VIVENCIAS VII
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por XCITANTDLC.
Este día no iba a ir a la tienda el dueño, eso me tranquilizó un poco pero también me decepcioné porque lo que él me había hecho me había puesto a mil.
Decidí ahora jugar un poco con Jacinto ya que los días anteriores prácticamente no había estado en la tienda, me puse una tanguita blanca que de los lados y por detrás era sólo unos hilos delgaditos un sujetador blanco tipo wonder bra que hacía que mis tetas lucieran mucho más grandes, una minifalda floreada anaranjada con mucho vuelo y de tela muy delgada, de las que en vez de abrocharse por detrás, dan vuelta por el frente y se sujetan por un costado con un nudo, me puse una blusa verde claro pegadita, cerrada y sin mangas que apenas me llegaba a la cintura y que hacía sobresalir mis tetas a través del escote en "V" que tenía, complete mi vestimenta con unos tacones blancos de correa que me llegaba a media pantorrilla. Estaba dispuesta a darle la mayor calentada de su vida al pobre Jacinto.
En cuanto llegué a la tienda Jacinto se quedó con la boca abierta viéndome, se rascó la cabeza y la movía sin creer cómo iba vestida. Me quedé parada a la entrada como muñequita para que me viera completa, me acerqué para saludarlo de beso como los otros días, pero al acercarme fingí tropezarme y me fui sobre él besándolo en la boca, le pedí perdón cerrándole un ojo y me dirigí al privado a guardar mi bolsa, alcanzando a ver por el reflejo de la ventana como se me quedaba viendo al culo que amenazaba con mostrarse con el movimiento de mi minifalda.
Entré al privado del jefe y le grité a Jacinto que si podía ayudarme, en cuanto entró se detuvo en la puerta ante la visión que se le presentaba: me había sentado encima del escritorio apoyando mis pies en el respaldo de las sillas para visita, y como la minifalda era muy cortita mis piernas se mostraban totalmente desnudas ante él. Jacinto se acercó poco a poco sin dejar de verme, su mirada era de lujuria con los ojos casi casi desorbitados y yo de manera muy coqueta le dije llevándome un dedo a la boca: "me duele mi pie por el golpe que me di al saludarte, así que tú eres el culpable y tendrás que sobarme un poquito para que se me quite el dolor", Jacinto no pudo ni hablar, sólo movió la cabeza afirmativamente, se sentó frente a mí y yo apoyé mis pies en el asiento sobre el que se sentó, levanté un poco mi pierna derecha dejando que viera un poco mi tanguita y sin bajarme del escritorio le dije: "es en mi piecito derecho en dónde me pegué, sóbame por favor pero sin quitarme el zapato, me duele".
El pobre no sabía qué hacer, vaciló un momento y tomó mi pie para empezar a moverlo en círculos, yo fingí que me dolía y di un grito que más bien parecía un gemido "aaayyy!!! con cuidado, más despacito, sube un poco más tu mano así" Jacinto estaba sudando a chorros y poco a poco subió temblando su mano izquierda hasta mi pantorrilla, yo abrí un poco mis piernas mientras él discretamente trataba de verme mi panochita agachándose un poco.
El bulto que se le veía en su entrepierna era más que evidente, él se veía cada vez más nervioso. Yo seguía con mi juego y sonriendo le dije: "me da gusto que ya seas un hombre serio y maduro, cualquier otro pelafustán corriente ya se hubiera excitado y estaría intentando hacer otra cosa al tener a una chica así, por eso te tengo confianza, vamos, ayúdame a pararme y vamos al mostrador, no vaya a ser que venga algún client" le puse sus manos en mi cintura y le rodeé el cuello con mis brazos para poder bajarme del escritorio, pegué un pequeño brinco y quedé abrazada a él totalmente pegada a su cuerpo, como él es bajito de estatura y yo traía tacones sentí claramente su verga en medio de mis muslos, así que me agaché un poco para poder sentirla exactamente a la entrada de mi rajita.
Me moví hacia arriba y abajo para que disfrutara un poco más y acercándome le dije al oído "gracias, ya te lo pagaré", lo solté del cuello y me puse a su lado dejándole su mano izquierda sobre mi cintura, yo le abracé con mi mano derecha y nos fuimos hacia el mostrador, cuando estábamos por llegar le tomé su mano y se la subí hasta alcanzar mis tetas, él se aferró a ella y me la acarició sobándome los pezones, que de inmediato se erizaron poniéndose duros.
Lo solté para apoyarme en el mostrador y me senté en una silla alta fingiendo no darme cuenta que mi faldita se había levantado hasta casi mostrar mis bragas. El no dejaba de ver mis piernas y discretamente se tallaba la verga por encima de su pantalón. Le pedí que continuara sobándome el pie argumentando que todavía me dolía, se agachó hasta el suelo y quedando frente a mí empezó nuevamente a moverme el pie en círculos, ya no ocupó que yo le dijera que me tomara de la pierna y por si sólo subió su mano para ponerla atrás de mi rodilla, empezó a sobarme la pantorrilla y su mirada la clavó en mi panochita, que ahora al estar a la luz natural se alcanzaba a ver claramente. Empecé a gemir como si disfrutara lo que él me hacía en mi pie y con una mano le agarraba la cabeza revolviéndole el cabello y le comenté: "deje me pongo de pie Jacinto, ya me cansé de estar sentada pero no crea que usted ya terminó de darme masaje, eh!", me bajé de la silla y estando parada me recargué en el mostrador quedando de espaldas a él, levanté mi pie derecho y le dije "ahora si puede continuar".
Esto ya era demasiado, él estaba sentado en el suelo a mis espaldas y podía ver perfectamente todo mi culo por debajo de mi minifalda, nada se lo impedía y como yo me inclinaba hacia delante para apoyarme mejor en el mostrador, no podía tener mejor ángulo de visión, incluso cualquiera que se hubiera puesto detrás de mí tendría una vista clara de mis nalgas. Empecé a sentir su respiración más agitada sobre mis piernas y me causó extrañeza que a ratos me soltara su mano derecha, así que giré mi cabeza y vi que cuando me soltaba era porque él se estaba agarrando la verga por encima del pantalón. Yo estaba feliz de jugar así con el pobre de Jacinto y él estaba que explotaba de lo caliente que se había puesto, sentía su respiración sobre mis piernas y sus manos cada vez sudaban más. Al cabo de un rato le dije que ya me sentía mejor que podía levantarse y dejar de sobarme el pie, le dije que como no había clientes era buen momento para acomodar algunos teléfonos que nos habían llegado, así que me agaché sin doblar mis piernas para poner los aparatos en la parte baja del estante, ofreciéndole una vista sensacional de mi culo, él nuevamente se empezó a agarrar la verga como si se la fuera a arrancar de un jalón, cuando en eso llegó un cliente que de entrada también pudo disfrutar de la vista de mi trasero. Yo me levanté inmediatamente y acomodándome la minifalda le pregunté que se le ofrecía, a lo que contestó: "eso que acabo de ver me encantó, ¿cuánto me cuesta?" yo me hice la indignada y abrazando a Jacinto le comenté al cliente "aquí sólo vendemos accesorios para teléfonos, así que si no va a comprar nada de eso por favor déjenos solos a mi novio y a mi" Jacinto se sorprendió pero no hizo nada mientras yo lo abrazaba y me recargaba en él dándole un beso en la boca y poniendo sus manos en mis nalgas sobre mi faldita, con mi lengua le lamía los labios intentando abrir su boca, el cliente sólo dijo "pinche puta, estas riquísima, lástima que tengas novio" y se fue.
Como yo estaba de espaldas a la entrada fingí no darme cuenta que el cliente se había ido, seguía abrazada y besando a Jacinto en el cuello mientras le decía "finge que eres mi novio para que se tranquilice ese idiota, por favor," y pegándome a él sentía su tranca totalmente parada y sus manos en mi culo moviéndose suavemente, también le decía "qué bueno que tu si eres maduro, no como esos imbéciles que no saben portarse con una mujer". Me di media vuelta y me coloqué de espaldas a él con los ojos cerrados fingiendo que el cliente todavía estaba ahí, me recargué sobre el mostrador parando mi culo y lo empecé a mover sobre la verga de Jacinto sintiéndola muy dura.
Abrí los ojos y fingí sorprenderme al darme cuenta que el cliente se había ido pero no me retiré de la posición en que me había quedado "vaya parece que por fin se fue, ahora si prosigamos con nuestro quehacer" Jacinto me había tomado de la cintura y seguía moviéndose suavemente como si me estuviera cogiendo mientras me decía con voz entrecortada "espera un pocooo, puede regresar ese tipo y es mejor que nos quedemos así, yo te digo a qué hora nos soltemos por favor Valery" yo puse una cara muy coqueta y le dije: "ay ¡Jacinto! si alguien nos mira en esta posición puede pensar mal ¿no crees?" el sólo respiraba agitadamente y movía la cabeza diciendo que no. Lo dejé que disfrutara un poco más, me metí un lápiz en la boca y lo moví como si fuera una verga que estuviera mamando, empecé a gemir un poco para hacer reventar a Jacinto mientras lo miraba. El pobre tenía los ojos en blanco y seguía sudando sin control, en eso, se armó de valor y me subió lentamente mi faldita acomodando su verga exactamente en medio de mis nalgas mientras con sus manos las apretaba para hacerse más presión, yo simulé indignación pero sin quitarme le dije "ya Jacinto eso no está bien, suélteme por favor, oohh, déjemeeee, yaaaaa" de pronto se dejó caer sobre mí y en medio de un grito empezó a vaciar su leche sin ni siquiera haberse sacado la verga del pantalón!!!! "aaaahhhh que ricoooo ooohhhh ssiiii, puta madre" yo no me moví y sentí como su tranca palpitaba y aventaba borbotones de leche.
Cuando sentí que su respiración era más normal me levanté y le dije indignada "Jacinto, que ha hecho, no puede ser, mire el atascadero que se hizo usted mismo" el pobre estaba apenadísimo y trataba de taparse con sus manos, pero la mancha era bastante grande y se le había extendido hasta casi las rodillas "a ver pásame mi bolsa para ayudarle a limpiarse, mire nada más" me arrodillé frente a él y sin darle tiempo a pensar le desabroché los pantalones que estaban empinadísimos, todavía se le veía por debajo de sus calzones un bulto bastante considerable que hacía su verga, por lo que cuando se los bajé con cuidado para no hacer más derramadero de leche vi un hermoso garrote de considerables dimensiones.
Me quedé sorprendida ante semejante animal " ay Jacinto esteee, eso no estuvo bien, mire nada más todo el semen que aventó" Empecé a juntar con mi mano todo el que había caído en sus calzones y mirando a los ojos le dije "esto es un desperdicio no cree" y lo comencé a lamer con mi lengua y a tragármelo "mmmm que rico sabe mmmmm me lo voy a tomar todo para que no manche el piso, eh" después me dirigí a su verga e introduciéndola en mi boca se la limpie suavemente a lengüetazos, primero la cabeza y después recorrí todo el tronco que increíblemente aventó un par de chorros más de leche que tragué encantada. La tomé con la mano para acariciarla y le dije "aventaste mucha leche Jacinto hace mucho que no lo hacías con nadie o realmente te excitaste" su tranca ya estaba otra vez dura y yo seguía tallándosela con mi mano "mmmmm mejor hay que evitar que vuelva a pasar lo de hacer rato" y de un solo bocado la devoré completamente. Jacinto gemía como un perro viéndome como hacía mi trabajo, se la chupaba aprisionándola con mis labios mientras movía mi lengua sobre su cabeza, él me tomaba de la cabeza como si me estuviera cogiendo literalmente "asíiiiii, estás hermosa, me encantas, aaahhh" y sin tardar mucho se empezó a vaciar adentro de mi boca.
Sentía como expulsaba una buena cantidad de leche que resbalaba por mi garganta, no dejé que se desperdiciara una sola gota tragándomela toda. Cuando sentí que su verga dejó de aventar borbotones, se la limpie con mi lengua y él se dejó caer sobre la silla que estaba en el aparador. Yo me levanté toda despeinada y arreglándome un poco le dije: "nos vemos mañana Jacinto, mejor vete al baño para te limpies tu ropa, después hablaremos de lo que ocurrió hoy" Y dándole un beso en la mejilla, me fui a mi casa saboreando el exquisito sabor de su leche en mi labios.
Al llegar a casa sentía la enorme necesidad de tener incrustada la verga de Antonio, estos días habían sido de mucha excitación, mi libido estaba a flor de piel y la lujuria me invadía, pues por convicción me había vuelto una mujer deseada por muchos hombres pero solo uno era el que podía disfrutar de este cuerpecito. Aquella tarde-noche me quede esperando a Toño para recibir una buena cogida pero nunca llego, el cansancio hizo que buscara refugio en mi cama.
Son las 6:45 am suena el despertador, me levanto me pongo mi uniforme escolar que consiste en camisa blanca corbata roja, y una falda escocesa bien cortita, hoy me pondré las más corta que tengo, a cuadritos blancos, rojos, y celestes, me pondré una medias blancas bien largas que terminan abajo de la faldita rematadas por un borde encaje, para que no se me bajen usare unas portaligas, y unos zapatos negros medio tacón.
Una vez abajo en la cocina, Toño ya está tomando su café, acompañado de mi hermano Jesús, cuando mi Antonio me ve apenas nota mis zapatos que no son los usuales. Se acerca muy cuidadosamente y me dice esos zapatos te hacen ver como una cualquiera. Ahí le pedí que me llevara a la escuela ya que era el día en que no iría a prácticas y llevaría el carro de papá, me despedí de Jesús quien se encontraba de espaldas haciendo su jugo y salimos juntos, nos subimos al carro. Luego de unos minutos más, sin decir una palabra, pasábamos bajo un cartel que decía Motel Las Cúpulas.
Después que cruzamos el cartel, mi hermano en el siguiente retorno, regreso en la dirección contraria, sabía que tendríamos acción y que él ni yo llegaríamos a nuestros destinos, entro al motel y se estaciono en cerca de una caseta, abrieron una ventanilla y mi hermano solicito una habitación, una mujer le contesto que si sencilla o con portón, a lo que Toño le dijo con portón, saco su cartera y pago, nos dirigimos a la habitación 14, llegamos, entramos con el carro, mi hermano se bajó y cerro el portón entonces después baje yo, me apure por entrar, Toño hizo lo suyo tras de mí, y cerramos con llave, nos fundimos en un beso eterno a pura lengua, mientras amasaba mi cola. ¿Tienes puestas medias? ¡Si! y mira tienen borde encaje, y me puse porta ligas.
Antonio quedo mudo, siempre estaba yo un paso más adelante dándole donde más le tocaba, sabía que eso le volvía loca, entonces vi como su pantalón, no podía ocultar a la bestia que ya con aquello se había enardecido. ¡Y mira!, dándome vuelta a la vez que me agache, pudo ver mi tanguita.
Toño se salió de si, y empezó a decirme una y otra vez te voy a penetrar, te voy a penetrar, empujándome sobre la cama termine en cuatro, empezó a mordisquearme las nalgas, me pasaba la nariz por la raya de la cola, y luego se agacho un poco, me inclino más, se metió toda mi vulva con mi tanguita en la boca. No te voltees que te voy a penetrar. Quédate así y ya verás.
Me quede en cuatro patas al borde de la cama, los besos y mordisqueos en las nalgas, se cruzaban con la comida de vulva, y lengüeteo en la raja de mi cola, todo con la tanga puesta, luego me la bajo, exponiendo mi humanidad intima al desnudo, comenzó a hacer lo mismo pero ahora piel con piel, solo que la lengua al tener acceso se concentraba en el taladrarme y lamerme el ano, mientras que los dedos hacían los mismo en mi vagina, mi excitación llego al límite, entonces ya toda la lubricada, le pedí: Te la quiero chupar, y que me cojas bien fuerte hermanito. Siguió chupándome la cola y la vagina por unos minutos más, hasta que incorporándose y sacándose la ropa, sin dejarme cambiar de posición de un saque me la metió en la conchita, mi placer era total, se había tomado más de 15 minutos en darme sexo oral, y ahora aquel tren de carne me llenaba para mi placer total, así me tubo unos minutos, cuando tomándome por la cintura me dijo: Bésame que te voy a seguir cogiendo. Di vuelta mi cara y busque sus labios, entonces metió su lengua como buscando mi garganta, se salió de mi vagina, y metió dos dedos en ella, al tiempo que me decía: no dejes de besarme por más que quieras gritar.
Con la mano izquierda me desabotono dos botones de la blusa, para entrar y bajarme el brassiere y así empezó a manosearme las tetas, pero sobre todo al tiempo que hacia esto me enderezo un poco, y ahí fue donde sentí la cabeza en mi ano, quise gemir pero me tenía con la lengua en mi boca, con un movimiento de sus piernas se colocó entre las mías, haciendo que las abra un poco, para luego con la mano derecha llevarla a mi vagina, entonces me metió dos dedos y luego tres, para pasar a cuatro, al mismo tiempo ya más de media verga la tenía en el ano, por Dios quería gemir, pero nuestro beso no me dejaba, fue entonces cuando ya totalmente con la cola empalada, con sus 4 dedos dentro de mi vagina pasaron a agarrarme el hueso pélvico, y con su otra mano en mis tetas, me enderezo, quedando parada pero casi desapegada de la cama, con su verga en mi ano, sus dedos en mi concha, y su lengua en mi garganta. La culiada, la dedeada, y el atraque eran tan bestiales, que perdí el conocimiento, cuando volví en si está totalmente tirada en la cama, pero mi hermano seguía metiéndome y sacándome la verga de la cola, lo hacía completamente afuera para entrar rápidamente, la dilatación de mi ano se lo permitía, cuando vio que había reaccionado, me tomo por la cintura, me fondeo y así se quedó unos segundo para pasar a darme con un ritmo frenético, y en medio de un estertor donde los ojos le quedaron totalmente blancos me lleno el ano de una cantidad interminable de semen.
Nos bañamos para irnos a nuestras actividades, pues mi hermano Chucho estaba en casa y pues no podíamos llegar juntos no queríamos despertar sospechas, aunque en realidad no importaba porque hasta donde sabía Jesús estábamos en la escuela. Guarde el uniforme y me puse un traje sastre de saco y minifalda gris oscuro, un blusa blanca de manga larga, una tanguita blanca de encaje que por detrás se perdía totalmente entre mis nalgas, un sujetador de media copa blanco también de encaje y completé mi atuendo con unas medias blancas que me llegaban a medio muslo y como la falda era muy corta, se alcanzaba a ver el encaje que tenían incluso con sólo estar de pie, por lo que al sentarme forzosamente tenía que poner mi bolsa sobre mis piernas ya que al subirse la faldita se notaba la parte de arriba de mis muslos desnudos. Me recogí el cabello hacia atrás con una trenza, me puse unos zapatos de tacón alto y abandonamos el motel, mi hermano extenuado por ese gran momento solo me dijo hermanita vas muy provocativa, en el camino no quitaba su vista de mis piernas y me dejo a una cuadra de mi trabajo.
Me sentía muy sexy y llegué a la tienda ya un poco excitada al ver el impacto que había causado a mi hermano y más aun de los transeúntes. Jacinto nuevamente había llegado antes que yo y me estaba esperando, en cuanto me vio me recorrió de los pies a la cabeza desnudándome con su mirada, lo saludé como si nada hubiera pasado el día anterior y ahora fue él quien me dio el beso en mi boca. Me escapé de él dirigiéndome a la oficina para guardar mi bolsa, cuando regresé al mostrador me senté en la silla y me arrepentí de haber dejado mi bolsa, pues ahora Jacinto tenía una vista inmejorable de mis piernas aunque intenté taparme un poco con mis manos. Jacinto se acercó y sin decir nada empezó a acariciar mis piernas haciendo mis manos a un lado "te ves hoy más hermosa que nunca que bien lucen tus piernas" me empecé a poner nerviosa y trataba de detenerle "espera Jacinto, este, tenemos que hablar de lo de ayer, espera por favor", afortunadamente en ese momento llegó un cliente el cual se me quedó viendo peor que como hacía unos momentos me había visto Jacinto, me puse de pie para atenderlo y una vez que se fue Jacinto se me acercó por atrás repegándome en mi trasero su verga, que ya se sentía dura como barra de metal, me rodeó con sus manos y me empezó a besar el cuello "nunca imaginé poder tener a una mujer como tú estás buenísima y que rico mamas la verga".
Me zafé como pude de sus brazos "mira Jacinto, tenemos que hablar de lo de ayer, todo fue un accidente, un error, yo no quería, tu empezaste con esto y" no me había dado cuenta que mi faldita me la había subido casi hasta la cintura dejando ver el inicio de mi tanguita "es mejor olvidarlo, trabajamos juntos y hay que fingir que nunca ocurrió ¿sí? es lo mejor" yo caminaba hacia atrás porque él me seguía como me fuera a acorralar mientras se tallaba la verga sobre el pantalón, ya estaba a la entrada de la oficina cuando de repente llegó Pedro, tanto a Jacinto como a mí nos tomó por sorpresa. "En dónde está Valery? ¿si vino a trabajar?" salí de la oficina y de nueva cuenta me sentí violada con la mirada, intenté taparme con mis manos el encaje de mis medias que se alzaba a notar y que era a donde Jacinto y Pedro dirigían sus miradas, afortunadamente traía el saco cerrado y no podían ver mi sujetador a través de la blusa.
"Necesitamos ir a algunos lados, así que vámonos de una vez" me dijo el dueño sin quitarme la vista de encima. Cuando salí de la tienda no vi la camioneta que hace un par de días había comprado y me empecé a poner nerviosa al imaginar lo que podía pasar si nos íbamos en el camión urbano como otras veces y yo vestida de esta manera. Mis temores se confirmaron cuando Pedro me indicó que fuéramos a esperar el camión, no podía creer el impacto que estaba provocando en todos los que me miraban, sentía sus miradas llenas de lujuria y eso me estaba gustando. En cuanto subimos al camión, fui el centro de todas las miradas, algunas señoras me miraron con disgusto y los señores con deseo, afortunadamente había 2 lugares desocupados y sin permitir que Pedro dijera algo, me senté del lado de la ventana mientras él pagaba, pero un nuevo problema se me presentó: la falda era demasiado corta e iba a ofrecer un espectáculo a todos los pasajeros. Traté de bajármela para que no se viera el encaje de mis medias, pero mis esfuerzos fueron en vano, si me la bajaba de enfrente, por los lados se me subía dejando ver un poco de mis nalgas, finalmente decidí poner mi bolsa a un lado y mis manos sobre mis piernas, tratando de tapar lo más posible. En cuanto llegó Pedro se me quedó viendo y con una sonrisa burlona me dijo "no sea malita Valery, déjeme el lugar de la ventana, me siento un poco acalorado" no tuve más remedio que recorrerme hacia el pasillo y otra vez sufrí para acomodar mi minifalda, como si no le fuera suficiente con lo que me hacía pasar Pedro agarró mi bolsa y me la quitó para cargarla él diciéndome "no vaya a ser que se la arrebaten, aquí pueden pasar cosas muy feas" todos los que estaban a mi alrededor clavaron sus ojos en mis piernas que lucían totalmente libres, ya no tenía con que cubrírmelas excepto mis manos que en realidad no ayudaban de mucho, las crucé y me resultó contraproducente ya que se me subía todavía más de un lado.
Todos los que subían y pasaban junto a mí se quedaban viendo a mis piernas con ganas de acariciarlas, de subirme la minifalda y cogerme ahí mismo, no creían la imagen que contemplaban, varios de ellos decían cosas en voz baja para sus adentros pero era imposible no oírlos "mira nada más, mamacita estás riquísima" "no mames, que puta tan deliciosa" "como puedes vestirte así, está pidiendo verga a gritos" los que venían de pie se agarraban la verga y se la sobaban quedándose junto a mí sin querer recorrerse hacia atrás hasta que los demás les reclamaban "¡órale! Recórranse, yo también quiero ver el show" "ya ¡quítense! es para todos, no vaya a ser que se baje la puta y no alcancemos" . Estaba empezando a ponerme nerviosa, me sentía como corderito en medio de lobos hambrientos, aunque también me estaba excitando un poco al ver cómo se ponían. Pedro fingía no darse cuenta de nada y yo no sabía qué hacer para controlar la situación, en eso se subió un tipo que parecía obrero, traía uniforme de overol y cargaba una caja de herramientas, era bastante alto y fornido, tenía cara de pocos amigos como si estuviera enojado, se me quedó viendo en cuanto subió y sin dudarlo se dirigió hacia mí, yo me hice la distraída pero vi cómo se abrió paso hasta quedar de pie junto a mi lado, su mirada la dirigió a mi piernas, se aferró del pasamanos para no caerse y poniendo sus herramientas en el suelo para liberar la otra mano, se empezó a agarrar la verga descaradamente. Yo volteé la mirada hacia la ventana para ver si así se iba pero no dio resultado, cada vez se agarraba su tranca más fuerte y decía cosas como "ve no’más, que ricura, mamacita, ¿cómo puedes vestirte así? eres una puta exquisita" yo no sabía qué hacer, realmente me estaba calentando y mi rajita emanaba líquidos que estaban empapando mi tanguita.
Pedro se daba cuenta de todo lo que pasaba y disfrutaba exhibiéndome cómo puta ante todo el mundo. El mecánico empezó a arrimarme un poco más su garrote hasta tocar levemente mi hombro, intenté quitarme recorriéndome hacia Pedro, pero él recargó su peso en mi obligándome a acercarme aún más a ese tipo. Me di por vencida y dejé que me tocara con su tranca, la cual sentía dura como piedra y cada vez más cerca hasta que finalmente me repegaba con total descaro en mi brazo. Habrán pasado menos de 5 minutos y Pedro me indicó que ya debíamos bajarnos, se levantó y se fue por delante sin importarle lo que pasara conmigo, me levanté y el mecánico me abrazó por la cintura y agarrándome de las nalgas me jaló para darme un beso en la boca, estaba muy caliente y me dejé hacer, sentí como su lengua se metía en mi boca y como me apretaba más contra su verga, también empecé a sentir varias manos que tocaron mis piernas a su entero gusto, incluso algunas las sentía por debajo de mi faldita. Salí como pude recibiendo a lo largo del camino hasta la puerta de atrás del camión, múltiples caricias en todo el cuerpo, cuando me bajé traía la falda arriba de la cintura y mi tanguita desacomodada mostrando mi rajita que estaba ya muy mojada.
Me acomodé la ropa o más rápido que pude, nos dirigimos a un edificio de oficinas en dónde, según me dijo, estaba el distribuidor mayoritario de los celulares que nosotros también manejábamos. Llegamos y nos atendió un tal Jorge, era un señor de unos 50 años, muy gordo, calvo y que traía un traje que apenas le cerraba por lo panzón que estaba, nos dijo que tomáramos asiento y sin ninguna discreción se me quedaba viendo a mis piernas agachando la cabeza para ver si lograba ver algo más, yo trataba de acomodarme la minifalda para evitarlo pero él insistía acomodando su silla frente a mí, me acerqué lo más que pude a su escritorio para que me sirviera de pared e impedir que me siguiera desnudando con la mirada, pero nos pidió que mejor pasáramos al sillón que tenía al fondo de su oficina. Me quedé petrificada pero tuve más que obedecer, Pedro no soltaba mi bolsa y estaba a merced de ellos, me senté en el sillón y mi falda se levantó casi totalmente, luché para bajarla pretendiendo ya no taparme el encaje de mis medias que se mostraba completo, sino que ahora luchaba para que no se viera mi tanguita.
El señor Jorge se regocijó de poder ver ahora si con todo el esplendor mis piernas sin que nada se lo evitara y no conforme con eso me dijo: "permítame su saco señorita, hace demasiado calor, no cree y aquí todos andamos sin él, sería una majadería que usted lo trajera puesto" volteé a ver a Pedro pero no decía nada, así que no tuve más remedio que levantar mis manos y dejarle toda la vista libre de mi rajita, me quité el saco y se lo di, pero él sólo lo puso sobre su escritorio sin dejar ver mis tetas que ahora se mostraban a través de la blusa. Me sentía desnuda y exhibida, pero eso me empezó a calentar de sobremanera, me estaba mojando muchísimo la manera en que se me quedaba viendo, Jorge y Pedror empezaron a hablar de negocios pero no me quitaba la vista de encima y se estaba agarrando la verga con descaro.
Pedro recibió una llamada en su celular y de disculpó un momento, en cuanto regresó me dijo: "tengo una emergencia y debo salir Valery, te encargo hagas el pedido de aparatos, Jorge te indicará como hacerlo" sin decir más se despidió y se fue. Jorge de inmediato se sentó a mi lado con los ojos clavados en mis tetas "así que tú eres la asistente de Pedro, ven te voy a enseñar a llenar los pedidos" y levantándose me tomó de las manos para que hiciera lo mismo, obedecí y nos fuimos a su escritorio nuevamente, al caminar se me quedó viendo a mi culo y movía la cabeza diciendo "no puede ser, está buenísima". Me quedé de pie mientras se acercaba, sacó unos formatos de un cajón y me dijo "hay que llenarlos de esta manera" se colocó detrás de mí sintiendo como me repegaba su verga a mi culo, la tenía totalmente tiesa y al ver que yo no hacía nada para quitarme la colocó en medio de mis nalgas.
Yo estaba perdida, entregada totalmente a él y sólo quería que me cogieran, Jorge no perdió el tiempo y sus manos las puso sobre mis tetas acariciándolas, sobándome los pezones que de inmediato reaccionaron a sus caricias, me empezó a besar el cuello y me decía "estás buenísima, se ve que eres una puta exquisita ¿te encanta la verga, verdad? se nota en tu manera de vestir" Con mi mano le empecé a acariciar su garrote y se lo liberé del pantalón, me volteé y arrodillándome me lo metí en la boca para empezar la mejor mamada de su vida. El gemía como toro en brama " así puta trágatela toda ¿te encanta, verdad? eres una perra, Yo sólo me dedicaba a mamar ese hermoso pene, él me agarraba de la cabeza y me la movía como si me estuviera cogiendo por la boca, me levantó y cargándome me llevó al sofá, me desabrochó la blusa y sacó mis tetas del sujetador para prenderse de ellas como becerro, las lamía y las mordía con fuerza haciendo que me corriera. Empezó a cortar su respiración y en un grito se corrió en mis pantorrillas "aaaahhh, toma puta, toma mis mecos, yaaaaaaa"
Minutos después me levanté como pude, sentía mi cuerpo tembloroso y traía la ropa echa un desastre, intenté acomodarla y sin decir nada me retiré, ya había pasado la hora de mi salida por lo que me fui directamente a mi casa.
Sabía que un siguiente día en ese trabajo terminaría re-cogida, pero de igual manera estaba súper excitada, al saber que aquellos tres hombres se morían de ganas de poseerme como unos desquiciados, saciando sus más bajos instintos, aun pensaba en si iría a trabajar, en mis pensamientos aún estaba indecisa, lo cierto es que de aquellos me podía esperar todo; como de costumbre me fui a la escuela, realice mis actividades estudiantiles. La hora de salida llego y aun así no sabía si iría a trabajar, en eso me llamó mi hermano para decirme que lo acompañara a un concierto de música que se iba a llevar a cabo en un teatro del centro que pasaría más tarde por mí para que estuviera lista.
Habrán pasado dos horas, cuando mi celular comienza a sonar, buscaba en mi bolso e maldito celular, cuando lo halle se había cortado la llamada, el número ni siquiera lo reconocía, nuevamente entro la llamada, bueno, ¿Quién habla? Hola Valery, soy Jacinto, espero no interrumpirte, aaaaaa hola Jacinto como te va, bien, bien y tú que haciendo, pues veras me surgio un problema y posiblemente ya no vaya a trabajar, ¿queeeeeeeeeeeeee? Como por qué dices eso, pues es que es algo familiar, la verdad ya no creo regresar; pasmado por la noticia solo atinó a decir está bien le comentare al jefe, ok, Jacinto adiós.
Me estaba preparando a que llegara Toño para irnos a ese concierto, me había puesto una minifalda café que no era tan corta como otras que tengo, me quedaba unos 15 cm. arriba de la rodilla, pero como era un poco amplia de la parte de abajo al sentarme se me subía más de lo que hubiera querido, aparte de que tiene una abertura al frente del lado izquierdo que ayuda a mostrar aún más mis piernas, traía una blusa blanca de manga larga abotonada al frente que aunque no era tan escotada, debía tener cuidado al agacharme para no enseñar de más. Completé mi ropa con una tanguita blanca que hacía juego con mi sujetador del mismo color y mis zapatos de tacón del mismo tono que la faldita. Hermanita vas muy ligera de ropa, ¿crees que me veo demasiado llamativa?, te vez bien solo que a esos eventos van cualquier cantidad de gente que son unos ignorantes maleducados y que pueden faltarte el respeto.
Desgraciadamente ya era demasiado tarde para cambiarme, por lo que no tuve más remedio que irme así. De camino al teatro mi celular sonó nuevamente, tome la llamada y vaya sorpresa era Pedro, Buenas Valery, me acabo de enterar que ya no regresaras a trabajar, lo que me preocupa es como te entrego tu dinero, no se preocupe así está bien además no tendré tiempo para ir por él, no como crees Valery, dime dónde vives y te llevo tu pago, no se moleste don Pedro, a mi regreso pasare a buscarlo. Por fin llegamos al teatro Toño se la pasó saludando algunos conocidos y presentándome ante ellos, era muy notoria la manera en que se me quedaban viendo todos, sentía miradas clavadas en mi culo y en mis piernas, todos con quienes me iba presentando mi hermano recorrían mi cuerpo descaradamente con la mirada y hacían comentarios como "mucho gusto estás preciosa" "pero en dónde tenías escondida a esta belleza Toñito" "deberías traerla más seguido a los eventos, nosotros podríamos atenderla"
Me sentí como una gatita en medio de perros hambrientos, sus miradas se volvieron más descaradas y sus comentarios subieron un poco de tono "te vez preciosa, es una lástima que venga con pareja" "estás mucho mejor que cualquiera de las edecanes que hoy vinieron" “te puedo invitar a algún lado después del concierto" incluso algunos que traían cámara quisieron tomarse fotos conmigo y al hacerlo me rodeaban de la cintura y se pegaban a mi más de lo normal, incluso alcancé a sentir como uno de los que me abrazaron rozaba mis tetas suavemente con su dedo pulgar, e igualmente sentí algunos rozones leves en mi culo. Traté de comportarme amablemente con cada uno de ellos y sólo sonreía a ante sus acciones y comentarios.
Noté a mi hermano más molesto que nunca, se acercó de nueva cuenta conmigo y abrazándome por la cintura nos metimos al teatro para ver el concierto que ya estaba por empezar. El teatro no estaba ni a la mitad de lleno, realmente eran eventos que nadie iba a ver más que los involucrados. Nos sentamos y algunos de los que habíamos saludado antes se sentaron a nuestro alrededor buscando la manera de verme las piernas ya que al estar sentada la faldita se me subía bastante mostrándolas completamente desnudas, me sentí un poco incómoda por esta situación pero era apasionante ver la forma en que se me quedaban viendo y como se encendían cada vez más. Algunos eran 5 señores de no más de 50 años y que tenían toda la facha de funcionarios de pueblo, mal pagados y que se veía que se dedicaban a tomar todo el tiempo por la barriga que tenían. Dos de ellos se sentaron a mi lado y los otros atrás de mi lugar.
Ya me empezaba a sentir un poco caliente y excitada ante el acoso en que me veía envuelta y ya mi cabeza estaba ideando la manera de excitarlos más. Volvió a sonar el teléfono de mi hermano, por lo que tuvo que salir, de inmediato ellos voltearon su mirada hacia mí. Los que estaban a mi lado se perdían contemplando mis piernas y los que se sentaron en la fila de atrás intentaban ver por encima de mi escote sin perder detalle también de mi faldita que se levantaba poco a poco. Me dejé llevar por el momento y decidí dejarlos que disfrutaran un poco, lentamente crucé mis piernas fingiendo no darme cuenta que la faldita se me subía mucho más de la cuenta y dejé de taparme las piernas poniendo mi bolsa en el asiento de Toño y mis manos sobre los descansa brazos. Giré mi cuerpo hacia atrás como si estuviera buscando a mi hermano y ahora si la minifalda dio todo de sí, se me subió casi hasta la cintura dejándoles ver mi tanguita blanca que se empezaba a mojar poco a poco ante esta situación. Me quedé sólo un instante así fingiendo buscar a Toño, ellos se acercaron todavía más para no perder detalle del panorama que se les había abierto, algunos se llevaron sus manos a su entrepierna y empezaron a moverla en círculos acariciándose sus vergas.
Me volteé nuevamente hacia el frente pero no acomodé mi falda, ya estaba excitada y mi calentura crecía a cada instante. Me quedé así sentada un rato más dejando que me vieran mi rajita cubierta sólo por mi tanguita que se mostraba perfectamente. Sus movimientos sobre sus vergas se hicieron más intensos y evidentes, por lo que decidí dar el siguiente paso, me levanté fingiendo que iba al baño y a los que estaban junto a les pedí permiso para pasar, me puse de pie y ellos se levantaron también, caminé hacia ellos dándoles la espalda, cuando pasé junto a ellos me incliné un poco hacia delante parando el culo, me moví lentamente y sentí como se pegaron ellos hacia mi restregando su paquete en mis nalgas, incluso el segundo de ellos me tomó de la cintura y me detuvo un poco girando mi culo en círculos para sentir más placer, hice como si no hubiera pasado nada y continué mi camino hasta el pasillo. Me fui caminado hacia fuera del teatro con uno de ellos atrás de mí, salimos al lobby y me indicó que el tocador estaba a un lado de la puerta principal, por lo que me dirigí hacia allá caminando muy sexy, sintiendo su mirada clavada en mi trasero. Entré al tocador y sentí mi tanguita muy mojada, esta situación realmente me había calentado a mil. Me froté un poco el clítoris intentando calmar mi calentura pero sólo logré encenderme aún más.
Salí y regresé a mi lugar, Antonio ya estaba esperándome junto con los otros señores. Tuve más cuidado al pasar hacia mi lugar para que no sospechara nada y sentándome le tomé de la mano apretándola fuertemente; se extrañó que lo apretara tanto y me preguntó si me pasaba algo, a lo que le contesté "estos señores me están desnudando con su mirada y no han dejado de verme desde que llegué, pero sabes una cosa, estoy muy excitada, ven, sígueme"
Lo tomé del brazo y me dirigí al lobby del teatro, le mostré las escaleras que llevaban al segundo piso y a los palcos y le dije que se adelantara, que me esperara en un palco de arriba y que yo lo alcanzaría un segundo más tarde que sólo iba a pasar a recoger mi bolsa que la había dejado olvidada en los asientos. El pobre no salía de su sorpresa pero también se había excitado, le acaricié la verga con mi mano y le di un beso rodeando su boca con mi lengua, me acarició el culo levantándome la falda y dio media vuelta para dirigirse hacia los palcos y yo regresé al teatro por mi bolsa. Llegué a donde estaban nuestros lugares y los señores se me quedaron viendo con extrañeza, tomé mi bolsa y les dije: "les recomiendo que se vayan a los lugares de arriba, el espectáculo es mejor" y cerrándoles un ojo me fui a alcanzar a mi hermano.
Llegué al lobby y antes de empezar a subir las escaleras que dan hacia los palcos y a los lugares del segundo piso, espere a ver si venían los otros señores que no tardaron en salir aunque únicamente salieron 3 de ellos y fue entonces que empecé a subir las escaleras muy lentamente ofreciéndoles a la vista todo mi culo que se mostraba por debajo de mi faldita conforme cada escalón que subía. Mi hermano estaba a la entrada del primer palco de la derecha esperándome, se veía excitado pero un poco sorprendido, me recibió con un beso en la boca y agarrándome de las nalgas me metió al palco, los pobres de lo que venían atrás de mí se quedaron con la boca abierta al ver tal escena.
Antonio se sentó sobre una de las butacas dando la espalda a la puerta del palco desde donde nos observaban claramente los otros 3 señores, yo quedé sentada encima de él y de inmediato nos fundimos en un apasionado beso, le rodeé el cuello con mis brazos mientras él se prendía de mis nalgas apretándolas y acariciándolas fuertemente. Al mismo tiempo en que lo besaba volteaba a ver a los que estaban parados en la puerta, mi hermano no podía darse cuenta ya que estaba de espalda a ellos, así que aproveché para darles un espectáculo que nunca podrían olvidar.
Me empecé a desabrochar la blusa botón por botón muy despacio, quería mostrarme muy sexy ante mi público, me la quité y dejé que fuera Toño quien me despojara del sujetador liberando mis tetas que mostraban mis pezones totalmente erectos y grandes de lo excitada que estaba, se prendió de ellos como un bebé recién nacido que busca su alimento, lamiéndolos y mordiéndolos a su entero placer, los sopesaba con sus manos y los acariciaba enérgicamente. Yo estaba intercambiando miradas con los que se habían quedado a la entrada del palco, uno de ellos intentó meterse más pero moví la cabeza diciendo que no y se detuvo. Los tres ya se habían sacado sus vergas y se la frotaban fuertemente ante la imagen que tenían enfrente. Eso me estaba poniendo todavía más caliente, el hecho de estar cogiendo con mi novio frente a unos extraños que sabía que morían por estar en el lugar de él con el riesgo de que se diera cuenta con tan sólo voltear la cabeza era demasiado excitante
Me deslicé hacia abajo poniéndome de rodillas y liberando su verga, la empecé a mamar como hacía mucho tiempo no se lo hacía. La recorría completa de arriba abajo con mi lengua al mismo tiempo que lo chaqueteaba con mis manos, le daba besos en el agujero de su tranca, ya que eso lo vuelve loco, me tomó de la cabeza y me la empezó a mover más rápido pidiéndome que le acariciara los huevos con mis manos. Él tenía los ojos cerrados y bufaba del placer que estaba sintiendo, yo sólo volteaba a ver a nuestros "invitados", mostrándome como una puta que le gusta ser observada. Nuevamente me levanté, me desabroché la falda y poniendo sus manos en mi cintura dejé que me la bajara lentamente, había quedado prácticamente desnuda cubierta sólo por mi tanguita y mis tacones, me di una vuelta para que me pudieran ver los otros mientras me empezaba a quitar mi tanguita pero Toño ya no podía más, me jaló hacia él haciéndome sentar encima de su verga.
Me la empecé a meter lentamente sintiendo como iba abriéndose paso en mis entrañas hasta que estuvo toda adentro, nuevamente lo rodeé del cuello y comencé a cabalgar sobe esa tranca que ya conocía perfectamente. Traté de controlar un poco mis jadeos metiendo un dedo a mi boca mientras el devoraba literalmente mis tetas. Él tenía sus ojos cerrados y yo no dejaba de mirar a los señores que se masturbaban cada vez más rápido y fuerte. Uno de ellos se acercó con mucho cuidado hacia nosotros y tomando mi minifalda se regresó a la puerta, yo puse cara de preocupada y movía mi cabeza diciendo que no para que la dejara, pero él se empezó a sobar la verga con ella. Me sentía feliz pero al mismo tiempo preocupada de que algo pudiera pasar con mi faldita que ya estaba en poder de ellos, mi hermano seguía cogiéndome con todas sus fuerzas, ensartándome su verga hasta el fondo, lamiendo mis tetas y mi cuello jalándome hacia él para clavarme más su tranca. En eso, se puso de pie y sin sacarme la verga me puso de espaldas a él haciendo que me recargara en el respaldo de la butaca de enfrente parando mi culito para que me siguiera cogiendo, esa posición lo vuelve loco y tomándome de la cintura continuó sometiéndome a su pasión.
Yo lo volteaba a ver pero tenía sus ojos cerrados, así que dirigí otra vez mi mirada hacia la puerta. El que había tomado mi falda se empezó a doblar hacia el frente vaciando toda su leche sobre mi minifalda, se me quedó viendo con los ojos medio cerrados mientras se terminaba de vaciar sobre mi prenda. El que estaba a su lado se la arrebató e hizo exactamente lo mismo, terminó de masturbarse acariciándose la verga con mi faldita y se vació sobre ella, el tercero de ellos no se quiso quedar atrás y repitió el mismo procedimiento. Increíblemente esto me terminó por excitar logrando que llegara a un tremendo orgasmo, tuve que meterme casi toda la mano en mi boca para no gritar de placer.
Toño sintió que me estaba corriendo y él hizo lo mismo, se encorvó hacia delante recargando todo su peso en mí y vaciando su leche adentro de mi conchita, me besaba y me lamía la espalda al mismo tiempo en que me acariciaba las tetas que estaban más hinchadas de lo normal por la tremenda calentura que sentía. Finalmente me sacó la verga y se dejó caer sobre la butaca, afortunadamente no había volteado hacia atrás y se tiró a descansar. Los señores habían terminado de limpiarse sus vergas con mi faldita y la aventaron al lugar de dónde la habían tomado y se retiraron aventándome besos. Aproveché que Toño estaba rendido y fui a recogerla, estaba prácticamente llena de semen caliente e incluso chorreaba un poco, por lo que no tuve más alternativa que limpiarlo con mi lengua tragándome los restos que habían quedado. Nos vestimos, afortunadamente no se percató de nada, ya que la mancha estaba por un costado y la podía tapar un poco con mi bolsa, "que bárbara hermanita, hoy estuviste tremenda, estabas calientísima, no me imagino la cara que hubieran puesto los que dices que se te quedaban viendo si nos hubieran visto"
Bajamos y el concierto aún no terminaba, pero en el lobby estaban los tres señores que se habían masturbado con mi minifalda, estaban fumando y todavía se veían jadeantes de lo excitado que se habían puesto. Antonio les dijo, "ustedes disculpen que nos hayamos subido, pero arriba se apreciaba mejor", uno de ellos nos comentó riendo: "le creemos y por lo que veo ustedes lo disfrutaron tanto como nosotros, no tiene una idea de lo especial que fue que nos haya acompañado con su pareja y ojalá que se vuelva a repetir" yo simplemente sonreía mientras veía que ellos se me quedaban viendo como si fuera una puta cualquiera, finalmente si lo era pero sólo con mi hermano.
Pareciera que el tiempo jamás lo tomamos en cuenta, la relación con mi hermano mayor ya había traspasado las fronteras de los lazos familiares, éramos Hombre-Mujer entregados a la pasión que nos envolvía, llena de lujuria, pecado, etc. una vida distinta a la de los demás, cerca de ya casi un año de haber comenzado a tener relaciones las cosas las habíamos hecho con mucha precaución.
Era el mes de septiembre, en un día de asueto en el que celebramos la Independencia de nuestro país, así que teníamos un súper puente de 3 días y para celebrarlo toda la familia decidió que fuéramos al rancho a visitar a los abuelos y pasar tiempo en familia. Con toda esta situación en la que mi hermano y yo manteníamos relaciones, tratamos de zafarnos del viaje para poder pasar el fin de semana cogiendo a nuestro antojo pero no pudimos así que no tuvimos más remedio que ir. Llegamos el viernes súper temprano a el rancho y ya estaban para recibirnos nuestros abuelos y mi tío Marcos. Desayunamos y todos nos dispusimos a tomar habitaciones por lo que tuve que compartirla con mi hermano Antonio y Jesús.
Esto nos arruinaba el plan de poder coger aunque sea un poco- le comente a Toño, puta madre y yo que ando bien caliente y con ganas de romperte todita hermanita, bueno ya veremos cómo podemos darnos una escapadita. Ok respondió mi hermano. Pasamos todo el resto del día y la tarde platicando y contando anécdotas con la familia así que no fue nada fuera de lo común. Ya por la noche durante la cena en la mesa con toda la familia en ella; comencé a provocar a mi hermanito rozándole con el pie su vera sobre los pantalones vaqueros que traía puesto, se puso duro enseguida y se notaba que estaba impaciente por hacerme pagar lo que estaba haciéndole.
¿Y qué piensan hacer mañana chicos? pregunto mi tío interesado, mmm no lo sé tío, tal vez salgamos a caminar un rato por la mañana o no sé, ya veremos.- Dijo mi hermano enseguida, qué pena, me servirían muy bien ayuda extra para el trabajo que tengo en el cobertizo, pero esta bueno, disfruten sus días libres. Oye tío, ¿podríamos ir contigo ahora que estamos por aquí? pregunto mi hermano Juan Carlos.
En ese momento sentí un odio grandísimo. Mi hermano había planeado lo de la caminata para que pudiéramos estar a solas y dar rienda suelta a nuestros lujuriosos planes. Si, serán de mucha ayuda sobrinos quedamos en que tendríamos hecho el trabajo para antes del lunes. Está bien tío, contesto Jesús. Toño y yo no pudimos evitar vernos y sonreír al ver que si podríamos irnos a coger en el campo. Ya a la hora de dormir pasamos un rato hablando con Jesús en la habitación de cosas sin importancia, la escuela, el futbol, juegos y películas cosas así. Qué pena que no puedas acompañarnos mañana Chuy le dije fingiendo. Pues sí pero yo, quiero ayudar al tío. Ok. Hermano eso es bueno para ti. Paso la noche y a la mañana siguiente Toño y yo salimos después del desayuno a nuestra caminata por el campo, tengan cuidado chicos, dijo nuestra madre, si mami, lo tendremos, conteste. uff por fin podremos estar solos nena, si Antonio quiero que me cojas todita, te voy a dejar tan cogida cansada que no vas a poder caminar de regreso al rancho Valery, eso espero amor.
Estuvimos caminando alrededor de una hora para poder alejarnos lo suficiente y poder encontrar un lugar limpio y adecuado en donde pudiéramos hacer nuestras travesuritas. Dimos con un claro en medio del campo en el cual podríamos desplegar la cobija que llevábamos con nosotros. Nada más estuvo puesta y mi hermano comenzó a comerme la boca como una fiera, me puso de espaldas sobre ella y me tocaba las piernas y las tetas sobre mi blusita, anda ya Toño dame tu verga que ya no puedo más con esta calentura, le pedí a mi hermano, como quieras hermanita, dijo Alex mientras se quitaba los bermudas que llevaba. Pude ver su pene bien erecto al instante y no tarde en lanzarme sobre él y saborearlo en mi boquita. Sentía como se hacía más y más dura dentro de mi boca con cada succión y cada lamida que le daba, el parecía que estaba en el cielo y me empezaba a toquetear y a subirme la faldita para tocarme la conchita que ya estaba bien mojadita.
Anda hermanito hazme chillar de gusto, mámale la puchita a tu zorrita, dije impaciente rápidamente hundió su cara en mi entrepierna, basto la primera incursión de su lengua sobre mi rosado y húmedo manjar para arrancarme un gemido, Mmm, que rico que chupaba y mordisqueaba viéndome retorcerme de gusto. Así, Asíii, papito ahhh- gritaba yo como poseída, mmmmmm, ahí, ya viene, mmmmm, así, así, chillaba de gusto, mi hermano no se despegaba un segundo de mi panochita, quería verme reventar de gusto y entonces explote deliciosamente en su boca. Antonio comenzó a tomarse cada gota de mi rico juguito mientras yo me arqueaba del placer.
Ahh, ya, yaaaa, ya no puedo más, ahí, dije tratando de retirarme de su boca, pues cada lamida me ponía a ver estrellitas, pero no, seguía succionado, chupando, mordiendo, y yo comencé a gritar descontroladamente de placer, sintiendo como mis piernitas trataban de cerrarse para evitar que siguiera castigando placenteramente mi hinchado clítoris. Mi hermano seguía castigándome mientras yo seguía corriéndome, que rico me hacía gritar de gusto, con el pasar de mi orgasmo Toño fue cesando la intensidad de su mamada hasta que me despeje de su cara. Mmmm, ves eso te pasa por ser tan putita, por calentar a tu hermanito, dijo sonriendo. Ahora te toca a ti comerme la verga mi amor, dijo recostándose sobre la manta. Enseguida mis manitas le desabrochaban los bermudas y se perdían hábilmente bajo su ropa interior, tratando de tomar ese pedazo de carne que me moría por tener ya en mi boquita.
Me puse sobre él y de rodillas y me metí su verga en mi boquita, Toño empezó a bombearme la boca hasta que su verga llegaba a lo más profundo de mi boca topando en mi garganta. Dios mío amor ¿porque tienes la boca tan deliciosa, que manera chupar tienes, mmmmmm dijo levemente casi sin poder hablar, mmmmmm, ¿te encanta que tu hermanita te la mame verdad ? ¿Qué te saque toda la lechita? Conteste con su verga atorada en mi boquita, si, si Valery, me encanta, tu boquita es perfecta para esto, mmmmmmm ya no aguanto, respondió. Hazlo, dame tu leche tan rica mi amor, córrete en mi boquita, dije chupando mucho más fuerte para hacerlo venir ya.
Ahhh, gemí mientras me llenaba la boquita de leche, que recibía gustosa toda la corrida dentro de mi boquita, mamando suavemente para acabar de sacar todo lo que quedaba. Bueno ya estas lista, ahora si te voy a coger de lo lindo mi amor, dijo sonriente mi hermano. Si, méteme tu verga en mi conchita ya, respondí ansiosa. Así como estaba tirado boca arriba, me coloque encima suyo y mi hermano puso su verga en mi entrada y de un empujón entro casi por completo arrancándome un gritito de gusto al sentirme llena de su verga. Un empujón más y su verga entro hasta el fondo de mi ardiente panochita. Toda, dámela toda mi amor, gemí rogando por mas verga ¿Te gusta como aprieta mi hoyito amor? Mmmmm, me encanta, aprietas delicioso mi amor me decíaToño gimiendo de placer.
Mi hermano comenzaba a entrar y salir, sacándola casi por completo y metiéndola hasta el fondo en un movimiento ¿Te gusta preciosa? Sí, aahh, si me gusta ¿Que te gusta? dime mi reina, dilo hermanita me decía Toño sacando su lado más salvaje y sucio. Tu verga, me gusta que me metas tu verga en mi panochita, me gusta tenerla adentro, aahh ¿Te encanta verdad? ¿Te encanta volver loco a tu hermano? ¿Te encanta calentarme hasta que te dé una buena cogida verdad? Dijo también extasiado de gusto. Sí, ahh, si, si me gusta, me encanta que me cojas tan rico, auu, ahh respondi.
Una y otra vez me sentía en el cielo con cada metida y sacada de verga que me daba mi hermano, mi conchita se apretó más y rápidamente me sentí explotar en un orgasmo, esto puso a mi hermano a mil y aumento el ritmo, empujaba al máximo entrando de lleno una y otra vez, lo escuchaba gemir, y me deje caer rendida dejándome coger ahora más, mientras el chupaba y mordía mis pechitos que se ofrecían duritos y firmes ante su boca. Así mi amor, que rica panochita tienes, te la voy a llenar todita, dijo ya al borde de correrse. Mmm. Sí. Hazlo mi amor, córrete adentro de tu hermanita como te gusta, aaaaahh, lléname la puchita, respondí extasiada. Si mi amor, dijo temblando mientras su corrida comenzaba a bañar las entrañas de mi cuevita, siiiiiiii, tu lechita arde dentro de mi panochita, que calientita es, déjala toda dentro, grite contenta.
Toño saco su pene de mi vagina, saliendo así parte de su corrida y también parte de mis jugos, no pude esperar más y me abalance sobre su verga y la engullí para limpiarla. Si mi amor chupa, gemía mi hermano, mmmmm, que rica sabe a mi panochita, dije riendo juguetonamente. Si mi amor, ese es el sabor más rico que hay – respondió mi hermano. Termine de limpiársela y nos dispusimos a vestirnos para poder regresar al rancho ya que nos habíamos tomado mucho tiempo entre la búsqueda de un sitio ideal y en la cogida que dimos.
Habían pasado ya unas cuantas horas desde que mi hermano y yo nos habíamos ido “de caminata”, nos la habíamos pasado tan rico cogiendo que cuando nos dimos cuentas ya casi era la hora de comer así que regresamos al rancho para que nadie se preocupara de más. En el camino antes de que llegásemos a la casa nos pusimos calientitos otra vez con los toqueteos y caricias que ambos nos dábamos.
Oye Toño sé que no nos queda mucho tiempo, pero ¿Qué te parece si te la mamo aquí ahorita? Me tienes tan caliente que ya no me importa, va hermanita, chupa, dijo mi hermano sacándose su verga ya bien parada. Gozaba deliciosamente con la verga calientita de mi hermano y me envolvía toda su verga engulléndola por completo, logrando tocar el fondo de mi gargantita, mmmmm, que delicia de verga, la chupaba con mi lengua húmeda y caliente y lamia su verga haciéndolo estar al borde de correrse pero aguantaba como podía mientras que yo lo miraba directo a la cara, a sus ojos con mi carita de putita para prenderlo más. ¿Te gusta hermanito? dije parando de chupar ¿Te gusta cómo te la mama tu hermanita? dije con una voz de total deseo. Claro que me gusta mi amor, tienes la boquita más rica del mundo, continúe chupando una y otra vez, y mi hermano me tomaba de la cabecita y me la sujetaba bien hondo hasta que se me acababa el aire y me dejaba tomar aire, se podía ver en su cara de placer como le encantaba ahogarme con su verga grande y venosa.
Ya hermanito dame tu leche que yo me la voy a tomar todita, agregue mientras se la mamaba y mamaba como recién nacida, si putita te la vas a tomar todita y no vas a dejar nada mi amor, dijo acelerando sus arremetidas en mi boquita. Si mmmm, dámela toda en mi boquita mi amor, respondí impaciente. A cada movimiento de su verga yo podía sentir con mi lengüita como estaba a punto de venirse, sabía muy bien lo que hacía y le encantaba verme así. Ya Toño mmmm, lléname la boca de tu leche caliente. Si mi amor te la vas a tomar todita como la putita que eres, aaahhh, dijo a punto de vaciarse, si dámela, dámela todita, amamántame como tu perrita mi amor, dije excitada. Y entonces mi hermano no pudo más y sujetándome bien de la cabeza comenzó a correrse en mi boquita, solo sentía los movimientos de su verga en mi gargantita mientras me tragaba toda su leche, y mi lengua succionando todo dejándolo bien vacío, seguí así hasta que se la deje bien limpiecita. Aaahh mi amor que deliciosa boquita dijo mi hermano recuperando el aliento de tal corrida ¿Lo ves Toño? Me he tomado toda tu rica y caliente lechita.
Nos limpiamos como pudimos y continuamos nuestro camino a la casa de mis abuelos rápidamente. Llegamos a la casa comimos, pasamos la tarde normalmente conviviendo con mis tíos, mis abuelos y mis padres teniendo conversaciones de cuando éramos pequeños y cosas así. Lo único raro de todo aquello fue como se me quedaba viendo mi hermano Jesús, a decir verdad no separaba la vista de nosotros, era como si supiera algo que nosotros no, en fin no le di importancia y siguió la tarde hasta caer la noche. Después de la cena y de pasar un rato otra vez en la sala todos pasamos a nuestras habitaciones para dormir.
Ya en la habitación estuvimos charlando de nueva cuenta de cosas sin sentido. Nos fuimos a la cama a eso de las 12 y apagamos las luces, pasaría al menos 1 hora u hora y media hasta que de pronto sentí como alguien se acostaba a lado mío, por un momento creí que era Toño que le había dado ganas de jugar un poco, empezó masajeándome los senos de una manera algo tímida y de ahí paso a tocar mis piernas, las nalgas y paso a mi panochita. Yo empezaba a mojarme todita, mi respiración se aceleró al igual que la suya y no fue hasta que me susurro al oído que supe quién era.
Ssssssshh no hagas ruido hermanita, era Jesús, yo me paralice enseguida. No digas nada, hoy pude ver algo muy muy perturbador hermanita, te vi a ti y a Toño cerca de casa portándose mal, no sé a qué te refieres Chuy le dije rápidamente con voz tranquila, ¿a no? ¿Me vas a negar que estuvieras de rodillas pegándole una mamada? A tu propio hermano, Chuy no sé qué viste pero no era yo, no te hagas puta, vi perfectamente quienes eran y les tome una foto con mi celular, así que óyeme bien, vas a hacer lo que yo diga, si no esta foto va a acabar en posesión de nuestros padres ok. Tu ganas, ¿Qué quieres hacer? por ahora quiero que me la chupes así como a Toño, y no hagas ruido, no quiero que se despierte.
No tuve de otra más que bajarle los shorts que usaba de pijama y comenzar a lamer su miembro, no era tan grande como la verga de Toño ni tan gorda pero era una verga promedio. Comencé lamiendo desde sus huevos y llegaba hasta la punta de su pene, y Chuy hacia un gran esfuerzo por no gritar o gemir muy fuerte, entretanto la situación me ponía muy cachonda, siendo sobornada por mi otro hermano para que tuviera sexo oral con él, metete todita zorra, susurro Jesús, mmm así cabron, le dije, si eso quería, eso le iba a dar, no me pare para nada y le di una súper mamada que jamás iba a olvidar en su vida. Me metía su verga ya bien parada y venosa hasta el fondo de mi garganta, como era tan larga esto me resultaba súper fácil, tomaba pequeños segundos de receso para masturbársela de manera agresiva y veía la cara de morbo de Jesús mientras eso ocurría, no paso mucho antes de que se corriera en mi boca, acto que aproveche para tomarme entera su lechita. ¿Te gusto pendejo? ¿Te gusto mi mamada? le dije en voz baja, si perra, chupas genial, pero mañana quiero cogerme esa puchita linda tuya, así que duerme bien porque mañana será un gran día, dijo Chuy. ¿Qué? estás loco, no voy a coger contigo, le respondí, vas a coger recuerda que tengo la foto ok. Dijo eso y se largó a su cama.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!