¡Y SE PRENDIÓ ESTA JODA!
La fiesta de fin de año organizada por papá se estaba apagando, afortunadamente mi candente madre y mis atrevidas hermanas la volvieron a prender y…¡de qué manera!.
Escrito por Siremis.
Era fin de año y, papá, Fermín Zapateiro, supervisor de taller en una importante empresa, invitó a sus jefes del trabajo, a algunos de sus subalternos y a sus amigos más cercanos junto a sus familias a una fiesta en casa.
Papá no escatimó en comida y en trago, pues quería impactar a sus jefes para que lo tuvieran en cuenta para ascenderlo al cargo de Director General de Talleres Autorizados a Nivel Nacional lo que significaba para él alcanzar un mayor estatus, más privilegios y un mucho mejor salario.
La sala principal de nuestra casa es inmensa, aun así se llenó de gente. Luego pasamos a la sala de comedor, la cual también es grande. Nosotros preparamos varias mesitas para poder atender a tanta gente y mamá y mis hermanas sirvieron la estupenda cena.
Después de la excelente cena de fin de año todos pasamos a la sala principal. Los elegantes señores y las finas y arrogantes damas se sentaron en las sillas puestas en círculo, obviamente se pusieron de esta manera para que dejaran el espacio suficiente en la mitad de la sala para poder bailar, y empezaron a embriagarse mientras conversaban y esperaban las 12 de la noche, para lo cual aún faltaban unas 3 horas.
Como todos se estaban cansando de charlar y se estaban cayendo de ebrios además de que nadie se animaba a salir a bailar se empezó a poner el ambiente un poco harto. Papá estaba preocupado de que de pronto al final los asistentes salieran de casa diciendo que sus reuniones eran un asco y que sus jefes le dieran el cargo tan ansiado por papá al imbécil y pesado del Daniel Perkins, su enemigo y rival más importante.
Papá, pasándole una botella de licor a mamá, le dijo:
PAPÁ: ¡No sé qué hacer, mi amor! ¡Esta fiesta es un entierro y mis jefes me están haciendo mala cara! ¡Mira a don Jerónimo, tiene la cara tan larga como un plátano! ¡Y está que se duerme el viejito!
Mamá tomó un par de tragos de licor directamente de la botella, se secó la boca con la manga de su blusa y contestó:
MAMÁ: ¡Esto se tiene que prender de alguna manera, Fermín! ¡No podemos darnos el lujo de perder ese cargo tan importante para ti en la empresa!
PAPÁ: ¡Pues sí, Diva, y no quiero que le den el cargo al estúpido neonazi del Perkins, si eso ocurre yo pasaría a ser su subalterno y él se aprovecharía de eso!
MAMÁ: ¡Eso jamás debe pasar!… ¡Hay que animar la fiesta sea como sea! ¡No me gustaría que mis amigas se burlaran de mí ni que comiencen a decir que soy la esposa del subalterno arrastrado de Perkins! ¡Yo lo que quiero es restregarles en la cara a esas putas que soy la esposa del director general y no de cualquier pelele!
PAPÁ: ¡Pero entonces ¿qué me aconsejas que haga para animar esto? mujer!
Mamá le dio varios sorbos a la botella y respondió:
MAMÁ: ¡No te preocupes, cariño! ¡Déjame ese asuntico a mí que yo lo resuelvo en menos de lo que canta un gallo, como que me llamo Diva Paloma Rivera de Zapateiro!
Mamá volvió a tomar de la botella, dejó solo un “cuncho” de bebida y salió de la sala demostrando fortaleza, altivez y decisión. El angustiado de papá agarró la botella que había dejado mamá y se tomó las últimas gotas de licor, trató de tranquilizarse un poco, sin duda a mamá se le habría ocurrido una excelente idea para desaburrir a los invitados.
Al rato mamá, un tanto borracha, se presentó ante todos los presentes vistiendo solo con una indecente tanguita y un pequeñísimo y erótico brasier, de esos que venden en las tiendas de sexo y que tienen unas copas tan chiquitas que no tapan sino solo los pezones de las tetas.
Su ínfima tanguita dejaba ver totalmente sus tremendas nalgotas y casi toda su buena y medio peludita chochota. Mamá también portaba unas sensuales medias con liguero y zapatos de tacón alto, sus piernas eran una maravilla.
Todos quedaron callados y asombrados al ver así a la dignísima señora de la casa, pues cuando ella sirvió la cena estaba con ropa de oficio y de cocinera, luego con ropa normal de fiesta y ahora estaba en ropa interior, casi desnuda ante la vista de los invitados.
Se me escurrieron las babas, mamá era realmente una mujerón impresionante, una verdadera caballota, y mucho más hermosa se veía así tan destapadita y mostrona.
Mamá es una señora muy alegre de 40 años de edad, como ya se dieron cuenta se llama Diva Paloma Rivera Cabal de Zapateiro, es de origen puerto riqueño, nació y se crió en ese país, pero antes de cumplir los 18 años de edad se vino a vivir a Colombia. Ella tiene todo el calor, la naturalidad, la espontaneidad y la sensualidad puerto riqueña, su manera de pensar no tiene ataduras, es liberada, querendona, zorrona y fiestera, su piel es color canela, su cabello es castaño, liso, y bonito, le llega hasta los hombros. Sus expresivos ojazos son oscuros y grandes, llenos de picardía, y su pequeña boquita posee labios rojitos y gruesitos, se le ve bien redonda esa boquita, pareciera que estuviera dando besitos en todo momento y estar al tanto de una buena mamada. Es una señora esbelta, tiene grandes caderas y tetas, su abdomen es muy plano, le gusta hacer ejercicio, y de culo y de piernas está supremamente bien.
Mamá saludó muy sonrientemente a los invitados, lanzándole besitos en el aire y agitando su manita como si fuera una reina de belleza, luego puso una USB de música urbana y reguetón en el equipo de sonido y empezó a bailar ante todos un fuerte y vulgar reguetón, moviéndose y exhibiéndose como si fuera una verdadera bailarina profesional. Para estar borrachita se movía y manejaba sus tacones bastante bien, y la locura más grande llegó cuando sonaron las sucias canciones “Calocha”, “Echa calculo” y “Sin panty” de Barbie Rican y Jamsha (los que no conocen estas canciones ni a estos cantantes pueden buscarlos en youtube y escuchar esos vulgares temas mientras leen el relato y sabrán a qué me refiero).
Apenas vieron a mamá portarse así ante todos mis hermanitas, Laura y Natalia, quedaron con las bocas abiertas, al igual sus ojos, los cuales parecían salírseles, los abrieron como platos, sin embargo, después comenzaron a aplaudir su atrevido numerito, a reír y a seguir el ritmo de la indecente música en un disimulado baile en el lugar donde estaban.
Efectivamente la fiesta se prendió. Automáticamente el ambiente se tornó diferente, muy alegre y dinámico.
Aunque los invitados no estaban bailando y continuaban sentados se entusiasmaron en gran manera. Mamá estaba generando sensación y los jefes de papá y demás asistentes estaban contentos mirándola bailar de forma tan obscena, no obstante sus esposas, madres, tías, hermanas e hijas no estaban muy contentas que digamos al ver a sus maridos, hijos, sobrinos, hermanos y padres morboseándo y piropeando a mi espléndida, calentona y sensual madre.
Mamá, el alma de la fiesta, muy sonriente y desvergonzada, pasó por el frente de cada uno de los hombres bailando muy lascivamente mostrándoles todo su soberbio culazo y agitándolo con gran estilo y vigor en intenso perreo.
Papá, borracho y contento de ver cómo la atrevida sensualidad de mamá había logrado, con creces, alentar la fiesta y de ver a sus jefes felices viéndola bailar demasiado ligerita de ropa, proclamó en voz muy alta:
PAPÁ: ¡Brindis por mi suculenta mujer!
Todos alzaron sus copas y brindaron alegremente. Entre risas papá agregó:
PAPÁ: Jejeje… ¡Qué esperan, jefecitos y amigos, aprovechen la oportunidad de fin de año y denle unas buenas nalgadas a mi mujer, por favor! ¡No se inhiban!… Jejeje…
Todos los invitados e invitadas miraron a papá con asombro, y él añadió:
PAPÁ: ¡Vamos!… ¡No se preocupen ni se apenen! ¡Háganle con confianza que este mundo es de los que aprovechan las oportunidades que se les presenta! ¡Además yo no me pongo bravo y mucho menos celoso! ¡No sufro de ese mal!… Jejeje… ¡Cacheteen a la caballota!… Jejeje…
Los hombres al principio lo dudaron, sus esposas y parientes femeninas los acobardaban un poco, pero papá insistió nuevamente y por fin uno de ellos se tomó la confianza, nada menos ni nada más que era don Jerónimo, un señor de edad y jefe de más jerarquía en la empresa después del dueño y del gerente general y del cual saldría la última decisión en cuanto a la ocupación del cargo que deseaba tener papá. El viejito estiró su arrugada y temblorosa manota para nalguear a mamá ante el asombro de todos.
Todos gritaron, chiflaron, rieron, comentaron y silbaron muy emocionados al ver la osada acción de su jefe mayor.
La morbosa mirada y la pícara sonrisita de oreja a oreja que tenía don Jerónimo evidenciaba que era un completo viejo verde y que le encantaba lo que estaba viendo en esos momentos al dejarse llevar por su lado lujurioso, al parecer eso lo sabía muy bien mamá y ella se estaba aprovechando de las debilidades libidinosas del millonario anciano para inducirlo a que en su decisión de otorgación del cargo de Director General de Talleres Autorizados de la empresa se inclinara por escoger al bonachón de papá.
Mi calculadora y manipuladora madre, muy contenta, puso su zarandeante culazo en pompa para recibir más nalgadas del motivado y morboso viejito, el cual, se encarnizó en darle más de esas fuertes palmadas. El excitante, ofrecido y provocativo culazo de mamá se movía eufóricamente y sin cesar, y papá siguió animando al septuagenario personaje diciéndole:
PAPÁ: ¡Eessoo!… ¡Don Jerónimo!… ¡Usted sí que las tiene claras!… ¡Dele con toda a esas reverendas nalgotas!… ¡Así se hace!… ¡Usted es todo un crack! ¡Se nota que tiene muchísima experiencia, jefecito! Jejeje…
Al setentón señor no le importó para nada que su anciana esposa, su cuarentona hija y su veinteañera nietecita le hicieran mala cara y continuó nalgueando a mi querida, inteligente, picarona y codiciosa madre.
Sin duda alguna la fiesta comenzó a prenderse porque de ahí en adelante le llovieron una tormenta de poderosas nalgadas a mi suculenta progenitora por parte de todos los hombres presentes que, muy animados, sacaban sus manos y, sin importarles nada, se atrevían a palmotear el magnánimo culote de mi alegrona y golfa mamá.
Mi codicioso papá se levantó de su silla saludando con su copa de trago a todos y, sacando su mano, también le dio a mamá tremendas y sonoras palmadotas que le hicieron poner rojos su formidables glúteos.
Las nalgadas que le propinaban todos los invitados a la sinvergüenza de mamá se escuchaban de manera excesivamente excitante. Mis hermanitas apenas podían dar crédito a lo que veían, sin embargo en casa ya todos sabíamos desde hace rato que mamá desde siempre había tenido características un tanto estriptiseras y medio putonas.
La verdad es que mamá estaba mucho más buena en esos momentos que de costumbre, no es que yo sea un depravado, pero debo aceptar que verla semidesnuda, solo vistiendo su ínfima ropita interior, me hizo parar la verga como nunca antes.
Papá, muy alegre, volvió a sentarse junto a mí, y yo, acercándome un poco a su oído, le dije lo siguiente:
YO: ¡Uff! ¡Papá!… ¡Mamá baila de manera fenomenal! ¡Y tiene severo cuerpazo!…
Papá me respondió con determinación:
PAPÁ: ¡Totalmente, Joselito!… ¡Mírale ese culazo!… ¡Uff!… ¡Mamasota rica!…
YO: ¡Uff!… ¡Y vaya forma tiene de moverlo!…
PAPÁ: ¡¿Y qué me dices de sus tetazas? mijo! ¡Te apuesto a que estás que te haces la paja mirándole esas bubis tan ricas!
YO: Jajajaja… ¡Papá, por favor!… ¡Te están escuchando!…
PAPÁ: ¡Yo sé que te encantan las tetas de tu madre! ¡¿Qué opinas de esas ubres?!
YO: ¡No lo puedo creer, papá, son una completa sabrosura! ¡Pareciera que se le fueran a salir de ese ínfimo brasier! ¡¿No te pones celoso de que todos la miren y la nalgueen?!
PAPÁ: ¡¿Celoso?! ¡¿De qué hablas?! ¡Claro que no me siento celoso! Jejeje… ¡A mí me gusta compartir!… ¡Anda mijo, tú también nalguéala! ¡Aprovecha que aquí viene!… ¡Dale duro!…
YO: ¡Uff!… ¡Mamasota rica!… ¡Cómo está de buena mi mami, carajo!…
Mamá estaba pasando frente a cada invitado contoneándose, exhibiéndose y recibiendo sus obscenas nalgadas, y preciso en ese momento se puso frente a mí.
Mientras mi voluptuosa madre bailaba de manera muy vulgar frente a mi persona, me sonreía coqueta y excitantemente y se sobaba de manera libidinosa sus enormes senos por encima de su pequeñísimo brasier, el cual tapaba solo la parte de los pezones de sus grandes y suculentas tetazas. Ella parecía toda una teibolera, ansiosamente movía con sus manos no solo las tirantas de su pequeñísimo sostén sino también todo su brasier a tal punto que pensé que se lo iba a quitar ante a mí para mostrarnos a todos sus encantadoras pechugotas al desnudo.
Ella me miraba a los ojos con deseo.
YO: ¡Mamá! ¡Estás buenísima!… ¡Uff!… ¡De rechupete!… ¡Qué tetas!…
Quise causar sensación entre los asistentes y saqué un billete mostrándoselo a todos. Luego estiré un poco con un dedo el delgado hilito elástico que unía juntas copas del casi inexistente brasier de mamá y, muy atrevidamente, le puse el billete en medio de las tetas como si mamá fuera una vulgar estriptisera de antro, acto que todo mundo aplaudió y aclamó con gran fervor, sobre todo mi papá, quien con sus amigos y jefes me felicitaron por tan descocada maniobra.
Mamá me guiñó un ojo, se volteó y muy coqueta y risueña me puso el culo casi en la cara y papá volvió a pedirme que le palmoteara las nalgas, cosa que hice en el acto.
PAPÁ: ¡Pero más duro, Joselito! ¡Dale con fuerzas! ¡Nalguéala como si hubieras acabado de cenar, mijito!…
Volví a darle otra buena nalgada, pero a papá le pareció que aún era muy suave.
PAPÁ: ¡No, mijo!… ¡Pareces marica!… ¡Dale como los machos!… ¡Mira, dale así a tu mamá!… ¡Así se le da a las caballotas como ella!…
Papá le empezó a dar a mamá una tanda de poderosas y agresivas nalgadas, tan fuertes que se habrían podido escuchar a muchos metros a la redonda.
Mamá tenía las nalgas muy rojas y con marcas de muchas manos y dedos, y así, dejándome excitado, prosiguió su danzante camino por cada uno de los invitados en una nueva ronda de sucios manotazos en sus glúteos.
Las esposas y familiares femeninas de los invitados se notaban muy abochornadas ante tan descarado acto, y es que no era para menos, a mamá se le había pasado la mano, y todo lo estaba haciendo movida por su gran ambición, como quien dice todo por la plata; ella quería lograr a toda costa y sin importar los medios que papá obtuviera ese nuevo e importante cargo en la empresa.
Mamá estaba cumpliendo muy solícitamente con su misión de volver a animar la fiesta, y ahora hasta se estaba sentando muy confianzudamente sobre las piernas de los asistentes mientras les restregaba su tremendo y alegrón culazo.
Todos gritaban llenos de emoción, lanzaban piropos, silbidos y comentarios algo subidos de tono a mi animosa y desenvuelta madrecita.
Yo estaba muy emocionado, sudoroso y algo nervioso, escuchaba a mi alrededor comentarios vulgares sobre mamá, escuchaba que entre ellos cuchicheaban frases como “Parece que la mujercita del Fermín ahora se está dedicando a ser puta”, “¡Tan buena que está la puta!”, “¡Esta vieja es bien perra!”, “¡La mujer del Fermín es toda zorra!”, “¡Qué rico se mueve la estriptisera de la esposa del bobo de don Fermín!”, “Se nota que don Fermín está casado con una puta”, “ ¡Qué tetas y qué culazo se manda esa perra!”, “Qué rica está esa vieja hijueputa”, “Esta vieja está para cogerla y darle pipí por ese culazo”, “Esa hija de puta lo que quiere es que entre todos la violemos aquí”, todas esas palabras que alcanzaba a detectar me causaban gracia y mucha palpitación, y me sentí aún mucho más turbado cuando vi que mamá nuevamente se aproximaba a mí agitando sus buenas tetazas y sus buenas nalgotas, yo estaba sudando como nunca.
Sin dudarlo ni una pizca, mamá se sentó sobre mis piernas, de frente a mí, bailando y moviéndose de la misma manera vulgar que como se lo hizo a los demás e incluso pasó a ser aún más atrevida conmigo que con ellos, pues empezó a acercar sus labios a los míos, pero sin llegar a tocarlos.
Aunque mamá no me besó en la boca me lamió el rostro con gran sensualidad, los invitados estaban bastante arrechos y gritaron de la emoción. Y se pusieron más bulliciosos cuando vieron que ella comenzó a saltar sobre mis piernas como una frenética loca.
Con esos atrevidos e impúdicos movimientos que ella hacía sobre mí parecía como si estuviéramos teniendo un acto sexual incestuoso, lo cual se sentía raro, pero sabroso.
Aunque mamá era una loquita con todo mundo nunca se había comportado así de lanzada conmigo, pero entendí que todo era parte de su excelente numerito para animar la fiesta y conseguir el puesto para papá.
Todos gritaban sobremanera a cada sentón que mi osada madre me propinaba, además la muy zorra se estaba metiendo algunos dedos de mi mano a la boca y los chupaba y lamía como si estuviera mamando una verga.
El gozón de papá estaba feliz mirando todo y bailando según su estilacho, estaba borracho, molestando a las invitadas y haciendo el ridículo, sin embargo, nos animaba diciendo:
PAPÁ: ¡Pero toca un poco a tu mamá, Joselito! ¡Tranquilo que ella no muerde! ¡Acaríciala un poco! ¡Mírale esas piernotas, cómo va ser que no se las estés tocando! ¡Acaríciale las nalgas!… ¡Actúa, mijo! ¡Te veo muy estático! ¡No te duermas ante semejante yegua!… ¡Hazle algo!… ¡Actúa!… ¡Actúa!…
Todos comenzaron a gritarme, al unísono, la repetida palabra: ¡Actúa!…
Acaricié nerviosamente las estupendas piernotas y las enormes nalgotas de la zorra de mamá un poco.
PAPÁ: ¡Agárrale las nalgotas! ¡Mijo!…
Le hice caso a papá, con todas mis fuerzas agarré las tentadoras nalgotas de mamá. Los jefes de papá, en especial don Jerónimo, estaban encantados y muy excitados de ver tanta vulgaridad y atrevimiento.
Mis hermanas reían y aplaudían, también nos animaban bastante.
Luego mamá se levantó de mi cuerpo y pasó a hacer lo mismo con papá. Mamá lo hizo sentar y le puso las nalgas sobre sus piernas. Papá se atrevió a ponerle las manos sobre su brasier apretándole y manoseándole las tetas mientras ella saltaba frenéticamente sobre sus piernas.
Con esos tocamientos tan morbosos y atrevidos que papá le hizo a las tetas de mamá sobre la tela de su ínfimo brasier estuvo a punto de arrancárselo, pero, mamá se levantó de su cuerpo y se dirigió hacia don Jerónimo e hizo la misma hazaña, de la misma manera, con él.
El viejito estaba feliz como una lombriz viendo a mi madre saltar y moverse de semejante manera tan cochina y decidida sobre él.
Mamá agarró las arrugadas manos del anciano y las puso sobre las copas de su brasier mientras le daba tiernos picos en los labios, todos gritaron y silbaron de manera eufórica, estaban enloquecidos.
A mamá se le estaba pasando la mano, se estaba yendo más allá de la línea y yo me sentía entre excitado, abochornado y celoso.
Papá animó al viejito a apretarle un poco las diminutas copas del brasier a mi inverecunda mamá con sus manos, y el anciano lo hizo, le dio unos tres o cuatro apretones, mamá apasionadamente lo besó de lengua y los invitados casi estallan de la emoción.
Mamá, muy sonriente y coqueta, se levantó, bajó el volumen del equipo de sonido y salió de la sala lanzándole alegres besitos al aire a todos los presentes y ganándose un merecido aplauso de parte de los invitados.
Don Jerónimo muy contento felicitó a mi papá por tener semejante esposa tan fogosa. Papá le devolvió las felicitaciones y el viejito comenzó a hablar cosas sucias de mi madre con los otros jefes.
En realidad todos estaban hablando de ella y su atrevido numerito, hasta las mujeres presentes hablaban de ella, no podían creer lo que hizo y no la rebajaban de puta y de perra inmoral. La esposa de don Jerónimo estaba llorando.
Al rato vi que don Felipe y su hijo Manuel, quienes eran dos de los cinco jefes de papá que tenían que decidir sobre quién iba a ser el elegido para el puesto de Director General de Talleres Autorizados a Nivel Nacional, salieron de la sala y de repente entraron al dormitorio matrimonial, en el cual había entrado mamá.
Se me hizo raro que se hubieran metido en la alcoba de mamá y papá, pero no le presté más atención porque mis hermanitas nos sorprendieron también al presentarnos otro deslumbrante numerito. Las dos zorritas no se quisieron dejar opacar de mamá y habían decidido dejar ver su exótico baile.
Laura y Natalia pusieron pura música de estriptis, y de manera similar a mamá, empezaron a bailar sensual y animadamente. Movían sus culazos con suma energía y se los mostraban a los invitados como si se los estuvieran ofreciendo.
Ellas se habían ido a cambiar la ropa unos minutos después de que mamá terminara su atrevido numerito y ahora habían aparecido con prendas igual de vulgares a las que portaba mamá cuando presentó aquel osado bailecito anterior. Laurita tenía puesta una minifaldita extremadamente corta, dejaba ver su tanga y naturalmente sus buenas nalgas y tenía puesto un brasier medio transparente que dejaba notar sus aureolas y pezones. Por su parte, Natalia, estaba en cucos y sus tetas las cubría un diminuto topcito ombliguero. Juntas estaban descalzas y sin medias.
Laura es una mona espectacular, ella es blanca, delgada, altica, cabello largo y liso, de tetas hermosas y paradas, culo de impacto y de carácter alegre.
Natalia es de cabello castaño y de piel canela como mamá, su cabello es liso y no tan largo, le llega hasta los hombros, se tintura el cabello de amarillo quedando igual de mona que Laura. Ella es bien tetona y culona, es un poco más rellenita y bajita que su hermana y se manda severas piernas, en cuanto a su personalidad es bastante sincera y atrevida.
Las nenitas no dejaban de bailar impúdicamente y no tardaron en escucharse los comentarios y piropos obscenos y morbosos. Casi todos los invitados ya estaban tan borrachos que no les importaba lanzarles frases groseras y de doble sentido directamente y a vivos gritos.
Muchas de las esposas de los presentes decidieron marcharse llevándose junto así a sus hijos, hijas y otras parientes femeninas. Se habían ido furiosas después de discutir con sus morbosos esposos.
El lanzado del Roger, uno de los duros de la empresa, se atrevió a gritarle a mis hermanas lo siguiente:
ROGER: ¡A ver mamitas! ¡Quítense alguito!
Y otros, como los hermanos Guille y Federico, aprovecharon para decir a viva voz:
GUILLE: ¡Si! ¡Al menos sáquense una teta!
FEDERICO: ¡Par de zorritas tan ricas! ¡Jueputa!…
Papá, al escuchar eso, comenzó a animar gritando:
PAPÁ: ¡Mucha ropa!… ¡Mijas! ¡Están muy tapaditas!… ¡Mucha ropa!…
Y el viejo verde, morboso y pervertido de don Jerónimo añadió:
DON JERÓNIMO: ¡Si! ¡Mucha ropa!… ¡Fermín tiene razón! ¡Tienen mucha ropa!… ¡Quiero ver tetas!
Después de decir eso, don Jerónimo se relamió muchas veces con su sucia lengua los alrededores de su maloliente bocota mientras miraba con ojos de gallinazo el suculento baile de mis hermanitas, y el avaro y pervertido de papá volvió a pedirle a sus hijitas:
PAPÁ: ¡Si, mijas!… ¡Denle gusto a don Jerónimo y a todos los presentes! ¡Quítense el brasier y el topcito, mamis!… ¡Queremos verles ese par de tetas!… ¡Quítense la parte de arriba primero!
Y unos y otros asistentes empezaron a pedir las mismas cosas en forma de depravada barra:
LOS UNOS: ¡Qué se la quiten!… ¡Qué se la quiten!… ¡Qué se la quiten!… ¡Qué se la quiten!…
LOS OTROS: ¡Queremos ver tetas!… ¡Queremos ver tetas!… ¡Queremos ver tetas!… ¡Queremos ver tetas!…
Y fue la sonriente y rubia Laurita la primera atrevida y descarada en quitarse su brasier y en dejar sus buenas tetazas al aire, tetas que comenzó a agitar con gran dinamismo y entrega mientras seguía vulgarmente bailando la muy bandida.
Al ver eso, todos gritaron al unísono, y ella, tirándole el brasier en la cara al sucio de don Jerónimo, sacó a bailar al viejito.
El anciano estaba muy emocionado bailando junto a semejante hembrota y papá estaba feliz, ya se veía como “Nuevo Director General de Talleres Autorizados a Nivel Nacional”, pues todos lo estaban elogiando por tener una mujer y unas hijitas tan lindas y lanzaditas.
Después, la morenita Natalia se deshizo de su diminuto topcito y de manera resortada salieron esas esplendorosas tetotas a la vista de todos.
La sala, la cual se convirtió en sitio de estriptis, se llenó de gritos y de frases obscenas, y al fondo, fuera de la sala, se escuchaban unos fuertes gritos y gemidos femeninos, fui a mirar y provenían del cuarto matrimonial, abrí un poco la puerta y vi, con mucho asombro, que don Felipe y su hijo Manuel estaban desnudos penetrando a mamá quien también estaba completamente biringa y totalmente entregada a su merced. Don Felipe le daba alegremente verga por la chocha a la señora y su hijo Manuel por el culo.
Esa imagen me impactó en gran manera, no obstante solté una diabólica risita de gusto y lascivia y mis ojos brillaron de morbo. Mamá se veía putísima y hermosa. Mi verga se paró a tal punto de querer salirse solita por mi bragueta.
Ellos le estaban haciendo a mamá doble penetración. Los dos hombres estaban de pie y mi estupenda mamá estaba en medio de ellos sujetada del cuello de don Felipe con sus brazos, y de sus caderas con sus piernotas.
Don Felipe le perforaba la cuca y su hijo Manuel irrespetaba con ansias su cálido culote con su colorada y gruesa vergota.
Mamá mantenía sus ojos cerrados mientras gemía y lanzaba sendas vulgaridades de gozo.
Don Felipe me vio asomado a la puerta, se asustó un poco, pero yo le puse pulgar arriba, le sonreí y le hice un gesto de “todo bien, amigo”, él se calmó y me devolvió la sonrisa.
Cerré la puerta y muy alterado y excitado me dirigí a la sala, que a juzgar por los intensos y fuertes gritos estaba sucediendo algo muy bueno.
Entré a la sala y mis hermanitas, ya completamente desnudas, estaban practicándole un escandaloso sexo oral a don Jerónimo y a don Roger, mientras todos los demás estaban de pie, rodeándolos, amontonados casi encima de ellos.
Los invitados llevaban el ritmo de la música y de las mamadas con acompasados y armoniosos aplausos, todo era una espléndida y total locura.
La gran mayoría de las parientes femeninas de los invitados ya se habían marchado, no soportaron tanta inmoralidad y semejante atrevimiento, y casi todos los presentes que se quedaron eran hombres, solo seguían ahí unas cuantas mujeres.
Quedé super anonadado, esa noche sentía que el corazón se me iba a salir del pecho, eran muchas emociones para tan pocas horas, estaba supremamente excitado y sin duda alguna este era mi mejor año nuevo de toda mi puta vida.
Afuera lograba escucharse cada vez más pólvora, se aproximaban las doce de la noche.
Me senté al lado del borrachito de papá y él notó mi arrechera de inmediato, pues era muy notorio que mi pantalón estaba inflado porque tenía mi verga completamente erecta, se me paraba como si fuera el moco elevado de un elefante, y eso se veía claramente entre mi humedecido pantalón.
PAPÁ: ¡Hijo! ¡Estás arrecho!
YO: ¡Para qué te digo que no si sí, papá!…
PAPÁ: ¡Hazte la paja!
Estupefacto le pregunté:
YO: ¡¿Cómo dices?!
PAPÁ: ¡Hazte la paja, mijo! ¡Yo también me la voy a hacer ya!…
Papá se comenzó a despuntar su pantalón.
YO: ¡Pero qué demonios haces, papá!
El ebrio y vicioso de papá, sin ninguna clase de vergüenza, se sacó su gran vergota y se comenzó a pajear frenéticamente mientras veía a sus dos zorronas hijitas desnudas mamar eufóricamente las vergas de don Jerónimo y de don Roger. Las dos muchachas estaban compitiendo por ser las primeras en hacer que su macho respectivo eyaculara en sus bocas o en su rostros.
Papá les lanzaba palabras de ánimo a sus propias hijas gritándoles a todo pulmón:
PAPÁ: ¡Dale Laurita, no te dejes ganar de la Naty! ¡Tú puedes con don Jerónimo!… ¡Y tú mi Naty, mama con más fuerza, mi amor! ¡Mamita, sácale la leche al amigo Roger, yo sé que tú puedes con su poronga! ¡Se que esa vergota es bien grandota pero no te dejes intimidar, mi Naty, tú puedes!
Yo no podía creerlo, papá se masturbaba ansiosamente mientras animaba a mis queridas hermanitas a chupar las vergas de sus jefes, y el viejo, al verme con cara de asombro, me dijo:
PAPÁ: ¡Qué pasó mijo que no te has sacado la verga y no te estás pajeando! ¡Los hombres nos pajeamos!…
YO: ¡No lo sé, papá, hacer eso es algo muy osado! ¡Me da penita! ¡Qué dirán esas señoras que están ahí y todos estos manes!
PAPÁ: ¡No seas tonto! ¡Haz lo mismo que yo me hago! ¡Ellos no dirán nada, están recontentos! ¡Mira como algunos ya se sacaron sus vergas y se están pajeando tranquilamente!
Era cierto, algunos osados invitados ya se estaban pajeando viendo como las fufurufas de mis hermanitas succionaban las vergas de don Jerónimo y de don Roger. A ellos ni les importaba que sus madres, esposas e hijas estuvieran todavía ahí presentes.
YO: ¡Qué atrevidos!… ¡A mí me da un poco de pena!
PAPÁ: ¡Qué cuentos de pena ni qué pena!… ¡Hazle, mijo! ¡Yo sé que tú eres un valiente, un berraco y un machote como yo!…
YO: ¡Pero, papá!…
PAPÁ: ¡Vamos, hombre!… ¡Que sea la primera vez que padre e hijo nos hacemos la paja juntos al tiempo! ¡Eso es tenernos confianza y unir nuestro lazos! ¡Nunca lo habíamos hecho así, y hoy es la fecha especial y apropiada para hacerlo! ¡Pajearnos en año nuevo es de buena suerte!…
YO: ¡Pero esto es extremo, papá!…
PAPÁ: ¡Eso es lo bacano, mijo! ¡Precisamente eso es lo excitante!…
YO: ¡¿De verdad quieres que me saque la verga y me pajee aquí delante de todos tal como tú lo estás haciendo?!
PAPÁ: ¡De una, mijo! ¡No te lo pienses tanto!
YO: ¡¿Y si mamá viene y me pilla jalándome la verga como un pervertido qué le voy a decir?!
PAPÁ: ¡Qué va!… ¡¿Qué podría decir ella?! ¡Lo único que ella podría decir es que eres un machito tal como yo lo soy! ¡Ella se sentiría orgullosa de tener un hijo tan varón y dotado!
YO: ¡¿Estás seguro?!
PAPÁ: ¡Pues claro! ¡Acuérdate de la manera en que tu mamita se te insinuó ahorita que estuvo bailando como puta!
YO: ¡Pero eso era porque estaba borracha! ¡De pronto ya se le pasó la borrachera!…
Eso lo dije pensando en que la gran follada que le estaban pegando a mi mami en su habitación estaba siendo tan potente y salvaje que finalmente iba a ser capaz de quitarle la borrachera.
PAPÁ: ¡Ay! ¡Mijo! ¡La vida es para los avispados! ¡La vida es una sola y hay que disfrutarla! ¡Gózate la fiesta de fin de año que tal vez no se va a volver a repetir, uno nunca sabe!…
YO: ¡Aparte de ser muy bueno, eres muy sabio, papá!
PAPÁ: ¡Ven, pajéate viendo a tus hermanitas en acción! ¡Apuesto a que gana mi Lauris!
YO: ¡Yo también diría que ganaría la Lauris, pero como ya le apostaste a ella entonces le apuesto a la tonta de la Naty!
PAPÁ: ¡Va pa’ esa! ¡Pero hazte la paja, papi!…
Dubitativamente le hice caso a papá, ante la mirada de varias mujeres y sus respectivos esposos, padres y hermanos, los cuales también se estaban empezando a pajear, me comencé a desapuntar el pantalón, con nerviosismo me saqué la erecta verga y con mi mano muy temblorosa empecé a pajearme mirando el espectáculo que ofrecían mis dos hermosas y divertidas hermanitas, quienes ya casi iban a recibir severas lechadas.
Laurita ganó y alzó sus brazitos autoproclamándose la mamadora campeona de la noche, pues recibió primero la gran descarga de leche caliente de don Jerónimo, el cual le eyaculó todo su viejo y pegachento esperma dentro de su sucia boquita.
Y un poco después, la zorrita de la Natalia recibió el semen blancuzco y espeso de don Roger en su tierna y cachetoncita carita de putita, este era más abundante y aceitoso que el de don Jerónimo y se le logró desbordar de la boca a mi tontita hermanita cayendo sobre sus ricas tetazas.
Todos gritaron emocionados y las felicitaron a juntas, sobre todo a la campeona.
Los dos hombres quedaron muy satisfechos y, sin pantalones, se acercaron a nosotros a hacernos la charla mientras mis hermanas quedaron chupándole la verga a otros muchos invitados.
Don Jerónimo y don Roger nos felicitaron por la excelente fiesta de fin de año y por la increíble presentación de mi mamá y de mis hermanas, y de una vez le dijeron a mi papá que ellos estaban pensando seriamente en darle el cargo.
Mi papá estaba feliz y animó a mis hermanas a seguirle mamando la verga a todos los presentes, cosa que ya estaban haciendo con mucho gusto.
A las bocas de mis vulgares hermanitas entraban y salían vergas a granel, salían unas y entraban otras, eyaculaban unas y se preparaban las otras. Igualmente muchas manos les agarraban las tetas.
Mis hermanitas estaban recibiendo severas lechadas por toda parte, en sus cabezas, en sus cabellos, en sus caritas, en sus boquitas, en sus labios, en sus tetas, en donde fuera.
La cantidad de mujeres presentes iba siendo cada vez menor, salían bravas y abochornadas, las mamás se iban con sus hijas, hermanas y demás parientes femeninas y dejaban a sus esposos, hermanos y demás invitados hombres, los cuales no quisieron irse por nada del mundo y prefirieron pasar el año nuevo en nuestra casa, continuando en la sucia fiestecita.
Otras pocas mujeres se quedaron, y al ser un poco más atrevidas y liberadas, estaban también mamando las vergas de sus esposos e incluso teniendo sexo con ellos en diferentes rincones de la sala y en diversas partes de la casa.
Papá y yo nos corrimos un par de veces observando todo lo que ocurría con mis pequeñas y putillas hermanitas y con esas otras mujeres, don Jerónimo y don Roger nos felicitaron por cada una de esas potentes eyaculadas y, al igual que nosotros, ellos se seguían pajeando en nuestra compañía.
PAPÁ: ¡Qué putitas son mis tiernas hijitas ¿no?! Jejeje…
DON JERÓNIMO: ¡Tan lindas ellas! ¡No sabía que tus hijitas fueran tan zorritas y pervertidas! ¡Pero bueno, es una excelente sorpresa! ¡Me encantó! ¡Te tenías bien guardaditas esas chupavergas tan excitantes, pillín! Jejeje…
PAPÁ: Jejeje… ¡En realidad, don Jerónimo, también para mí fue una verdadera sorpresa, no sabía que ese par de zorritas y su madre habían preparado todo esto para esta fiesta de año nuevo!
DON JERÓNIMO: ¡Sea como sea lo bueno es que aunque mi mujer, mi hija y mi nieta se pusieron bravas y decidieron largarse yo esta noche me la he gozado como nunca, jueputa! ¡Qué rico! ¡Qué vivo me siento!…
PAPÁ: ¡Me alegro que esté contento, jefecito! ¡Aunque lástima que su mujer, su hija y su nieta no se quedaron a seguir disfrutando!
DON JERÓNIMO: ¡Esas hijas de puta se enojaron, pero eso me importa un culo! ¡A ellas se les pasará la joda después! ¡Yo las conozco, así que no hay mayor lío!…
PAPÁ: ¡Sí! ¡Tiene razón, jefe! ¡Se les tendrá que pasar la pendejada! ¡Así son las putas mujeres!
DON JERÓNIMO: ¡Pon atención, Fermín!… ¡Creo que te voy a apoyar con lo del puesto, mi amigo!
PAPÁ: ¡Don jerónimo, le agradezco en el alma esta oportunidad, no tengo cómo agradecerle, señor!
DON JERÓNIMO: ¡Yo sé cómo puedes agradecerme!
PAPÁ: ¡Lo que diga lo haré encantado, señor!
DON JERÓNIMO: ¡¿A dónde se fue la buenota de tu mujercita?!
PAPÁ: ¡No lo sé, jefecito! ¡Ya que me acordó voy a buscarla! ¡Desde hace rato no la veo! ¡Déjeme ver, Diva debe estar en nuestro cuarto!
DON JERÓNIMO: ¡¿Será mucho pedirte que me permitas entretenerme un ratico con semejante hembrota?!
PAPÁ: ¡Ah, entiendo! ¡Claro que no es mucho pedirme, señor! ¡Si quiere venga conmigo al dormitorio y yo le digo a mi mujer que le haga un numerito especial y privado! ¡Le diré que me lo atienda como rey, como se lo merece usted! Jejeje…
DON JERÓNIMO: ¡No le molestaría ¿verdad? Fermín!
PAPÁ: ¡Para nada, jefecito! ¡No se preocupe, don Jerónimo! ¡Todo para usted! ¡Esta es su casa! ¡Mi mujer y mis hijas son todas suyas, ni más faltaba! Jejeje… ¡Claro, venga por aquí, bien pueda!
Papá se desvivió por llevar a su anciano jefe al dormitorio, fueron allá a buscar a mamá, yo me reí de pensar en el espectáculo que iban a encontrar en esa habitación, y don Roger me siguió haciendo la charla mientras continuábamos sentados haciéndonos nuestras respectivas pajas.
DON ROGER: ¡Con todo respeto, amigo, qué rico me lo chupó tu hermanita! ¡Juemadre!… ¡No te enojes, pero ella es excelente mamadora! ¡Es una dura! ¡Aunque no ganó, ella es una verdadera reina de la mamada!… Jejeje…
Realmente no supe ni qué responder, me sentía un poco idiota al permitir que irrespetaran a mis hermanitas y a mi madre, sin embargo la arrechera me ganaba, así que no me iba a amargar para nada, le sonreí a don Roger y le contesté caballerosamente:
YO: Jejeje… ¡Me alegro que le haya gustado, don Roger!
El sonriente Roger, mientras se pajeaba frenéticamente igual que yo, dijo:
DON ROGER: ¡Mira a semejantes putitas como siguen mamando vergas y más vergas! ¡Tus hermanitas son una maravilla, hombre! ¡Debes estar orgulloso de ellas!…
YO: ¡Gracias, señor! Jejeje… ¡Sí, estoy orgulloso de esas nenitas, aunque no sabía que fueran tan zorritas! ¡Mire, ya se las están empezando a follar!
DON ROGER: ¡Qué perritas! ¡Cómo me hubiera gustado que mis hermanas también hubieran sido tan putas!…
YO: ¡¿Usted tiene hermanas?!
DON ROGER: ¡Si, son muy bonitas, pero también son todas apagadas! ¡Me gustaría que fueran así de calentonas como las tuyas!
YO: ¡Vaya! ¡Tal vez yo logre hacerlas cambiar por medio de mi herramienta mágica! Jejeje…
DON ROGER: ¡Te las presentaré cuando pueda! ¡Pero debes prometerme encender su líbido a punta de verga! Jejejeje…
YO: Jejeje… ¡Se lo prometo! ¡No es más que me las presente para agarrar a esa perras a punta de duro guamo!
DON ROGER: ¡Te lo agradezco, amigo! ¡Uff! ¡Tus hermanas están geniales! ¡Y están buenísimas las desgraciadas! ¡Cómo me gustaría darles por esos culotes a esas puerquitas!
YO: Jejeje… ¡Hoy mis hermanitas están muy solicitadas!
DON ROGER: ¡Sí!… ¡Mira cómo les comienzan a hacer penetración doble a esas putitas mientras siguen mamando vergas como locas!
YO: ¡Es increíble!… ¡Se están follando como bien quieren a mis amadas hermanitas!
DON ROGER: ¡A todas estas ¿cómo es que se llaman tus hermanitas?!
YO: ¡La de cabello largo, la más puta, se llama Laura! ¡De cariño le decimos la Lauris!
DON ROGER: ¡Uff! ¡Severa mamadora es esa Lauris! ¡Esa putita está buenísima!… ¡Deslechó a don Jerónimo bastante rápido! ¡A pesar de la edad del viejito la Lauris le pudo sacar bastante semen! ¡Fue la ganadora de las mamadas! ¡Es que la lobita lo hace como las diosas!
YO: ¡Sí! ¡Así es!… ¡Don Jerónimo quedó muy contento y satisfecho! ¡La cara de placer que puso el viejito lo dijo todo!
DON ROGER: ¡Y ¿cómo se llama la cachentocita que me lo mamó a mí?!
YO: ¡La cachetoncita de cabello más corto que le sacó su leche con su viciosa boquita de pícara muñequita repollona se llama Natalia! ¡La Naty es bien atrevida, apenas agarra confianza se vuelve empalagosa!
DON ROGER: ¡Se nota, amigo! ¡Se nota!… Jejejeje… ¡Esa Naty!… ¡Conmigo que sea todo lo empalagosa que quiera esa rica nenita!… ¡Mamasota linda!… Jejejeje…
Don Roger mientras con una mano se hacía la paja con la otra me dio unas palmaditas de amistad en la espalda.
YO: ¡Y las otras mujeres también son bien terribles! ¡Mire como follan a sus esposos!
DON ROGER: ¡Si! ¡Qué delicia! ¡Creo que ustedes me van a tener que invitar más de seguido a esta casa! ¡Las mujeres de aquí son bastante especiales!
YO: ¡Yo más bien diría que son bastante putas! Jejeje…
DON ROGER: ¡Eso! Jejeje… ¡Bastante putas! ¡Son perras de aquí a la luna!
YO: ¡De aquí a Plutón, será! Jejeje…
DON ROGER: ¡De aquí a las estrellas! Jajaja…
YO: ¡Don Roger¡ ¡Puedo hacerle una pregunta un poco atrevida!
DON ROGER: Jajaja… ¡Más atrevimiento que haberle metido mi verga a la boca de tu hermana no creo que exista! Jejeje… ¡Pregunta todo lo que quieras, amigo! ¡Evidentemente esta es la casa del sexo! Jejeje… ¡Aquí se puede preguntar de todo!…
YO: ¡Ok!… ¡¿A usted no le da pena que su mujer y su hija lo vean en estas?!
DON ROGER: ¡Me importa un pedo! ¡Trinidad y Katherine saben que yo no me dejo mangonear de ellas! ¡El que manda soy yo que soy el que trabaja y lleva dinero a la casa! ¡La verdad me gustaría que ellas fueran de ambiente y que participaran mamando pollas! ¡No me gusta verlas ahí sentadotas sin hacer nada y haciendo cara de culo, parecen idiotas amargadas!
YO: ¡¿No te darían celos ni fastidio que ellas se pusieran a participar en todo esto?!
DON ROGER: ¡Pppff!… ¡Ni porque ellas fueran gran cosa! ¡Es más, voy a decirles que participen, que se enloquezcan esta noche y que puteen un poco, que no me hagan quedar mal!
YO: Jajajaja… ¡Eso, eso!… jajaja… ¡Bien pueda ir a decirles eso, don Roger! ¡Mientras tanto voy a ir a mirar un asuntico!
DON ROGER: ¡Bien puedas!… ¡Es muy rico hablar contigo, espero que volvamos a dialogar!
YO: ¡Eso espero!
Me levanté y mientras seguía masturbándome me dirigí al dormitorio de mamá, abrí la puerta, me asomé, miré y vi que mamá era tremendamente perforada por el culo por la verga de papá, y al tiempo era también penetrada por la chocha por la pija don Jerónimo, que para ser la verga de un viejito de su edad era sumamente potente.
Así mismo la verga de don Manuel era mamada por la boquita de mi señora madre mientras ella pajeaba la de su señor padre, o sea la de don Felipe.
Don Jerónimo estaba acostado sobre la inmensa cama, mamá saltaba con ímpetu desbordado sobre el anciano, metiéndose su verga en su tragona vulva. Papá, un poco acurrucado se entretenía con su soberbio culazo.
Manuel era feliz poniéndola a mamar mientras ella jalaba la pija de don Felipe, el padre de Manuel, así todos los jefes estaban disfrutando en esta noche y le darían el puesto a papá, de todas maneras el jefe mayor, don Jerónimo, el cual daba la última palabra en esa elección ya prácticamente había dicho que ese puesto era para papá.
En resumen, tres de los jefes de papá, es decir, don Jerónimo, don Felipe y su hijo Manuel estaban gozando a mamá, y los otros dos, don Roger y don Guille, a mis viciosillas hermanitas.
Ahí papá estaba contando con todos sus jefes para que lo eligieran a él en ese importante cargo y dejara a su más fuerte rival, el infame Daniel Perkins Valentini, con un palmo de narices.
Daniel Perkins Valentini es un inglés de madre italiana, y aunque es londinense tiene ideas claramente fascistas y neonazis, es un maltratador, un manipulador, un amenazador, un esclavizador y explotador de empleados. Se la pasa intimidantemente armado y más encima es un cascarrabias y un gritón de tiempo completo, por ningún motivo debía llegar ese imbécil a ese cargo y en casa nos estábamos asegurando de que eso no pasara, pues, a diferencia de ese abusador, papá tenía una visión empresarial más humana que permitiría incentivar la producción y el trabajo sin recurrir a la imposición, al acoso o a la explotación de los empleados. Papá es un codicioso, pero de los buenos.
Me jalé la verga mirando a mamá follar con cuatro hombres al tiempo y no tardé en eyacular dejando la puerta untada de abundante semen.
Fui a ver cómo iban mis bellas hermanitas en la sala.
Roger y Guille les estaban dando verga por sus culotes mientras Federico y los demás invitados por sus panochas y bocas.
Rápidamente busqué y traje la cámara de video profesional familiar y empecé a filmar.
Pasé filmando y pajeándome entre la severa orgía, a veces me tenía que soltar la verga para poder operar la cámara con las dos manos. Me acerqué muchas veces a los culos y cucas de mis hermanas, siendo tremendamente penetrados, para tratar de capturar cuanto detalle veía.
Luego dejé la cámara filmando en forma fija sobre su trípode. Me senté en un cómodo sillón a contemplar la espectacular jodienda mientras me bebía una cerveza y me fumaba un tabaco, era un espectacular gang bang en vivo y en directo y me sentí como en el cielo, sin duda el año que iba a empezar iba a ser el mejor.
Mis hermanitas estaban exhibiendo su gran apetito sexual, y comencé nuevamente a jalarme la verga.
De repente, doña Trinidad, la mujer de don Roger, y su hijita Katherine se acercaron a hacerme la charla, eran dos de las pocas mujeres que aún seguían en la fiesta y que habían estado muy calladas hasta el momento.
Entre charla y charla y bebida y bebida me fueron agarrando la verga entre juntas mujeres, y de un momento a otro mi gran herramienta sexual comenzó a ser mamada por sus audaces bocas.
Madre e hija me lo estaban lamiendo y chupando al tiempo. Lo mamaban y lo relamían de manera muy excitante. Caí en cuenta que don Roger las había obligado a hacerlo, sin embargo se veía y se notaba que lo hacían con mucho gusto.
Me encantó saber que no solo mi mamá y mis jóvenes hermanitas eran las putas de esta noche de año nuevo. Definitivamente era un buen augurio, el año que empezaría sería excelente.
Mientras yo gozaba de las mamadas de doña Trinidad y de la niña Katherine, doña Etelvina, la elegante madre de los hermanos Guille y Federico, pasó por mi lado, me guiñó un ojo y me ofreció una copa de buen whisky, brindamos y luego se fue a donde estaban sus nueras Lucrecia y Lorenita.
Roger, mientras se culeaba a mi hermana Laura, me hacía señas de aprobación y me mandaba saludos al aire, yo se los devolvía alzándole un poco mi copa de whisky.
Doña Trinidad pasó a mamar mi vergota mientras su puta hijita me chupaba las bolas, pocos segundos después intercambiaron, la obscena mamá me lamía y succionaba las huevas y la zorra de su hija me mamaba la verga. Las dos putas lo hacían con delicadeza, no obstante pasaron luego a hacerlo con suma voracidad.
Afortunadamente doña Etelvina y sus nueras, es decir las esposas de Guille y Federico, se acercaron, les pedí que tomaran la cámara de video y que nos empezaran a filmar a nosotros también.
Las encopetadas y muy abrigadas señoras me sonrieron y me hicieron caso, manejaron la cámara y nos enfocaron a nosotros también. A veces nos enfocaban a nosotros y a veces se concentraban en captar a mis hermanas con sus machos.
Para mi buena sorpresa, esas refinadas y elegantes damas, no tardaron en despojarse de sus abrigos de finas pieles y desnudarse ante mí. Las tres señoras no dudaron en venir a chuparme la verga junto a doña Trinidad y su zorrita hijita Katherine.
¡Qué feliz año nuevo! primero ver los atrevidos numeritos de mamá y mis hermanas, luego verlas follar con varios tipos y ahora tener a cinco arrechas mujeres al tiempo a mi entera disposición y a la vista de sus esposos, hijos y padre. Eso era lo más morboso, saber que ellas lo estaban haciendo frente a sus parientes, los cuales se divertían con mis hermanas junto a otros hombres.
Mis hermanas estaban en tremenda culeadera, y a la buena vista de Roger, Guille y Federico me empecé a follar a doña Trinidad, a Katherine, a doña Etelvina, a doña Lucrecia y a simpática doña Lorenita.
Me estaba follando a esas viejas hasta por las orejas, solo me faltaba darles por los culos, y ya tenía pensado en clavárselos cuando se oyeron las sirenas y alarmas marcando las 12 de en punto de la noche y el inicio del nuevo año.
Salieron afanada y ruidosamente mamá, papá, don Jerónimo, don Felipe y don Manuel del cuarto matrimonial, y llegaron a la sala desnudos y abrazados como si fuera muy normal.
Todos los asistentes a la fiesta comenzamos a abrazarnos, a felicitarnos y a desearnos prosperidad, paz, amor, salud y mucho sexo. Hicimos un buen brindis, luego les echamos champaña a diestra y siniestra por los culos, tetas y rostros a las mujeres presentes, y acto seguido empezamos la severa folladera nuevamente, todos en la sala.
La orgía continuó de forma sensacional y movida.
Mamá y mis hermanas seguían siendo folladas por los jefes, amigos y subalternos de papá, era delicioso verlas, se les movían esas buenas tetotas muy rico, y yo seguí follando a las recatadas señoras con las que había acabado de estar, papá también se folló a esas viejas y las disfrutó muchísimo.
Don Jerónimo, mientras follaba a la Laurita, llamó por celular a su esposa, a su hija y a su nieta para darles el feliz año nuevo, pero ellas estaban tan furiosas que no le quisieron hablar, le tiraron el teléfono y el viejito se puso a culear con más ansias a mis hermanitas y luego a mi hermosa mami, eso sí, le dijo a papá que contara con el cargo que tanto deseaba, en efecto, pasados unos días le dio el puesto, y así papá dejó con un buen palmo de narices a su rival y archienemigo Daniel Perkins, el cual pasó a ser su avergonzado subalterno, ahora, el malencarado y abusivo neonazi tenía que obedecerle a papá hasta sus más insólitos caprichos.
La orgía continuó en gran manera, eran como las 2 de la mañana y la jodienda seguía en todo su furor, nunca había pensado en practicar incesto, pero al ver a mis excitantes hermanas y a mi provocativa madre follar y follar como putas empedernidas llegó un momento de plena perversidad y arrechera en que de verdad pensé muy en serio en intentar culeármelas. Sus suculentos culazos y sus grandes y saltarinas tetazas me enloquecían.
Posiblemente en otra entrega contaré más sobre lo ocurrido en esa alegre noche de año nuevo, eso depende de los buenos comentarios y de la excelente calificación que este relato obtenga de ustedes.
FIN.
Escrito por Siremis.
Esta muy buena y caliente la historia, pero me pregunto, de que edad eran, lauris, naty y katherin? 🤔
Ojala allá una segunda parte👍🏼
Muchas gracias. En contestación a tu pregunta:17, 15 y 14 años respectivamente. Posiblemente escriba la segunda parte. Saludos.
Buen cuento relatado y caliente…
Muchas gracias, Martin, me esfuerzo por escribir mejor cada día más para que ustedes los lectores tengan una óptima experiencia lectora y la disfruten más.