Volví a ver a mi madre
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por kik.
Recuerdo que la última vez que vi a mi mamá fue hacía 5 años. Pero ahora la mujer que estaba ahí recogiéndome en el aeropuerto era una hembra de aquellas. No podía creer que mi mamá se habría puesto así de buena. Cuando me abrazó pude sentir su olor a mujer y no sé por qué no me sentí mal. Tal vez por la distancia había dejado de verla tanto como mi madre.
Ahí estaba yo abrazando a una mujer de 39 años de edad bien puestos. Cuando nos abrazamos pude ver su hermoso trasero. Que grandioso culote se le fijaba en el jeans. Pude sentir sus tetas en mi pecho. Eran grandes. Empezó la conversación:
-hijo, que alegría tenerte de nuevo por acá.
-sí, mami. Ya te extrañaba.
-Pero mira lo grande que estás.
Ya en casa mamá me dijo que tendría que dormir en su cuarto pues no había habitación disponible ya que en casa había habido muchos cambios. Yo acepté gustoso, debo confesar que con cierto morbo. Cuando en la tarde entramos a su habitación para dejar mi maleta y mis cosas, pude notar que había dos camas. Supuse que ahí dormiría yo. Y a si fue, en la noche después de platicar en la sala los dos solos pues mamá vivía sola con unos inquilinos que estaban de vacaciones; a eso de las 12 de la noche nos retiramos a dormir. Ella me dijo que me acomodara en la otra cama que enseguida me traería unas sabanas y colchas para el frio. Mientras yo esperaba solo en la habitación me puse a observar el cuarto y posé mi vista en algo: unos calzones de mamá que estaban tirados en un bote de ropa sucia. No sé por qué me acerqué a verlos, y cogerlos y cuando lo hice me di cuenta que ahí habían otras prendas: unas tanguitas muy sexis. Había unas rojas y unas amarillas. Yo las cogí y pude notar que las rojas estaban húmedas así que me las acerqué a la cara y las olí. El huevo se me paró al instante. La verdad es que nunca se me había puesto así de dura. Yo me la toqué y en ese momento sentí que mi madre se acercaba. Dejé las tangas en el bote y me hice el que me senté en la cama. Mi madre entró con unas sabanas y una colcha:
-aquí están Pepe
-ya gracias ma.
Las recogí y me puse a tenderlas mientras mi mamá me ayudaba.
Pasaron varios días en los que ya me había olvidado, casi, del culo de mi madre, aunque no pasaba desapercibido por mí, ya no me calentaba tanto.
Pero al 10avo día yo me levanté un poco tarde como a las 11 am y me imaginé que mi madre estaba en la cocina o en la sala, así que me saqué el polo y me dirigí al baño que estaba al costado del cuarto, en la casa había 3 baños. Abrí la puerta y mi mamá estaba ahí desnuda mojada que se enjabonaba el cuello. Yo me quedé perplejo mirándola y ella solo atinó a taparse con las manos sus tetas y con las piernas arqueadas trataba de taparse el coño, pero aun así podía vérsele la manta de pelos que tenía en el coño. Y se le veían unas hermosas tetas, y su piel blanca se veía realmente muy excitante. Bueno me salí. Y me quede afuera haciendo como si no hubiese pasado nada. Le dije:
-disculpa, pensé que no había nadie.
-si discúlpame tú, no cerré la puerta porque no hay nadie en la casa y pensé que seguías durmiendo.
En todo el día no pude sacarme de la mente el cuerpazo de mi madre. Ella trataba de actuar normal pero se notaba algo nerviosa. En fin pasaron dos semanas más y llegó mi cumpleaños, entonces mi mamá me dijo que saldríamos esa noche. Así fue a las 9 de la noche salimos. Mi mamá se había puesto un vestido negro no tan ceñido al cuerpo pero se le notaba bien. Fuimos a comer a un restaurante y bebimos un poco, bueno al principio fue un poco, pero poco a poco mi madre se mareó. Cuando llegamos a casa mi mamá estaba ebria pero se podía mantener en pie. Llegamos y tuve que convencerla y llevarla al cuarto a dormir pues ella quería tomarse unas copas más y conversar, pues decía que estaba bien. Llegamos al cuarto y la acosté en la cama boca arriba. Ella me decía que estaba contenta que hubiera regresado y otras cosas así. Yo la dejaba hablar y le seguía la corriente. Me senté yo en mi cama para quitarme los zapatos y me empecé a desvestir, me saqué la camisa y luego me baje el pantalón, me quedé solo en calzoncillos. Cuando me iba a acostar, volteé para tapar a mi mama con la colcha y me acerqué para hacerlo, cuando la vi ahí acostada y dormida recordé cuando la vi desnuda tapándose su coñito.
Mi pinga se empezó a parar y se me notaba mucho pues estaba solo con mi calzoncillo, entonces me la saqué y me empecé a tocar. Luego ya excitado le levanté un poco el vestido a mi mamá y le empecé despacito y suavemente a tocar la pierna, luego le levanté un poco más el vestido y mis caricias casi llegaban a sus muslos, en ese momento me detuve a pensar un momento y me dije: esto está mal. Es mi madre, pero mi excitación era tanta que decidí seguir. Ahí estaba yo acariciándole los muslos a mi madre. Me seguía tocando por ratos para no eyacular. Mi madre no se despertaba así que decidí seguir más allá y empecé a tocarle las tetas. Las tocaba despacio pues tenía miedo de que despertara, pero en una de esas llevado por mi excitación se las apreté duro. Ella abrió los ojos y yo no pude moverme, ella me miró la cara y luego se vio el vestido levantado y luego me miró la pinga. Yo estaba a punto de morirme. En eso mi mamá me dice aun borracha:
-¿qué pasa Pepe?
Yo no contestaba nada
-ah. ¿Qué haces con eso?
Yo seguía callado
-tápame hijo
Yo me levanté lentamente y me metí el huevo en el calzoncillo y cogí la colcha para taparla y cuando la tapé, no me pude aguantar más las ganas y me abalancé sobre ella tocándole las piernas. Ella:
-ah, qué te pasa pepe, ah, no hagas eso.
Yo le besaba el cuello y le tocaba con fuerza las piernas y las nalgas.
-para Pepe, ahhh.
Yo estaba ya en otra y me saqué la pinga y trataba de metérsela encima de la tanguita que cargaba puesta. Ella al sentir mi pinga en su tanga gimió:
.ahhhhhh. siii.
-mami te deseo mucho. Déjame.
Y con la mano le bajé como pude una parte de la tanga y le metí mi pinga. Ella gimió muy fuerte.
Yo empecé a meterla y sacarla rápidamente. Estaba desesperado. Ella gemía:
-ahhh. Ahhh. Ahhhhhhhhhh. pepito, empezó a decir.
-mami que rico coño.
-ahhh. Hijo. Noooooo…
-ahhh, si mami que coñote, siii. Déjame.
En ese momento mi mamá empezó a virolear los ojos y a moverse como culebra de un lado para otro. Empezaba a tener un orgasmo.
-ah, ah, ah, siiii.
Yo empecé a meterla mucho más rápido. Para venirnos al mismo tiempo pero no pude y me vine mucho antes. Me sorprendí que el pre orgasmo le dure tanto a mi madre.
Me vine:
-siiiiiii, ahhhhhh, puta, que ricoooo. Mamiiiiiiiii.
La saqué y mi madre:
-nooo, no la saques. Ahhhhhh, por favoooorrrrrr.
Yo excitadísimo por lo que escuche de labios de mi madre tuve que meterle mis dedos, le metí dos pues mi madre se manejaba un coñazo. Empecé a moverlos y ella arqueaba su cuerpo para todos lados, se movía demasiado, la cama sonaba, parecía que se iba romper.
-siiii…. pepitooooooooo, que ricoooooooooooo.
Se vino.
Fue maravilloso. Ella luego de un momento de descanso me cogió la mano y me la puso en sus tetas:
-mámamelas pepe. Estoy arrecha.
Yo la miré y le di un beso en la boca, ella me correspondió. Y me bajó la cara a sus tetas blanquitas. Le mamé las tetas por un buen rato. Eran deliciosas.
-ahhhhhh, hijito. Sigue así, que rico lo haces, nunca te vayas, soy tuya para siempre.
Yo seguía chupándole esas hermosas tetazas.
En un momento ella se voltea y me dice:
-pepe, rómpeme el culo.
Yo me quedé perplejo ante ese pedido y la besé nuevamente en la boca. Ella se volteó y se empezó a bajar todo el vestido que ya lo tenía a medio cuerpo. Yo la ayudé desesperado y se lo saqué completamente. Le saque la tanga igualmente. Ahí quedó un hermoso y jugoso culo para mí. Lo veía y me asombraba de verlo tan exquisito y bueno. Era grande. Me arrodillé y le comencé a dar una chupada.
-siii. Ahhhhhhhhh. Pepe que rico lo chupas. Eres el mejor.
-ahhhhhh.
-vamos, así me encanta, tu boca en mi culito.
-sí, dime mas mami. Yo estaba excitadísimo.
-uhhhhh, estoy arrecha por ti pepe, por ti, me has calentado. Mis tetas son para ti, mi coñazo también, te encanta verdad, desde que me viste bañándome me deseas pajero. Sigue chupándome el culo, hijo, que rico. Asiiiiii.
Yo seguía mamándole el culo a mi mamá, de pronto ella comienza a convulsionar un poco de placer y yo empiezo a sentir un olor de su culo. De repente le empieza salir materia amarilla del culo, era cagada. Yo estaba excitadísimo y sentía que esa cagada no era cagada sino algo rico y empecé a chuparle la caca, y me la tragué, mi mamá se movía como culebra y decía:
-siiiiiii, comete mi cagada, puerco. Cométela.
Luego de un momento yo dejé de mamarle el culo y le empecé a meter la pinga, esta entro fácilmente pues ya estaba dilatada y además la cagada sirvió como resbaladora.
-siiii, ah. Ahhh, me duele Pepe me duele.
-aguanta, aguanta, siiiiiiiii, ahhhhhh.
-hiijooooooo.ahhh.
-vamos, vamos.
-ah, ah, ah. Sigue más adentro Pepe. Me gustas. Me encantas.
-ah, ah, ah.
-párteme, párteme, reviéntame el culo, sigue sigue, no pares, que placer, ahhhhhh, que placer, hazme un hijo, no puedo massss.
-mami, que rico culo, que nalgotas, que rico hueco, eres mi madre, una cachera, una puta.
-si hijo soy tu puta, tengo un culazo para ti, unas nalgazas, que rica que estoy, me encanta tenerte dentro de mí. Reviéntame, soy tu zorra, tu madre es tu zorra y te da su culo para que se lo revientes.
-Ahhhhhhhhhh, siiii, me vengo ma.
-yoooooooooo taaaaaaaaaaaaaaammmmmmmmmbiennnnnnnnnnnnnnn. Hiiiiiiijoooooooooooo, sigueeeeeeeeeeeeeeeeeee, no paressssssssssssss, partemeeeeeeeeee.
Nos venimos los dos en un orgasmo espectacular.
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