Wendy Alex II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por MarioOdugrev.
Wendy II
Recordaran que mi hermana Wendy me sorprendió penetrando a mi prima Pao y al chantajearme me ‘obligo’ a desvirgarla.
Ella quería seguir cogiendo y yo no me iba a hacer del rogar.
Pero no creí que lo quisiera esa misma noche.
Mis padres siguieron su rutina diaria, al llegar platicamos como nos fue a todos, cenar, mirar tv en común y cerca de las 10 de la noche irse a su habitación respectiva.
Yo me puse a chatear y luego de dos horas me acosté.
Todo en silencio.
Ya casi estaba empezando a dormir cuando percibí el aliento de alguien estaba frente a mi rostro.
No quería abrir los ojos pero oí que me hablaban.
Era Wendy que quería volver a coger.
Había escuchado que una vez que prueban la pija, las mujeres quieren tenerla a cada momento dentro, es decir estar cogiendo con su desvirgador, pero también que luego de la primera vez su coñito queda irritado por 2 o 3 días, al parecer ella no.
Ella ya quería repetir.
Le dije: Nos pueden oír (nuestros padres)
Ella respondió: lo podemos hacer en silencio, en el piso.
Temeroso, porque si nos descubrían el castigado sería yo.
Pero si me había regalado su virginidad no me iba a negar.
Además a esa edad uno siempre está listo para coger.
Tendí un cobertor en el suelo y empezamos el escarceo.
Aunque ella quería mamar mi pija ya, la fui guiando poco a poco, pues solo debía hacer que se endureciera.
Yo quería recorrer más lentamente todo su cuerpo y disfrutarla y hacerla disfrutar más, tener más caricias, más escarceos, y no solo coger y ya.
Quería hacerle el amor.
Empecé por ver si sabía o no besar.
¡No! Por ello debí enseñarle, le bese de piquito, de lengüita, y este le gustó mucho, sus labios eran suculentos, carnositos, mordisqueables.
Me miro a los ojos muy picara y se lanzó a darme otro beso.
Aprendía rápido.
Empezó con besos tiernos y luego más cachondos metiendo su lengua en mi boca.
Baje por su cuello besando cada parte y luego baje a sus bubis para deleitarme con ellas.
Eran pequeñitas, en comparación a las de mi prima, pero me encantaron las bese, chupé y mordisqueé la izquierda.
Ella se dejaba hacer y se limitaba a gemir.
Continué chupando el derecho besándolo con pasión, luego la izquierda, y sus pezones los chupaba como si fuera un bebé, los mordisqueaba.
Ella gemía, ambos gozábamos Mientras chupaba sus pezones baje mi mano hasta su coñito.
-Estas muy mojadita, eres muy caliente
-Es que me tienes muy cachonda, de solo recordar cómo me desvirgaste me caliento, me mojo.
Tú me excitas!
-Bueno, pues tratare de hacer gozar aún más
Deje sus bubis y continué el recorrido hasta su coñito.
Lo abrí, aun se veía cerradito, aunque sus labios vaginales se veían más carnosos y rojos, toque su botoncito.
Ella se cimbro.
Comencé a masturbarle con mis dedos, lengua y boca.
Ella volvió a gemir.
-Aaahhh.
Siii, asiii Aleex.
Asiiii ahhhhhhh.
Mordisqueaba y succionaba su botoncito hasta que tuvo su primer orgasmo.
Por lo que gimió más fuerte y debí tapar su boca, pues nuestros padres podrían oir.
De su coñito manó más lubricante.
Sorbí un poco de ello.
– Yaaahh, métemelaaahhh.
-Eres una golosa.
Te encanta la pija.
-Aaahhh.
De saber que la pija era tan rica lo hubiera hecho antes.
– Ya sabes con discreción cuando quieras.
Puse la punta de mi pija entre sus labios y poco a poco la fui poseyendo.
Aunque despacio hasta que di un fuerte empujón y se la metí toda.
Ella lloraba y gemía a la misma vez.
Estuve a punto de sacársela pues temí la estaba lastimando.
Pero cuando ella lo percibió dijo:
– No, no, sigue.
Que rico me estas cogiendo.
Siento muy rico.
Dame más como si fuera Pao.
Más fuerte.
Máaaas.
Aaahhh.
-Aunque nunca te vi con deseo, si reconocía que te estabas poniendo buenísima.
Tienes un coñito riquísimo.
– Y será para ti siempre.
Mi pija siguió entrando y saliendo de su coñito aun apretadito.
Metía y sacaba mi endurecida y orgullosa pija, con la que le había desvirgado.
Su coñito recibía anhelante mi enhiesta pija, y la acariciaba con pequeñas contracciones que me hacían gozarla más.
Aunque el tiempo se prolongó finalmente mis testículos necesitaron expulsar mi leche, al sentir mi eminente corrida quise fundirme con ella.
Y aunque la llene de mi leche no saque mi pija para ayudarle a lograr su orgasmo, el cual llego unos minutos después.
Ella quedo desmadejada, y aunque no quería levantarse e irse a su habitación, tuve que obligarla pues si se quedaba dormida mi madre nos descubriría.
Luego vinieron otros encuentros, y aunque decía que tomaba anticonceptivos quedo embarazada.
Ella culpo a su novio de ello.
Yo no sabía que se había buscado novio de su edad, y que también tenía relaciones con él, por lo tanto lo embauco, pero por accidente perdió a nuestro hijo.
Eso la llevo a una larga depresión, y casi un año de visitas con el sicólogo.
Esto interrumpió y puso fin a nuestros encuentros.
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