Viaje en el tiempo 4
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Pasaron las semanas. Mi mamá consiguió unas revistas sobre el sexo y videos pornográficos. Mi mamá me enseñó las partes eróticas de su cuerpo, según me dijo porque estuvo explorando y conociendo su cuerpo por años. Pero sin descuidar mis estudios para que en un futuro pudiera crear la máquina.
Me hizo sentarme en una silla y ver como se masturba:
– Ahh!! Sí, mmm… Ven aquí, hijo mío. Mira tu puta mamá como se mete sus dedos… ohhh
– Woww!! ¡Qué espectáculo increíble! ¡Mami está en candela ¡uyyy!
– Ahh! Sí, mmm… ¡Ven aquí hijo mira a tu puta mamá! ¡Ven a follarme, hijo!
Me acerqué a ella. Recorrí su cuerpo desde la punta de sus dedos hasta sus orejas, centrándome en sus rodillas, estómago, orejas; dejando al final sus pezones y vulva.
– Ahhhh!!! Me corrooo, me corrooooo!!! Ohh!!
Mi mamá no quiso contestarme quién o dónde aprendió a convertirse en la diosa sexual que tenía frente a mí.
Había cambiado su look, se cortó el cabello hasta la altura de su nuca y se colocó lentes, así como unos tatuajes. Parecía más libre de expresar su sexualidad.
– Mamá, ¿qué te pasa? Nunca te había visto así.
– ¡Ay, hijo! Te necesito como hombre. Ven, bésame, (mientras juntábamos los labios) bésame amor.
Luego se agachó y empezó a mamármela.
– ¡Déjame hacer, hijo, y disfruta!
– Mmmmm… ¡Oh, mami! ¡Qué locura!
– Mmmm… Verás que puta gmmm… sabe ser tu mamá… mmm.
– Mmmm hijo… (Mientras se chupaba los dedos)
Al pasar dos meses dijo que me iba a dar una sorpresa, iríamos a la playa pero la sorpresa es que llevaría a alguien. Fue cuando de un cuarto salió Lorena, la versión joven de mi mamá. Para Lorena había pasado casi un año desde que nos fuimos.
Nos abrazamos y los tres fuimos al cuarto, mi mamá se sentó en una silla y nos dijo:
– Mamá: Muéstrenme qué saben hacer.
Abracé desde atrás a Lorena, besé su cuello y le fui quitando las prendas una por una. Lorena se dejaba hacer y caía en el extasis con cada caricia. Mi pene entró en erección y me desabroché el pantalón el cual cayó por gravedad. Estuve sobando mi verga un rato en su cuerpo mientras que con que mis manos sobaba sus tetas, enfocándome en sus pezones, poniéndose erectos. Mi mamá se desnudó y se masturbó mientras nos miraba.
Tiré suavemente a Lorena en la cama de espaldas, separé ligeramente sus piernas y se lo clavé despacio. Luego cambié de pose con ella, la coloqué de frente con las piernas abiertas colocando sus pies en mis hombros haciendo unas cogidas rítmicas y algo violentas. El olor del cuarto era de sudor, fluidos, sexo y los gemidos de todos llenaban la habitación.
Luego nos dormimos. Al despertar mi mamá dijo:
– ¡Muy bien! Ahora vamos a comer y reponer energías para mostrarte (dirigiéndose a Lorena) cómo se hace.
Luego de comer. Ambas se desnudaron. Mi mamá empezó a besarla.
– ¡No! ¡No soy lesbiana! – dijo Lorena.
– ¡Relájate! Te enseñaré a conocer tu cuerpo.
Se colocaron de cuclillas y mi mamá empezó a pasarle los dedos en el coño, mientras que con la otra mano le colocaba en puntos sensibles: en el nacimiento de sus tetas, en su clavícula, arriba de sus rodillas, etc. Luego la puso en cuatro patas y lamió su coño y ano. Para luego colocarla en la posición del 69 haciendo que Lorena lama el coño de mi madre. Al estar en éxtasis ambas, mi mamá la colocó en la posición de tijeras diciéndole que muevas sus caderas para dar más placer, haciendo que sus clítoris y vaginas se froten entre sí Hasta que se corrieron.
Luego mi mamá me llamó a que viese. Me hizo echarme boca arriba.
Primero ella hizo que Lorena me monte, mientras mi mamá se encontraba chupando desde mis huevos hasta el tronco de mi glande.
Pasados unos minutos ordenó a Lorena cambiar de posición y hacer lo que ella hacía mientras mi madre me montaba.
Cuando anuncié que me iba a correr salió rápidamente, empujó a Lorena y empezó a chuparme la poya. Cuando me corrí trató de mantener la mayor cantidad de leche en su boca hasta agarró a Lorena de los cachetes y luego besó sus labios dándole a probar mi semen.
– Mamá: Sé que es la primera vez que pruebas esto. ¿No te parece delicioso?
– Lorena: Uhhmmmmmm!!! ¡Sí! ¡deliciosooo!
– Mamá: Tu próxima lección es aprender a mamar.
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