Visita del primo… (2da Parte)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Sabrinamor.
http://www.sexosintabues.com/index.php?module=News&func=display&sid=23588#comment51200
Allí les dejo el enlace a mi primera historia para quienes no la hayan leído.
No podía creer lo que había ocurrido, me había dejado culear por mi propio primo y no hice absolutamente nada, una vez que se fue de mi casa me dedique a cambiar las sabanas, limpiar toda la posible evidencia de lo qu había ocurrido esa noche, en la medida que recogía las cosas no podía evitar recordarlo todo, como debió haber sido para el contemplar mi trasero solo cubierto por una delgada tanga rosada, sus dedos entrando y saliendo de mi ano, tras unos breves instantes ya me volvía a excitar, quería volver a repetir la experiencia.
La siguiente semana seguí por Skype, aunque sin ganas, ya había saboreado experiencias superiores a solo mostrarme por cam, el consolador no me causaba placer en lo absoluto, no se compara en el tamaño al pene de mi primo ni sus salvajes embestidas, en otras palabras, tenía hambre de verga, pero tampoco podía permitir que mis impulsos me dominasen, por lo que dejé estar la idea. Los días pasaban y yo aún seguía sin olvidar esa noche, soñaba con aquel momento, asi que decidí dar otro salto, publicar un anuncio en una página web de contactos, subí algunas fotos, y con toda humildad puedo decir que las respuestas no se hicieron esperar, me llegaban de a cincuenta solicitudes, números telefónicos, pines, fotos de penes, todos bajo el único objetivo de penetrar mi colita.
Pero de entre todos esos mensajes destacó uno, un maduro cuya foto del pene me dejó con más hambre aún, era enorme, cabezón, grueso y brillante, no lo pensé dos veces y contacté con el, en el camino me compré un babdy doll blanco con un hilito azul, llegamos al hotel que habíamos pautado, entré yo primero y me convertí en Sabrina (Mi alias), me desnudé completamente, me bañé, me coloque una crema especial de buen olor en mis piernas y nalgas (Soy muy higiénico), me vestí las medias panties blancas, me coloqué la tanguita azul, el baby doll, y una peluca de cabello color castaño muy larga.
Me acosté en la cama y me cubrí con la sabana esperando por el, escuché la puerta abrirse tras de mi y sentí como me retiraban la sabana "Waaaaoooo" fue lo que escuché, allí comenzó a pasar sus verrugosas manos sobre mis glúteos mientras se desabrochaba el pantalón, se quitó la camisa revelando una panza velluda y grande, allí se desnudó totalmente, pensé que se bañaría antes pero el viejo asqueroso se acostó en la cama, me tomó de los hombros y me puse en cuatro patas en la cama, supe lo que quería, así que me subí sobre haciendo un 69, contempló mi trasero en todo su esplendor y yo su enorme verga la cual ya tenía entre mis manos, primero comencé a recorrerla con mi lengua, tenía un sabor a sudor y orines, pero no me importó, ya tenía la excitación dominándome, una vez que llegué hasta la cabeza la metí en mi boca y lo que no cabía lo tomé con mi mano moviendo la cabeza hacia detrás y adelante, el mientras me sobaba las nalgas y pasaba su lengua por los alrededores de mi ano,
De vez en cuando separaba mis nalgas con sus dedos pulgares revelando el hilito azul que era su único obstáculo, no tardó en apartarlo y comenzar a chuparme, mejor dicho, comerse mi culo, movía su cara mientras metía su lengua endurecida, no podía creerlo me estaba penetrando con su lengua y yo seguía chupando desesperadamente, era la verga más grande que había visto y tenía que aprovecharla, trataba de meterla toda en mi boca pero me daban arcadas asi que seguía chupando mientras meneaba mi trasero, ya que estaba metiendo sus dedos en mi agujerito, me daba repetidas nalgadas masajeando mi trasero.
De pronto se detuvo y me bajó, me puso en cuatro patas, pero tomo mis muñecas y las cruzó por detrás de mi espalda, lo cual hizo que empinara más mi trasero, me separó las piernas y volvió a meter su cara en mi trasero "Quiero seguirte gozando" me dijo mientras seguía besando, lamiendo, chupando y mordiendo mi trasero, se detuvo por breves momentos y sacó el condón, allí supe que no había vuelta atrás, sin importar lo grande que fuera tenía que aguantar, yo lo había querido y allí lo tenía, colocó la punta de su verga en la entrada de mi culito y despacio comenzó a penetrarme, cada movimiento hacia dentro era una tortura, comencé a gemir como una nena, y fue un gran error, pues eso lo excitó más y le hizo volverse loco, cuando tenía la mitad de su pene adentro terminó de meterlo todo de golpe, di un desgarrador grito que no pude contener, traté de moverme pero me tenía tomado de las muñecas, le pedí que por favor lo sacara que no podía con él, pero mis suplicas solo le volvían más loco, cuando apretaba mi culo para tratar de que no entrara más solo le daba más placer, estaba siendo prácticamente violado, pero tras varias embestidas el dolor se fue y la puta se despertó,
Los gritos se volvieron gemidos, y los intentos de zafarme ya eran movimientos rítmicos, así estuvo por diez minutos, pensé que iba a eyacular, pero no, solo se acostó boca arriba en la cama y me hizo acostar sobre el frente a frente, me besaba en los labios, el cuello, los pechos, me volvió a abrir de piernas apartando la tanguita y allí comenzó a taladrarme de nuevo, aunque en esa posición no dolía tanto, pasó su lengua por mi cara y yo hice lo mismo, estaba ya fuera de control, me separé de su cara y me senté en su verga dando pequeños saltos mientras él me tomaba por las caderas.
Se levantó ligeramente y me dio un ligero empujón sacándomelo, me tomo de los hombros y puso mi rostro frente a su verga y se quitó el condón gritando "Tengo toda la leche en la cabeza del guevo", a continuación abrí mi boca e introdujo su miembro en ella recibiendo toda esa descarga de semen, estaba tan caliente que me lo tragué todo, incluso cuando ya estaba nuevamente flácida seguía lamiendo de esa enorme verga que me había torturado.
Salimos del hotel cada quien por su lado, me coloqué la ropa sobre las prendas de nena y regresé a mi casa, guardé la peluca en mi bolso y regresé a mi casa, entré a mi habitación y me quité la ropa dejándome solo las prendas de nenita "Hola Sabrinita" rápidamente traté de cubrirme con la toalla inútilmente, mi primo estaba escondido debajo de mi cama con una cámara grabándome, me quedé sin palabras, no encontraba que hacer, el caminaba alrededor mío sonriendo "Quiero que te pongas lo más sexy que tengas, y te espero en la sala, no te preocupes que no hay nadie en casa", no me quedó más opción que escucharle, salió de la habitación tras darme una ligera nalgada, rápidamente me bañé, me coloque unas panties de mallas rojas, un cachetero rosado y un baby doll rojo
Me coloqué mi peluca y salí hacia la sala, allí estaba, vestida como una zorra, debía verme genial porque mi primo sonrió y noté un bulto en su short, el estaba sentado en la mesa con una botella de vino y dos copas "siéntate" me dijo mientras las llenaba, "Brindemos por nuestra nueva relación" cuando traté de explicarle no me dejó, me calló con un beso en la boca, metió su lengua y yo le correspondí, se quitó revelando su miembro y yo muy gustoso se lo chupé, se sentó en el sofá y me dijo que me sentara en mi trono, aunque su verga no era tan grande como la del viejo, mi ano ya se había cerrado por lo que sentí un ligero dolor al sentirlo abriéndose paso dentro de mí, era solo yo quien me movía dando ligeras movimientos mientras nos besábamos apasionadamente, no tardó mucho en acabar dentro de mi culo, se quedó durmiendo conmigo y para no hacer muy larga la historia estuvimos haciéndolo toda la noche, le vestí cada prenda que tenía, y desde aquel día lo hacemos cuando viene a verme, el me trae prendas para que se las luzca, pelucas, etc, espero les haya gustado mi relato, seguiré contándoles mas cosas que solemos hacer y de mis escapadas a los hoteles de Caracas, les quiere Sabrina.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!