VOLVI A PROBAR LA RICA LECHE DE MAMA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me llamo Alejando y esto sucedió hace 10 años aprox aca en mexico.
En ese entonces tenia 21 años y mi madre contaba 42.
Soy el mayor de 5 hermanos, y para la época mis hermanas tenían 19 y 14, y mi hermano menor 6.
Mi hermana de 19 llevaba 2 años radicada en la capital, estudiando enfermería, y mi padre poco paraba en la casa por ser agente viajero, por lo que venia cada 20 dias por lo general a saber de su familia.
Asi que vivía con mama y mis dos hermanos en Jalisco.
El caso es que el año anterior a los sucesos, una noticia nos cayo como una bomba: mi mama estaba embarazada, y ni mis hermanas ni yo nos imaginamos nunca que volviera a quedar en estado de ”gracia”.
Esto sucedió cuando llevaba 2 meses, cuando ella se decidio a confesárnoslo.
La verdad fue una noticia que no supe como asimilar en el momento, por los riesgos que uno escucha en mujeres de su edad, pero al final la apoyamos todos.
Ni ella misma se lo esperaba, pues al parecer estaba planificando.
Con el pasar de los días comencé a experimenta la ansiedad que produce en mi tener a una mujer cerca y en estado de lactancia, aunque fuera mi madre, por lo que me sentia incomodo.
Cuando mi madre completaba su 3er mes de gestación, ocurrio otro hecho traumatico para todos: una amiga de mama le hizo saber que mi papa le estaba siendo infiel, y le enseño un video que hizo con su móvil al pillarlo en lo suyo.
Mi mama casi no aguanta la noticia y tuvimos que tranquilizarla y estar muy pendiente de ella teniendo en cuenta su condición.
Pero era inevitable encontrarla a veces, cuando regresaba de la universidad, llorando en su habitación.
Siempre me he llevado muy bien con ella, tenemos mucha confianza, nos la pasamos jugando, tomándonos del pelo, es amorosa, y es de esas mujeres osadas y picaras, en el buen sentido.
Por eso verla en ese estado me unio mucho mas a ella, a estar pendiente de sus cosas, animarla y hacerle saber que no estaba sola, al punto de decirle cierta noche que mi papa ya no le haria falta, porque ahora yo seria el hombre de la casa.
Ella sonrio y me dijo:
-gracias, mi amor, yo se que de ahora en adelante será asi.
Estuvo a punto de pedirle el divorcio pero no lo hizo por mis hermanos, y aunque mi papa pidió perdón y dijo dejar a la fulana, las cosas entre ellos se enfriaron.
Mientras tanto yo seguía acompañándola a sus controles, mimandola, haciéndola sentir mejor, y vi que su animo cambio y estuvo mejor dispuesta en su etapa final del embarazo.
También vi sus cambios, la curva hermosa de su barriguita y la turgencia de sus senos que aumentaron varias tallas, porque como decía ella: “otra cosa será, pero lechera si soy como una vaca”, y de eso si que daba fe con el nacimiento de mi hermano menor, cuando yo contaba 15 años, y a quien amamanto por 3 años.
Durante ese tiempo me la pasaba la mayor parte del tiempo fuera de casa, ocupándome de los estudios, para no tener que estar en la posición incomoda de verle los senos llenos de leche a mama, porque el pensar en la excitación que me producirían me ponía mal moralmente.
Por eso no sabía como lidiar de nuevo con aquella situación.
Una noche que estábamos solos me llamo a su habitación y me pidió que le tomara una foto.
Era su octavo mes, y tenia un slip y una camisa bastante holgada.
Se recogio la camisa a la altura del pecho, pero al no sentirse comoda por lo ancha me pregunto que si se la quitaba mejor.
Le dije que como mejor se sintiera comoda.
-Es que me da tantica vergüenza que me veas corta de prendas, pero que hacemos –dijo.
-no te avergüences que estamos entre amigos, ¿o no?
Ella asintió y se deshizo de la camisa y quedo con su brassier, y no pude evitar verle sus pezones que se transparentaban a través de la tela, marrones e inmensos como discos, y no pude evitar que mi pene lanceteara ante exquisita visión.
Casi que no pude tomarle la bendita foto de lo tembloroso que estaba.
Esa noche la figura de mama venia a mi cabeza, e hice de tripas corazón para no darle alas de otra manera.
Asi que mi tensión sexual crecia, y solo la desfogaba mirando videos de mujeres amamantando para hacerme unas buenas masturbaciones.
Mi mayor fantasia sexual era tener sexo con una mujer lactante, y me lamentaba que un hombre como papa tuviera al alcance mi fantasia, y la hubiera echado a pique por su infidelidad.
Me daba rabia que alguien como yo no tuviera mejor suerte.
Cuando ya se acercaba la hora del parto, mi padre le pidió un tregua para acompañarle, de modo que estuvo un fin de semana en casa, desde el vienes, pero llego el martes y viajo porque mama no daba señales de nada.
La cosa es que el miércoles mi mama me llamo a la universidad alertándome que estaba en camino al hospital, donde nacio satisfactoriamente a las pocas hora una hermosa bebita de manera natural.
Y a partir de ahí comencé con mi tortura de tener en casa a una mujer que reúne las características de la musa de mi fantasia, aunque fuera mi madre.
Por tanto me desligue de ella un tanto para no sufrir ni sentirme mal con su seductora figura.
Cada vez que veía que iba a amamantar, salía de allí para evitarme malos pensamientos y mi corazón agitado.
El caso es que mi comportamiento fue notorio, y pronto mi mama me pregunto por la razón del mismo.
Le dije que eran ideas suyas porque nada estaba pasando.
-Te equivocas, porque estas últimamente huidizo conmigo y con tu hermanita, asi que dime que te pasa.
-Nada, mama.
Nada que importe.
Ella no le dio largas al asunto y la cosa paro ahí.
Pero cuando ya cumplia mi hermanita sus primeros 4 mesesitos, una mañana, al llegar de la universidad, encontré a mi madre haciendo el almuerzo.
Solo estaba ella y la nena.
Yo fui a mi habitación y al rato me llamo a la sala para que le contara sobre un asunto que me había mandado averiguar.
Nos sentamos y casi al instante la bebe se despertó, y mama fue por ella.
-Mejor te cuento luego –le dije.
-Y por que no ahora –dijo sentándose con la bebe en brazos-.
¿Acaso tienes algo urgente que hacer?
Le dije que no, y ella me pidió que me quedara ahí y que continuara.
Asi que no pude evitar ver que sacara su hermoso seno, con esa aureola marron inmensa, punteada, y ese pezón oscuro, grueso y largo, a diferencia de los que veía en los videos.
Mi mama tenia unas tetas de infarto, y me costaba creer el tamaño del pezón.
Inevitablemente comencé a temblar por la exitacion que me producia aquello, y mi voz también me delato por el temblor.
-¿Que te pasa, Alejo, por que tiemblas? ¿Tienes algo?
-Nada, mama.
Tal vez sea síntomas de un resfriado.
Mi mama no lo creyo, y menos cuando llevaba días sin llover.
-Nada de eso –dijo-.
Mas bien dime que es lo que te pone asi… como tan nervioso.
Anda, cuéntame, mi amor.
Me sentí atrapado, y su confianza y su amor me abrió una ventana para decidirme a confesarle la razón de mi perturbación.
-Es que no se… si decírtelo… porque me parece una tontería.
-Nada de lo que le pase a uno de mis hijos es una tontería, asi que anda, cuéntamelo, o acaso no estamos entre amigos –dijo guiñándome el ojo.
Asi que suspire profundo y me avente a contarle.
-esta bien, pero no te rias ni te burles… -mi corazón golpeaba fuertemente-.
Lo que me pone asi… es que… me excita ver a una mujer dar de mamar a su bebe, ya esta.
Ella se rio.
-ves, te lo dije –le adverti.
-esta bien, esta bien, perdón, no quise hacerlo, solo que me sorprendio.
Pero Alejo, en realidad es eso, o hay algo de mas.
-nada de mas.
Ella reprimio otra risa.
-perdoname mi amor, pero me resulta curioso, pero ya, no me voy a reir, y me alegra saber que sea solo eso.
De razón estabas tan evasivo cada vez que andaba en estas –y apunto con sus labios a la nenita que vaciaba el seno de mama.
-asi es –dije avergonzado.
Mi madre se concentro en la nena, acariciándole la mejilla con su dedo índice.
Asi estuvo unos segundos, hasta que volvió a mirarme y se mordio una esquina de su labio inferior.
-¿y… entonces también te pasa conmigo?
-asi es, y es vergonzoso.
-a mi en cambio me halaga, Alejo, y no creo que sea algo tan grave para que te sientas tan mal.
A todos los hombres les gustan los senos de nosotras las mujeres y no eres la excepción.
-tal vez, pero creo que soy un caso aparte, porque no puedo con los nervios y la excitación cuando veo a una mujer es esas.
Callamos y permaneci cabizbajo.
Pasaron otros segundos para que ella volviera a hablarme.
-y… ¿te gustan mis téticas, Alejo? –dijo con cierta picardía.
Entonces mi mirada se clavo en ese seno que alimentaba a mi hermanita.
-son hermosas, mama, muy hermosas.
Y con sorpresa vi que la camiseta de mama se mojaba en el lugar donde estaba el otro pezón.
-mira nada mas –dijo advirtiendo su riego-, ya se comenzó a regar la otra –y masajeándose de manera circular, la leche paro de regarse.
-parece que produces en exceso.
-asi es, mi amor, y tu hermanita no da abasto para tomársela y por eso mucha se pierde –me volvió a mirar con una chispa de picardía y continuo-.
Pero si quisieras, se la podría dar a su hermanito Alejandro.
-ay mama, no jales –le dije fingiendo molestia, pero ya que me moria por chuparle ese otro pezón.
-no, es en serio, mi amor.
No tendría problema en dártela, al fin y al cabo que ya lo hice cuando naciste, y a lo mejor con eso te baje un poco esa ansiedad que presentas.
-no lo se, no lo se, no creo que ya estemos en edad para estos juegos –y me fui.
A partir de ese momento ya no me sentí cohibido con las muestras de pecho de mama, y ella parecía entenderlo muy bien.
Una semana después, siendo de noche, fui a la sala a mirar televisión pero encontré a mi hermanito mirando sus dibujos animados, asi que me regrese, pero al pasar por la cocina, con dirección a mi cuarto, mi madre me pidió que le echara un ojo a la bebita, que estaba en su habitación.
Subi, ya que ella duerme en el 2do piso, y aproveche para prender la televisión mientras me acostaba al lado de mi hermanita.
Al rato subio mama, quejándose de que mi hermana nada que llegaba y se le iba a enfriar la comida.
Luego me dijo que como se había portado y le dije que bien.
Tan pronto reconocio la voz de mama, la bebita comenzó a gimotear.
Asi que ella se hizo del otro lado que yo estaba, y se descubrió la camisa, quedando al descubierto su brassier rosado de encaje, para sacar de allí ese hermoso globo para disponerlo a mi hermana, quien se agarro del pezón a mamar plácidamente.
Nunca antes había estado tan cerca y mi corazón comenzó a latir descontroladamente, mientras mi pene comenzó a levantarse de a poco.
Yo segui en la tele pero no dejaba de ver de reojo esa teta voluptuosa, de pronto mi mama se quejo, y al mirar vi que la bebita había soltado el pezón el cual continuaba manando leche como un surtidor.
-mira otra vez perdiéndose la leche que no mamas –se quejaba diciéndole a la bebita.
Mi sangre se me subio a la cabeza al ver ese pezón erecto botando leche como por 8 partes.
Uno de los chorros cayo sobre mi mano y me quede mirando las gotas, indeciso.
Mi madre trato de detener la fuente, pero no lo lograba, entonces me anime y le dije que si la ayudaba.
Ella se me quedo mirando, tal vez algo sorprendida, y esbozando una ligera sonrisa me dijo “¿quieres?”, y yo asentí.
-anda, toma –me dijo ofreciendo su precioso manjar que no dejaba de gotear-, pero espera muevo a la bebe a la cuna y tu ve y cierra la puerta no vaya ser que pipe –mi hermanito- nos encuentre en estas.
Se me hizo una eternidad ir hasta la puerta, poner seguro y regresar al lado de mi madre, que no cambio de posición en la cama.
Ella me pidió que me acostara donde la bebita estaba.
-¿como le hago?
-solo chupa como si fuera un chupete, sin los dientes, que la leche vendrá sola.
No lo podia creer al estar a punto de volver a mamar después de tantos años.
Al acercarme pude oler el aroma de la leche y esto me excito mas.
Asi que abri la boca y alargue mi lengua para que fuera al encuentro de esa fruta jugosa.
Sentir su enorme pezón llenar mi boca como una fresa sabrosa, y acto seguido sentir el contacto de la leche tibia y exquisita que llenaba mi boca a propulsión, casi me hace desmayarme de lo excitado que estaba.
No podía creer lo rápido que soltaba la leche y lo abundante, asi que me tocaba tragármela con desespero, alucinado con lo rica y ligerita que estaba.
Ya tenia puesto mi short de dormir, y me fue inevitable esconder la tranca tan tremenda que amenazaba con salir.
Se que mama no perdió detalle, pero que hacia.
Estuve pegado como 5 minutos y vi que el otro seno estaba mojando el brassier.
Me despegue un poco y le dije “mira como tienes el otro pecho”.
Ella sonrio y dijo “asi se pone cuando esta lleno.
¿quieres mas?”.
Ante semejante ofrecimiento como negarme.
-Entonces anda a mirar en que anda pipe y regresas.
Me di la vuelta rápido para ocultar mi erección y sali a vigilar a mi hermanito.
El seguía en lo suyo.
Al regresar mi madre se había quitado el brassier dejándose la camisa.
Me sonrio con amor y me dijo “para estar mas comodos”.
Volvi a lo mio y me pegue del otro pezón que ya estaba goteando.
Sentía la tibieza de la piel de mama en mi nariz, y al poco rato no aguante tanta excitación y descargue sin poder contenerme.
Fue lo mejor que me había pasado.
Y aun asi no deje de mamar, y en un momento que levante la vista, observe que mama tenia los ojos cerrados, estaban encendidas sus mejillas y no dejaba de morderse los labios de forma lasciva.
Estaba gozando como yo.
Estuve como diez minutos pegado hasta que se vacio.
Presa aun de tanta felicidad, me acerque a la cara de mama y sin planearlo le estampe un beso en los labios.
-¿y eso? –dijo ella entre sorprendida y agitada por la buena faena que teníamos.
-por darme tanto amor, y concederme este gustico, mama.
-¿te gusto?
-y mucho.
Ella apunto hacia mi entrepierna.
-y que lo digas.
-lo siento, pero no pude evitarlo.
-esta bien –dijo levantándose y volviéndose a poner el brassier-, pero ahora salgamos no vaya ser que llegue tu hermana.
Esa noche salte todos los prejuicios morales, deje de ver a mi madre como lo que es, y la encontré como mujer, y me hice 3 tremendas masturbaciones recordando lo hecho.
Un sábado en la mañana, seis meses después del parto, había planeado salir de camping con unos amigos.
Pero antes de salir mi mama se quejo de que tuviera hijos tan desconsiderados y la pensaran dejar sola.
-pero se queda pipe y Alexandra, mama.
-claro que no, porque ahora viene tu tio miguel y se los lleva para la finca.
-no lo sabia.
-oye, Alejo, porque no sales el otro fin de semana y me acompañas este que no quiero quedarme sola.
Entonces la mire con picardía.
-pero tendras que esforzarte en recompensarme por dejar a mis amigos tirados.
-eso se llama chantaje, pero si quieres vete que te puedes perder un gran fin de semana con tu madrecita –dijo fingiendo orgullo y dándome la espalda.
Yo aproveche que no estaban mis hermanos a la vista y le rodee la cintura por la espalda y le estampe un beso en los labios.
Ella me recrimino por la osadia y me dijo “que haces que nos pueden ver, menso”.
Yo sonreí sabiendo que fingia.
-no vuelvas a hacer eso, tonto.
O es que estas perdiendo la cabeza.
-esta bien, perdóname.
Será mejor que me vaya entonces.
Ella me miro como si la falseara, a la vez que movia la cabeza negativamente.
Asi que después de engañarla me arroje de nuevo a abrazarla y le di un beso en la mejilla.
-no te dejaría sola después de tanta felicidad que me diste –le susurre-.
Te amo –y ella correspondio a mi abrazo, me miro a los ojos y me dijo “sabes que yo también, mi amor”.
Después de que mis hermanos se fueran salimos a almorzarr y mas tarde fuimos a cine, comimos pizza, miramos vitrinas, entramos al super y de pronto se le dio por comprar vino.
-y eso, mamacita?
-para celebrar el final de un buen dia con una copita.
-pero estas lactando.
-ja, y eso que.
Si mi madre y mis tias tomaban de vez en cuando mientras estaban lactando, y miralas a ellas y a su hijos, ¿que les paso? Nada.
Eso no tiene nada de malo mientras no me tome la botella jjjjjjjjjj.
Hacia las 9 de la noche llegamos a casa y nos metimos a su habitación a mirar tele.
Nos tiramos en la cama, amamanto a la bebita hasta que se durmió, y ya cuando creía olvidado el tema del vino, mi mama lo recordó y fue por el.
-pero sabes mama que no bebo.
-sera solo una copita, a menos que me quieras dejar sola.
Además no digas que no bebes que yo recuerdo que casi acabas el champagne el dia de la boda de Lia.
-esta bien, una copita.
Y el vino fue entrando fácilmente porque estaba rico, pero solo fueron 3 copitas de lado y lado.
Ya a las 10 me despedi y mi madre me dijo que si ya me iba a dormir, y le dije que no, que iba a empiyamarme y a ver una película en la sala.
Ella me dijo que la viera con ella, que no le importaba pues decía no tener sueño.
Asi que fui a mi habitación a empiyamarme y cuando regrese mi madre había hecho lo propio, con una camiseta de tirantes y un short ligero, pero no se había acostado del todo, permaneciendo sin taparse contra el espaldar de la cama porque hacia algo de calor.
Yo solo tenia una pantaloneta.
Para mi sorpresa ya se había quitado el brassier.
Ella palmoteo la cama, haciéndome entender que me sentara a su lado.
-venga mi hombre de la casa que no me dejo solita.
Me sente a su lado y me pidió que la abrazara por atrás.
Mi mejilla quedo contra su mejilla derecha, invadiéndome su fragancia, y con una vista excelente sobre sus pezones que levantaban la tela como carpa de circo.
Esa imagen me turbo, de modo que me concentre en la película.
Después de un rato, al ver una escena donde una joven iba a tener su 1era vez, le dije a mama como había sido la suya.
Ella al principio se negó a contestar, pero ante mi insistencia y mi amenaza de ataque de cosquillas, accedió sin dar mayores detalles.
Ella luego me pregunto por mi, y asi comenzamos a hablar de sexo.
Luego le admiti que haber mamado de sus tetas fue lo mejor que me había pasado, y ella también reconocio que le había gustado, que la había puesto caliente.
-ay perdóname las cosas que digo, mi amor, pero es que tu entenderas que ya ha sido mucho tiempo.
-no tienes que disculparte, mama, lo entiendo.
¿y… es que hace mucho, mucho?
-ay, picaron, mira que clase de preguntas le haces a una mujer decente -dijo divertida-, pero esta bien, solo por tratarse de mi hombre de la casa te voy a decir que… hace como año y un mes que nada de nada, ¿y tu?
-desde que termine con Julia, hace como año y medio.
-ay, que penita, mi amor, boba ella que no sabe lo que se perdió.
-si, boba ella.
Y mi padre también fue un estúpido al engañarte.
Yo te juro que si hubiera sido el nunca lo habría hecho.
Has sido una gran mujer y te amo por eso.
Reforcé mi abrazo y la bese sutilmente en el cuello.
Ella temblo levemente.
-yo también te amo, mi amor, te has portado muy bien conmigo después de enterarnos de la infidelidad y del embarazo, y eso es algo que nunca olvidare…
Yo segui besándole el cuello, apartando su cabello y dándole piquitos que ella los aceptaba con recato.
-me consientes tan rico, Alejo –dijo casi susurrando-, pero ya no me hagas mas caricias que me pones cachonda y no es justo… hace ya mucho tiempo.
-lo siento, mama, pero no puedo parar ya que tu perfume me embriaga.
Mama se retorcia con cada contacto sutil de mis labios.
-anda ya, Alejo, déjame que no esta bien.
Mmmmmm dime que tengo que hacer para que me dejes de mimar asi.
Aunque en un comienzo mis besitos no tenían malicia, tratándose solo de un juego inocente como muchas veces lo haciamos, el vino y la postura en la que nos encontrábamos nos fue despertando la libido, además porque no dejaba de tener contacto con los senos de mama al mantenerla abrazada debajo de ellos.
Entonces se me ocurrio, ante su propuesta, decirle que solo había una forma de dejar mi juego, y era que me diera un beso en la boca.
-que atrevido eres –dijo riendo.
-es cierto, pero creo que vale la pena.
Pero no importa porque creo que no eres capaz –la desafie.
-ja, ¿eso crees? Pues no sabes a quien estas desafiando –y se volvió un poco y con su mano derecha me agarro de la barbilla y me estampo un pico.
-a no, eso no se vale –le dije-, porque te dije que un beso, no un besito.
Por eso te decía que no eres capaz.
-que picaron eres –se quedo un poco pensativa mientras yo seguía en lo mio, y al poco dijo:-.
¿y entonces como hacemos?
-bueno, si tu quieres, regalame un beso de… 15 segundos.
Mama se echo a reir nerviosamente.
-eres un loco, ¿lo sabes?.
pero acabemos esto de una buena vez para que no digas que no soy arriesgada y capaz de darle un beso a alguien, aunque sea mi propio hijo.
Entonces se ladeo un poco, dándome la cara, decidida, y nos quedamos mirando a los ojos.
-pon entonces tu cronometro, y que pite para saber en que momento termina tu beso.
Asi lo hice, con 20 segundos, y no dejaba de temblar por el paso que estábamos a punto de dar.
Ella también tenia la respiración agitada, y tenia en su mirada entrecerrada una luz de deseo y seducción, y no dejaba de ver mis labios.
De modo que nos fuimos acercando y nuestras bocas se unieron y al sentir su calidez y la suavidad de sus labios apoderándose de los mios fue celestial.
Mama besaba como una experta, y antes que terminara el tiempo me arriesgue a meter mi lengua y ella respondio también con la suya y nuestra pasión fue mas desbordante.
El caso es que el teléfono timbro dando el final, y nosostros seguimos agarrados de la gloria.
-te amo, mama, y te deseo tanto –le susurre en una pausa.
-yo también, mi amor, y no se si me estoy volviendo loca pero también te deseo tanto.
Sabes que esto no esta bien…
-yo solo quiero demostrarte todo mi amor y hacerte sentir la mujer hermosa que eres, y hacerte saber que hay un hombre que muere por estar contigo.
Ella me abrazo con fuerza y volvió a besarme con locura, como si fuera lo ultimo.
-eres consciente de lo que quieres hacer… ¿y si te arrepientes?
-nunca lo haría, cuando es lo que mas deseo en la vida.
Ella lo entendio de ese modo y se entrego de lleno a la pasión cegadora que nos embargaba.
No dejábamos de besarnos con locura, con ganas, con deseo, mientras mi mano derecha sobaba por debajo de la camisilla el seno turgente, y apretándolo con suavidad para exprimirle la leche que salía a chorros.
Luego le quite la camisilla y me pegue como poseso a su seno y lo mame con delirio mientras mi mano continuaba magreando el otro grueso pezón que con la excitación alcanzaba los 3 cms de largo, como si fueran morones.
-mama, mi amor, mama con fuerza, sácame la leche –decia lujuriosa mama-… ay mi amor, que rico me haces, cuanto placer me das….
–y en eso se retorcio y lanzo un gemido que la agotaba, prueba de su intenso orgasmo que fue seguido por otro a los pocos segundos.
Todo su vientre estaba empapado de leche, y me pegue de su otro pezón y asi estuve como por 10 minutos hasta que mama volvió a mojarse un par de veces mas.
Luego mama se agarro de mi pene que estaba bañado de liquido preseminal y comenzó a mamarlo con avidez hasta que le adverti que ya me venia y ella arremetio viniendome en su boca con una corrida de infarto que mama se devoro.
Apenas si me pude recuperar cuando mama volvió del baño de refrescarse la boca y me dio un beso impetuoso.
Le dije que se acostara y ella me dijo que siempre se había negado a tragarse el semen de papa, pero que conmigo algo la hacia perder la cordura y llegar a limites impensables.
Me meti entre sus piernas y volvi a mamarle las tetas que no dejaban de producir rica leche mientras ella me acariciaba el cabello y los hombros, y poco a poco fui bajando por donde la leche derramada había dejado camino, redondee su ombligo con la punta de mi lengua y ella se quejo, hasta que llegue a su cintura y le quite el short del pijama para descubrir aquella tanga de encaje azul celeste que dejaba entre ver la mata de vellos, como a mi me gusta.
Eso también me gusta de ella, su ropa intima seductora, sin prendas de abuela.
Me levante para contemplarla mejor, y mi pene volvió a retomar su vigor al deleitarme con sus piernas rollizas y con la mojada tremenda que tenia su entrepierna.
-mira, papito, como me tienes de mojada.
El contorno de su sexo, fuera de la tanga, brillaba a la luz de la lámpara de la mesa de noche.
Sin perder tiempo lleve mis manos a sus protuberante nalgas y le descorri la tanga y me parecio que sin la prenda crecia su bosque de pelos que brillaban por todo el fluido expulsado en la zona de su rajita, a la que me tire de cabeza a fin de apaciguar mi deseo de saborear los fluidos de mama, que tenían un sabor agridulce que me empalmo por completo.
Ella gemia del placer que le estaba dando al meterle la lengua, y pronto se recogio un poco al sentir la explocion de otro orgasmo que mojo mi boca y mi barbilla.
Ella temblaba de los espasmos que le producia tanto placer y tomo con sus manos mi cabeza y me volvió a besar con locura.
Cuando me aparte vi que tenia lagrimas en sus ojos de tanta felicidad.
-gracias, papito, por darme tanto placer.
Hacia mucho tiempo que no me sentía asi de viva y feliz.
Me abrazo y nuestras lenguas se volvieron a juntar mientras volvíamos a caer sobre la cama a modo de misionero, y mi pene fue buscando su premio mayor.
-metemelo, papito, metemelo que ya lo quiero, por favor….
Sus suplicas me calentaban mas, y para seguir con su provocación cogi mi fierro y se lo deslizaba por todos lados de su cuquita, se lo rastrillaba por la entrada, y este movimiento a ella la desesperaba de ansiedad y me rogaba que se la metiera de una vez por todas.
Asi que se la deje ir sin problema por lo resbalosa que estaba, y sentí que las piernas me flaqueaban al sentir el calor que había en el interior de mama.
Fue un momento inigualable, indescriptible, ni siquiera cercano a cuando lo hacia con mi novia, el estar dentro de mama, y fue ahí que me di cuenta de la verdad en lo que leia en los foros y relatos de incesto cuando decían que el placer y el voltaje sexual que se experimenta con una madre es único e indescriptible, mas aun si se hace, además del deseo, con amor.
Era lo máximo estar dentro de mama!!! Y al compas del mete y saca mama y yo gemiamos de placer al punto que ella empezó a gritar fuerte amenazando con despertar a los vecinos y a la bebita que dormia en su cuna, y me toco acallarla con mas besos que ella acepto con gusto al tiempo que rodeaba con sus piernas mi cintura.
Eramos una sola carne que sentíamos morir de gozo en cada embate.
Después de unos diez minutos le pedi que se hiciera encima mio, y con cada ensartada le acariciaba sus prominentes nalgas, que luego deje para acariciar sus tetas que producto de la excitacion no dejaban de tirar leche como regaderas, bañándome mi pecho y cara.
La visión de esas dos grandes tetas, algo caídas producto de las cinco épocas de lactancia, me calentó mas y me pegue a su pezón derecho a la vez que agarraba a mama de su cintura.
Ella se encorvo un poco para facilitarme la succion, y entonces me di cuenta de lo afortunado que era al estar cumpliendo mi fantasia de lactofilo, sumado al morbo de hacerlo con tu madre, era incomparable.
Era mama abriendo su cuerpo para recibir mi carne, y a la vez yo abriendo mi boca para recibir su carne y leche.
En esa posición mama volvió a tener otro orgasmo al sentir sus uñas clavarse en mis hombros y proferir su grito de victoria, y supe que el mio ya se acercaba por lo cual le avise, por si quería que se la sacara para evitar inconvenientes.
-no importa, papito, quiero que te vengas dentro asi cometamos locuras, pero no quiero que me lo saques, esta noche no.
Lléname con tu leche, papitooooo…
Fue placentero escucharla que quería mi semen dentro, el cual comencé a aventar con largos y abundantes chorros que me llevaron a la gloria.
Ella termino exhausta encima mio después de tanto ajetreo, acariciándonos y descansando un poco.
Al rato mi hermanita despertó, mama la amamanto y volvió a dormirse.
Y basto una mirada para volver a lo nuestro.
Esa noche nos dieron las 3 de la madrugada dándole a la follada.
Como también suele pasar, hubo un cargo de conciencia después de, y mama estuvo distante unos días.
Pero luego lo hablamos y aunque tenia un poco de remordimiento dijo que no se arrepentia de haberse acostado con su hijo, pues a la postre era lo mejor que le había pasado en la vida.
De modo que pronto volvimos a la cama, y asi hemos estado en esas hasta el dia de hoy aunque estemos lejos.
Mama no volvió a tener otro hombre, porque decía que conmigo tenia todo el placer que podía desear.
Ella duro lactando a mi hermanita por 3 años, pero siguió produciendo leche por 2 años mas al no faltarme mi dosis mientras follabamos.
Esa noche no resulto embarazada y a partir de ahí tomo la píldora con tal de dejarle todo mi semen dentro en cada cogida mientras ella me daba su leche materna.
Hasta ahora ha sido lo mejor.
Si al amor, no a la guerra!!!
Que rica historia me gustó mucho, qué leyendo me vine como dos veces y sin tocar mi verga. Me puse muy caliente. Yo nunca pensé en cogerme a mí madre, apesar de qué ella estuvo mucho tiempo sin mi padre. Que nos abandonó, Nunca tuve esa idea,, de seducirla Solamente a mis hermanas. Pero nunca me las he cogido sólo llegué a a tocarle su conchita cuando dormían. Es delicioso tocar.