Y ME ENTREGUÉ A MI PRIMA…Y A TODAS!!!
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Vivía yo con mi jóven y hermosa madre y tres tías igualmente jóvenes y hermosas a las cuales solía yo sacrles canas verdes como se dice, con mis actitudes de arrogancia y engreimientos, y llega mi hermosa prima Betty de mi misma edad, 17 años, la cual con sus encantos y dominante personalidad supo, desde que puso sus pies en casa, pues…ponerlos sobre mí también; jajaja!
Toda aquélla mi arrogancia, egocentrismo y mil orgullos más, quedaron pisoteados por mi prima Betty que enamorándome de una manera como hechizante, desde el primer momento de su llegada me puso a sus pies con mi más absoluto consentimiento y complicidad.
A carcajadas reían mi madre y mis tías y Betty también, y hasta yo reía aceptando esa realidad.
-"Lo tenés en tus patas, Betty!!! agarrálo y desnudálo y pajiálo para empezar, después seguís con lo demás, que nosotras "te ayudamos"!!!" -fue lo que gritó a voz en cuello mi propia madre entre el reír a carcajadas de mis tías y Betty,mientras yo, viéndolas reír en mi cara quedaba perplejo por lo que acababa de oír, y mi prima…les dió ese gusto!
Delante de todas mi prima me atrapó y comenzó a desnudarme dejándome completamente desnudo, y yo, poseído en la más bestial de las calenturas y con mi verga escandalosamente empinada, gruesa y dura, comencé a ser por mi prima manoseado enterito y masturbado con fuerza y rapidéz extrema haciéndome acabar a chorros entre mis gritos de placer desesperado y los gritos de algarabía de todo el mujeraje en euforia total presenciando aquéllo.
Era el comienzo recién de algo que iría escandalosamente creciendo en su intensidad y cuerpo, como el rodar de una gigantesca bola de nieve barranca abajo.
Gritaba yo poseído por los efectos de aquel orgasmo bestial por la soberana paja desenfrenada que me acababa de hacer mi prima Betty, y mi madre y mis tías saltaban como locas aplaudiendo y largando las carcajadas.Y ya al instante se abalanzaron también ellas sobre mí, y entre las cinco comenzaron a hacerme cualquier cosa. Es que…comenzaba a ser ahí mismo yo, esclavo de cinco hermosas mujeres…con mi propia madre incluída!
Así dió comienzo la primer orgía que sería el preámbulo de una continua relación dóminas -esclavo objeto, y luego de horas haciéndome ellas cinco acabar como un descosido en medio de escalofríos atroces de placer enloquecedor teniendo yo que chuparles desde los pies hasta el alma y follándome ellas como energúmenas, cuando por fin quedé exausto y tendido en el piso alfombrado donde me habían capturado dejándome ahí desfalleciente casi, mientras ahí tirado estaba, las veía andar y reír mirándome, y alzaban sus brazos yendo y viniendo a las risas y de vez en vez ya una u otra venían y me daban alguna que otra manoseada o cosquilla al pasar.
Yo no podía creer lo que me estaba pasando! Había caído como en una especie de infierno eróticamente lujurioso en el cual mi prima, mis tías y mi propia madre, me torturaban de contínuo, las 24 horas del día, todos los días,así día y noche.
Y mi prima que a cada rato me decía:
-"¿Has visto lo que te hice con mi llegada?" Y yo, no sabía qué decirle y me callaba perplejo.Y ya se abalanzaba sobre mí y comenzaba otra vez otra sesión de lujuria a la que a veces se sumaban algunas de las otras mujeres, dos, o a veces todas.
Solían tenerme completamente desnudo todo el día en casa si así lo decidían, y mi prima prácticamente vivía montada sobre mis hombros siempre. A cada rato me hacían follar con ellas y chuparles la concha y el culo y yo no sabía cuál era la que lograba ponerme más cachondo y al rojo vivo pues todas tenían sus maneras y con cualquiera de ellas yo era un volcán desenfrenado y siempre activo que respondía como ellas quisieran.
Sentirme capturado por ellas en ese desenfreno pasional atróz y no desear escapar de él y sentirme plácido de ser así objeto de todas ellas, inyectaba en mí un enorme sentido de pecaminosa culpabilidad que ellas aprovechaban diciéndome de contínuo casi:
-"¡Degenerado!!!" Y se largaban las carcajadas. Yo vivía deseando que me capturaran y que hicieran lo que quisieran con mi cuerpo, y había caído en la más completa sumisión e indignidad ante todas ellas y ante Betty en especial.
Betty llegaba a humillarme de las maneras más estrafalarias, y yo gozaba riéndome como un estúpido loquito.
Sí: aquella casa se combirtió en un verdadero antro de la más desenfrenada cosa donde el incesto, la dominacion femenina y perversiones mil, se daban con la más ilimitada libertad y desparpajo. Siempre, conmigo como objeto de las mujeres allí, y el goce total de ellas y el mío.
Hasta he estado pensando en escribir un libro donde contar en mejores detalles, las cosas que me hacían para deleite de los que estas cosas gustan que obviamente no son todos, se sabe.
No sé…tal vez algún día lo haga, y cuente ahí también, cómo continuó esta historia y más cosas que podría sobre ésto contar.
¿Si acaso a alguien ésto aquí en estos lares le gusta..? Sinceramente, y luego de ver lo que por aquí preferentemente se goza, pues…no lo creo. De todos modos aquí lo cuento, y si a alguien le ha gustado, pues…me alegro.
Sean felices como prefieran, y tengan excelentes deleites sean cual sean.
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