Y yo pensando que creía lo que era una familia feliz parte 1
Relato de como evolucionó mi vida familiar a una vida de ensueño y felicidad con mi mujer y mi hijita.
He localizado este relato que escribí hace algún tiempecito, como tube el visto bueno de las personas involucradas lo publico
Resumen corto: Siempre habíamos sido una familia muy cercana, pero la cercanía es
como el agua que golpea las paredes de una casa, poco a poco las va erosionando e
infiltrándose en su interior, lo mismo que le pasó a la casa de mi parábola, le pasó a mi
relación familiar en la que nos vimos involucrados mi mujer, yo y mi princesa de 9
añitos
Me presentaré sin reparos ni rodeos, mi nombre, que digamos que es Rodrigo, no es mi
nombre real por que lo real en esta historia es lo que contaré a continuación. Tengo 36
años, y desde hace ya más de nueve años estoy casado con mi hermosa esposa
«Viviana», Vivi para nuestros conocidos, que ahora tiene 39 años. Desde mi siempre
han dicho que soy alguien atractivo, aún conservo la musculatura de mis edades
más lozanas debajo de una capita de masa de padre y sigo siendo alto en comparación a
la media. De piel clara y cabello oscuro dejo que mi barba aflore por mis mejillas
dándole una apariencia desarreglada, pero a la vez de un canallita afortunado.
Con ese físico y mi alma calenturienta pude conquistar a mi amada Viviana, si la vierais
os volvería locos y locas. Viví es algo más baja que yo, y manejable, de piel pálida y
cabello oscuro hasta los hombros. Durante nuestro tiempo de novios tenía el físico de
una diosa esculpida en mármol, después de dar a luz a nuestro más preciado regalo su
físico se convirtió en el de toda una milf, de las que por un lado las miras como alguien
tierno y cariñoso, pero que por otro lado las ves como una pantera que te partirá por la
mitad mientras te cabalga en la cama. Y justo después de una de esas cabalgadas, fue
cuando empezó esta historia.
Como he dicho, tenemos un regalo del cielo que actualmente tiene solo 9 añitos, con esa
edad ya no se están tan quietos, por lo que los momentos de libertad que tenemos mi
mujer y yo se ven bastante limitados por su interés preadolescente, Uno de esos
momentos es cuando ella se toma un baño en nuestra piscina o pileta como se llama en
latam. En esos momentos sabemos que tenemos entre 30min y una hora por los juegos
que tan religiosamente hace, Sin ser el cometido del relato os diré que en ese día estaba
completamente salido, en cuanto vi la oportunidad arrastre a mi esposa para darle una
follada frenética a su concha oscura y recién depilada, dejándole todo el semen dentro.
Fue tan frenética que me dejo rendido en la cama y eso parecía que necesitaría como 10
minutos en volver en pararse mi miembro de casi 19 cm, Mi esposa se había levantado
para limpiarse en el baño de nuestra habitación, mientras yo admiraba su cuerpo color
oliva y sacaba fotos para próximas pajas, pero en ese momento, la puerta se abrió de par
en par y entro nuestra pequeña en la habitación…
¿Os lo imagináis? yo tumbado completamente desnudo con restos de fluidos de mi
mujer en mi zona genital, mi mujer con su cuerpo de madre completamente sudado y
desnudo, con sus generosos pechos expuestos, con sus pezones marrones de grandes
aureolas apuntando directamente a los ojos de mi hija, con su mano apretando los dos
labios de su concha para que no se vertiese su contenido en el piso. Mi pequeña bebé
entró completamente mojada quejándose que el cloro le hacía daño en sus ojitos. Mi
hija está algo entrada en carnes, no gorda, pero sí que su cuerpo tiene curvas que en una
menor deberían estar prohibidas, esa grasita le hacía poseer de unos generosos glúteos,
perfectos y redondos como dos huevos sobre sus piernas curvadas, la parte superior de
su biquini si había ladeado dejando libre uno de sus turgentes pechitos de
preadolescente que había heredado el color del pezón de su mama. La niña me miró,
después miró a su madre con el típico recorrido, empezando desde sus pies, parando en
su coño que estaba siendo apretado por una de sus manos, paró en sus pechos y
terminó en sus ojos. Mi pequeña corrió hacia su madre que acuclillo y la abrazo
– Que pasa mija? -dijo mi mujer mirándome con cara entre preocupación y vergüenza
– Me pican los ojos por el agua – lloro mi hija
Y ahí, en ese preciso momento, mi mundo se vino abajo con la primera explosión. Mi
mujer siempre fue muy cariñosa con mi hija, casi demasiado, pero en esta situación, ella
abrazaba completamente desnuda a mi hija que estaba entre sus piernas. Con sus brazos
tapaba justo las zonas que cubría su pequeño bañador, por lo que, desde mi punto, veía
como mi mujer, completamente desnuda y recién corrida, abrazaba a mi también
desnuda hija. Fue una explosión de sentimientos, nunca jamás pensé en mi hija en ese
modo, pero ahora era imposible evitarlo, la miraba y solo recordaba lo bonita que se
veía su cosita cuando la cambiaba el pañal, las veces que iba al baño a limpiarla, las
veces que le hacía curas contra la irritación en su zona más prohibida… solo podía ver a
mi hija desnuda. incluso me imaginaba su vagina que hacía ya años que no veía.
Recuerdo que mi mujer la acariciaba y tranquilizaba, seguro que decía algo tierno, pero
en mi mente le decía algo como «ahora jugaremos con papa a un juego» o «ves como no
dolía tanto, una vez dentro el pene de tu papa se siente bien» o «te voy a contar lo que te
va a hacer tu papa, pero es un secreto». Tanto era mi excitación que de pronto, un dolor
de lo más intenso me hizo sobre saltarme, lo que hizo que me mirase mi mujer y mi
nena, ocasionando la segunda explosión…. Les cuento que mi mujer desnuda y mi hija
me vieron desnudo en la cama con la mayor y más dolorosa erección que había tenido
en mi vida, a mis ojos hasta parecía que sobrepasaban con creces los 25 cm que sé que
no tengo.
Creí que mi mujer me mataría, por la forma en la que me miraba, pero por otro lado, su
rostro mostró algo distinto, ¿alivio? excitación? lo que sé es que la tercera y
última bomba cayo cuando mi hija dijo «mami, te sale algo blanco de la cosita» y de un
inocente movimiento, paso dos de sus dedos entre los labios que mi mujer había dejado
de apretar para abrazarla y tras un momento sacó la mano cargada de mi espesa corrida.
De nuevo sentí como mi pene me estallaba como diciéndome “Rodrigo! ¡imbécil!
méteme ahí o me arranco solo!». De nuevo os digo, ver a mi hija con la mano en
formato de cuchara con la corrida recién sacada de su madre mostrándola como un
regalo, mi mujer muda mirando la corrida y mi hija mirando y preguntando que le
pasaba a mi «pajarito» mato al hombre que era… y solo dije:
– Es leche mija, como la que mama te daba cuando eras pequeña, pero esta le ha salido
de ahí abajo, ¿quieres probarla? – Dije esperando el grito de mi mujer
– Si cariño, es lechita – dijo mi mujer sorprendiéndonos a ambos- una lechita muy
especial que le da tu papa a mama cuando la quiere mucho, venga pruébala
– Pero es que te ha salido de la cuca – dijo riéndose
– Es cuando más rica esta- le dije mientras bajaba de la cama y con gentileza le tomé la
mano y se la llevaba a la boca
– Eso es bebe- dijo mi mujer y de repente sujeto con firmeza mi miembro, entonces lo
entendí, mi mujer era cariñosa con mi hija, demasiado cariñosa, tanto que le acababa de
dar una excusa.
– Eugh – dijo finalmente mi hija – es raro…
– Pero te gusta? – le pregunte yo
– No sé….
– Es como las comidas que no te gustaban hijita- dijo su madre mientras me masturbaba
ante los ojos de mi hija- Al principio no te gustaban y ahora te encantan, ¿no?
– sí, puede ser – dijo mi hija sin dejar de mirar el trabajo manual de mi mujer- pero
entonces deberé tomar más, ¿no?
– Exacto – dije casi gritando- y sabes donde hay más? en la rajita de mami
No tuve que decir nada, mi mujer se levantó de golpe y sonrió a mi hija. «Exacto,
eres una buena niña y me ayudas a sacarlo?» dijo mientras se sentaba en la cama y
separaba sus piernas dejando ver esa concha oscura sin casi pelos entre los carnosos
muslos completamente barnizada por la corrida de nuestra anterior copula. La niña, con
dudas se levantó, se acercó a su madre y metió dos de sus dedos de nuevo en su sexo.
– Así no mija- le dije cuando vi que su madre había cambiado su rostro y
parecía correrse con solo el tacto de la niña- debes hacerlo con la boca
– Pero…me da asco…por ahí…
– Te da asco el cuerpo de tu mami – la interrumpió mi mujer- además, está limpio, y de
ahí saliste tu cielo. Anda, se buena chica y pon tu boquita en la rajita de mami
Dios mío…es el cielo o el infierno, ver como mi pequeña se subía a la cama en cuatro,
mostrando sin pudor los pliegues de su bañador mojado que marcaban la silueta de sus
nalguitas y la rajita de mi pequeña. En ese mismo momento, la piel de los labios de mi
mujer entraron en contacto con los de mi hija, y todo se volvió frio…. mi mujer soltó un
gemido que asusto a mi hija, pero a la vez la sujeto de la cabeza y la volvió a acercar a
su templo del placer y empezaron a sonar los chupetones y besos. Mi mujer en el quinto
cielo solo se contorsionaba para que mi hija pudiese recorrer con su lengüita toda su
cuevita. No sé si fue solo unos segundos o una hora, pero mi mujer había cerrado los
ojos para disfrutar hasta que, los abrió, me miro, sonrió y dijo. “Cariño, nuestra hija va a
enfermar, ¿puedes quitarle el bañador mojado?»
Increíble, mi mujer me pidió que desnudara a mi hija, cosa que hice sin rechistar, agarre
poco a poco el borde de la braguita del bañador y lo fui bajando descubriendo sus
nalgas paradas, como es natural, el trozo de tela pegado a su vagina se quedó pegado,
hasta que mi hija, sin decírselo siquiera, las separo…. dios que escena, el elástico volvió
a su lugar, y yo me quede a centímetros de la mejor visión que nadie vera en su
vida…Mi hija era preciosa, como todo padre diría, pero en mi caso, su mejor faceta, era
la que tenía delante… sus caderas rollizas hacían un corazón perfecto, justo por la mitad
del corazón, se partía por la separación de las nalgas cuya curvatura perfilaba esas
nalgas de ensueño dando paso a sus piernas—y justo en medio… la razón de mi locura,
primero su anito, completamente virginal, pero bien expuesto… tan pequeños como el
asterisco de un teclado, y compartía el color a juego con el de su madre que ya
había reventado varias veces. y justo debajo, una perfecta rajita en vertical que separaba
dos rollizos y carrillos sin muestra alguna de pelo ni nacimiento aun de ninguno…me
quede loco, mi mirada iba de su ano a su abultada vulva y de su vulva a su ano….
De Repente, esos perfectos genitales se separaron un poco, vi como mi hija se terminaba
de quitar el bañador y la parte de arriba y dijo inocentemente:
-Mama, ya no sale nada…
– ¿Pero hija, seguro? a veces tarda un poco en salir
-Si mama, he metido dentro un dedo y no sale nada blanco, solo traslucido y no sabe
igual
-Pero cariño, ¿me haces un favor? dijo mientras se metía más en la cama llegando al
cabecero llevando a nuestro bebe con ella- es que me gusta mucho lo que has hecho, lo
has hecho muy bien…puedes seguir un rato más…
-bueno…-dijo mi pequeña hija con los fluidos de su madre por toda su cara…
– Si quieres- dijo Vivian- tu padre te puede hacer lo mismo
Ella no respondió, pero yo sí, me acerqué a ella por la espalda y con cuidado hundí mi
rostro en su trasero…El olor del cloro me aturdió…oí una risita, una alusión a las
cosquillas que hacia mi barba y de repente la niña que erguida se volvió a encorvar,
exponiendo sus dos y más penetrables orificios al devorador que era su padre. Solo una,
solo una lamida sirvió para grabar en lo más profundo de mi alma los mejores atributos
de mi hija. Empezando por un monte de venus puramente lampiño empecé a subir al
principio del surco que coronaba su vagina. Mi lengua siguió con un paso lento pero
continuo y dio la bienvenida a la pequeñísima capucha que cubría su ya endurecido
clítoris que temblaba en agradecimiento a la lengua de su padre. Según la puntita de su
pequeñísimo clítoris empezaba a recorrer mi lengua, mi áspera y húmeda lengua separo
los virginales labios mayores de mi pequeña bebe y marcaban la silueta de los pequeños
labios menores separados también con sus hermanos mayores y entonces lo sentí, el
sabor a cloro dio paso a un sabor salado, la piel dio paso a una piel aún más suave y una
humedad ajena invadió mi boca, no me contuve, seguí subiendo por ese recorrido divino
y llegue a una pequeña depresión que era su uretra… no era mi destino, seguí subiendo
poco a poco con la lengua un poco en curva y afilada porque sabía que lo siguiente en
disfrutar la punta de mi lengua era la entrada a su vaginita más pura y virgen que la
misma inocencia. Tenía razón, en ese momento note como la punta de mi lengua se
introdujo en mi pequeña, pero debía seguir con el recorrido de reconocimiento. seguí
subiendo con la lengua en la misma postura y llegue a su anito…dios que pliegues, que
estrechez, intente meter mi lengua y no era viable, casi dudaba que ese ano pudiera
abrirse de alguna forma y con eso termino el recorrido. Con eso y con un gritito, el
primer orgasmo de mi hija, que se separó y tapo sus partes- Seguramente el lametón
duro menos de un segundo…pero para mí fue una vida
-Que pasa mija – dijo su madre
-Es que …no se… es raro….
-a mí me gusta… y a ti?
-No sé….
-Quieres que te lo haga yo? en lugar de papi
-No sé….
-En ese caso deja que vuelva a hacerlo, en seguida le tomaras el gusto-Dijo Vivian
volviendo a guiar la cara de mi hija a su ya usada vagina
Dicho y hecho, esta vez no dejaría que mi hija se escapase, con mis manos agarre sus
caderas abarcándolas enteras y solo con los pulgares los puse sobre sus labios mayores
y, con el cuidado de un neurocirujano, los empecé a separar…dios…si vieseis eso. Sin
duda en un par de años madurarían y tomarían un tono oscuro como el de su madre,
pero ahora…una vaginita rosada y húmeda, joven y virginal se abría ante mí, pequeños
labios rosados que se juntaron en el pequeñísimo clítoris que había salido a saludar a su
papa abrían la entrada a dos pequeñísimos orificios, y el más grande de ellos parecíadecir…»Estoy lista, entra que eres bienvenido». Dios, me metí en esa vagina y en
cuestión de segundos mi pequeña no podía contener sus gemidos, empezó sin flojito,
después más alto y al final grito sus gemidos, eran cortos y seguidos, reaccionado a mis
movimientos, se volvió tan loca que había dejado de chupar a su madre solo para
abrazarla como apoyo emocional. Solo se cedió al placer y gemía y gemía y gemía hasta
que …un poco de mi hija murió con un brutal orgasmo que inundo mi boca del néctar de
la vida y que hizo reír a su madre ya era menos mi hija, mi niña y más era mi amante,
mi mujercita.
-Que paso cariño? – Dije yo acercándome por detrás dejando que mi miembro
golpease por detrás a mi hijita- Te dolió?
-No papi…-dijo ella que descansaba sobre las tetas de su madre
-Entonces? -pregunte mientras me movía encima suyo provocando de forma
intencionada, que mi miembro golpease se húmeda vagina y ano
-Me gusto…creo…no sé…, me asusto un poco…
-Eso es porque papa sabe hacerlo bien, pero le gusta ser algo rudo-dijo mi
Vivian mientras le daba besos en la boca- Es que a él también le gusta algo rudo y es
incorregible
-Pero… él no tiene rajita…como lo hace?
-Quieres probar? ven Rodri, muéstrale la verga…- ufffff, estaba en el cielo, sin dudarlo
me acerque, Vivian rodó haciendo que sea mi Hija la que estuviese tumbada y ella
encima, yo aproveche y puse mi miembro erecto entre sus dos caras
-Esa es la verga de tu papa, es la que hace realmente la leche que probaste…su cabeza se
llama glande y la leche sale de esa rajita
-Ay si hahahah- rio mi hija- veo una gota
-No mi amor…eso es liquido preseminal, viene antes del semen…
-y que debo hacer?
-Lame la punta – y sentí como mi hija me dio el mejor beso que me había dado hasta
ahora- muy bien, después haz esto
Y de un golpe se metió mi polla en la boca mientras que con la otra mano me masajeaba
lo que no le había cabido en la boca o agarraba los huevos. Después de la demostración,
se sacó mi polla y la oriento a la boca de mi pequeña. Ella la agarro por la base y sin
rechistar se la metió en la boca…dios… que sensación, a pesar de notar los dientes…solo
con la sensación estaba a punto de terminar. Mi mujer empezó su propia cruzada para
darme envidia, en cuanto enseño los movimientos de la felación a mi hija bajo a sus
preciosos pechos diciendo lo bonitos que los tenia y que tendría cuando creciesen un
poco, después siguió bajando, beso su ombligo y se posiciono debajo de sus
caderas…que visión nuevamente, desde mi posición veía a mi hija devorando mi glande
y lo poco que le cabía en la boca, debajo sus tetitas que mis manos empezaron a
pellizcar solas, sintiendo su peso, su curvatura, los pequeños pezones que se habían
empezado a endurecer….debajo estaba su vientre, que subía y bajaba nervioso con una
respiración rápida y entrecortada y justo debajo, entre sus piernas abiertas, la cabeza de
su madre, que estaba dándole lengua mientras que me miraba directamente a los ojos
con una mirada de disfrute y felicidad….
No sé si es la situación, la sensación o que la corrida de antes en el coño de su madre
que terminaría en el estómago de mi hija no era todo el semen que tenía guardado, pero
el caso es que empezó el principio de mi orgasmo, me centre en mis sensaciones, en
como mi glande entraba en la húmeda y cálida boca de mi hija, el tacto de su carrillo,como su virginal lengua, torpe y sin experiencia recorría todo el glande. Como su
manita había empezado a masturbarme sin ni siquiera saber que estaba haciendo, su
respiración entrecortada, sus pequeños gemidos, los comentarios guarros que oía decir a
su madre sobre la suerte que tenia de tener una vagina tan bonita y jugosa…sus
pezones…sus juveniles pezones…y llego. no lo pude aguantar, yo que no suelo emitir
ruido alguno gemí…mil descargas recorrieron mi espalda llegando a mis huevos,
friendo sus circuitos en un espasmo, notando como mis conductos se expanden, intenté
resistir, pero perdí el equilibrio. Mi hija se acomodó, caso error, pues puso su garganta
en línea recta con la cabeza de mi miembro, y con mi caída se hundió más de lo que se
había hundido hasta ahora…y explote
La mayor corrida de mi vida y a la vez la más dolorosa, abandono mi cuerpo, mi verga
se inflo y escupió en el fondo de la boca de mi hija la mayor cantidad de semen que
jamás creía que iba a soltar. mi hija tosió lo que me hizo preocuparme y frenar de forma
que aún no me explico mi segunda carga, hasta que vi y oí como mi hija empezaba a
tragar sin dejar de masajear la base de mi verga. Eso me dio alas y solté una segunda
descarga el doble o triple de abundante. Mi hija cerro los ojos y volvió a tragar, en este
caso, lo hizo varias veces…después mi segunda descarga y así hasta que no pude soltar
más y mi miembro decidió empezar a calmarse
Cuando mi hija vio que no salía nada más se sacó la polla de la boca, la miro y la lamio,
para luego soltarla e incorporarse. Y mi nueva familia feliz nos volcamos en ella, mi
mujer dejo de chupar su coño y la planto un beso con lengua, Se rio, dijo que se lo
había tragado todo y ambos empezamos a reír y a alabar a nuestra nueva hija y a discutir
a quien se le daba mejor chupar el coño… obviamente la dejamos ganar.
Desde entonces no nos escondemos para tener sexo, al principio ella solo miraba,
después se unía con nuestra pesada invitación, más tarde se unía si nos veía en plena
acción sin pedir permiso y por último era ella quien demandaba sexo. Llegamos a tal
punto que sé que, si mi hija no tiene deberes de la escuela, y está a solas con mi mujer,
100% seguro que una tiene la vagina de la otra en la boca. Conmigo pasa igual, hasta mi
mujer me pide que deje de correrme en la boca de mi hija para hacerlo en la suya o en
su conchita….
Y así…termina el primer relato, de cómo mi familia paso a ser una familia feliz, si os ha gustado
decidlo, si no también, perdón por la redacción y la ortografía…Si veo buena aceptación público el resto
que suerte tiene algunos ya quisiera yo una pareja con hija para el deleite de los 3 asi como en el relato
Wuaoow😎
Verdaderamente que suerte de de algunos! Te felicito amigo tienes una familia de ensueño!!! Saludos desde Vzla