Vacaciones Familiares con mis sobrinitas V
Un susto fugaz! La hermosa historia llega a su final.
Al día siguiente amanece y ya era domingo. Cómo cada domingo mis padres iban temprano de compras a supermercados a hacer las compras semanales.
A su regreso yo ya estaba desayunando, mientras que mis sobrinitas aún dormían. Eran las 10 de la mañana aprox.
Cómo era de costumbre yo me ponia a ayudar a mi madre con el tema de ordenar las cosas que traían.
Mi sorpresa fue cuando en una de las bolsas de compras que abrí había al rededor de unos 10 paquetes de toallas femeninas. Me sorprendi ya que mi madre era mayor y ya había tenido su menopausia.
Le pregunté porque habían traído tantas, a lo que me responde.
-Mi madre: Porque Jimenita ya usa, ella ya menstrua, el resto es para que se las lleve a su casa cuando regresen.
(Aclaro que mis sobrinas venían de sectores muy pobres de mi país, es por eso que mis padres siempre enviaban cosas o dinero)
Sentí todo un escalofrío recorriendo mi cuerpo, Jimena ya tenía un ciclo menstrual. Es decir, era fértil y ovulaba como cualquier mujer adulta y un día antes yo le estaba llenando el interior de la vaginita con mi semen.
Mil pensamientos se me cruzaron por la mente, el más obvio, que cabía la posibilidad de haberla embarazado.
En los lugares más alejados y pobres de mi país estas cosas pasaban y salían en televisión, niñas de 9, 10, 11 y así consecutivamente embarazadas muchas veces por familares o vecinos.
Así que fui hasta su habitación a despertarlas con la excusa de desayunar. Entro a la habitación de ellas y aún seguían durmiendo.
Yo lo que quería era un breve momento a solas con Jimena para preguntar cómo estaba, así que antes de despertarlas escondo sus ojotas debajo de la cama así ella se demoraba más en ir al comedor.
-Yo: a levantarse! Vamos chicas arriba! Que hay que desayunar, la abuelas las está llamando hace rato!
Entonces ambas se despiertan y se comienzan a levantar. María por su parte se pone sus ojotas y baja a desayunar. Jimena en cambio buscaba su calzado así que aprovecho para hablar con ella.
-Yo: estan debajo de tu cama mi amor, las patee sin querer.
-Jimena: ah gracias tío!
-Yo: siéntate un momento hermosa.
Entonces ella se sienta sobre su cama.
-Yo: Como estás? Te duele algo por lo que jugamos ayer?
-Jimena: No tío nada, por?
-Yo: No no por nada, me quedé preocupado porque tuvimos que dejar de jugar apresurados! Igual recuerdas que es un súper secreto no?
-Jimena: Si tío me acuerdo, tu tampoco lo olvides!
-Yo: obvio que no, bueno vamos a desayunar princesa.
Así que desayunan, yo estaba con una preocupación que no sabía que hacer. Hasta que se me ocurrió la idea de comprar la pastilla del día después.
Terminé y propuse a mis padres que yo las llevaría a las niñas al parque que estaba cerca a lo que accedieron y se fueron a cambiar para luego salir.
Yo lo que quería era ir a ese parque, ya que enfrente estaba la farmacia de 24 hs.
Así que fuimos, lleve dinero y las niñas empezaron a jugar junto a otros niños en los juegos del parque. Crucé hacía la farmacia y compré una botella de agua grande y la pastilla.
Sabía que era una pastilla fuerte, que si le cae pesada a las mujeres ya sexualmente activas me imaginaba como podía caerle a jimenita, pero no había opción.
Mientras ellas corrían y jugaban con otros niños, más el calor que hacía yo suponía que iban a venir a pedirme el agua que compré. Y si, tal cual sucedió.
María fue la primera en venir a pedirme agua y le dí. Luego fue el turno de Jimena. Que cuando María regresó a jugar le dijo que yo tenía agua. Entonces comienza a correr hacia mi, colorada y agitada.
-Jimena: Tío! Me das agua?
-Yo: si mi amor, escucha, estás cansada?
-Jimena: Si! Pero no me quiero ir, hice nuevos amigos!
-Yo: ok hermosa, bueno para que sigas jugando con más energías te tienes que tomar esta pastilla con mucha mucha agua si?
Es ahí que le ofrezco la pastilla en cuestión.
-Jimena: Si tío!
Así que la toma, se la pone en la boca y toma bastante agua. Para asegurarme de que realmente la tragó le hago mostrarme la boca abierta y que mueva la lengua. Efectivamente, la tomó.
Yo sabía que dicha pastilla tiene un margen de error, sabía también que su organismo podía rechazarla y también sabía que en el mejor de los casos podía salvarse ella y yo.
Por suerte no le cayó mal, no se descompuso ni nada ese día ni los siguientes. Hasta que mi alivió llegó casi a finales del mes cuando ya se acercaba la fecha de su regreso.
Jimena estaba menstruando, mi madre me lo comentó con el argumento de que no la moleste y le dé todo lo que quiera comer.
Mi preocupación ahora sería de que ellas al regresar a su pueblo se les ocurra abrir la boca y contar los juegos que tuvimos.
Así que el día de su partida mientras las ayudaba a preparar sus valijas hablé con cada una a solas para asegurarme de que iba a ser todo un secreto y que si ellas o yo decíamos algo las iban a castigar y retar por mucho tiempo.
Ambas juraron no decir nada y que era un secreto entre nosotros. María no sabía que yo me había cogido vaginal y analmente a Jimena. Jimena por su parte no sabía que me había cogido a María analmente.
Lo único que habían compartido fue el primer sexo oral que me hicieron juntas.
Así que bueno, la hora de su partida había llegado y ahí iban, mis dos sobrinitas de regreso a su pueblo pero ya desvirgadas, una de ellas, para mí la más hermosa y simpática hecha toda una mujer.
Las siguientes semanas y meses fueron difíciles para mí, ya que cada vez que recibía una llamada de mi hermana sentía que podía ser algo malo, que iba a saber toda la verdad o que quizás la pastilla en Jimena no había hecho efecto.
Fue un año durísimo, esos días de placer con ellas me costaron casi un año de preocupaciones a la distancia. Luego fui olvidando el tema y supuse que ellas también.
Pasados unos 3 años viajé yo unos días para allá, y ellas ya eran preadolescentes que vivían con música, teléfonos celulares y cosas así.
Crei que alguna recordaría algo pero al parecer no, ya que su trato y relación conmigo era Excelente, como si nunca hubiera pasado todo lo que hicimos. Pasaron unos años más y volví a verlas antes de pandemia.
María estaba en su último año de escuela secundaria y Jimena por su parte en su primer año de universidad. Al día de hoy tenemos una excelente relación y muy fluida. Estoy seguro que ambas olvidaron todo lo que alguna vez sucedió y tanto disfruté.
Bueno amig@s de Sexo sin Tabúes 3.0 esa fue mi historia con Jimena y María hace una década y poco más atrás. Espero que la hayan disfrutado y pasado un buen momento leyendola! Necesitaba contarlo, si bien no me conocen ni yo a ustedes, me sentí escuchado y comprendido. Muchas gracias! Hasta pronto! Suerte y éxitos!!!
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