VOLVIÓ EL TRUEQUE!
Se pueden intercambiar las cosas excitantes.
VOLVIÓ EL TRUEQUE!
Las cosas no están bien en la economía, especialmente en mi barrio, donde todos son gente humilde, trabajadores, cartoneros y desocupados.
Tengo un mini mercado, con carnicería y granja, por un lado, la verdulería y el almacén.
Tengo 2 empleados, pero la caja la atiendo yo.
Muchas mujeres me piden fiado, lamentablemente no puedo, porque siempre alguien te deja un clavo.
La idea del truque empezó hace unos meses, cuando una clienta, muy bien puesta, me compró por 8 mil pesos, pero solo tenia 6, me pregunto si le podía anotar los otros dos, le dije que no y como broma le dije “Fiar no te fio, pero me podrías pagar con especies”
No lo tomó a mal, pero no me dio mucha bola, dejó algo de mercadería y me pagó los 6.
Volvió al otro día, vino directo a la caja, esperó que no hubiera nadie, se me aceró y me dijo por lo bajo “Quiero dos kilos de asado de tira, no tengo plata, ¿Qué tengo que hacer?”
Me agarró por sorpresa, yo soy soltero y se puede decir que pajero, aunque me masturbo solo una o dos veces por semana…
Pero con lo que me dijo y en la forma que me lo dijo, se me paró.
Pensé un segundo y le dije a uno de mis empleados de confianza que atendiera la caja por un momento.
Le hice seña a la tipa que me siguiera, fuimos a mi casa que queda al costado del mercado, ni bien entramos, ahí en el pasillo me desabroche la bragueta, la tipa me ayudó, sin que habláramos nada, se arrodillo y me la empezó a chupar, estuvo unos minutos y cuando empecé a gemir me pidió que le avisara para que no le acabe en la boca…
Me agaché un poco, le corrí el pelo para poder ver mejor lo que hacía y le dije.
“dos kilos de vacío si te la podés tragar”
Espantada me miró…” ¿Qué me trague la leche? Noooo, ni en pedo”
Me resigné y le avise, fue al ratito nomás, la leche pego en la pared del pasillo, un poco en su pelo y el resto en el suelo, hasta unas gotas en mis pantalones debajo de las rodillas.
Fue una linda mamada, bueno no tenía mucho para comparar, pero me gusto el truque y no me pareció caro.
Cuando entramos al mercado habia un solo cliente y solo el que estaba en la caja nos prestó atención,
La tipa paso por la carnicería, pidió el asado, agarro la bolsa y me saludó con un hasta mañana bastante prometedor.
Pasó como una semana, supongo que la tipa les habrá contado a sus amigas. No sé.
Esa mañana vino una vieja que se arrimó y me dio una lista de compras, era azúcar, verba, aceite y algunas cosas más, sumando a groso modo eran 8 o 9 lucas, me pregunto si podía hacer un trueque…la vieja debía tener como sesenta y estaba bastante baqueteada (Despues me enteré que era la madre de la tipa)
Mi primera intención era decirle que no, pero se me paro la pija con algunas ideas, así que en voz baja le respondí “esto te cuesta el marrón”.
La vieja me hizo una sonrisa, mostrando que le faltaba la mitad de la dentadura.
El carnicero vino solo a atender la caja y pasamos con la vieja al pasillo.
Hay una especie de banqueta, le dije que se apoyara ahí, se dio vuelta antes de agacharse se saco unos enormes calzones y se levanto el vestido, quedó a mi vista un enorme culo flácido y celulítico con muchos granos, la pija se me murió, intenté hacerme la paja para que se parara pero apenas cambiaba de tamaño, la vieja miro para atrás y trato de acariciarme el choto y los huevos para excitarme y como no lo lograba, se dio vuelta se sentó en la banqueta y se metió mi pija en la boca, pensé que eso tampoco iba a dar resultado pero asombrosamente la forma de chupar era muy especial. Pegaba chupones intermitentes, pero con muchísima succión, los cachetes de la cara se hundían de tanto que hacía vacío.
Lo hizo unas cuantas veces y estuve al palo, entonces volvió a poner el culo en posición y antes que se me decayera lo metió con sus propias manos, empecé a sentir como me apretaba y soltaba el tronco con sus músculos, era buenísimo sentir que su culo me estaba ordeñando, ella movía el orto para los costados y en unas cuantas bombeadas se lo llene de leche.
Me pidió un trapo y se secó lo que le chorreaba por sus piernas. Se puso el calzón y salimos, pasó por la caja, hizo como que me pagaba y se fue.
Hubo semanas en que no pasaba nada, hasta que apareció una mina que le decimos la pituca, porque siempre está super arreglada, es bonita debe ser cuarentona, daba vueltas y vueltas por el mercado, me miraba y seguía haciendo la que buscaba precios.
La llamé y se acercó, “doña si necesita algo especial dígame y la ayudo.”
Tartamudeaba al responderme, pero se animó
“Es…que a mi mañana recién me depositan el sueldo y ando muy corta, quería saber si no daba crédito usted”
Le respondí_
“no, crédito no doy, por ahí algún trueque puede ser”
“¡eso quise decir!” dijo aliviada. Le dije que me diga lo que necesitaba y que yo le diría lo que tenía que pagar.
Hizo una lista en papel y me la paso, eran unos doce mil pesos, le hice seña al carnicero y vino a reemplazarme, nos fuimos para el pasillo.
Directamente le dije mirándola a los ojos que le daba esa mercadería si se tragaba mi leche.
Puso cara de asombro y pensó un buen rato, cuando ya le estaba por decir que volviéramos, me dijo “Bueno…pero le pido por favor que se lave bien el aparato”
La llevé de la mano a mi dormitorio que tengo baño y dejando la puerta abierta para que me vea, puse mi chota que cada vez estaba mas dura en el lavatorio y lo lave bien con agua y jabón.
Me acosté panza arriba y en pelotas, ella se sentó a un costado, me la agarro con una mano y se la puso en la boca, tenía unos vaqueros ajustados que le marcaban bien la cotorra, así que estiré mi mano y la puse entre sus piernas, ella las cerró, dejó de chuparme y me preguntó
“Por eso cuanta mercadería?” simplemente retire mi mano y me concentre en la mamada…
Al rato me pregunto si era de tardar mucho, le empuje la cabeza para que siga mamando y ni le contesté.
De repente sentí que la cabeza de mi pija tocaba con algo, suave pero firme, cuando miré ¡tenía toda mi pija entera dentro de la boca! Se sentía tan bonito que me salieron los futuros hijitos de un solo borbotón, ella tragaba haciendo gesto de mal sabor, pero trago y tragó.
Me quedé pensando que hermoso que se sentía cuando la pija tocaba las amígdalas y la campanilla, nunca había sentido algo así antes…
Rogué que la cogotuda volviera, tenía mucho para ofrecer.
El lunes de la semana siguiente me apareció una piba fabulosa, no debía tener más de 25 años, ¡un cuerpito sensual, una cara bonita, un caramelito!
Vino directamente a la caja a decirme que le interesaba hacer un trueque.
Le dije que me pasara el pedido y me dio una lista hecha por una computadora…saqué la cuenta y eran como cuarenta lucas…
Le dije preocupado “Te va a costar esta lista” Se encogio de hombros y me dijo que no le importaba, en ese momento pensé que se podía tratar de una puta, pero el verdulero la conoce y me dijo que es la profe de gimnasia del colegio secundario.
Pasamos y la llevé directamente a la pieza, ella muy suelta me pregunto que tenía que hacer…
Le dije que por ese precio eran varias cosas, “¿Por dónde empezamos?”
No tenía ni idea, pero esa boquita me sugirió y lo primero que le pedí fue un beso, nos paramos frente a frente, ella un poco mas alta que yo, me abrazo por la nuca y me dio una chapada de aquellas, tenía una lengua que era una víbora, ¡que calentura que me agarró ¡
Le fui pasando mi mano por la espalda, bajando hasta la cola, esos cachetes firmes eran algo que cualquiera debía soñar.
Ella me soltó y con sus dos manos busco donde estaba mi pistola, no le cotó encontrarla y la empezó a acariciar.
“¿Y si nos sacamos la ropa?” fue su propuesta, se empezó a desvestir y yo hice lo mismo.
Ella no me miraba y eso me hacía bien, tengo panza, los huevos algo caídos y pocos músculos.
Yo me la comía con la mirada, quería manosearla toda…
“¿Te la chupo?” dijo sin ningún tipo de vergüenza, “dale” dije como restándole importancia.
La lamió un poco y se la tragó hasta la mitad, tenía la concha afeitadísima, no resistí la tentación y me puse a hacerle caricia sobre los labios y el clítoris. Ella parecía gozar incluso abrió las piernas, entonces le metí un dedo, ella chupo más fuerte y abrió aun mas las piernas, pude ver su culito, que es el agujero de culo mas lindo que vi en mi vida
Se lo toqué y dio un respingo, así que trate de meterlo y cambió de posición, se puso en cuatro y me apunto con la cola, ni lerdo ni perezoso me prepare, pero ella antes me escupió sobre la chota, se escupió la palma de la mano y se la paso por entre las nalgas.
Después todo fue un sueño, entraba apretadísimo, pero entraba, una vez adentro era sentir cada pared como me masajeaba el pene.
Me sostuve porque quería conocer su concha, así que la saque y apunté mas adelante, pero me detuvo con un grito “¡No, antes te la tenes que lavar!”
Fui rápido al baño y me la lavé bien lavada, volvi y estaba acostada boca arriba con las piernas bien abiertas…. Le pedí que me montara, lamentablemente, porque se subió arriba mío, pegó dos o tres galopeadas y no me pude contener, le llené la concha de leche…
Ella hizo fuerza con sus piernas para levantarse y dejo su cajeta a diez centímetro arriba de mi chota y espero hasta que mi semen empezó a gotear, se veía que, hacia fuerzas con los músculos de su vagina para expulsar la leche, se quedo así hasta que no cayó más, se sacudió para tirar las últimas gotas y se sentó a mi lado preguntando: “¿Ya está todo?”
Yo le indique con mi índice la eche que tenia en mi cuerpo y le dije
“Límpiame esto y ya está” Capto mi pedido perfectamente, saco su lengua y se puso a lamer toda gota de esperma que veía. Tragando lo que metía en la boca, hasta que no quedó nada, la pija se me habia vuelto a parar, pero ya no le podía pedir mas o hubiera sido abusarme de lo bien que me habia tratado. Me agarró por sorpresa y me dio un beso de lengua que duro unos dos minutos, me di cuenta que quería que yo también sintiera el sabor y el aroma de mi leche.
Entramos al mercadito, el carnicero y el verdulero me miraban con envidia.
Estuve haciéndome la paja toda la semana con el recuerdo de esta piba.
Y la semana pasada vino un vecino al que llamamos “el abuelo” porque vive el solo con su nieta, una nena de unos diez años…
Compró por unos quice mil pesos, pero cuando llegó a la caja, me dijo que por favor se lo anotara, medio que se ofendió, pero le explique que no le fiaba a nadie.
Miró que nadie nos escuchara y me dijo “¿y lo del trueque?”
Me tuve que reír y le dije casi en secreto que él no tenía nada para ofrecerme.
Me dijo muy serio “déjame que me lleve esto y vas a ver”
Me dio pena el pobre viejo y le dije “vaya abuelo, vaya”.
Abrimos el mercado a las ocho de la mañana, el carnicero y el verdulero vienen media o una hora mas tarde, total a esa hora prácticamente no hay clientes.
Lo vi venir al abuelo con su nieta vestida con el uniforme del colegio, seguramente la llevaba a estudiar.
Pero entraron en el mercado, miró para todos lados y me dijo que venía a pagar.
Llame al carnicero por el celu, le pedí si podía abrir él, me dijo que iba a tardar una hora en llegar, le dije que no habia problema, bajé de nuevo las persianas y los hice pasar a mi casa, mas intrigado que otra cosa.
Le soltó la mano a la nena que estaba un poco asustada y le dijo, “Hacele “amam” al señor como le haces a tu abuelito”
La nena me abrió la bragueta escarbo y escarbo hasta que me saco el pito afuera, apenas la tenia dura pero cuando me la agarró y me empezó a dar besitos en el glande se me endureció como hierro.
“No lo raspes con los dientes!” le dijo, igual se sentían en el cuello de mi pija como algo filoso, que no lastimaba, pero raspaba.
Me toco del brazo, porque me estaba hablando y no lo escuchaba,” Hey don, quiere dejar ahí (Señalando su boca) o prefiere ahí (Señalando su papo) o ahí, (Señalando su cola)”
Levanto la pollera tableada y le bajo la bombacha hasta las rodillas mostrándome esa vaginita tan tierna y deliciosa.
“¿quiere que la viole?” pregunté medio asustado, el viejo se largó a reír a carcajadas, respondiendo “Esta tiene mas cogidas que las gallinas”
La hizo acostar y que abriera las piernas, yo me subí, se me caían las babas, sabia que era algo indebido, pero justamente eso es lo que mas me calentaba. La nena subió su piernitas y las puso sobre mis hombros, no podía meterla toda, tocaba contra su fondo, pero ella jamás se quejo del dolor, al contrario, jadeaba y gemía y cuando me retiraba un poco me pedia mas adentro…y hasta pude sentir su orgasmo y no me pude contener más, ¡como disfrute esa acabada¡, me aleje para ver como le salía la leche de la conchita, el abuelo se estaba haciendo una paja….Le señale la conchita de su nieta, me dijo “¿Puedo?” le hice señas que si y se la monto, la nena gozaba mas con él que conmigo, me quede mirándolos hasta que el viejo pegó un resoplido le dio una estacada y le acabo adentro.
Nos vestimos y salimos al mercadito, ya estaba abierto y volvi al ajetreo normal
¡QUE BUENO QUE HAYAMOS VUELTO AL TRUQUE!
________________________
Tu voto me encanta, tu comentario me hace feliz
visitá mi otro cuento:
Excelente historia el trueque es muy bueno quisiera tener un local y hacer esos trueques, ja ja ja sigue contando más historias de los trueques que hiciste después, saludos
Rikisimo