Yo hice el amor con mi hermana (historia real)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Todo este asunto es muy largo pero tratare de resumirlo todo comenzó cuando éramos niños, yo tenia nueve años y ella tenia siete mis hermanos casi nunca estaban porque eran mucho mas grandes que nosotros y estudiaban, pasábamos mucho tiempo solos ya que mi mama trabajaba en una tienda departamental y mi padre tenia que trabajar por las tardes así que una de mis tías nos cuidaba ella vivía en la casa de enfrente y solo teníamos que asomarnos y ella iba a la casa, sin embargo ella tenia un hijo de 13 años y en ocasiones jugábamos juntos así que el entraba y salía de mi casa, un día llego y nos dijo a mi hermana y a mi que jugaríamos a un juego, me dijo ve al baño y lávate tu pene y después le dijo a mi hermana se quitara falda y también los chones
Como niños no sabíamos que iba a pasar y accedimos solo nos daba risa y nos dijo que era un juego de novios y que hiciéramos lo que nos dijera, así que a mi me dijo que me recostara en la cama boca arriba con las piernas cayendo de la cama y a mi hermana le dijo que chupara mi pene, haciendo una mueca de asco la acerco y poco a poco comenzó a chupármelo, mi primo le decía que lo hiciera sin miedo y después de un ratito ya era menos tenso su succionar yo estaba que no sabia, era una sensación riquísima no podía controlarlo quería que siguiera pero también era muy fuerte y a veces no lo aguantaba después de un rato mi primo le dijo a mi hermana que ahora le tocaba a ella y se colocara en la misma posición mi primo le levantaba las piernitas hacia arriba de la cama y dijo, ahora tu chupale su cosita igual, me acerqué y pase mi lengua por sus labios internos ella se rió pero no dijo nada así que seguí haciéndolo, solo escuchaba sus risillas por lo que yo estaba haciéndole, mi primo solo se jugaba el pene viéndonos, jamás la toco. así fueron varias ocasiones hasta que mi hermana le contó a mi hermana mayor y jamás nos dejaron juntos a los tres, con el tiempo crecimos nos convertimos en adolescentes yo tenia 20 y ella 18, nos llevábamos bien mi hermana y yo, íbamos a fiestas, salíamos con los amigos nos acompañábamos a todos lados hasta íbamos juntos al cine sentíamos algo que nos unía mas.
Un día estábamos en la casa como a las 6 de la tarde, estaba lloviendo y de pronto cayo un rayo que hizo que se fuera la luz sin poder hacer nada ni televisión ni radio nos pusimos a platicar y ella me pregunto. ¿Te acuerdas cuando venia Juan a jugar con nosotros? ¿Te acuerdas de esos juegos que nos ponía a hacer? Y yo le pregunte ¿Cuáles juegos? Esos jueguitos donde nos desnudaba y nos ponía a besarnos nuestras partes, yo me quede sorprendido, ¿te acuerdas de eso? Como no me voy a acordar si lo hicimos muchas veces, a lo que yo le conteste-claro que me acuerdo si lo seguimos haciendo después nosotros solos sin que el estuviera, y te soy sincero he pensado como me hubiera gustado que lo hubiéramos seguido haciendo nosotros solos, a mi también se me ocurrió esa idea alguna vez -dijo mi hermana-, pero creí que estaba zafada, me decía ¡como voy a creer que pudiera pasar algo así, si eso era un juego casi obligado que nos hicieron tener, pero para ese momento yo ya estaba imaginándome a mi hermana como ya saben y con una erección que me lastimaba el pantalón, me acerque a ella y le dije, mira como estoy nada mas de pensarlo y le mostré mi pene como se abultaba en mi pantalón a lo que ella me respondió tocándome y diciéndome mira como estoy yo, desabrocho sus pantalones y se los bajo, mira estoy mojadísima, tócame!, no lo podía creer, sus tanguitas de hilo dental transparentes y créanme, lo mas rico tenia la vulva mas deliciosa que jamás había visto, además de que rasuraba su bello púbico al grado de que se transparentaban su labios vaginales, acerque mi mano a su vulva y la toque, mas con la intención de excitarla, que de comprobar lo húmeda que estaba, acerque mi cara a la suya y vi su rostro.
Mi hermana, era una mujer de rostro encantador y cuerpo delicioso era muy bonita, acerqué mi cara y me detuve a la altura de su nariz para observarla y dejar grabado ese momento yo todavía tenia mi mano en su vulva, ella cerro los ojos en señal de que la besara, abrió su boca y extendió su lengua para que yo la introdujera en mi boca y disfrutara del delicioso sabor del pecado mas mal visto, es delicioso el morbo de saber que esa mujer es MI HERMANA mientras nuestras lenguas se enredaban yo hice a un lado su tanga y metí dos de mis dedos dentro de su vagina y cuando toque fondo claramente sentí como alcanzaba un orgasmo, sus muslos se apretaron y su cosita bombeaba , su boca no se quería despegar de la mía y buscaba mi lengua como queriendo comerme su respiración se detuvo en un suspiro y luego se relajo para caer en un sueño ligero y agradecido yo estaba temblando de la excitación ya había manchado mi pantalón con el lubricante que salía de mi pene.
Estuvo delicioso! Dijo ella, además besas riquísimo cabrón, me gusto muchísimo como me besaste, a mi también me encanto sentir tu lengua juguetear con la mia, además tu aliento me prendió muchísimo, pero yo ya no aguanto me estoy quemando, bueno, y entonces me desabrocha el pantalón y de un golpe sale mi miembro paradísimo y totalmente mojado, al ver que se me escurre la gota de liquido ella se lo mete a la boca y despacio lo lame haciéndome retorcer de la sensación de tener su lengua frotando mi pene y saliendo mas liquido, -despacio- le digo, ya no lo aguanto estoy a punto de venirme pero quiero que me dejes metértelo, -como crees-! te lo chupo hasta que termines pero no adentro de mi, lo tienes riquísimo , grande y grueso, bueno le dije yo, pero quitate los chones para también yo darte unos besitos en tu parte, tengo ganas de volver a hacerlo como cuando éramos niños y de donde empezó esto, bueno, como me acomodo, súbete encima de mi en sesenta y nueve, así tu me lo mamas y yo te meto la lengua a la vagina, esta bien cuando se acerco y olí su perfume vaginal era como si estuviera soñando de nuevo y otra vez el morbo de recordar que estaba haciendo el amor con mi hermana me ponía al extremo excitado, ahí la tenia y le metía la lengua en su agujero que derramaba miel y respiraba su aroma , acariciaba su ano con mi lengua.
Ella se retorcía y me decía que le diera mas y me prendía a lengüeteadas en el, introducía mi lengua en su ano y gemía, finalmente no aguantó mas y se puso boca arriba, abriéndome las piernas diciéndome, metemelo, mételo y hazlo con fuerza mételo todo, así que tome mi miembro y voltee a verla de nuevo, era ella, mi hermana y estaba a punto de penetrarla, coloque mi pene al máximo de erecto en la entrada de su empapada vagina y lo empuje lentamente hasta el fondo, sentí como casi casi me vengo pero logre contenerme y comencé la embestida, ella me veía con la misma mirada que yo a ella, sabia que estaba haciendo el amor ¡conmigo! eramos hermanos y se notaba que era lo que mas le excitaba, su cara expresaba todo el placer que sentía en ese momento, sus jugos salían de su vagina y ayudaban a mi pene a penetrarla mejor.
Duramos casi veinte minutos de delicioso perfume vaginal y placer incesto como venido del cielo, nuestras bocas selladas y nuestras lenguas enredadas con morbo no queriendo despegarse, así hasta que yo ya no pude aguantar mas , sentí como mi pene comenzó a ensancharse y a calentarse, al mismo tiempo ella comenzó a apretarse y grito hazlo hazlo no te detengas mi amor termina, hazme tuya! yo estoy a punto de terminar también, síguele, síguele, mételo todo, todo asíiiii, hasta dentro!! aaaaaa!!! y eso fue suficiente para que empujara mi pene hasta el fondo y aventara todo mi esperma calientísimo adentro de su húmeda vagina que bombeaba y apretaba deliciosamente mi pene, ahí me quede recostado un rato hasta que sentí como comenzaba a salirse mi miembro, victorioso de haber hecho realidad una de mis fantasías mas aferradas y de dejar a esa mujer convencida de que continuáramos con estas rutinas a diario, afortunadamente a los dos días comenzó su periodo y eso sirvió de que no quedara embarazada , créanme las cosas prohibidas son las mas deliciosas! Por algo son prohibidas, causan adicción.
En otra ocasión les contare otro de los encuentros que seguimos teniendo ella y yo.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!