Visita a mi mejor amigo termina en trío con su hermana menor
Pensaba que los cuentos de mi mejor amigo eran mentira, hasta que lo comprobé yo mismo.
Cuando tenía unos 14 años estaba aún en secundaria, tenía un mejor amigo llamado Eduardo que tenía 15 años. Siempre estábamos juntos en la escuela y algunas veces al salir de clases yo iba a su casa y me quedaba durmiendo allá. Éramos los típicos pajilleros, pasábamos gran parte del día hablando de sexo, y Edu siempre contaba historias que supuestamente le habían pasado a él pero yo casi nunca las creía, ya que se me hacía difícil creer que con 15 años tuviera tantas experiencias con exnovias o incluso con mujeres de su familia, aunque él aseguraba que eran reales. Había mucha confianza entre nosotros, nos habíamos besado un par de veces sólo por aburrimiento, a veces veíamos porno y nos masturbabamos juntos, otras veces yo lo masturbaba a él y él me masturbaba a mí, pero no llegábamos al punto darnos sexo oral o de cogernos entre nosotros, pero era un indicio de que más adelante ambos nos identificariamos como bisexuales.
Edu tenía una hermana menor llamada Jessica. En ese momento ella tenía 12 años, y era una de las tantas que supuestamente Edu se había cogido. Era una chica hermosa, piel canela, cabello rulo y largo, ojos color miel y un poco rellenita, para mí era la chica perfecta.
Un día al salir de la escuela me fui a casa de Edu. Su mamá nos fue a buscar y nos dejó en su casa mientras ella salía a hacer quién sabe qué, el punto es que volvería ya en la noche. Edu y yo pasamos la tarde jugando en su Playstation 2 y comiendo pizza, mientras Jessica se la pasó en su cuarto. En un punto de la tarde Edu y yo nos aburrimos, y a él se le ocurrió buscar su laptop para ver algo de porno, invitación a la cual obviamente acepté. Fue a su cuarto y volvió con su laptop, la encendió y buscó su página porno favorita. Puso su laptop en una silla frente al sillón donde estábamos sentados uno al lado del otro y eligió un video de la página de inicio, era un trío HMH, donde la mujer estaba siendo penetrada por uno mientras le chupaba la verga al otro. Yo empecé a sobarme sobre el pantalón viendo la escena, pero Edu se estaba bajando el pantalón para masturbarse con libertad. «¿Te vas a masturbar aquí en la sala? ¿Y si sale Jessica?» le pregunté. Edu sonrió y me contestó: «No sería la primera vez que me ve» para luego seguir masturbandose mirando la porno. Dudé unos segundos pero el video sumado a tener a Edu masturbándose a mi lado hicieron que dejara de importarme Jessica, así que me quité mi pantalón y mi ropa interior, también decidí quitarme la camisa, y quedé completamente desnudo para masturbarme con total libertad junto a mi mejor amigo que, al verme, también decidió quitarse su camisa y quedar como Dios lo trajo al mundo.
El video avanzaba, a la mujer le estaban haciendo una doble penetración y yo tenía mi mano derecha en la verga de Edu, mientras él tenía su mano izquierda en la mía, dándonos una rica paja mutuamente. En eso veo a Jessica salir por el pasillo que da hacia los cuartos y detenerse al ver lo que estábamos haciendo en la sala de su casa. Su cara denotaba sorpresa, pero en ningún momento expresaba desagrado. «Ignorenme, sólo voy a la cocina» dijo, pasando frente a nosotros para ir a la cocina, abrir la nevera y servirse un vaso con agua. «Tráeme un poco de agua, por favor» dijo Edu. Me hizo gracia que le pidiera agua en esa situación. Jessica no respondió, pero luego de tomarse su agua llenó nuevamente el vaso y se acercó a Edu para dárselo. Edu lo agarró con su mano derecha y empezó a tomar. Yo veía a Jessica de arriba a abajo, vestía un top blanco y un short negro que dejaba ver la mitad de sus nalgas, lucía su cabello suelto y andaba descalza, en total comodidad. Mientras Edu tomaba su agua, Jessica se sentó a su lado y fijó su mirada a la laptop, viendo la porno con nosotros. «¿Te gusta ver porno?» le pregunté a Jessica. «De vez en cuando» me respondió. Edu termina de tomar su agua y le entrega el vaso a Jessica, quien lo pone en el suelo para luego acomodarse en el sillón y seguir viendo la porno con nosotros.
Yo seguía masturbando a Edu mientras él me seguía masturbando a mí, yo concentrado totalmente en la porno, donde la mujer ahora estaba haciéndole sexo oral a ambos hombres. En un momento noto que otra mano agarra la verga de Edu, y cuando volteo a ver, era la mano de Jessica quien se había animado a pajear a su hermano mayor. Solté la verga de Edu y me quedé viendo cómo su hermana menor lo masturbaba, para luego de unos segundos ambos darse un delicioso beso con lengua. Yo estaba totalmente sorprendido, al parecer todo lo que me contaba Eduardo era cierto, él y su hermana menor cogían y ahora yo estaba ahí con ellos. Después de un momento detienen el beso y Jessica me pregunta: «¿Quieres un beso también?» a lo que obviamente respondí que sí. «Está bien, échate para allá» me dice entre risas. Me separo de Eduardo y Jessica se levanta para sentarse entre ambos, se gira hacia mí y me da un beso apasionado, colocando su mano en mi cara, y a medida que el beso seguía, su mano fue bajando por mi cuello, pasando por mi pecho y terminando en mi verga, generandome un escalofrío cuando la agarró. Detuvo el beso y empezó a masturbarme con su mano izquierda, se giró nuevamente quedando con la vista hacia el frente, y con su mano derecha empezó a masturbar a su hermano. Eduardo acariciaba la pierna de Jessica y luego de unos segundos empezó a quitarle la ropa, empezando por la parte de arriba, dejándola con las tetas al aire. Yo me sentía en el paraíso, Jessica me encantaba desde que la conocí dos años antes, y el incesto me excitaba a más no poder, era mi porno favorito, así que tenerla de frente semi desnuda cometiendo incesto con su hermano mientras me masturba era la gloria. Eduardo se para y se coloca enfrente de Jessica, quedando su verga justo a la altura de su cara, y ella sin dudarlo ni un segundo la metió en su boca y empezó a mamarla. La verga de Edu era gigante, uno o dos centímetros más larga que la mía y mucho más gruesa, la pobre Jessica no podía meterla completa en su pequeña boca. Decidí también levantarme y colocarme enfrente de Jessica, quien empezó a masturbarme y luego de unos segundos cambió para mamarme la verga a mí y masturbar a su hermano, estaba convertida en una pequeña puta.
Mientras Jessica se deleitaba con nuestras vergas, Eduardo y yo nos empezamos a besar, normalmente lo hacíamos sólo por aburrimiento pero esta vez estábamos totalmente excitados y nuestros besos lo demostraban, usábamos lengua y nos mordiamos los labios. Jessica en un momento dejó de mamar y sólo nos masturbaba mientras nos veía besándonos tan apasionadamente, quien sabe qué pasaba por su mente en ese momento. Eduardo se separó de mí y le tendió la mano a Jessica, quien la tomó, para luego levantarse. Edu le quitó su short, dejando ver que no estaba usando panty, por lo que quedó totalmente desnuda igual que nosotros. Luego él se sentó y ella se sentó encima de él, quedando frente a frente, y empezó a meter la verga de su hermano poco a poco dentro de ella, hasta que entró por completo, lo que la hizo soltar un fuerte gemido. Ella empezó a moverse encima de Edu, sus gemidos eran cantos de angeles, pero tenía que callarlos de alguna forma para no molestar a los vecinos, así que me acerqué y metí mi verga en su boca, la cual aceptó y empezó a mamar mientras saltaba sobre Edu. Así pasamos algunos minutos hasta que Edu empezó a decir entre gemidos: «Ya casi acabo, ya casi, bájate» y rápidamente Jessica se arrodilló en el suelo y metió la verga de su hermano en su boca para recibir toda su leche. Eduardo gemía con cada disparo a la boca de su hermanita menor, quien no sacaba su verga de su boca en ningún momento, sino hasta que su hermano quedó totalmente vacío. Al acabar, Jessica se levantó y me besó, compartiendo conmigo el semen de su querido hermano, el cuál recibí con sorpresa, pero sin negarme empecé a tragarlo mientras ella hacía lo mismo. «Ahora tú» me dijo Jessica, quien se colocó de rodillas en el sillón, apoyándose en el espaldar, dejándome apreciar su gran culo.
Me coloqué detrás de ella y empecé a penetrarla poco a poco hasta que mi verga entró en su totalidad dentro de ella. Empecé a moverme y ella empezó a gemir. Edu estaba ahí apreciando todo el espectáculo, con su verga morcillona recién eyaculada. Yo estaba en el cielo, por fin cogiendome a la chica que tanto me encantaba, la escuchaba pidiéndome más duro y me enloquecía y le daba más duro, hasta que ella empezó a gemir fuerte y a tensar su espalda, señal de que estaba teniendo su orgasmo. Yo tampoco estaba lejos de acabar, y se lo hice saber. Saqué mi verga de su vagina pero ella estaba aún recostada del sillón, recuperando fuerzas después de su orgasmo, así que Edu pensó rápido y metió mi verga en su boca y recibió toda mi descarga completa. Me sorprendió ver a mi mejor amigo apurarse a chupar mi verga, y más aún tragarse todo mi semen, pero me encantó.
Los tres quedamos totalmente exhaustos en el sillón. El video porno de la laptop ya había acabado. Jessica se levantó y fue al baño. Eduardo y yo quedamos uno al lado del otro totalmente desnudos, recuperando el aliento. Voltee a verlo, de arriba a abajo, y ví que su verga estaba recostada de su abdomen botando un poco de líquido preseminal. «Bro, mira, te estás manchando», le dije mientras me acercaba a su verga y la metía en mi boca para limpiarla. Él se rió y puso sus manos en mi cabeza y empezó a moverme, yo me dejé hacer, disfrutando de tener su verga en mi boca.
Jessica salió del baño y lanzó la vista hacia nosotros, viendo cómo le hacía una mamada a su hermano. «Deberían parar, mi mamá ya me envió un mensaje diciendo que viene para acá», nos dijo. Así que le hicimos caso: nos detuvimos, apagamos la laptop, agarramos nuestra ropa y nos fuimos a la habitación de Edu a vestirnos.
Esa noche dormí en su cuarto, o bueno, hicimos creer a su mamá que dormimos, pero en realidad pasamos la noche besándonos, masturbandonos y chupandonos las vergas mutuamente. La verdad me hizo feliz haber cruzado esa línea con Eduardo, me encantaba mamar su verga y que se corriera en mi boca, cosa que pasó muchas veces después de esa noche. Nunca llegó a penetrarme ni yo a él, pero no hacía falta.
Luego de salir de la secundaria perdí comunicación con él, aunque nos tenemos agregados en redes sociales pero no somos tan unidos como antes.
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Delicioso relato, me trajo recuerdos de un amigo que tuve y experimente muchas cosas con el.
Delicioso el sabor verdad, en especial si es tu primer semen que tragas