♫ COMPARTIR, COMPARTIR CON ALEGRÍA ♫, PORQUE EL MUNDO SE CANSÓ DE COMPARTIR♫… PRIMERA PARTE.

Relato escrito a pedido del buen lector jorgeolovkin04. Mi amigo y yo morboseamos, compartimos e intercambiamos a nuestras señoras madres en una suculenta sesión de sexo sin control..
ESCRITO POR SIREMIS.

 

PERSONAJES (Descripción de cómo eran ellas y ellos antes de los hechos narrados aquí):

 

– MAMÁ MARCELA (35 años de edad):

Santandereana. Esposa de Isidro Bejarano, señor «no tan honesto ni correcto» comisario de policía. Mamá Marcela es comadre de la señora Stella, es decir, es madrina de mi amigo Jeff.

Aunque siempre digan que las mujeres santandereanas son muy bravas, la verdad es que más bien son muy viciositas, putonas y arrechitas, pues mamá es una búcara de moral un tanto distraída, supremamente buenota, alegrona, hombreriega, permisiva, confianzuda, de ambiente, risueña y muy dada a beber licor en cantidades y a consumir marihuana, cocaína y demás drogas.

Mi mamá Marcela tiene cabello negro, largo y ondulado; piel trigueña; ojos grandes, coquetos y oscuros; cejas pintadas al estilo de traviesa y pícara actriz porno; y es poseedora de una elegante nariz respingada.

Es una mujerona súper acuerpada, altamente tetona, culona, caderona y piernona. Tiene una gran inclinación por comer hormigas culonas. Es muy confianzuda, coqueta y morbosita. Suele vestirse con minifaldas altamente escandalosas y vulgares, y blusitas y camisetitas demasiado escotadas y ombligueras, prendas que ella misma confecciona y se la pone con toda la intención de llamar la atención de los hombres.

Cuando a papá lo trasladan a otras ciudades por su trabajo de policía, mamá gusta de salir a bailar, a beber y a divertirse con muchos hombres jóvenes. Ella prefiere a los jovencitos, sin embargo, no deja de abusar de la arrechera de don Rogelio, de don Luisito y de don Casiano, tres de los ancianos vecinos tipo “viejos verdes, pulpos y maduros adinerados”.

Esos morbosos abuelos la apetecen demasiado, compiten entre ellos por obtener el culo de mamá, apuestan gran cantidad de dinero sobre quién la va a besar en la boca, se pelean por quién la va a invitar a salir y se desviven con tal de tener alguito con ella. Los viejitos están locos por ella, le hacen regalos bastante costosos, y a pesar de tener a sus mujeres engañan a sus esposas gastando su plata comprándole a mamá lo que ella desee, por caro que sea, incluso uno de ellos le regaló una moto, y otro una fina esmeralda y una pequeña, pero bonita, finquita entre Boyacá y Santander, a cambio solamente de dejarse toquetear las nalgas, las tetas y las piernas, y la dama se aprovecha de ellos al derecho y al revés sacándoles cada vez más dinero y bienes sin darles nada de culo.

Por ahí me comentaron que lo máximo que ella les ha dado a esos vecinitos ha sido algunas buenas dosis de sexo oral, pero nada de cuca aún, en cambio a otros hombres más jóvenes les ofrece gratis hasta su delicioso asterisco.

Cuando papá está en casa, mamá se hace la santa y la que no conoce a esos vecinitos, no les responde sus saludos y ni los voltea a mirar. Papá, para ser un policía de semejante grado tan alto, es muy tonto, el muy huevón nunca se da cuenta de la cantidad de aventuras que tiene su mujercita, aunque tiene sospechas de que mamá se la juega con otros, de todas formas, asumo que muy pronto la descubrirá con las manos en la masa, mejor dicho, con las manos, la boca, la cuca y el culo en el pene de algún suertudo.

Mi madre trabaja normalmente en casa como modista, es decir, cociendo y confeccionando ropa, hace costuras y vende prendas tanto exteriores como interiores, todo a puerta cerrada. Solo tiene un hermoso y simpático hijo, yo.

 

– DOÑA STELLA (34 años de edad):

Pereirana, pero afincada en Bucaramanga desde hace años, por eso ha perdido un tanto el acento paisa. Es madre de mi amigo Jeff y esposa de don Alonso Mateus, el tractomulero y contrabandista del barrio. Cuando dicen que las pereiranas tienen fama de putas es porque así es, y doña Stella es un buen ejemplo de eso.

Como su esposo se la pasa en carretera y su pícaro hijo haciendo bribonadas conmigo y con nuestra pandilla, ella permanece con sus tres hijas menores de edad haciendo de las suyas y atendiendo de noche una cantina de borrachos que su buen esposo le montó en un salón de la propia casa con el fin de que su mujercita la atendiera y la administrara mientras él se enfocaba en su trabajo de tractomulero.

Doña Stella vive con sus hijas Nidia de 15, Naty de 13 y Nina de 11, las cuales dejaron de estudiar por el momento para poder ayudar a su madre en el local. La señora también vive con su bebita Nanita de 2 añitos y su madre, doña Ninfa, de 50 años.

Doña Stella tiene cabello rubio, largo y muy liso. Es de piel muy blanca y suave. Sus ojos son muy pequeños y de color café claro. Sus cejas son claras y escasas. Es muy tetona, culona y piernona. Se viste y actúa como una auténtica puta, sobre todo cuando está atendiendo a los abusivos borrachos en su cantinita quienes se atreven a irrespetar hasta a sus tres niñas, las cuales se dedican a ser las meseras, a los oficios varios y a veces a ser las putitas de los borrachos, pues si algún ebrio paga demasiado bien doña Stellita se deja enceguecer por la ambición y le permite entrar a sus dormitorios para tener relaciones sexuales con ellas.

Doña Stella es ama de casa desde medio día hasta las 6 pm, preciso a esa hora, junto a sus tres hijitas, empieza a atender la cantina de borrachos la cual funciona hasta las 3 de la noche bajo plena autorización y protección del corrupto señor alcalde, quien permite que trabajen niñas menores de edad ahí, entre las propias hijas de doña Stella y otras chiquillas de otras familias muy pobres que necesitan muchísimo el dinero y que con gusto permiten la explotación laboral y sexual de las nenitas a cambio de cualquier suma.

Doña Stella se levanta a las 10 de la mañana y a esa hora hasta las 6 de la tarde hace labores del hogar y atiende a su bebita, luego sale con sus tres acuerpadas, adolescentes y putitas hijitas, vistiendo todas lo más destapaditas posible, a atender el negocio, y deja a Nanita bajo los cuidados de su madre doña Ninfa, es decir de la abuela de la bebé.

 

De nosotros los machos no hay mucho que decir, solo lo siguiente:

 

– JEFF MATEUS (17 años de edad):

Rubio, blanco y ojiverde. 1, 75 metros de estatura. Estudiamos en el mismo curso y colegio, no hemos podido salir de octavo, somos muy tontos para el estudio y muy avispados para las malas costumbres, cero en las clases y diez en recocha, mañas y vagancia.

Jeff se parece un poco a Fred, el de los dibujitos animados de Scooby Doo. Mi amigo es tan morboso como yo, es muy buena persona, tiene muy buen genio, hace poco me descubrió poniendo a mamar y follando a su hermanita más pequeña, a la Nina, la de 11 años, y no se puso bravo, antes me confesó que le había gustado vernos coger.

A mi pana le deleita más ir de putas a la calle que cogerse a las compañeritas del colegio, y, aunque normalmente es tranquilo, en la cama es un salvaje y un maniático completo.

 

– YO, DAVID MEDARDO BEJARANO MURCIA (16 años de edad):

Tengo cabello medio largo, desordenado, liso y de color negro. Soy moreno como mi papá. Mido 1,70 metros de estatura.  Mis ojos son marrones y un poco bizcos, por eso toca ponerme gafas, ese defecto me hace ver mucho más pervertido de lo que soy. Me considero más extrovertido, animalesco y abierto que Jeff.

 

 

 

LOS ACONTECIMIENTOS:    

 

Hacía mucho calor y sol.

Mi madre Marcela y su comadre doña Stella, madre de mi amigo y compañero de colegio Jeff, se encontraban en la sala fumando, bebiendo, consumiendo drogas e intercambiando chismes como las buenas amigas que siempre han sido. Juntas estaban vestidas de manera sumamente sexy, como siempre, con ropita muy vaporosa ya que el calor y la débil moral de las señoras no dejaban que se pusieran algo menos destapado.  Juntas tenían puesta severas minifaldotas, muy corticas, y no usaban medias, calzaban bonitas sandalias, sus camisetas ombligueras y al mismo tiempo escotadas parecían más ser brasieres que otra cosa.

Las muy picaronas hablaban a toda voz, abiertamente y sin tapujos, de vergas, de lo rico que las han follado los hombres con los que cornean a nuestros padres, de inmorales fiestecitas, de vicios, de sus picardías y demás frivolidades mientras mi amigo y yo, echados en unas cómodas sillas tomando el sol en el patio, también bebíamos, fumábamos, nos drogábamos y morboseábamos a nuestras mismísimas madres sin ninguna clase de abstención ni vergüenza.

Jeff y yo estábamos ubicados tan solo unos pocos metros de ellas, pero fuera de la sala, no obstante, las observábamos con descaro y detenimiento a través de binoculares.

Sin ningún miramiento y sin importarle que nuestras madres podrían escucharnos ya que no estábamos tan lejos de ellas, mi amigo me comentó lo siguiente con voz un poco fuerte y sincera:

 

 

 

JEFF: ¡Uuff!… ¡Madrinita!… ¡Pero qué deliciosa está mi madrina!… ¡Caray!… ¡Viejo David, tu mamá cada vez está más rica! ¡Le tengo muchas ganas a esa viejota!

 

YO: ¡Si!… Jejeje… ¡Yo sé muy bien que te quieres comer a mi mamá!

 

JEFF: Jejeje… ¡Es que esa minifaldota transparente y chiquitica le deja ver muy bien la tanga a mi suculenta madrina!… ¡Qué bárbara!… ¡Y esas piernotas que se manda la señora me tienen a mil! ¡La buenota de tu mamá me para la verga muy rico, socio!…

 

YO: Jejeje… ¡Uuff!… ¡Es cierto, mi mamá está buenísima! ¡Todas las minifaldas que se pone tu madrina le quedan muy bien! ¡A mí también mi mami me hace parar la verga muy rico!…

 

JEFF: ¡Esa faldita la tiene tan cortica, transparente e inmoral que deja ver todo! ¡Y la hembrota se abre tanto de piernas que casi que se le ve toda la chocha entre la tanga! ¡Definitivamente mi madrina es toda una buenota!…

 

YO: Jajaja… ¡Wow!… ¡Déjame ver otra vez con mis binoculares!…

 

 

 

 

Al parecer mamá nos escuchó porque inmediatamente miró hacia mí y, evidentemente muy a propósito, se abrió más de piernas dejándome ver toda su panochota entre su tanga la muy traviesa e indecente.

 

 

 

YO: ¡Uuff!… ¡Es cierto!… ¡¿Viste eso?!… ¡Se abrió de patas a propósito para que la viéramos!… ¡Qué vieja tan rica!… ¡Mi mamá es bien vulgar y se abre de patas como si nada! ¡La muy sinvergüenza deja ver todito! ¡Qué zorra!… Jejeje…

 

JEFF: ¡Te lo dije!… ¡A tu mamá se le ve la cucaracha entre las piernas!… Jejejeje…

 

YO: ¡Pero tú mamá está mucho más provocativa y me para la verga aún más que mi mami!… ¡Mírale ese escotazo! ¡Fíjate en esas tetotas!

 

JEFF: ¡Wow!… ¡Qué vulgares y borrachas están juntas señoras!… Jejeje… ¡Mi madrina está que muestra la chocha! ¡Y a mi mamá por poco se le salen las tetas de ese indecente escote! ¡Es que a lo bien mi mami lo tiene muy abierto y como está en lactancia tiene las tetas enormes y sabrosotas!…

 

YO: ¡Mamasota rica! ¡Cómo me gustaría sacarle esas tetazas a la pechugona de tu madre! ¡Me encantaría apretárselas, chupárselas y succionarle toda esa leche materna!… ¡Mmmm!…

 

JEFF: Jejeje… ¡A mí me gustaría coger a tu mami de esas caderotas con gran agresividad, subirle la minifaldota, romperle los pantys y darle fuerte chimbote por ese rico culazo!… Jejeje… ¡Creo que la madrina quedaría por lo menos un par de semanas sin poderse sentar debido al intenso dolor de ano que mi vergota le dejaría!… Jejeje…

 

YO: Jejeje… ¡Qué rico!… ¡Eso quiere decir que le darías violenta y tremenda culeada a mi mamá!…

 

JEFF: ¡Obvio! ¡Una hembrota así es para no desperdiciarla! ¡Toca aprovecharla tratándola con rudeza en el sexo! ¡Tal vez violarla!… ¡Digo… ¿no?!… Jejeje…

 

YO: Jejeje… ¡Me parece muy atinada, lógica y cuerda tu idea!…  ¡Yo, por mi parte, cuando me decida a abusar de tu mamá, la pondría primero a chuparme la verga! ¡Le dejaría la boca y la garganta bien doloridas a la puta!… Jejeje…

 

JEFF: ¡Válgame Dios!… ¡¿Entonces pondrías a mamar a mi mamá y le meterías el pepino hasta la garganta?!… Jejeje…

 

YO: ¡Lógico!… ¡Es que tu mamá tiene carita de puta esquinera y labios de mamadora! ¡Debe ser una fiera en cuanto a mamadas a garganta profunda se refiere!

 

 

 

 

Al parecer nuestras madres de verdad nos estaban escuchando porque la señora Stella nos volteó a mirar y poniendo tremenda cara de puta borracha nos sonrió apenas dije eso. Y mi amigo, después de reír afirmó lo siguiente:

 

 

 

 

JEFF: Jejeje… ¡Pues mi papá me ha contado que mamá le practica severas mamadas a garganta profunda y que es una puta completa! ¡Entonces tienes tú toda la razón en decir eso de ella, amigo!…    

 

YO: ¡¿Lo ves?!… ¡Por lo tanto la pondría a mamar de esa manera primero!

 

JEFF: Jejeje… ¡Los amigos de mi papá, mi tío Teodoro y los ñatos de la pandilla también me dicen lo mismo de mi madre!

 

YO: ¡Parece que todo mundo dice que tu mami es la puta y la borrachita del sector, yo también he escuchado muchos comentarios calientes por ahí al respecto!

 

JEFF: Jejeje… ¡Si! ¡La verdad es que mamá tiene fama de ser la puta de toda la región y debo admitir que eso me excita y me gusta sobre manera!… Jejeje… ¡Me gusta escuchar cuentos cachondos y comentarios vulgares sobre esa perra e imaginármela putear mientras me pajeo y escucho lo que me cuentan de la muy ramera!…

 

YO: Jejeje… ¡A mí me encantaría que mi madre fuera tan puta como la tuya y se pusiera a trabajar sexualmente en la calle y verla putear y ser irrespetada de lo lindo!… ¡Me encantaría ver cómo la manosean, cómo le meten los dedos por la chocha y el culo y cómo se la follan!

 

JEFF: ¡Wow!… ¡Quiero hacerme una paja!…

 

YO: ¡Yo también!… ¡Qué te parece si nos sacamos la verga y nos pajeamos un rato mientras contemplamos a nuestras mamis!

 

JEFF: ¡Excelente, panita! ¡Hagámoslo!…

 

YO: ¡De una, carnal!…

 

JEFF: ¡Mientras tanto sígueme contando!… ¡Y después de poner a mi mami a mamarte la verga a garganta profunda ¿qué más le harías?!

 

 

 

Echando gases de trago por nuestras soeces bocotas y sin importarnos un comino que nuestras madres pudieran vernos, nos sacamos las vergas, empezamos a pajearnos y seguimos conversando muy entretenidamente sobre ellas.

 

 

 

YO: ¡Después de ponerla a mamar a garganta profunda yo sería el que le chuparía la cuca! ¡Le daría tanta lengüita en ese puto clítoris que posiblemente se lo borraría de la raja a la muy puta!

 

JEFF: ¡Caramba!… Jejeje… ¡Qué divertido!… Jejeje… ¡Eso suena fenomenal!… Jejeje… ¡Pero sigue! ¡Sigue contando! ¡Después de eso ¿qué le harías a mamá?!

 

YO: ¡Me la cogería sin contemplaciones, amigo!

 

JEFF: ¡¿Le darías verga por esa mojada vulvota?!

 

YO: ¡Ni más ni menos, amigazo!… ¡Le daría buen guamo al lugar de donde saliste tú hace 17 años!

 

JEFF: Jajajaja… ¡Me gustaría ver eso!… ¡Y luego de que le dejes la chocha bien escocida a punta de verga ¿qué más le harías a la puta?!

 

YO: ¡Me agarraría la verga y se la clavaría por el culo!  

 

JEFF: ¡Wow!… ¡Qué delicia! ¡Muy emocionante!… ¡En qué posición le violarías el culo a mamá primero?

 

YO: ¡Ella en cuatro y yo nalgueándole esas nalgotas bien fuerte mientras con mi chimbo le perforo ese orto de prostituta barata!…

 

JEFF: ¡¿Pero le darías duro por ahí?! ¡Di que sí, por favor! ¡Di que sí!… ¡Di que le destrozarías violentamente el culo a mamá!…

 

YO: Jejeje… ¡Eres un puto enfermo, amigo!… Jejeje… ¡Pero efectivamente, le daría supremamente duro por ese ojete!… Jejeje… ¡Con decirte que le daría tan fuerte que le sacaría la punta de mi vergota por la puta bocaza de mamadora que tiene esa cerda!… Jejejeje…

 

 

 

Mi amigo, lejos de enojarse al escuchar mis fuertes palabras de ebrio y mis obscenos comentarios sobre su madre mostró mucho gusto al respecto y, luego de dar una sonora risa, expresó:

 

 

 

JEFF: Jajajaja… ¡Estuvo de lujo tu comentario!… Jajajajaja… ¡Fue muy gracioso!… Jejeje… ¡Me gustó muchísimo!… Jejeje… ¡Empalarías a mamá!… Jejeje… ¡Se la meterías por el culo para sacársela por la boca!… Jejeje… ¡Eso significa que la atravesarías con tu vergota por completo!… ¡Qué lindo eso!… Jejeje… ¡Me la estoy imaginando enculada por ti de esa manera tan bestial!… Jejeje…

 

YO: ¡Si, loquillo, eso quiere decir que mi vergota se metería por su recto, recorrería todos sus intestinos, llegaría al estómago y subiría por su esófago hasta salir por su sucia y vulgar bocota de puta!

 

JEFF: Jajajajaja… ¡Aparte de producirme risa imaginarme eso me hace arrechar como nunca!… Jejeje…  

 

YO: Jajaja… ¡Pervertido hijo de puta!… ¡Le daría una mano de verga la tremenda a la perra de tu mami! ¡La encularía hasta que sus ojos se salgan de sus cuencas del placer tan bárbaro y la cara se le ponga morada, morada a la cerdota!… Jejeje…

 

JEFF: ¡Y después en qué posición te la culearías?!

 

YO: ¡Yo creo que la sentaría sobre mí, con ella dándome la espalda, y haría que la puta me diera sendos sentones!

 

JEFF: ¡Caracoles!… ¡Y le apretarías las tetas mientras ella te monta como fiera?!

 

YO: Jajaja… ¡A veces se las apretaría y otras veces se las dejaría saltar y rebotar libremente!

 

 

 

Por hablar y pajearnos habíamos bajado los binoculares un momento, estábamos tan arrechos, borrachos y drogados que nos importó un culo que nuestras ebrias madres se estuvieran acercando hacia nosotros, hasta que luego de unos segundos las dos sexy-mujeres aparecieron ahí, prácticamente frente a nosotros, sus esbeltos cuerpazos se estrellaban entre ellos por el efecto de la borrachera.

Al parecer desde hace rato nuestras tetonas, viciosas y bebedoras madres nos habían estado escuchando esos sucios comentarios, pero no se nos hizo nada, nuestra frescura y desinhibición no era tan  debida al estado de alicoramiento y de traba en el que nos encontrábamos, sino que en realidad éramos unos descarados completos en todo momento, pues teníamos la fama de ser los pillos hijueputas y ladronzuelos de la zona.

Las esbeltas y acuerpadotas señoras habían venido a ver desde cerca lo que estábamos haciendo, y nos vieron en detalle nuestros excelentes pajazos.

 

 

 

MAMÁ: ¡Wow!… ¡¿Qué hacen? muchachos! ¡¿A qué se dedican ustedes dos? par de pilluelos!

 

 

 

Al oír esa voz de ebria en tono un poco de brava y de exigirnos respuesta nos estremecimos, pero descaradamente no dejamos de masturbarnos, y serenándome totalmente respondí.

 

 

 

YO: ¡Nada, mamá! ¡Solo aquí matando el tiempo y aprovechando este solazo para calentarnos y desestresarnos un poco!

 

 

 

Doña Stella, la madre de Jeff, así mismo con voz de borracha y tambaleándose del tremendo alicoramiento que tenía, nos inquirió lo siguiente sosteniéndose de un brazo de mamá, cuyo cuerpo también se balanceaba tanto que parecía querer caer.

 

 

 

 

DOÑA STELLA: ¡¿Matando el tiempo o matándose a pajazos a nuestra costa? ¿Eh? briboncitos!… ¡Ustedes no tienen vergüenza! ¡Estaban hablando tan duro que les estábamos escuchando todas las barbaridades que decían de nosotras!… Jajajaja…

 

 

 

Con esas palabras doña Stella dejó ver que en efecto nos estuvieron escuchando toda nuestra cochina conversación, y mamá, sosteniéndose de su comadre doña Stella para no caerse por su borrachera, estiró un poco su brazo, tomó mis binoculares, los miró, y apoyando lo dicho por su comadre, exclamó:

 

 

 

MAMÁ: ¡Digan la verdad, chinos maricas! ¡Nosotras no somos tontas!… ¡Nos estaban morboseando!…

 

 

 

Con esa característica voz de borracha y soltando uno que otro gas de alicorada por su boca, la señora Stella expresó:

 

 

 

DOÑA STELLA: ¡Déjenme decirles lo que ustedes estaban haciendo!… ¡Estaban calentándose, pero no solo con el sol sino con el morbo tan berraco que los invadía mientras hablaban cochinadas de nosotras y mientras se pajeaban mirándonos las tetas y las piernas con esos sucios binoculares!

 

MAMÁ: ¡Así es!… ¡La comadre y yo los conocemos muy bien, par de pervertidos!… ¡Conque se mueren por violarnos y por darnos hasta por el culo! ¡Cretinos estos, malnacidos!…

 

 

 

Mientras mi amigo y yo nos seguíamos pajeando como si nada, yo reí con descaro y le contesté a mamá:

 

 

 

YO: Jajaja… ¡Ay, mamá!… ¡Fresca! ¡No es para tanto!… ¡Solo las estábamos morboseando sanamente un poco! ¡Algo muy inocente, sin nada malo!… ¡Yo le contaba mis deseos sexuales a Jeff mientras le enseñaba al huevón un nuevo truco para correrse más rico y lanzar la leche a más distancia! ¡¿Cierto? amigo!

 

JEFF: ¡Si! ¡Así es, amigo!… ¡Me estabas compartiendo trucos masturbatorios!…

 

 

 

La incrédula de mamá y su comadre hicieron gesto que indicaban que no nos creían nada, y mamá dijo:

 

 

 

MAMÁ: ¡Si… cómo no!… ¡Chinos huevones!…

 

YO: ¡Seguro, mamá! ¡No te estamos diciendo mentiras!… ¡Si quieren les mostramos esos trucos para que nos crean!… ¡¿Las damas desean mirar esos truquitos?!

 

 

 

Mamá cambió su semblante de brava a uno de contenta y curiosa, y expuso una frase afirmativa:

 

 

 

MAMÁ: ¡Uuff!… ¡Claro que sí, mi amor!… ¡¿Cierto que sí queremos mirar? comadre!

 

 

 

Y la borracha y trabada de doña Stella contestó en favor:

 

 

 

DOÑA STELLA: ¡Pues claro, ome!… ¡A ver los vemos, pinches depravados de mierda!…

 

YO: ¡Ya oíste a nuestras jefas, amigo! ¡Hagámoslo! ¡Las borrachitas golfonas quieren ver la potencia de este truco!…

 

JEFF: ¡De una! ¡Mostrémosles el truco a estas ricas y curiosas hembrotas!… ¡Voy yo primero!…

 

 

 

La fuerte voz de borracha de la sabrosa y acuerpada de doña Stella retumbó al decir:

 

 

 

DOÑA STELLA: ¡Eso, mijo! ¡Hazlo tú primero, mi amor!… ¡Demuéstrame qué tan potente y machote eres, corazón! ¡De paso quedas bien aquí con tu madrina Marcelita, bebé!…

 

 

 

El vicioso del Jeff miró a su madre, le hizo una pícara sonrisita, y le contestó:

 

 

 

JEFF: ¡Fíjate muy bien en esto, mamá!… ¡Date cuenta de lo potente y poderoso que es tu hijo del alma!…

 

 

 

Y mirando y sonriéndole de manera similar a mi voluptuosa madre, añadió:

 

 

 

JEFF: ¡Y usted también, querida madrina, mire muy bien este trucazo!… ¡Le encantará!…

 

 

 

Aunque estábamos borrachos y drogados nos pusimos de pie con relativa habilidad y rapidez, nos quitamos totalmente pantalonetas y calzoncillos y los echamos a volar lejos, y estando uno al lado del otro le imprimimos más ímpetu a nuestros tremendos pajazos mientras sacábamos y movíamos nuestras lenguas con total perversión mirando morbosamente de pies a cabeza a nuestras bulliciosas madres, pues para hacernos tremendas pajotas necesitábamos imaginarnos haciendo cochinadas sexuales con ellas.

Las dos señoras permanecían de pie frente a nosotros, sonrientes y tomadas de gancho entre sí para asegurarse de no irse a caer alguna de ellas por su borrachera, y doña Stella exclamó lo siguiente llena de excitación y sorpresa al ver la tremenda vergota de su propio hijo:

 

 

 

DOÑA STELLA: ¡Cielos!… ¡Mira, comadrita!… ¡Pero qué cipote se manda mi hijo!… ¡Recórcholis!… ¡Me sorprendes con esa cosota que tienes, amor!… ¡Esa longaniza es sencillamente hermosa!…

 

JEFF: Jajaja… ¡Y te sorprenderías aún más de todo lo que puede hacer esta bestia salvaje y de toda la leche que es capaz de expulsar de su ojo, mamá!

 

 

 

Mi mami también se asombró de mi inmensa arracacha, y, mirándomela con ojos de gran deseo, manifestó lo siguiente:

 

 

 

MAMÁ: ¡Y tú no te le quedas atrás, mi David!… ¡Mmmm!… ¡Tienes una tranca única y titánica!… ¡Me gusta mucho semejante proyectil que te mandas! ¡Así todo venoso, cabezón y supremamente erecto! 

 

YO: ¡Gracias, mamá, y tiene un sabor muy rico!… ¡Eso me dicen todas las zorritas que me la han probado!… Jejeje…

 

MAMÁ: ¡Si te sabe a lo mismo que le sabe la de tu padre entonces estaríamos hablando de que tu cosota tiene un saborcito como a cuajadita, no sé, como a requesón!…  ¡Mmmm!… ¡Qué rico!…

 

YO: ¡Deberías probármela para comparar los sabores, mami!

 

 

 

Me estremecí un poco cuando la contestación de mamá ante mi atrevida frase fue:

 

 

 

MAMÁ: ¡Podría ser, amor!… ¡Podría ser!…

 

 

 

Eso me dio valor para lanzarle la siguiente pregunta:

 

 

 

YO: ¡Mamá!… ¡¿Me la vas a mamar?… zorrita!…

 

 

 

Mi mami puso cara como de puta complaciente y me iba a contestar algo, pero preciso en ese momento mi amigo empezó a gritar fuertemente como desesperado y eso se robó toda la atención de mi madre y de doña Stella.

 

 

 

JEFF: ¡Aaaggghhh!… ¡Madrina Marcela!… ¡Aaaggghhh!… ¡Madrinita!… ¡Aaaggghhh!… ¡Madrina Marcela!… ¡Aaaggghhh!… ¡Jueputa!… ¡Qué rico!… ¡Madrina Marcela!… ¡Aaaaggghhh!… ¡Qué pajazo!…

 

DOÑA STELLA: ¡Oohh!… ¡Comadre Marcelita!… ¡Mira!… ¡Mi niño comenzó a masturbarse y te pronuncia en su pajazo!…

 

MAMÁ: Jajaja… ¡Creo que tengo un apuesto admirador!…

 

JEFF: ¡Cómo me pajeo, mamá!… Aaaaggghhh!… ¡Qué pajazo me estoy haciendo!… ¡Mira, mamá!… ¡Mira cómo lo hago! ¡Y usted también madrina Marcela, mire cómo mi vergota explota!… ¡Oohh!… ¡Madrinita Marcelita!… ¡Ooohhh!… ¡Madrinita Marcelita!… ¡Ooohhh!… ¡Chúpamelo!… ¡Ooohhh!… ¡Madrina Marcelita!… ¡Soy una bestia!…

 

DOÑA STELLA: ¡Por todos los santos! ¡Qué poderío el de mi Jeff!… ¡Ay mi Dios!… ¡Este niño va a explotar!…

 

MAMÁ: ¡Está blanqueando los ojos! ¡Parece que este depravado hijo de puta entró en shock!…

 

DOÑA STELLA: ¡Qué va… el carechimba solo entró en posesión!… Jejeje… ¡El muy bandido se ha dejado poseer por el espíritu del sexo! ¡Mi hijo te desea, amiguis! ¡Mínimo se está imaginando que se la estás mamando!…

 

MAMÁ: ¡Increíble!… Jejeje… ¡Cómo se le infló la verga!… ¡De verdad que se le va a estallar!…

 

JEFF: ¡Ooohhh!… ¡Madrinita!… ¡Ooohhh!… ¡Madrina Marcela!… ¡Ooohhh!… ¡Madrinita Marcelita rica!… ¡Chupa!… ¡Chupa!… ¡Chupa, madrina!…

 

DOÑA STELLA: ¡Cómo te desea mi chico, Marcela!… ¡Te pronuncia bastante, comadrita!… ¡Lo que te dije, el muy bandido se está imaginando que le estás mamando la verga!…

 

MAMÁ: ¡Creo que está a punto de eyacular el muy cabrón de mi ahijado!…

 

DOÑA STELLA: ¡Si!… Jejeje… ¡Tu ahijadito se va a venir!… ¡Se le nota en la cara de depravado que pone el hijueputa!… ¡Mírasela!… Jejeje…

 

 

 

Era verdad, el depravado del Jeff, tenía la vena de su cabeza muy brotada y los ojos rojos y casi por fuera de sus cuencas de tanto mirar a las dos lascivas mujeres con mucha perversión, deseo y morbo.

Mamá miró la cara de puto morboso de Jeff y luego se enfocó en su vergota, sin quitarle la mirada a semejante animal volvió a estirar su mano para agarrar una de nuestras cervezas y bebió de ella, luego se relamió sus labios y, con voz de puta excitada y borracha, dijo:

 

 

 

MAMÁ: ¡Mmmm!… ¡Deliciosa!… ¡Qué rico es tener a un chicuelo tan voraz y tan papichulo masturbándose así de salvajemente al frente de una!… Jejeje…

 

DOÑA STELLA: ¡Eso es una sabrosura!… ¡Más cuando se trata de tu mismísimo hijo o ahijado!…

 

MAMÁ: ¡Y el huevón nos mira con muchas ganas!…

 

 

 

Doña Stella también bebió de esa misma cerveza y expresó:

 

 

 

DOÑA STELLA: ¡A ti es a la que más que todo devora con su mirada!… Jejeje…

 

MAMÁ: ¡Uuff!… ¡Yo tengo muchas ganas de verlo eyacular, comadre! ¡Creo que va a lanzar una lechada del otro mundo!

 

DOÑA STELLA: ¡Hagámoslo afanar!… ¡Muéstrale las tetas!… ¡Motívalo, zorris!…

 

MAMÁ: Jajaja… ¡Me canso, perris!…

 

 

 

Mamá se soltó del brazo de su comadre y para nuestra gran sorpresa, sin pensarlo, con un rápido movimiento, la traviesa, descarada y risueña señora le hizo caso a su comadre y se alzó su camisetica sin ningún tipo de pudor.

 

 

 

YO: ¡Pero… ¿qué haces? mamá!… ¡Wow!… ¡Qué tetas!…

 

 

 

Fue algo increíble, la muy puta de mi mamá se sacó sus vibrantes tetotas dejándolas al aire por unos pocos segundos, y moviéndolas pícaramente con sus manos casi al frente de la cara de su arrecho ahijado no olvidó el propósito de hacerlo eyacular.

Por su parte, la zorra de doña Stella, es decir la propia madre de Jeff, para no quedarse atrás, casi al mismo tiempo en que mamá mostraba sus espectaculares tetotas, se levantó su cortísima minifalda y se bajó su tanga dejando ver por un pequeño instante su rasurada cucaza abriéndose sus labios vaginales con los dedos de una de sus manos mientras que, con la otra, con la cual aún sostenía la botella de cerveza, se introdujo parte de ese envase de vidrio en su vulva. La muy puta soltó tremenda risotada y yo quedé totalmente atónito viendo cómo ella movía en un grosero mete y saca ese cuello de botella por su raja.

Al instante, entre risotadas, las dos señoras se acomodaron de nuevo sus ropas y yo exclamé con poderosa voz:

 

 

 

YO: ¡Juemadre!… ¡Uuff!… ¡Pero qué demonios!… ¡¿Qué están haciendo? par de turras sinvergüenzas!… ¡Qué picaronas!…

 

 

 

Casi me vengo, al ver la atrevida acción de mi mamá y de su putísima comadre, pero el que lo hizo primero fue Jeff.

Entre muchos gritos y palabrotas de placer y gloria, por fin mi amigo adolescente eyaculó al haber visualizado semejante escena que le entregaron con gusto su madrina y su mismísima madre lanzando tremendo chorrote de semen a unos asombrosos dos metros de distancia.

 

 

 

JEFF: ¡Aaaggghhh!… ¡Aaaggghhh!… ¡Aaaggghhh!… ¡Gran hijueputa!… ¡¿Si están mirando?!… ¡Me sale la leche, mamá!… ¡Oooohhh!… ¡Aaaaggghhh!… ¡Qué delicia!… ¡Jueputa!… ¡Aaaaggghhh!… ¡Qué tetas!… ¡Qué cuca!… ¡Madrinita Marcelita! ¡Madrina divina, esta lechada la expulso más que todo por usted y sus grandes y sabrosos senotes!…

 

 

 

A mí me excitó más lo que hizo la madre de Jeff que lo que hizo la mía, pero a Jeff le fascinaron más las tetas de mi madre, él estaba muy obsesionado con ella.

Tan pronto mi amigo lanzó esa inaudita cantidad de leche a gran presión y distancia nuestras madres gritaron, saltaron, rieron y aplaudieron llenas de emoción y asombro, actuaban como su borrachera les ordenaba, supongo que la calentura sobrepasaba su ebriedad y su trastorno por el consumo de drogas.

Como ya lo dije, mamá ya se había guardado sus tetas y doña Stella se había acomodado su tanga y su minifalda y juntas mujeres bebían cerveza de la botella que la madre de Jeff se había metido por unos segundos en su calentona vulva.  El pirobo del Jeff no dejaba de gritar:

 

 

 

JEFF: ¡Aaaaggghhh!… ¡Por un bollo de mierda, mamá! ¡La leche me salió a gran presión!… ¡¿Te diste cuenta?!… Jejeje… ¡Oohh!… ¡Puta sea mi madre!… ¡Qué rico!… ¡Ver lo que hicieron ustedes dos me hizo eyacular todita mi leche!… Jejeje… ¡Ay, mi Dios!… ¡Qué cosas!… Jejeje… ¡Le dedico esta lechada a mamá y sobre todo a la madrinita Marcelita que está como para ponerla en cuatro, jueputa!… ¡Qué tetas tan ricas mostró!…

 

MAMÁ: ¡Oohh!… ¡Me siento muy alagada!… ¡Gracias mi Jeff, muy amable, mi ahijado!… ¡Tu explosión de semen fue colosal!… ¡Uuff!… ¡Una delicia!…

 

DOÑA STELLA: ¡Gracias, mi niño!… ¡Gran lechada, amor!… ¡Nos has hecho quedar muy bien a mí y a toda la familia con ese gran torrente de leche que expulsaste!… ¡Eres el macho de la casa!…

 

MAMÁ: ¡Nos encantó ese trucazo!… ¡Fue increíble!… ¡¿Sí o no? comadre Stella!…

 

DOÑA STELLA: ¡Estuvo genial!… ¡Un pajazo a toda regla!… ¡Me gustó mucho ver volar por los aires ese buen chorrazo de leche y caer a semejante distancia!…

 

MAMÁ: ¡Y como buena modista que soy siempre cargo un metro en mi bolsillo! ¡Así que vamos a medir a qué distancia le llegó ese hermoso chorrote de esperma a mi amado ahijado ¿no? comadrita!…

 

DOÑA STELLA: ¡Eso!… ¡Sí, comadrita!… ¡Vamos a medir!…

 

 

 

Luego de esos halagos y con mucho entusiasmo, las dos tetonas, piernonas y culonas se dirigieron tambaleante, pero al mismo tiempo rápidamente, al lugar máximo distante a donde había caído el semen de Jeff. Mamá sacó un metro de modistería de un bolsillito que tenía en su atrevida minifalda, juntas se acercaron y se agacharon para comprobar la distancia a la que llegó ese blanquecino chorrazo, y luego, como yo estaba tan arrecho con lo que nos dejaron ver nuestras madres, y sin darles tiempo, eyaculé intensamente, con la fortuna de que mi potente chorrote fue a dar sobre el escote y la cara de puta de doña Stella, quien seguía agachada verificando la distancia de impacto del primer chorro perteneciente al gran torrente de semen que su buen hijito había expulsado de su aún inquieto y palpitante falote.

Doña Stella, al sentir el violento lefazo impactar sobre su rostro y sus tetas, pegó un grito y, perdiendo el equilibrio debido también a su borrachera y a su alteración por el consumo de drogas, cayó al piso quedando con sus buenas piernotas hacia arriba y dejando ver toda su rica tanga. Todos reímos al verla irse de culo.

Las señoras lanzaron un fuerte grito, y a sonoras risotadas mamá ayudó a su piernona y culona comadre a levantarse. Pasados unos segundos las dos mujeres se fueron alejando del lugar, mamá estaba llevando de gancho a su amiga y comadre hacía el interior de la casa con el fin de que doña Stella se fuera a limpiar y a secar todo ese semen de su cara y escote.

 

 

 

MAMÁ: Jajajaja… ¡Tan chistoso!… Jejejeje… ¡Mi potente hijo te dejó bautizada en puro semen, so puta, y como que te hiciste la que te caías para ponerte a lamer del suelo el esperma de tu propio hijo lanzó, putona!…

 

DOÑA STELLA: Jejejeje… ¡Si el bautizo fue así entonces me gustaría que ese papasote hermoso de tu hijo también me hiciera la primera comunión, la confirmación y el matrimonio de una vez!… Jajajaja… ¡Pero sin hacerme caer!… Jajajaja… ¡Me caí de verdad!… ¡Perdí el equilibrio!…

 

MAMÁ: Jajajaja… ¡Las cosas que dices, comadrita!… ¡Vayamos a mi habitación para que te seques esa buena lechada y de una vez te muestro y nos probamos unos conjunticos de ropa interior que sé que te van a encantar por ser bien putones, mamita, están precisos para ti!… Jejejeje…

 

DOÑA STELLA: ¡Claro, vamos!… Jejejeje… ¡Uuff!… ¡Qué lechada!… ¡No salgo de mi asombro!… ¡Mi Davidcito me sorprendió en gran manera con su tremenda corrida en mi cara! ¡En verdad tu hijo me dejó totalmente impactada y enamorada!… ¡Ese niño es el puto amo y señor!… ¡Es una bestia!… Jejeje…

 

 

 

Jeff y yo notamos como doña Stella recogía semen de su cara y de su ropa con sus dedos y mientras se iba junto a mamá se los llevaba descaradamente a su boca degustando ese espeso, espumoso y abundante esperma. Después de verlas desaparecer del sitio miré apenado a mi callado amigo y mientras me seguía jalando un poco la verga, la cual todavía soltaba algunas gotas de semen que caían al suelo, le dije:

 

 

 

YO: ¡Yo no tuve la culpa, Jeff! ¡Creo que la tonta de tu mami se me atravesó preciso cuando solté mi simiente a toda presión! ¡Esa puta se cayó fue de borracha!…

 

JEFF: Jajajaja… ¡No te preocupes! ¡A la puta le encantó! ¡¿Acaso no lo ves?!… ¡A las dos zorras les causó gracia lo que sucedió, pues se fueron riendo y gozando!… Jejeje…

 

YO: ¡Pues sí, eso es cierto!… ¡Pero!…

 

JEFF: ¡Pero nada!… ¡La tonta se cayó solita!…

 

YO: ¡Esas caídas son peligrosas!

 

JEFF: ¡Bah! ¡Se cayó de la borrachera, eso es todo! ¡Además le hiciste una bonita mascarilla de semen a mi mamita, a ella le gusta que se la hagan!…  Jejejeje… ¡Quedó preciosa!… Jejeje… ¡Hasta le cayó semen dentro de la boca!… ¡Eres un duro, ome!… ¡Le dejaste tus cochinos espermatozoides bailando contentos en su cara y en su lengüa de ramera!… Jejeje…

 

YO: ¡Disculpa, hombre! ¡Yo no lo hice con intención! ¡Te lo juro!… ¡Lo que pasó fue que me excitó bastante verle las tetas al aire a mamá y haberle contemplado la chocha a la tuya con el cuello de esa botella adentro!

 

JEFF: Jejeje… ¡Tan bobito!… ¡No me pidas disculpas!… ¡Uy sí, severas tetas y severa rajota!… ¡Nunca me imaginé que esas prostitutas fueran hacer eso!…

 

YO: ¡Disculpa, por favor, Jeff! ¡Yo tampoco me imaginé que nos fueran a salir con eso!… Jejeje… ¡No me pude aguantar!… ¡No pude controlar mi eyaculación! ¡Es que fue sumamente excitante!…

 

JEFF: ¡Ya te dije que no te preocupes, mierdoso! ¡No me pidas disculpas, ome!… ¡Eh ave María, pues! ¡Pareces tonto!… ¡A mí me encantó lo que sucedió!… Jejeje… ¡Yo dichoso de haber visto que le hubieras lanzado el semen encima a mamá!… Jejeje… ¡Me pareció chistosa su caída porque en verdad, como tu madre se lo dijo, pareció como si se hubiera tirado a lamer mi semen del suelo!… Jajaja…

 

YO: Jajaja… ¡Es cierto!… ¡¿Entonces no estás bravo conmigo? amigo!

 

JEFF: ¡Para nada, hermano!… ¡Además recuerda que mi mami es una puta!… ¡Ella está acostumbrada a que le echen muchísimo semen en la cara y en todas partes!… ¡A mí me encantaría que la violaras, que la maltrataras y que le dieras verga hasta por los ojos!…

 

YO: Jajajaja… ¡Eso también es muy cierto, ella es una puta a la cual hay que aprovechar y violar!… Jejeje… ¡Tan bobito yo pidiéndote disculpas por haberme venido en la cara y en las tetas de la puta de tu mami y de haber provocado su caída!… Jejeje…

 

JEFF: Jejeje… ¡Más bien te propongo que vayamos y nos acerquemos a la habitación de la tetona de tu mami y del cornudo de tu papi a espiar y a escuchar qué dicen de nosotros ese par de putas!…

 

YO: ¡Sale y vale!…  

 

JEFF: ¡Espera recogemos nuestras pantalonetas y calzoncillos!

 

YO: ¡No!… ¡¿Para qué?!… ¡Olvídate de ellos! ¡Déjalos ahí! ¡Con tremendo sol que está haciendo es mejor permanecer desnudos! ¡Y así también podremos seguir pajeándonos libremente mientras vemos cómo las muy zorras se empelotan y se prueban esa ropita interior!…

 

JEFF: ¡Piensas en todo! ¡Le doy gracias a la vida de tenerte como mi pana!

 

YO: Jejeje… ¡Más bien llevemos los binoculares para ver esos culazos, esas chochotas y esas tetotas bien de cerquita!… ¡Vamos!… ¡Hace mucho calor aquí!…

 

JEFF: ¡Bueno, muy bien!… ¡El sol está llameando con toda su fuerza! ¡Un poco de sombrita nos caerá de pelos!

 

YO: ¡Así es! ¡Pues mira, hagamos una cosa para que nos quede todo más fácil sin exponernos tanto a que nuestras madres nos descubran!

 

JEFF: ¡¿Qué sugieres? borrachito!

 

YO: ¡Mira, huevón… subámonos a esa rama de ese árbol ya que como queda cerca de la ventana de la habitación de mamá y papá se ve muy bien su interior, incluso sin necesidad de binoculares! ¡Nos podemos sentar cómodamente en ella y además las otras ramas nos protegerían del ardiente sol!…

 

JEFF: ¡Perfecto!… ¡Y así podremos seguir pajeándonos de lo lindo!

 

YO: ¡Sabias palabras, buen amigazo!…

 

JEFF: ¡Vamos a gozar!…

 

YO: ¡Quiero ver a esas prostitutas completamente empelotas!

 

JEFF: ¡Yo también, pero oye… ¿esa rama aguantará el peso de los dos?!

 

YO: ¡¿Bromeas? marihuano!… ¡Esa rama es bastante gruesa y resistente!… ¡Siempre que mamá folla con papá o con otros patanes yo miro toda la acción desde esa rama, así que sé muy bien que puede aguantar bastante peso!… Jejeje…

 

JEFF: ¡Ah… bueno! ¡Siendo así pues sí, viciosillo!…

 

YO: ¡Vamos, pajero, no perdamos más tiempo!… ¡Vayamos a ver los culazos, las chochotas y las tetotas de nuestras putísimas madres!

 

JEFF: ¡Vamos pues!…

 

 

 

 

Nuestras jocundas y ebrias madres entraron a la alcoba matrimonial de papá y mamá, y ahí no solo se secó doña Stella toda la lefada que le eché encima, sino que juntas empezaron a desnudarse y a probarse severas colecciones de diminuta ropita interior confeccionada por mamá. Nosotros, quedamos lelos y con las bocas abiertas observándolas subidos en la rama de aquel frondoso árbol que deja ver el interior de la habitación por la ventana, para nuestra fortuna la ventana estaba abierta y sus voces se escuchaban a la perfección.

 

FIN DE LA PRIMERA PARTE.

CONTINUARÁ…

ESCRITO POR SIREMIS.