Vacaciones nudistas 1
El nudismo en lo que tiene, una cosa va llevando a la otra y al final, te das cuenta de que vivir de esa forma es la mejor decisión que podías haber tomado en la vida.
Este relato está un poco relacionado con lo que contaba en el de, ”Hombre solo busca familia nudista”, que nos mostraba esa misma necesidad de compartir una práctica que en principio puede parecer algo tan individual como es la práctica del nudismo, y que podemos hacer perfectamente solos, sin la compañía ni el permiso de nadie, en los lugares indicados para ello.
Pero como decía, el nudismo es una práctica que como se vive realmente en plenitud es en compañía de otros, como una especie de impulso natural, ya sea con nuestra pareja, familia o amigos, que es cuando nos damos cuenta de cómo se disfruta y se vive realmente ese estilo de vida, ya que todos formamos parte de una sociedad y somos “animales sociales”, que necesitamos compartir nuestro ocio y afinidades para sentirnos completos como personas individuales.
Este verano, mi amiga Mary me comentó que después de su divorcio, no tenía mucho dinero para irse de vacaciones con las niñas y que no sabía qué hacer, por lo que le comenté que alguna vez había visto anuncios en Internet, e incluso, ofrecimientos en los chats, de estancia gratis para compartir vacaciones nudistas con algunos hombres en sus apartamentos de la playa.
A mi amiga le pareció algo extraña esa propuesta, aparte de que ella no estaba muy acostumbrada al nudismo, excepto las veces que nos había acompañado con su marido y sus hijas a alguna playa nudista, cuando todavía estaba casada, pero de todas formas, estuvimos mirando para ver si encontrábamos algo y así fue como vimos un anuncio que decía:
“Hombre maduro ofrece su apartamento en Vera a mujeres o familias para compartir vacaciones nudistas”
Lógicamente había un teléfono para contacto y yo muy decidida llamé, aunque a mi amiga Mary seguía pareciéndole una locura todo eso.
El hombre que me contestó al teléfono, se presentó como Marcos y muy amablemente me informó de cómo era el apartamento y que simplemente buscaba compañía sin pedir dinero a cambio, ni ninguna otra contraprestación, aunque él me aclaró que era una persona liberal y que no se cerraba a lo que pudiera surgir durante la convivencia, pero sin ninguna obligación, por supuesto.
Después de comentarlo con mi amiga, ella seguía sin estar muy segura:
—¿A cambio de nada? Ese seguro que al final quiere follarnos.
—Bueno, mujer, él tampoco te va a obligar, ya me lo dijo.
—Pues allí, estando todos juntos desnudos, ya me dirás….., aunque bueno, después de tanta sequía, no me vendrían mal unos polvetes, jaja.
—Claro, mujer, tu vete a lo que surja, sin cerrarte a nada.
—Está bien, pero sólo iré si tú me acompañas.
—Bueno, está bien. Mi marido estará trabajando todavía esos días, pero podría acompañarnos Lorena también, así que tendré que llamarle otra vez para decirle que seríamos 5 mujeres, jaja.
—Pues estará encantado, amiga, con tanta mujer alrededor alegrándole la vista.
Al decírselo a este hombre, no puso ningún inconveniente, aunque me advirtió que el apartamento solo tenía una habitación, pero que tenía una sala grande donde podríamos acomodarnos poniendo unos colchones según viéramos, y que por su parte estaría encantado de recibirnos y haría todo lo posible para que estuviéramos a gusto.
Las niñas al enterarse de esta posibilidad, se pusieron muy contentas pidiéndole a su madre que fuéramos, así que después de estar convenciéndola yo un poco más, decidimos ir sin pensarlo más.
Las hijas de Mary se llaman Mónica y Clara, que tenían en ese momento 13 y 11 años, estando ya mi hija Lorena cerca de los 15. Mónica es de pelo oscuro y morena de piel, como su madre, estando bastante desarrollada para su edad, mientras que su hermana Clara es muy distinta, rubita y delgada, pero con unas tetitas puntiagudas que hacían que sus pezones se marcaran de forma muy sexy en las camisetas, al no usar sujetador todavía. A veces hablábamos sobre que no sabíamos muy bien a quien había salido, pero su exmarido siempre le reprochaba que debía de ser hija de algún polvo extramatrimonial de mi amiga, ya que él era bastante moreno también.
Al llegar a la dirección indicada, nos recibió Marcos, un hombre bastante atractivo con el pelo blanco y piel bronceada, que nos estaba esperando, ayudándonos a meter el equipaje en la casa y enseñándonos su precioso apartamento al lado de la playa. Desde luego, era una maravilla y sólo faltaba acomodarnos para dormir.
Marcos nos dejó que eligiéramos como queríamos distribuirnos, diciéndonos que a él no le importaba dormir en uno de los colchones que se podían poner en la sala, dejando la cama matrimonial de la habitación más privada a nuestra elección, pero ahí empezaron los problemas, porque por un lado, las niñas querían dormir todas juntas y ni Mary ni yo, nos atrevíamos a compartir cama con Marcos, ya desde el primer día.
Antes de cenar nos quedamos charlando un poco en la Sala, sentados en los sofás, para conocernos algo más, estando ya todos desnudos por el calor que hacía.
Él nos dijo que se había separado hace unos años, con sus hijos ya mayores y que como le encantaba el nudismo, se había comprado ese apartamento para pasar los veranos en total desnudez y libertad, pero como se sentía solo, se le ocurrió ofrecer su casa a familias o mujeres solas que quisieran acompañarle.
Se le veía un hombre educado y culto que nos hizo amena la velada, sabiendo generar esa confianza con nosotras, haciéndoles bromas a las niñas también, a las que miraba de una forma especial, también.
Mi amiga Mary está un poco rellena y tiene unos pechos bastante generosos, que estaban llamando la atención de Marcos y no sé si porque a Marcos le estaban excitando o era por las miradas que echaba a las niñas, pero se puso empalmado, luciendo ante nosotras su magnífica polla, toda depilada y con el glande brillante, lo que no pasaba desapercibido para las niñas, sobre todo a Clara, que miraba de reojo vergonzosamente y cuando Lorena le dijo algo al oído, se rio poniéndose toda colorada.
Durante la cena seguíamos hablando de como dormir y finalmente acordamos que Mary y yo dormiríamos en la habitación, mientras Marcos dormiría en el Salón con las niñas, pero Mary me advirtió que se quedaría ella también en el salón hasta que las crías estuvieran dormidas para que no molestaran a Marcos.
Como las niñas estaban bastante cansadas, debieron de quedarse pronto dormidas, por lo que Mary volvió a la habitación conmigo, pero a medianoche me levanté para ir al baño y al salir al pasillo, miré al salón y me sorprendió mucho ver como Clara estaba tumbada encima de Marcos pero en posición invertida, o sea, haciendo el clásico 69, con Marcos lamiéndola el coñito y Clara chupando su polla e intentando metérsela en su boca, por lo que me quedé muy extrañada, ya que Mary no me había dicho nada de que su hija pequeña hubiera empezado ya a hacer esas cosas, aunque supuse que Marcos, al quedarse solo con ellas, convencería a Clara para que durmiera a su lado y así poderla acariciar, llevándoles la excitación a la escena que estaba presenciado, quedándome a mirarlos un rato intentando que no se dieran cuenta.
Mónica y Lorena seguían dormidas, lo que estaba aprovechando Marcos para darse el gusto con Clara, que al parecer también lo estaba disfrutando, a la vista de sus pequeños gemidos, aunque yo me figuré que la cosa quedaría ahí, y que en cuanto Marcos se corriera en la boca de la niña, la dejaría dormir ya, porque no creía que intentara follarla a esa edad, estando nosotras en la casa también.
Efectivamente, los ahogados gemidos de Marcos me indicaron que se había corrido ya apartando a Clara para poder limpiarse y limpiar bien la cara de la cría para que no quedaran restos de lo que había hecho con ella, quedándose dormidos uno al lado del otro.
Yo me volví a la cama tranquila al comprobar que Marcos se quedaba dormido, por lo que al día siguiente decidí no decir nada a Mary sobre lo que había visto, para que ella no se enfadara y quisiera marcharse de allí, ya que al final sólo había sido un juego entre ellos, sin más transcendencia, aunque seguía intrigándome la naturalidad con la que Clara se había mostrado en ese acto con Marcos.
Yo le había contado a mi amiga alguna cosa sobre lo que hacíamos mi marido y yo con Lorena, sin que ella se escandalizara mucho, así que la interrogué un poco para que me aclarara la situación de sus hijas, antes de tener que confesarle lo que había presenciado la noche anterior:
—¿No te importó dejar a tus hijas solas con Marcos toda la noche?
—No, porque estando las tres juntas, no creo que Marcos se atreviera a hacer nada con ellas.
— ¿Pero tus hijas habrán tenido ya alguna experiencia, con su padre, supongo?
—Bueno, ya sabes. Mónica me dijo que no llegó a follarla, pero que las dos sabían perfectamente lo que tenían que hacer para que su padre se corriera.
—¡Ah, vaya! La verdad es que me lo imaginaba, como nunca me habías dicho nada……
—Es que…., me da mucha vergüenza hablar de esas cosas, aunque contigo tengo mucha confianza y ya sé que tú me contaste lo de Lorena y yo no fui sincera contigo, perdóname.
—No te preocupes, te entiendo, pero al ver a las crías sin ninguna vergüenza desnudas delante de Marcos, me dio que pensar.
—Claro, lo siento. Soy una hipócrita. A veces me ves que me hago la remilgada y luego ya ves, como las demás…… Yo también me excité mucho ayer al ver ayer a Marcos todo empalmado.
—Tiene muy buena polla, desde luego. ¿Entonces, esta noche quieres dormir con él?
—¡Buufff!, amiga, no sé qué decirte. ¿Qué va a pensar de mí?
—Pues que tienes ganas de follar, algo natural, mujer, jaja….. Además te aconsejo que te lances, porque si sigue durmiendo con las niñas, con la confianza va a acabar follándolas……
—Sí, ya lo he pensado, es que no sé qué hacer…….
Durante la mañana, fuimos todos juntos a la playa, y mientras las niñas jugaban en el agua, y Mary daba un paseo por la playa, tuve oportunidad de seguir charlando con nuestro anfitrión, hablándome de las otras familias que habían aceptado compartir las vacaciones en su apartamento en otras ocasiones:
—El año pasado vino un matrimonio con un hijo. Una familia muy liberal, porque él dejaba que su mujer durmiera conmigo todas las noches en la habitación, para que le diera todo lo que a él no le apetecía ya. Imagínate las noches que pasé, de dormir poco, porque esa mujer no se cansaba de follar, y luego me enteré de que lo que a él le gustaba, era quedarse a solas con su hijo, para chuparle la polla y que su hijo se la chupara a él, claro, dándosela por el culo al final también. Cuando tuvimos más confianza, acabé yo chupándosela a los dos, porque me gustan las pollas también.
—Pero creo que te gustan más las nenas, ¿no? Ayer te vi con Clarita por la noche.
—¡Buufff!, no me di cuenta, lo siento. Fue la cría la que se puso conmigo a dormir en el colchón y no pude evitar empezar a tocarla. Ella me dijo que antes siempre dormía así con su papá y que le echaba de menos. Yo me fui calentando con ella y ya viste como acabamos……
—Bueno, no te preocupes, no le dije nada a su madre, porque no sé cómo se lo tomaría, pero ya viste tú como chupaba la nena.
—Siii, madre mía, no me imaginaba que ya supiera hacerlo así de bien. No aguanté mucho sin correrme. Bueno, ya me verías, jaja….….
—Clara es virgen todavía, pero Lorena y Mónica ya están folladas. Supongo que también querrás con ellas……
—Si pudiera, sí, pero no me atreví a tanto el primer día. Mónica está muy rica y Lorena ya es casi una mujer, con esas tetas tan duras, divinas, que estoy deseando sobárselas. Me encanta tener niñas en casa, reconozco que ese es el motivo principal de poner el anuncio pidiendo familias.
—¿Siempre te han gustado las nenas?
—Siempre me fijaba en ellas porque algunas están muy ricas y me atraían cuando las veía, pero nunca había pensado que pudiera disfrutar de ellas hasta que hace dos años, estuvo una familia francesa en casa. Tenían una hija como las vuestras, una preciosidad, rubia, ojos azules, y un cuerpo que me volvía loco.
—¿Entonces pudiste estar con ella?
—Sí, sus padres no dejaban de manosearla delante de mí y al final, me dejaron a mí también con ella y un día puede estar haciéndola de todo, pero eso fue mi perdición. Que rica estaba, nunca me había imaginado que follarse a una cría de esas edades fuera algo tan maravilloso. Después de eso, ya me la dejaban todas las noches para que durmiera conmigo, porque su madre quería a su marido para ella sola y que no se entretuviera con la nena. Creo que nunca me corrí tantas veces seguidas. Fue una locura, la follaba por todos los lados y ella parecía que nunca se cansaba.
—Ahora entiendo que no te pudieras contener con Clarita, habiendo tenido a otras como ella al lado también. ¿No has vuelto a follarte a ninguna así desde entonces?
—Sí, alguna putilla de estas que andan por la playa buscando a los mayores, pero esas están muy folladas ya.
—Pues antes que a nuestras hijas creo que vas a tener que follarte a Mary. Hace poco que se separó y anda con unas ganas que no se aguanta, pero como ella es así “conservadora”, no se atreve a llevar la iniciativa. Pero no te preocupes, que por la noche ya le digo que duerma en la habitación contigo y yo me quedo con las niñas.
—Por mi estupendo, como queráis. Seguro que Mary tienen hambre de polla y yo se la voy a dar bien. Pero ….., ¿a ti no voy a poder follarte?
—Yo estoy casada y no me gusta engañar a mi marido. Además, solo vine para acompañar a mi amiga y sus hijas.
—Pero tu marido no se va a enterar. Seguro que más de una vez te has comido otras pollas sin que lo supiera. Anda, déjate un poquito solo.
Mientras me decía eso, ya empezaba a meterme mano, aprovechando la confianza de la conversación y de las ganas que tenía yo por tocarle esa polla que se empalmaba con tanta facilidad.
En ese momento en el que yo le estaba pajeando, teniendo él también la mano entre mis piernas, llegó Mary de dar un paseo por la playa:
—¡Vaya!, ya veo que no perdéis el tiempo, jaja.
—Perdón, tú de esto a mi marido ni palabra, ya lo sabes…….
—Tranquila, somos amigas y tenemos que ayudarnos.
Luego vimos que nuestras hijas estaban jugando en la orilla con dos niños y una niña, todos muy rubios, diciéndonos Marcos:
—Qué facilidad tienen estos críos para hacer amigos…… Esos además son los hijos de nuestros vecinos de al lado. Son una familia alemana que ha alquilado el apartamento todo el mes.
Durante los juegos, los niños alemanes parecía que tenían una actitud muy sexual, tocando a las niñas siempre que podían y al hacer nosotras un comentario sobre ello, Erika, la madre de los niños debió de oírnos y se acercó a nosotros:
—Mis hijos están acostumbrados a eso, juegan así entre ellos también. No sé si os molesta o vuestras hijas están educadas de esa manera.
Mary yo nos quedamos así como sin saber que decir, mirando el espectacular cuerpo de la alemana hasta que yo me decidí a contestarla, viendo como sus hijos parecía que se estaban peleando:
—Es que fíjate como está tu hijo encima de su hermana, que parece que la está follando, si hasta se le ha puesto dura y todo.
—Eso solo lo hacen en casa, jaja. ¿Vuestras hijas no han jodido todavía?
A nosotras nos sorprendía esa forma de hablar tan directa de Erika, con ese acento tan gracioso, pero yo seguí hablando con ella, mientras Marcos escuchaba muy atento la conversación:
—Las dos mayores sí, pero la pequeña todavía no.
—Entiendo, ok. ¿Su padre no quiere todavía?
Desde luego, la alemana no se cortaba nada para decir lo que pensaba, aunque en realidad se notaba que era su forma natural de hablar. Ella veía muy normales esas cosas, dándonos cuenta de la mentalidad tan abierta que tenía:
—Es que mi amiga está separada —le dije yo.
—Bueno, pero su padre se la llevará con él algunos días, ¿no?
—Sí, claro.
—Jaja, pues no tardará mucho.
Nosotras estábamos un poco escandalizadas por las cosas que decía Erika mientras los niños seguían jugando en el agua, abrazándose y no sé qué estarían haciendo porque no se les veía bien debajo del agua, así que me acerqué a la orilla para decirles que salieran porque nos íbamos a casa ya.
Por la noche, mientras cenábamos, comentábamos el encuentro que habíamos tenido en la playa con la familia alemana, diciéndonos Marcos:
—Yo ya sabía que eran así. Estuve hablando con ellos varias veces contándome un poco de su vida. En Alemania hay mucha tradición de follar en familia, digamos que no lo ven tan mal como aquí. Los padres de Erika ya eran así y de pequeña la llevaban a un Club nudista del que eran socios, así que ya podéis imaginar la educación que tuvo.
—Sí, está claro. Para ella, todo eso es lo más natural del mundo y es la educación que dan a sus hijos también, ya que su marido estará de acuerdo igualmente.
—Sí, al ver que estabais conmigo, supongo que querría conoceros para proponeros alguna reunión juntos, si había complicidad.
—¡Ah!, ya entiendo. ¿A ti no te lo propusieron?
—Como estaba solo, no me dijeron nada, pero al estar ahora con vosotras y las niñas, es distinto.
—Vaya, mira cómo te vas a aprovechar de nosotras ahora, jaja.
Y así entre bromas, como Marcos había sacado una botella de vino para cenar, nos animamos lo suficiente como para que Mary se decidiera a decirle a Marcos que dormiría esa noche en la habitación con él, ya que era su casa y quería agradecerle la invitación, dejándome a mí con las niñas en el salón.
Él acepto sin ningún problema y nos acostamos pronto porque el día de playa había dejado a las niñas muy cansadas, por lo que enseguida se durmieron, quedándome yo un poco más de tiempo despierta, pudiendo escuchar a mi amiga Mary como gemía y gritaba de placer, suponiendo que Marcos debía estar follándola y así estuvieron un buen rato hasta que la casa se quedó en silencio.
Estando ya dormida, me desperté al sentir que alguien se tumbaba en el colchón conmigo, viendo que era Marcos:
—¿Qué haces aquí? ¿No estabas con Mary?
—Sí, pero ya se quedó dormida y sabiendo que estabais aquí solitas, me dieron ganas de venir.
—¡Oye!, las niñas están dormidas ya y conmigo ya te dije que nada.
—Qué mala eres. Mira, todavía la tengo dura, no te apetece……
—No.
—¿Entonces me dejas estar un poco con Clara?
—¿Otra vez? ¿Cómo te gusta tanto esa cría? ¿Qué le vas a hacer?
—Comerla el coñito un poco, es que me encanta como lo tiene.
—Bueno, ponte con ella, pero no se la metas ¿eh? y no despertéis a las otras.
Yo me cambié de lado y le dejé con Clarita, empezando a acariciarla por lo que ella acabó despertándose, poniéndose a besarla y haciéndola sentir su polla entre las piernas.
Yo miraba atentamente para que no la follara, así que después de estar un rato comiéndola el coño, lo que hizo fue meter su polla por detrás entre sus piernas para frotarse con ellas y su rajita, pero sin metérsela, hasta que acabó corriéndose, teniendo Clara también su orgasmo a causa del rozamiento en su pubis.
Todo eso acabó excitándome muchísimo y no pude reprimir mi deseo de chuparle esa polla con los restos de semen todavía, lo que él noto por la forma en que lo miraba, así que le costó poco insistir para que lo hiciera ante la mirada de sorpresa de Clara al ver como yo también me animaba a disfrutar de lo mismo que ella.
Enseguida se le puso dura otra vez, por lo que sospeche que Marcos debía de estar tomando pastillas para la erección, porque a su edad no era normal aguantar tanto tiempo empalmado, así que se lo pregunte:
—Sí, la tomo todas las noches, porque teniendo a 5 mujeres en casa, tengo que estar preparado para no perderme nada, jaja.
Finalmente con mi mamada, conseguí que Marcos se corriera otra vez y no sé cuántas irían ya en la noche. ¡Qué resistencia la de este hombre……!
Una vez satisfecho, volvió a la cama con Mary, antes de que se despertara, para que no sospechara nada.
Al día siguiente Mary se levantó muy contenta, contándome maravillas de la follada que había tenido con Marcos y esta vez fui yo la zorra, al no contarle nada otra vez de lo que había pasado después, pero ella quiso insistir en que por la noche durmiera yo con Marcos, que me tocaba ya, contestándola yo:
—No, no puedo. Me siento mal engañando a mi marido. Además, yo solo vine para acompañarte y que tú te lo pasaras bien.
—Mira que eres….. ¿Es que al verle la polla a Marcos no te entran ganas……..?
—Sí, claro que me las dan, ya nos viste en la playa……, pero me aguanto.
—¡Qué tonta eres! Si tu marido no se va a enterar.
—Otra igual. Eso me dice Marcos también.
—Pues claro, mujer. Si yo no hubiera sido tan tonta cuando estaba casada, no me hubiera perdido tantas cosas, para que al final te deje tirada, ya vés….
Después fuimos a la playa otra vez y Marcos se llevó a las niñas al agua para bañarse con ellas. Enseguida empezaron los juegos en los que él aprovechaba para abrazarlas y sobarlas todo lo que podía, mostrándose las crías encantadas y excitadas por estar pasándoselo tan bien, según observaba yo desde la arena, por lo que tampoco podía decir nada y Mary, después de haber follado con él, parecía que le perdonaba todo ya, así que cuando se llevó a Mónica hacia unas rocas para que no pudiera escaparse y poder follarla de una forma más discreta, al igual que a Lorena, que se juntó con ellos también, mi amiga tampoco dijo nada cuando vimos como ponía las piernas de Mónica abiertas alrededor de su cintura para tener libre acceso a su coño y empezar a penetrarla ante la mirada de mi hija, que esperaba su turno también.
De todas formas, lo estuve comentando con Mary:
—¿No te importa que folle a las crías?
—Si ellas quieren……. De alguna forma habrá que agradecerle su invitación a su casa para tener estas vacaciones.
—Para eso ya le diste tu coño toda la noche. Antes de venir aquí no pensabas así.
—Bueno, mujer, a veces se cambia de opinión.
—Ya, claro. Como necesitabas una buena follada, amiga, jaja.
—Ya sabes lo que dicen sobre que las mujeres necesitamos estar bien folladas para estar de buen humor y ver la vida de otra manera.
—Sí, eso es verdad, pero creo que para muchas no es lo habitual, porque hay mucha amargada por ahí, jaja.
—¿Esta noche vas a dormir otra vez con él, o le vas a dejar que duerma con las niñas?
.- Bueno, ya las ha follado, así que no hay problema, pero tengo miedo de que quiera hacérselo a Clara también.
—Ya estuve hablando con él de eso y le dije que podía hacer lo que quisiera con ella menos follarla.
—¿Ah, sí? Eso no me lo habías contado. Así que ya ha estado con Clara también.
—Bueno, un poco solo, pero estuve yo vigilando…….
—En realidad me lo esperaba, pero es que no querría que Clara empezara a follar hasta los 12, como su hermana, aunque cuando se la lleva su padre, supongo que acabará haciéndoselo antes.
Cuando llegó la noche, las niñas estaban ya un poco alborotadas, supongo que por lo que vivieron en la playa y todas querían que Marcos se quedara a dormir en el salón, así que Mary y yo no tuvimos más remedio que irnos a la habitación a dormir, pero sabiendo perfectamente lo que iba a pasar esa noche.
No podía dormir pensándolo, y al poco rato, ya empecé a escuchar los primeros gemidos que venían del salón. Me asome al pasillo, y ya pude ver como Marcos le estaba comiendo el coño a Mónica, mientras Lorena le estaba cabalgando y Clara se dejaba tocar al lado de ellas también, alternándose las crías en las distintas posiciones, hasta que vi como Clara se montaba encima de él para hacer lo mismo que había visto a las demás, y antes de que yo pudiera intervenir, ya vi como se la metía por el grito que dio Clarita, que despertó a su madre también, y pudo ver como su hija era follada por primera vez, disfrutando de una verga dentro de su coñito, como cualquier otra mujer pudiera desearlo y gozarlo.
Finalmente, Mary y yo nos fuimos al salón también, para disfrutar del espectáculo, con nuestras hijas y con Marcos, que tuvo que atendernos a las dos también, y esta vez ya no pude decirle que no, así que abrí mis piernas para él y me dejé penetrar por esa maravillosa polla que tanto me llamó la atención desde el primer día.
Ahora sólo espero que mi marido no lea este relato, jeje…..
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