VACASIONES EN CHIAPAS
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Todo comenzó hace 5 años, mi madre tenía 36 años en aquel tiempo, yo 13 años. La relación entre mi padre y mi madre no andaba nada bien, por lo cual mi madre decidió tomarse unas vacaciones, a las cuales me invito.
Viajamos un lunes a Tuxtla, pasaron los días normalmente hasta que sucedió.
Era un sábado por la noche y mi madre no soporto mas, comenzó a platicarme la situación; mi padre la engañaba desde varios anos atrás, por lo cual llevan una relación muy mala.
Hijo necesito platicar contigo, dime mami; no sé si sepas que tu padre y yo no tenemos una buena relación y la verdad no creo que puedas seguir casados. Pero por qué mami, tu padre hace tiempo que me engaña con muchas mujeres, prostitutas, amantes. Nuestra relación jamás estuvo peor (llorando)
Pero mama no debes de dejarte caer, tu eres una mujer muy bella, para tu edad podrías rehacer tu vida con cualquier otra persona que deberás te quiera; deberás lo crees; claro que sí, ya no llores por alguien que no te merece. Paso la noche.
Al otro día salimos hacer un recorrido al cañón del sumidero, pasamos un grandioso día, terminamos muy cansados y regresamos al hotel a descansar. Al llegar nos recostamos en la cama y nos quedamos dormidos, cuando despertamos ya eran como las 11 de la noche, mi madre encendió la televisión y en ella una de esas películas mexicanas donde salían infinidad de mujeres desnudas, para mi edad fue muy difícil contener una erección, a la cual mi madre se percato de mi excitación. Apago la televisión y me pregunto si mi padre había hablado de sexo alguna vez, a lo cual le respondí que si, me empezó a cuestionar, ¿tienes novia?, ¿has tenido relaciones?, ¿te masturbas?, a lo que respondí que no, ella empezó a contarme muchas cosas sobre el sexo que por ese momento no comprendía; en calor de la charla empecé a preguntarle ¿hace cuanto que no tienes relaciones con mi padre? Hace 2 años me respondió, le conteste y por qué no tienes sexo con cualquier otro hombre, ella respondió ¿con quién?, porque no con mi, como crees y ya vete a bañar para que descanses.
Me fui a dar un baño, ya en la ducha cuando me encontraba todo enjabonado, escuche que la puerta se abría, no me di cuenta pero mi madre se metió conmigo a la regadera, me enjuague y observe como el agua recorría el cuerpo de mi madre, cada gota que recorría sus pechos, como mojaba sus bellos, de inmediato mi pene se puso erecto, mi madre se dio cuenta y enseguida me dijo, tranquilo no ha pasado nada aun; sal, espérame ahorita voy.
Salí muy apenado, me seque, me puse mi trusa y me metí a la cama, quería dormirme, pero no podía, las imágenes las tenía en mi mente y no podía sacarlas de mi mente, no escuche cuando mi madre salió del baño, encendió la luz y rápidamente voltee a verla.
Solo traía puesta una muy pequeña tanga traslucida, la cual no escondía sus bellos que se escapaba de tan maravillosa prenda.Ahora si te voy a tomar la palabra, si sabes que esta tanga solo la uso cundo voy a tener sexo y la verdad ya tenía muchas ganas de usar. Yo me quede pasmado.
Se recostó a mi lado y me susurro. Tranquilo, todo lo que te platique lo descubrirás y disfrutaras.
Arrojo hacia abajo aquella sábana blanca que me cubría, noto que estaba muy nervioso, y muy lentamente comenzó a recorrer con sus labios mi pecho, dando muy suaves y sutiles besos, comenzó a subir hasta llegar a mi mejilla, subió a mi oreja y comenzó a bajar a mi boca donde comenzó a besarme apasionadamente.
Se detuvo un momento y me dijo no sabes besar verdad, y se un movimiento de negación, ella enseguida empezó a besarme delicadamente, tomo una de mis manos y la comenzó a llevar hacia su nalga, lentamente la otra la llevo a la otra nalga, para ese momento mi pene se encontraba erecto, sin previo aviso metió su lengua en mi boca y comenzó a moverla por toda mi boca, a lo cual respondí de la misma forma.
Mis manos se movía de arriba hacia abajo tocando sus nalgas firmes, metiendo de vez en cuando mi mano debajo de aquella tanga, de pronto comenzó a subir su cuerpo, hasta que puso sus pechos a la altura de mi boca, y me dijo por favor hijo tócamelas, apriétamelas, estrujármelas, lamelas, mis manos se dirigieron a sus pequeñas tetas , sentía un inmenso placer al hacer aquella acción, sin darme cuenta una de sus tetas llego a mi boca y comencé a lamerla, luego a darle ligeros mordiscos y después intentaba comerme sus dos senos de un jalón.
En un instante empezó a bajar por mi cuerpo dándome pequeños besos, hasta que llego a la altura del vello púbico, que para ese entonces era muy poco; me empezó a lamer todo mi paquetito sin siquiera quitarme el calzón, me lamia y acariciaba mi pene y mis testículos; de pronto don sus dos manos comenzó a bajar muy lentamente mi trusa hasta dejar al descubierto mi paquetito, Recuerdas lo que te dije del sexo oral, a llegado tu momento, comenzó a lamer mi pene y testículos, de pronto tomo mi pequeño pene y se lo trago todo, me lo empezó a lamer lentamente, después rápidamente, cada cierto tiempo tomaba uno de mis testículos y se lo llevaba a la boca hasta que de pronto comencé a sentir como un calambre seguido de un delicioso sentimiento de placer, me avía venido en la boca de mi mama.
Ella se trago mi semen y se recostó, me dijo levántate por ahora tu me vas a hacer lo mismo, me puso sobre ella y comencé a besarla, mis manos tocaban todo su cuerpo, sus pechos, su vagina, para ese entonces mi erección ya había llegado a su máximo de nuevo, me dirigí a la parte inferior de su cuerpo y ahí estaba su hermosa tanga que para ese entonces ya se encontraba mojada. Con mis dos manos comencé a quitársela quedando al descubierto una marrana de pelos que ocultaban su vagina. Ella me dijo; hijo abre los labios y empieza a lamerme, a tocar, lo hice, ella lanzaba ligeros quejidos que con sus movimientos me excitaban cada vez más.
Hijo para, ahora quiero que me penetres, para que culminemos, subí hasta la altura en que mi pene pudo estar a distancia de su vagina, abrí sus piernas y intente meter mi pene, lo logre y empezamos a coger, ella movía sus caderas y yo hacía movimientos de atrás a delante, seguimos.
Mi madre se voltio y se puso de caballito, yo intente darle por atrás, pero debido que mi pene era un poco pequeño me costó un poco de trabajo, mi mama se dio cuenta y de inmediato me recostó y me comenzó a cabalgar, ella me decía que me moviera, ella movía sus caderas provocando sensaciones muy ricas en mi, ella estaba muy mojada, mi pene entraba con suma facilidad, le dije que estaba punto de venirme, ella de inmediato se dio vuelta y yo quede encima de ella, penetrándola cada vez más rápido hasta que llegamos al clímax, terminando en una fusión perfecta, me vine vaciando todo mi semen dentro de ella, ella solo susurro como aliviada y yo disfrutando de los placeres del sexo con mi madre.
Esa noche lo isimos otra vez, en la mañana, en la ducha, toda la otra semana, hasta que las vacaciones llegaron a su final. Pero nuestra relación continúo algunos años más en casa. Pero eso será para otra ocasión.
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