Ana 3
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Yo decidí alejar a Eduardo de mi vida, ya que estaba muy confundida, a mi pareja ya no lo veía como antes, y sabía que con Eduardo, no íbamos a llegar mas lejos que el estar en la cama y follar solamente.
Yo a mi pareja lo quiero, pero desde que Eduardo me folló, ese sentimiento se estaba yendo, y para que lo voy negar, Eduardo es mucho mejor amante que mi pareja.
muchas veces estaba en la tienda y me acordaba como Eduardo me besaba los pies, como me follaba, como le chupaba la polla, y no lo voy a negar, eso hacía que me moje y mas de una vez, termine en la trastienda, tocando mi coño.
Sabía que estaba inquieta, ansiosa, quería volver a ver a Eduardo, aunque sea una vez mas, sentir su polla en mi boca, en mi coño, en mi culo, su lengua lamiendo los dedos de mi pies mientras me folla, hasta que no aguanté mas y le mande un mensaje a su movil, y siempre en su linea, no me respondió, solo me mando un emoticono de un pie, yo cuando lo vi, no pude ocultar la sonrisa de alegría, y sentir ese cosquilleo que sentía siempre en el coño, cuando estaba con él.
Lo que me faltaba de la mañana para cerrar, se me hizo eterno, de echo cerré mas de una hora antes y cogiendo mi coche me fui a su casa.
estaba nerviosa, me sudaban las manos y los pies, estaba ansiosa de volver a verlo.
Cuando llego, aparco el coche, me bajo, siento que me tiemblan las piernas, siento mi coño mojado, cuando Eduardo me hace pasar a su casa, sin decirnos palabra, nos abrazamos y nos besamos con mucha pasión, yo me apretaba contra su pecho, quería sentir el cuerpo del hombre que la verdad me tiene mal, sentía sus manos acariciando mi culo por sobre mi pantalón, "te extrañe mucho", le dije entre besos y besos, "y yo a vos", me dijo, desabrochando mi pantalón, yo lo seguía abrazando del cuello, mientras él me baja el pantalón, las bragas, siento sus manos apretando mis nalgas, abrirlas, jugar con ellas como a él le gusta jugar con mi culo, y yo feliz de que lo haga, "no pierdes la costumbre", le dije cuando siento su dedo contra mi ano, "huy, que abierto que esta, se nota que tu novio te come la cola bastante seguido", me dijo, metiendo su dedo en su boca y busco mi ano de nuevo y me empieza a meter el dedo, "pero no me hace disfrutar como me haces disfrutar tú", le dije, dejando que me meta el dedo en el culo.
Así, entre besos y besos, y su dedo en mi culo, nos fuimos a su dormitorio, nos separamos del abrazo y nos fuimos desnudando, a medida que me iba sacando la ropa, y veía a Eduardo desnudarse, mi coño se mojaba mas y mas, le miré a los ojos y me tire de rodillas a chupar su polla, la chupaba con desesperación, la metía hasta mi garganta, besaba y chupaba su cabeza, sus huevos, lo lamía todo mientras él me acariciaba la cabeza a mi, me coge de los brazos y me acuesta en su cama, abriendo mis piernas y se acuesta sobre mi, haciendo que grite de placer y tenga un tremendo orgasmo, cuando metió toda su polla de una sola vez en mi coño, "si cariño, así, follame como tú sabes", le dije con las piernas bien abiertas y levantadas, sintiendo como la polla de Eduardo entraba y salía de mi coño.
Nuestras lenguas se buscaban, estábamos como desesperados follando, me saca la polla del coño y se acomoda ahora él, haciendo que retuerza mi cuerpo cuando siento su boca comiendo mi coño, como metía sus dedos, los sacaba húmedos de mis jugos y los metía en mi culo, como me hacía gozar, ese goce que jamás nadie me dio.
Se pone de rodillas entre mis piernas, sentía su polla tocar mi coño, me coge de los tobillos, siento su lengua en la planta de mis pies, entre los dedos y gimiendo como una loca, sentía su polla entrar de nuevo en mi coño, yo no sabía que hacer, me acariciaba yo misma mis tetas, apretaba las sábanas con los puños de placer mientras Eduardo me chupaba los pies y su polla entraba y salía de mi coño, "por el culo, cariño, folla mi culo", le pedía moviendo mi cabeza de un lado a otro, disfrutando, disfrutando de ese hombre que me hace gozar lo indecible, me levanta mas las piernas y siento como ubica su polla contra mi ano, y al momento grito de placer al sentir como su polla entraba ahora en mi culo, la sentía entrar toda, sentía su boca en mis pies, yo no paraba de correrme, sentía que me orinaba de placer, cosa que solo este hombre había logrado que me pase, que me orine de placer.
Que feliz estaba sintiendo como su polla entraba y salía de mi culo, "me encanta tu ojete", me dijo Eduardo, moviendo la polla para los costados, metiendo uno a uno mis pies en su boca, "ahí lo tienes cariño, disfrútalo todo lo que quieras", le dije con una voz ronca que ni yo la conocía, era tanto lo que estaba disfrutando, que me salía ronca la voz, mientras Eduardo no dejaba de meter y sacar su polla de mi ano.
"Por que te necesito tanto, por que mi pareja no me puede follar como tú lo haces?", le gritaba, apretando y manoseando mis tetas, "porque soy el único que te trata como lo que sos, una puta en la cama", me dijo, metiendo su polla bien adentro de mi culo, haciendo que de un grito de placer.
Me follaba fuerte, pero sin violencia, me follaba como a mi me gusta que me follen, que me demuestren quien es el macho, quien domina en la cama.
Mi pareja, es distinto, si no le diga de cambiar de pose, esta siempre en lo mismo, si no le digo que me folle por el culo, ni me lo toca, sin embargo Eduardo, me folla por donde quiere, me pone como él quiere y siempre me hace disfrutar como loca.
"Vení Ana, ponete en cuatro en el borde de la cama", me dijo sacando su polla de mi culo, me puse como me dijo, sentía como me colgaban las tetas, Eduardo me coge de la cintura y otra vez, de una sola me la mete en el coño, haciendo que muerda las sábanas para no gritar de placer, la saca y la vuelve a meter toda y de una por mi culo, escuchaba el sonido de mis nalgas al chocar contra su cuerpo, la volvía a sacar y la volvía a meter en mi coño, la movía bien adentro y me la metía fuerte por mi ojete, haciendo que me salgan pedos.
Yo estaba como desfallecida de tanto placer, había perdido la cuenta de las veces que me había corrido, me había orinado en su cama, y él me seguía follando, hasta que me coge de los cabellos, y me hace poner de rodillas frente a su polla, metiéndola en mi boca, haciendo que se la chupe, cogiendo mi cabeza y haciendo que me entre hasta la garganta, yo me ahogaba, se me caía la saliva, pero seguía chupando como podía, hasta que la saca dejando la mitad de su polla dentro de mi boca y siento como explota su leche, los chorros de leche caliente inundando mi boca, golpeaban mi lengua, mi paladar, la quería retener, pero era tanta la leche que mucha la trague sin querer, le quería mostrara mi boca llena de leche a Eduardo y que viera como la tragaba, pero no podía retener toda esa cantidad de leche.
Cuando Eduardo termino de correrse dentro de mi boca, lo miro y le muestro lo que pude retener y sonriendo la fui tragando de a poco, le cogí la polla y se la empecé a lamer, limpiando toda la leche que pudo haber quedado.
Nos volvimos a acostar, Eduardo me abrazo contra él, y yo me acurruque lo mas que pude contra su cuerpo, le acariciaba las piernas con mis pies, "que bien que me follas cariño, no sabes como me dejas, como me gustaría dormir entre tus brazos", le dije, muy mimosa, besando sus labios, "podés venir siempre que quieras, pero no dejes a tu pareja, ya sabes que conmigo es solo esto", me dijo, besando mis labios y cogiendo una de mis tetas, "si, lo se cariño", le dije, un poco triste, porque sabía que ese hombre nunca iba a ser mio.
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