprovechó para estrenar mi culo, que al menos tuvo ese privilegio y lo que faltaba para que yo volviera a mi casa abierta por todos mis orificios.
Al siguiente día, cuando los amigos de mis tíos se juntaron en el porche de la cabaña, no tardaron en decirle a mi tía, bromeando:
—Maintenant, vous allez nous laisser jouer avec la fille à l’intérieur, non?, Haha. (Ahora ya nos dejarás que nos metamos con la niña dentro, ¿no?, jaja).
—Oui, maintenant tu peux faire tout ce qu’elle te laisse …… (Sí, ahora ya podéis hacerle todo lo que os deje ella……)
Mis siguientes días ya pasaron sin tantas prevenciones por parte de mis tíos y cuando se reunían con sus amigos en el porche, ya no importaba que acabaran follándome allí mismo, al igual que a las otras niñas en mi presencia, chupando todas las pollas que se me antojaban y disfrutando del sexo como nunca lo habría soñado al llegar allí.
Incluso, pude aprender algunas palabras en francés y entender un poco las conversaciones que tenían los mayores, que me llenaban de intriga y de morbo, como la de unos amigos de mis tíos, donde la mujer decía:
—Madeleine me ha dicho que va a tener que dejar a la cría unos días con nosotros porque no puede atenderla por el trabajo.
—Qué raro, si nunca quiso que la trajéramos al Club con nosotros.
—Pues esta vez no tendrá otro remedio y tendrá que aguantarse, pero no te preocupes, que nos va a leer bien la cartilla para que no pervirtamos a nuestra nieta.
—¡Bah! Tonterías de ella, si es pequeña todavía para hacer gran cosa.
—Bueno, ya sabes que aquí las edades no importan y pueden empezar en cualquier momento.
Yo deduje de esa conversación en que los amigos de mis tíos iban a tener a su nieta con ellos, unos días en el Club y yo tenía curiosidad por saber cómo era, después de lo que habían hablado.
Al día siguiente aparecieron con una niña, que sería unos dos años más pequeña que yo, y que parecía tan asustada como yo cuando llegué el primer día allí, mirando para todos los lados y agachando la cabeza cuando se iba fijando en todos los que estaban desnudos.
—Se llama Brigitte, —nos la presentaron sus abuelos.
—Pero Brigitte, ¿Qué haces todavía con la ropa puesta? —le preguntó mi tía.
Contestando su abuela:
—Es muy vergonzosa, Marie. Mi nieta no está acostumbrada a estas cosas, porque su madre no quiere.
—Tu hija ha salido muy rara, jaja, pero ya verás como a la cría le acaba gustando esto, tanto como a mi sobrina.
—Eso espero, porque mi hija, desde que se separó está amargada y no hay quien la aguante.
Dirigiéndose nuevamente mi tía a la cría:
—Ven, que te ayudo a quitarte la ropa. ¿No ves que aquí estamos todos desnudos?
Finalmente, Brigitte se quedó totalmente desnuda ante la mirada de todos, observando su precioso cuerpo de piel muy blanca, teniendo un poco sonrosada la zona vaginal, por lo que mi tía bromeó con ella:
—¡Hey! ¿Qué es esto…? ¿No me digas que ya te andas frotando el chochito?
Ahora lo que se puso rojo como un tomate fueron las mejillas de la niña, avergonzada por las palabras de mi tía, por lo que mi tío la llamó para sentarla encima de él:
—Ven aquí conmigo. No hagas caso de lo que te digan, que se quieren reír de ti.
Mi tío aprovechó para empezar a acariciarla, sin que ella dijera nada, viendo Brigitte como las demás niñas estaban sentadas encima de los otros hombres, dejándose tocar por todos los lados.
En esa posición, ella agarró con curiosidad la polla de mi tío, poniéndosela dura ante su absorta mirada, volviendo su abuela a bromear con ella:
—¡Brigitte! ¿Qué has hecho? ¿Cómo se la has puesto así?
La niña solo sonrió con picardía esta vez, divirtiéndose con lo que estaba haciendo, diciéndonos su abuela:
—No os extrañéis, pero creo que esta es la primera polla que tiene entre sus manos, conociendo a mi hija……
—¡Vaya! Pues la está examinando bien, no le quita ojo…. —dijo mi abuela.
—Ni le quita la mano —dijo su abuelo, riéndose.
Allí estábamos todos divirtiéndonos con la inocencia de Brigitte, aunque yo no hacía mucho que estaba en la misma situación que ella, a pesar de ser mayor, por lo que seguro que iba a llevarme muy bien con ella y enseñarle muchas cosas de las que había aprendido allí.
Y efectivamente, los siguientes días, Brigitte se convirtió en el centro de atención del Club, queriendo todos los hombres jugar con ella e ir haciéndole todo lo que empezara a darle placer, para que ella lo hiciera con gusto.
Loa abuelos de Brigitte eran bastante permisivos con estas cosas y dejaban a su nieta con cualquiera, siempre que ella se lo pasara bien, no haciendo ningún caso de las advertencias de su hija.
Así fue como vi las primeras mamadas que hacía la cría, como le metían los dedos en su vagina cada vez más dilatada y como alguna polla intentaba entrar en ella, aunque sin forzarla en ningún momento, estando esos hombres solo pendientes de su placer, como habían hecho conmigo y con todas las niñas del Club.
En esos momentos, su abuelo bromeaba con ellos diciéndoles cuando veía como esos glandes empezaban a desaparecer en su vagina:
—¡Eh! Más dentro no, que ese privilegio quiero tenerlo yo, que para eso soy su abuelo. (Hé! Non, au plus profond de moi, je veux avoir ce privilège, parce que c’est pour ça que je suis ton grand-père.)
—¿Pues a qué estás esperando….? (Bien, qu’attendez-vous…?)
—A que su abuela me deje, jaja. (Que sa grand-mère me quitte, haha.)
Contestándole su mujer:
—Esta noche te la dejaré ya para que te des el gusto con ella. (Ce soir, je vous laisse le soin pour que vous puissiez vous en faire plaisir.)
—¿Si? ¡Ohhh! Que buena eres, como la voy a disfrutar…. (Ouais? Ohhh ! Comme tu es bon, comment vais-je en profiter….)
Todos se echaron a reír, aunque también sintiendo envidia del abuelo de Brigitte, que iba a tener el honor de desvirgar a su pequeña nieta, algo que no muchos podían conseguir, porque siempre había alguien que se solía adelantar.
Añadiendo mi tía:
—Cuando se tiene a una nena en casa, el hombre siempre quiere meterla en la cama para dormir con ella, como ha hecho mi marido con nuestra sobrina ahora, pero al no tener hijos, el pobre no ha tenido muchas oportunidades.
Continuando mi tío:
—La última vez que pude dormir con una nena de estas edades fue ya hace tiempo, en el apartamento de Cap D´Ágde, cuando nos visitaron Jean Paul y Catherine, con su hija Corine. Me la dejaron para dormir con ella, con el permiso de Marie, claro, y la estuve jodiendo toda la noche, porque esa cría no se cansaba.
Y así fueron mis vacaciones en ese paraíso que descubrí a tan temprana edad, al que desgraciadamente, no tuve oportunidad de volver, pero siempre quedará entre mis recuerdos……
Bravisimo por el final del relato. En verdad es un paraíso soñado ese lugar.!!!!
Nos has hecho volar la imaginación como si estuviésemos en ese lugar.
Fantastico.
Relato de 10.
Sobresaliente
Donde queda ese lugar