Vacaciones nudistas 2
Continunamos con estas vacaciones que cambiaron nuestras vidas para siempre.
Como en el anterior relato “Vacaciones nudistas 1”, quedaron algunas cosas por contar y que tendréis interés en saber, seguiremos con ello.
La familia alemana que habíamos conocido en la playa nos había dado mucha curiosidad por su forma de comportarse y de hablar, pero todavía nos sorprendieron más cuando nos invitaron a su casa para celebrar el cumpleaños de su hijo pequeño y como las niñas siempre se apuntan a todo lo que sea fiesta y diversión para pasárselo bien, pues no tuvimos más remedio que ir todos.
Al llegar a su casa, Erika nos presentó a su marido Roy, al que solo conocíamos de haberle visto en la playa, y a otro amigo de ellos, un hombre mayor que estaba allí también, llamado Hans, y mientras comíamos y bebíamos lo que había preparado Erika, empezamos una conversación muy amena en la que nos explicaron por qué tenían esa mentalidad y liberalidad en cuanto al sexo en familia, diciéndonos Erika:
—En Alemania, como en todos los países de la zona, desde los años 60 había una cultura en cuanto al sexo muy libre. El nudismo era algo habitual dentro de la familia y había Clubs o Asociaciones expresamente para practicarlo, aparte de que solían verse a muchas personas en los parques desnudas tomando el sol.
—Sí, yo algo sabía de eso. En Centroeuropa siempre fueron más avanzados para esas cosas —comentándole yo.
Continuando Erika:
—Cuando yo era pequeña, mis padres eran socios de un Club donde iba mucha gente, iban familias enteras, había piscinas, salas de juegos, salones para leer o ver películas, y con una sala especial más íntima para ver películas porno que en aquellos años eran totalmente legales, en las que era habitual ver a los adultos con sus hijos, o adultos y niños sin ninguna relación entre ellos, simplemente para disfrutar juntos. Era como una especie de Hotel. En verano mis padres me llevaban con mis hermanos y nos lo pasábamos muy bien, porque se celebraban concursos y juegos para los niños y los mayores.
—¿Pero en vuestra casa ya erais liberales?
—Sí, claro, yo siempre dormía con mis hermanos y empezaron pronto a follarme, al igual que mi padre. En aquellos años era algo normal en muchas familias. Había otra mentalidad y se publicaban muchos libros y revistas hablando de estos temas y del sexo familiar, que se vendían en todos lados. Incluso aquí en España, en los lugares turísticos se vendían, en Mallorca recuerdo haberlas visto hace muchos años.
Diciendo Marcos:
—Sí, yo también me acuerdo de haberlas visto, pero solo miraba las fotos, porque estaba todo en alemán, jaja, aunque eran muy morbosas igual. Yo era un chaval y me pasaba por los kioskos y librerías de turistas para ojearlas, quedándome hipnotizado viéndolas, entrándome un escalofrió por todo el cuerpo cuando veía las fotos de todas esas niñas desnudas. Quizás de eso, me vengan ahora mis aficiones……
Continuando Erika:
—En aquellos años hubo un movimiento muy fuerte para que se respetaran los derechos sexuales tanto de los niños como de los adultos. Todo estaba basado en los estudios y las investigaciones de Freud y otros psicoanalistas alemanes como su discípulo Wilhelm Reich, que revolucionaron la concepción del sexo al principio del siglo XX y fueron los precursores de la revolución sexual de los años 60 en toda Europa, promoviendo unas teorías y terapias muy controvertidas para liberarnos a través del sexo de todos los males que nos hacían sufrir y enfermaban nuestra alma. Wilhelm Reich quería crear una nueva generación que creciera sin la represión sexual del pasado para evitar repetir exactamente las mismas frustraciones y enfermedades mentales que estaba tratando de combatir, liberando a las personas adultas de sus complejos sexuales.
—Vaya, que interesante, yo no tenía ni idea de esas cosas, jaja, —dijo sorprendida, mi amiga.
—Ya lo decía Freud también, que Los niños eran sexualmente activos, que tenían un conocimiento y un anhelo de satisfacción sexual, por lo que los niños podían tener sexo con otros niños o con adultos ya que el sexo es una de las cosas más importantes en la vida y solo puede ser bueno cuando se aprende de una manera amorosa. Consideraba que la sexualidad de las niñas había sido anulada y secuestrada y que había que devolvérsela porque era legítimamente suya. Todas estas teorías las siguió Wilhelm Reich, y a causa de todo ello, fue muy perseguido por todas las ideologías, su obra fue destruida y él acabó muriendo en la cárcel —nos aclaraba Hans.
—¿Tan terribles eran esas ideas?
—Depende como se miren. Si os interesa podéis informaros sobre su vida y su obra en internet. A pesar de ser tan denostado y desprestigiado, sus teorías siguen vigentes y siguen teniendo sus seguidores. Defendió la teoría de la LIBIDO, o energía sexual, como fuente del desarrollo vital; la idea de que el niño nace con sexualidad; siendo la neurosis como disturbio fruto de la represión sexual en las distintas fases infantiles. Creó centros de higiene sexual donde se informaba sobre los anticonceptivos, el aborto, etc., reivindicando la libre sexualidad del niño y del adolescente, y reclamando el apoyo social para esto.
—Pero en su época no tuvo mucho, ¿no?
—Había intereses muy fuertes para acabar con toda esta filosofía y durante todos estos años no han parado hasta conseguir que se prohíban todas esas revistas y libros de las que hablamos, por lo que tenemos que ser más discretos con estos temas, pero todavía quedan lugares más tolerantes, como éste, donde se puede vivir un poco de esta forma. Por eso nos gusta venir aquí.
—¿Conocéis a más familias como vosotros aquí?
—Sí, a varias, a otros alemanes, unos holandeses, franceses y otros de Bélgica, que son en realidad un belga casado con una española también, que tienen dos niñas y un niño.
—¡Ah!, qué bueno. Deben de ser una gente muy interesante.
—Sí, son muy agradables todos y amantes de la libertad. A veces nos reunimos con ellos. Si queréis os los podemos presentar.
—Estupendo, nos encantaría.
Mientras hablábamos, el marido de Erika, que no sabía mucho español y estaba más callado, tenía sentada en sus piernas a su hija pequeña, que se revolvía sobre él buscando acomodo, seguramente porque sentía la polla de su padre empalmada presionando su culito, pero escuchando atentamente la conversación que estábamos teniendo los mayores.
Era una sensación un poco extraña estar hablando de cosas tan serias en ese entorno, porque os aclaro que en todo momento, estábamos desnudos todos, lo que añadía cierto morbo a la situación también ya que observábamos perfectamente las erecciones de los hombres reaccionando de forma natural a los estímulos que iban recibiendo, pero sin que tampoco trataran de ocultarlo, como el amigo de ellos, que intentaba convencer a alguna de nuestras hijas para que se sentaran encima de él también, consiguiéndolo con Mónica, con la que estuvo un rato charlando mientras la iba acariciando por todos lados sin ningún disimulo tampoco, haciéndole bromas sobre lo duras que tenía las tetas, mientras se las sobaba a dos manos.
Yo creo que Mónica realmente se estaba poniendo caliente con él, porque le metía la mano por su coño masajeándolo y cuando quiso que ella le agarrara la polla también, lo hizo por un momento, pero debió de sentirse un poco incómoda al estar todos mirando y se levantó marchándose con los demás, dejándole a él un poco frustrado y diciéndonos a nosotros:
—Para los que ya tenemos una edad, es una delicia poder disfrutar de una nena como estas, nos devuelven a la juventud. Yo también viví algo de esa época de la que estáis hablando y no era realmente consciente del privilegio que tenía. Era joven y creía que el follar con quien quisiera era algo natural. Me follé a un montón de chavalitas como las vuestras, pero no le daba el valor que les doy ahora. Para mí, en estos momentos, tener a una cría de estas encima de mí metiéndoles la polla en el coñito, es el mejor regalo que me puede hacer la vida a estas alturas. Marcos ya se va acercando a mi edad y ya lo está viendo por sí mismo.
—Sí, es muy cierto, es algo maravilloso.
Yo estaba muy interesada en esa conversación que estábamos teniendo y le pedí a Erika que nos hablara más de cómo eran esos Clubs y lo que hacían allí:
—Pues veréis. Por ejemplo, seguramente habréis visto fotos en internet de niñas desnudas desfilando con unos números. Esas fotos están sacadas de esos Clubs donde se hacían esos concursos, como al que iba yo y en los que participaba también y hasta gané una vez, jaja.
—Tendrías que haber ganado más veces, porque tú debías de ser muy guapa a esa edad.
—Bueno, ya sabéis como son esas cosas. La gente votaba, a veces a la más simpática, la que más tonterías hacía, o la que bailaba mejor. Éramos niñas, algunas más mayores, que tenían más tetas y otras más pequeñas, pero muy graciosas.
—Debieron de ser unos años muy divertidos.
—Sí, algunos dicen que fueron los mejores años de la Historia. Yo tengo muy buen recuerdo de todo eso. Se hacían juegos de todo tipo y la gente era muy sana y natural. Se celebraban también los cumpleaños de los críos, como el que vamos a celebrar hoy con Tom, en los que había la tradición de que cuando cumplían 14 años, empezara a follar a su madre o cualquier otra mujer que se prestara a ello.
—Qué bueno. ¿Vais a hacer eso aquí?
—Sí, bueno, Tom ya ha follado conmigo, claro, pero se hacía como algo simbólico de acceso a una edad más adulta.
—Y en esa época pasaría igual, ¿no?, que se los empezaban a follar antes.
—A muchos sí, pero otros era la primera que lo hacían en esas celebraciones y era súper morboso verlo.
—Ya me imagino…..
—Bueno, basta ya de charla. Será mejor que empecemos ya. A ver, niños, acercaros, vamos a celebrar el cumpleaños de Tom. Ya habéis estado comiendo los dulces y la tarta y ahora Tom va a dar un paso más para hacerse mayor.
—¿Qué va a hacer? —preguntó mi hija.
—Va a follarme.
Las niñas nos miraron sorprendidas a Mary y a mí, ya que ellas ya sabían que en esa familia lo hacían todos entre todos, diciendo Mónica:
—Si eso ya lo hace muchas veces, me lo dijo él.
—Sí, bueno, niñas, es sólo un juego, es para celebrar su cumpleaños.
Erika se sentó en el sofá con las piernas abiertas, poniendo los pies sobre el asiento para dejar su coño totalmente depilado, expuesto a todos nosotros y abierto a la altura de la polla de Tom, ofreciéndoselo a su hijo que ya estaba todo empalmado colocándose entre las piernas de su madre que le sujetó por el culo para ayudarle a que empezara a follarla al ritmo que ella le iba marcando.
La polla de Tom era ya de un buen tamaño, por lo que pronto su madre empezó a sentir el placer de la penetración, empezando a gemir cada vez más fuerte y más acelerada, recostándose en el sofá para que su hijo empleara toda su fuerza para follarla lo más profundamente posible, por lo que al poco rato, tras unos gemidos de Tom, le dijo:
—¡Ay!, cariño, ya te has corrido dentro de mamá. Que rico, pero has durado poco esta vez.
—Es que hay mucha gente mirando —se disculpó Tom con su madre, provocando las risas de todos.
Aprovechando la excitación de la escena, Hans volvió a acercarse a Mónica, de la que se había quedado con ganas de más y volvió a sentarla encima de él besándola y abrazándola para que su polla se rozara con el coño de la cría, al tener las piernas abiertas. Se le veía muy excitado y agarrando del culo a Mónica, hizo que su polla empezara a entrar en su coño, que ofrecía un poco de resistencia al principio, ya que Hans estaba bien dotado, pero hábilmente, debido a su experiencia, de un golpe seco la penetró totalmente provocando las quejas de ella, que enseguida se apagaron transformándose en gemidos de placer.
Mary y yo acabamos rodeadas por los hijos de Erika, mientras Roy y Marcos empezaban a jugar con Lorena y Clara, apuntándose su hija pequeña también a la que enseguida Marcos acaparó, ya que le gustaban especialmente de esa edad, acabando aquello en una orgía múltiple que entre los gemidos y gritos de unos y otros acabaron por aislarnos de nuestro alrededor, centrándonos solo en disfrutar dando y obteniendo placer.
Mientras el hijo mayor de Erika me follaba, vi como Roy dejaba que Marcos se la metiera por el culo a su hija pequeña mientras él le chupaba el coñito y Hans, después de haber follado por el coño a Mónica, no quiso desaprovechar tampoco su culito corriéndose finalmente dentro de él.
Terminado el cumpleaños de Tom, con esta fiesta orgiástica, nos fuimos a casa, Erika nos dijo que al día siguiente nos llevarían a conocer a sus amigos y que iríamos al apartamento de los holandeses, donde estarían también Carol, la española junto a su marido belga y sus hijos.
Durante la noche, antes de irnos a dormir, noté a Mary un poco preocupada y le pregunté que le pasaba:
—Es que estos días que llevamos aquí han cambiado nuestra vida. Me siento un poco confundida, porque a veces pienso si es verdad todo esto que nos está pasando o lo estoy soñando.
—Pues bueno, yo puedo decirte que está pasando en realidad y yo creo que nunca llegué a soñar que me llegara a pasar algo así.
—Es que me preocupan mis hijas. Estoy permitiendo que follen con todo el mundo y no sé qué van a pensar cuando volvamos a casa, como se van a comportar, que va a pasar con su padre……
—Pero tú ves a las nenas que están disfrutando, ¿no? ¿O las ves quejarse de algo?
—No, las veo muy felices y entusiasmadas, solo se quejan un poco cuando se la meten por el culito, jaja.
—Pues no pienses en nada más. Cuando volváis a casa, y vayan a ver a su padre, seguirán follando con él también y no sé si se sorprenderá de que Clarita ya no sea virgen, pero no creo que le importe mucho si se la puede seguir follando él.
—Puede que tengas razón. Es que yo no estoy educada en la mentalidad de toda esta gente y me cuesta un poco adaptarme a su forma de ver la vida.
—Sí, la verdad es que son alucinantes todas esas cosas que nos contaron. A veces haces las cosas porque te gusta o porque te sientes bien así y no te paras a pensar todo lo que hay detrás, toda una filosofía de vida natural que en realidad llevamos dentro de nosotros desde siempre. Una forma de vida en libertad que no gusta a los que tienen el Poder por alguna razón, porque siempre tratan de perseguirla, reprimirla y destruirla, quizás porque el sexo es lo que te hace libre y los que mandan siempre son enemigos de la libertad.
—Puede que sea así, pero nosotras solas no vamos a arreglar el mundo, así que mejor no pensar en ello y disfrutemos de estos momentos que nos ha regalado la vida.
—Todos podemos hacer algo, todos dentro de nuestra capacidad, podemos influir para que cambien las cosas. Cuantas más familias haya como nosotros, como la familia de Erika, y todos sus amigos, más fuerza tendremos para que nos respeten y para cambiar la mentalidad de todos los que nos rodean.
Después de tanta charla, Mary y o nos quedamos dormidas en la habitación, mientras Marcos dormía con las niñas en el salón, aunque creo que no durmieron mucho por las risas, gemidos y ruido que estuvimos escuchando hasta bastante tarde.
Al día siguiente, Erika nos llevó al apartamento de sus amigos holandeses, Frank y Maggie, a los que nos presentó, al igual que a Carol y su marido con sus hijos.
Nosotras estábamos un poco abrumadas entre toda esta gente extranjera, con la que nos costaba comunicarnos, sintiéndonos un poco fuera de lugar, pero su amabilidad y simpatía hizo que nos fuéramos sintiendo más cómodas y relajadas con su conversación, comprobando que eran todos tan abiertos como Erika, contando unas anécdotas muy divertidas, como la que contó Carol sobre la primera vez que fue el novio de su hija mayor a dormir con ella a casa:
—El crío estaba un poco cortado, pero no hacía más que mirarme las tetas. Yo creo que le gustaba yo más que mi hija, jaja.
Diciendo su marido:
—Es normal, si el pobre tenía 13 años y nuestra hija recién los 12, y apenas tenía tetas todavía, así que al chaval se le iban los ojos, claro.
Preguntando Mary:
—¿Y ya la dejabais a vuestra hija llevarse al novio a dormir?
—Sí, claro, allí es normal, casi todas las familias lo permiten. Forma parte de la educación sexual que se enseña allí. El caso es que después me pasé por su habitación para ver cómo iba la cosa y vi a mi hija con la cabeza entre sus piernas chupándole la polla, pero al chico, no sé si por los nervios o qué, no se le ponía dura del todo, diciéndomelo mi hija un poco decepcionada. Yo la dije que me dejara a mí hacérselo a ver si lo conseguía, y vaya si lo conseguí, jaja. Con cuatro lametones se le puso dura como un palo y no la tenía nada mal el chaval, así que estuve disfrutándola un rato en mi boca hasta que mi hija me pidió que la dejara a ella chupar un poco, haciéndoselo con muchas ganas, por lo que le dije que antes de que se corriera, se la metiera por el coñito para gozarla un poco por ahí.
—Menuda profesora tan buena tenían contigo, jaja.
—Sí, la labor de las madres es enseñar a nuestros hijos, en eso igual que en otros factores de la vida. El sexo es algo normal y no hay por qué esconderlo.
—Qué maravilla, me encanta como vivís y vuestra forma de pensar.
—Mi hija ya había follado con su padre, así que estaba acostumbrada a tener una polla dentro, pero ella en cuanto se la meten empieza a gemir como loca, así que el crio no aguantó mucho sin correrse. Cuando ella se quitó de encima, estuvimos las dos compartiendo el semen que todavía le seguía saliendo. Estaba muy rico, jaja.
—Qué pasada. Poder compartir el novio de nuestras hijas. Me encantaría, jaja —nos dijo Mary, entusiasmada.
Los holandeses también contaron cuando su hijo llevó a su novia a casa, diciéndonos Maggie:
—Estaba más nervioso el padre que nuestro hijo. Era una niña muy guapa y mi marido se la comía con los ojos.
—Es que la cría estaba muy rica. Menudas tetas que tenía para su edad. Era una niña mulata de padres brasileños, con unas curvas que me tenían loco —nos confirmó su marido.
—Y tanto, que no te pudiste aguantar sin follarla.
—Pero primero dejé que se lo hiciera mi hijo. Lo que pasa es que ella estaba acostumbrada a follar con mayores y le supo a poco, así que tuve que intervenir yo, jaja.
—Sí, anda, que estabas que no te aguantabas.
Interviniendo Marcos:
—Menudas historias. Qué pena no ser yo holandés, jaja.
En ese momento llamaron a la puerta, yendo Maggie a abrir y saludando al que llegaba:
—Hola, Eduard. ¿Vienes a estar con Criss?
—Sí, ¿está en casa?
—Está en su habitación.
Pasaron los dos, saludándonos Eduard mientras Maggie abría la puerta de la habitación de su hija, a la que vimos desnuda, recostada en la cama con las piernas flexionadas y separadas, ofreciéndonos la visión de su rajita con unos finos vellos en la parte superior.
Eduard entró y cerró la puerta, por lo que nos quedamos un poco perplejas Mary y yo, con ganas de preguntar por qué ese hombre había entrado en la habitación de la hija pequeña de Maggie, pero ella, al ver nuestras caras, ya se adelantó a aclarárnoslo:
—Es un amigo que la conoce desde siempre.
—Pero es mucho mayor que ella, ¿viene a follarla?
—Bueno, viene a pasar un rato con ella y normalmente si, acaban follando.
—Pero Criss es muy jovencita todavía. ¿Desde cuándo se lo hace? —preguntó Marcos.
—Desde que se la llevó de vacaciones una vez, cuando ella tenía …… —diciéndole la edad al oído y lo que le hacía……
—¡Madre mía!, ¿y la niña se dejaba…..? —contestándole afirmativamente Maggie—, ¡buuffff!, qué suerte tienen algunos….. Y yo que tenía miedo hacerle daño a Clarita….. —nos decía Marcos sin poder creérselo.
Al poco rato ya empezaron a oírse gemidos en la habitación de Criss, mirándonos todos expectantes, diciéndonos su madre:
—Ya se la está follando…….¿la oís como disfruta?
Añadiendo Mary, siempre preocupada por su conciencia:
—Pero Criss quiere follar con él, ¿no?
—Claro, si no quisiera, no lo permitiría y no le dejaría solo con ella.
Interviniendo también Carol:
—No es tan raro eso. Mi marido también tiene un amigo que a veces viene a casa a dormir con nuestra hija pequeña o se la lleva él a su casa. Todo empezó porque se separó de su mujer y lo tuvimos unos días en nuestra casa, que como es pequeña, solo podía dormir en la habitación de las niñas, juntándolas a ellas en una de las camas, y al día siguiente por la mañana, nos encontramos que habían juntado las dos camas y estaban los tres juntos, así que ya os podéis imaginar lo que pasó esa noche.
—Ya me gustaría a mí tener amigos como vosotros, que me dejaran follar a sus hijas….
—¡Anda!, que tú no te puedes quejar, con todos los que pasan por tu casa de la playa —le dijo Mary—, no sé si un poco celosa de que le gustaran tanto las crías.
—Pero no es lo mismo que si yo ,siempre que quisiera follar, viniera a esta casa, por ejemplo a meterme en la habitación con Criss….
—No, desde luego.
Oyendo los gemidos de Criss, el ambiente se fue caldeando, notándose en las pollas de los hombres, que se las acariciaban mirando a las niñas, quizás pensando a quien les apetecía follarse, por lo que Maggie llamó a su hija mayor para decirla:
—Anda, anímate. ¿Cuál te apetece para chupártela?
Hana, que así se llamaba, no lo dudó mucho y se acercó a Marcos, que para mí era también el que más rica la tenía, y se arrodilló ante él para metérsela en la boca, continuando las demás detrás de ella a ponerse con los demás hombres, mientras los chicos se acercaron a nosotras para darnos también nuestro biberón, y por momentos creímos volvernos locas al estar rodeadas de tantas pollas a nuestra disposición, dejando que nos follaran y probando con los chicos más jovencitos a tener sus dos pollitas a la vez en nuestra boca, una sensación única que nunca había probado.
Después de un rato, el ambiente se volvió enloquecido, entre tantos gemidos y exclamaciones de placer. Las mujeres pudimos disfrutar de los chavales hasta dejarlos secos, mientras los hombres se vaciaban también en todos los orificios de las niñas y en medio de todo esto, Eduard y Criss salieron de la habitación y un poco sorprendidos, se sumaron también a la fiesta.
Pasados esos días como si hubiéramos estado en otro mundo, cuando tuvimos que volver a casa nos costó adaptarnos a la realidad. Nuestra vida era bastante distinta a la que habíamos vivido allí, porque nosotros tan solo en la intimidad de nuestra casa, podíamos permitirnos disfrutar de la forma en que lo habíamos hecho allí.
Aunque por supuesto, nuestras reuniones con Mary y sus hijas se hicieron más habituales, una vez que me atreví a contarle a mi marido todo lo que habíamos vivido en ese lugar, porque me era imposible seguir viviendo con él con ese secreto, pero a él le encantó todo eso, y lo único que hizo fue lamentarse por habérselo perdido, pero en el futuro tuvimos oportunidad de volver a la casa de Marcos, esta vez con mi marido, que también pudo disfrutar de todo lo que le había contado.
Espectacular historia.
De estas historias, seguro que hay muchas.