Ana Carolina
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me llamo Ana Carolina, tengo 35 años, casada hace 14 años, vivo a las afueras de Montevideo Uruguay.
Mi marido es el único hombre que había conocido, mi primer y único hombre en mi vida, él me hizo mujer, me rompió la cola, es la única pija que conozco y chupo hasta que pasó lo que pasó.
A mi los animales me encantan, estoy en varios grupos de gente que lucha por los derechos de los animales.
En uno de esos grupos conocí a Eduardo, un hombre varios años mayor que yo, entre hippy y bohemio, un experto en reptiles y otros animales.
Enseguida nos hicimos amigos, me encanta hablar con él, es un hombre muy respetuoso, tiene una personalidad muy atrapánte.
La mayoría de las veces hablamos por privado, nos mandamos fotos de nuestros animales, Eduardo me ha pedido alguna que otra vez fotos mías.
Con mucha sutileza me enamora poco a poco, yo hago como que no me doy cuenta, pero me encanta que lo haga y como vive en España, no hay mayor peligro.
En una de las ocaciones en que le mandé fotos, le mandé una en la que estoy en la playa, donde se me ve la cola, ya que mi bikini es de colales, tiene un pequeño hilo en la parte trasera y se me mete todo en la cola.
Jamás nadie me dijo tantas cosas lindas sobre mi cola, al punto que me hizo reír a carcajadas.
Eduardo me seguía enamorando y yo lo dejaba, pero me daba cuenta que me estaba moviendo el piso, me estaba interesando mas de la cuenta por él.
Un día me pidió otra foto mía y le dije que como la quería, "sorpréndeme", me dijo, y yo no tuve mejor idea que mandarle una foto de mis tetas.
Ahí saltó la cosa entre los dos, Eduardo me había echo tilín de una forma que no le podía negar nada, le empecé a mandar fotos completamente desnuda, él me mandaba fotos de su pija, nos empezamos a ver por vídeos llamadas, yo terminaba tendida en la cama, desnuda, de piernas abiertas y dejando que Eduardo me vea masturbarme.
Le mandaba vídeos míos metiendo cosas en mi cola o en mi concha, una vez le mandé un vídeo de como mi marido me estaba cogiendo, como me hacía poner en cuatro patas y metía toda su pija en mi cola y me cogía por ahí.
Ya con Eduardo no hablábamos de animales, solo hablamos de sexo, él me dice que me quiere coger por la concha, por la boca, por la cola, yo le digo que quiero tener toda su pija dentro mío, que no me importa en que agujero sea, pero quiero que me coja, que me chupe la concha y acabarme en su boca mientras me mete los dedos en la cola.
Le digo que quiero chupar su pija y tomarme toda su leche.
La cantidad de fotos y vídeos míos desnuda o cogiendo con mi marido, perdí la cuenta, estoy re caliente con Eduardo.
Una tarde, antes de que llegue mi marido de trabajar, estaba yo hablando con él y me dijo que iba a venir a Argentina de vacaciones y que si yo quería podía venir un fin de semana a Montevideo y que lo pasemos juntos en el hotel donde se iba a alojar.
Yo quería coger con Eduardo, no me importaba meterle los cuernos a mi marido, pero como le digo que no voy a estar en casa desde el sábado hasta el domingo al medio día o mas tarde.
Me acordé que tengo una prima que vive en Montevideo, le hablé por teléfono y le conté todo, le dije que quería pasar el fin de semana con ese hombre, mi prima me dijo que era una locura lo que quería hacer, que como le iba a meter los cuernos a mi marido, pero le dije que estaba muy caliente con ese hombre, que por favor me ayude, tanto insistí que me dijo que si, que me iba a ayudar a que pase el fin de semana con Eduardo.
Al otro día, hablando con Eduardo le dije que cuando iba a venir y me dijo que para el segundo fin de semana, así que arreglé todo con mi prima y ella llamó a mi marido diciendo que mi tía, o sea su madre estaba enferma y que si podía ir a ayudarla a cuidarla.
El sábado cuando me iba a Montevideo, temblaba de pies a cabeza, estaba re nerviosa, cuando llego a la Avenida 18 de Julio, me bajo y lo veo, me estaba esperando en un bar restaurante.
Casi me meo de la emoción, me sentí mojada de inmediato, es mucho mas apuesto que en las fotos y en los vídeos.
Eduardo me abrazó por la cintura y me dio un beso en la boca que casi me desmayo, su barba hasta mas abajo del pecho, su pelo largo, casi hasta la cintura, sus ojos verdes intensos, "vamos a tomar algo?", me dijo, con su acento argentino, "no", le dije, yo quería irme a la cama con él, ahora que lo conocía en persona, mas que nunca quería que me coja.
Me agarró de la mano y nos fuimos al hotel.
Cuando entramos en la habitación, me lo comí a besos, me desnudé completamente, me arrodillé entre sus piernas y saque su pija empezando a chuparla con desesperación, me hizo poner en pie, me dio la vuelta, me hizo agachar y me la empezó a meter por la cola, yo me abría las nalgas y hacía fuerza hacia atrás haciendo que su pija se meta toda y bien adentro de mi cola.
Me empezó a coger de parado por la cola y yo de caliente que estaba me hacía pis.
Clavada así como estaba me llevó a la cama, me hace acostar con la cola para arriba y se desnuda él también, se acostó sobre mi y otra vez me la metió en la cola, "así Eduardo, cógeme, cógeme bien la cola, mete bien adentro tu pija, clávala hasta el fondo, reviéntame bien el ojete", le gritaba, levantando mi cola y abriendo mis nalgas, sintiendo su pija entrar y salir de mi ano.
La pija de Eduardo era por lo menos cinco centímetros mas larga que la de mi marido y bastante mas gruesa, sentía mi ojete abierto, estaba que deliraba de placer.
Me la saca, me da la vuelta y sin decir nada me la clava en la concha, no solo me meaba de placer, me acababa como nunca en mi vida me acabé sintiendo esa pija llenar mi concha, "como esperaba este momento de poder coger contigo", le decía buscando su boca con la mía y sintiendo como su pija entraba y salía de mi concha haciendo que grite de placer, "y yo Ana, no sabes las ganas de cogerte que tenía", me dijo, levantando mis piernas y me la vuelve a clavar en la cola, "si, si mi amor, si, rompeme toda con esa pija hermosa que tenes", le dije, caliente como nunca había estado.
No se cuantas veces me había acabado, y Eduardo me seguía cogiendo, siento que me saca la pija de la cola y me la mete en la boca, yo se la empecé a chupar, hasta que siento como empiezan a salir los chorros de leche de su pija, llenando mi boca.
Que delicia de leche me estaba tragando, la sentía caliente, cremosa, yo no dejaba de tragar y él no dejaba de acabarse.
Cuando terminó se la lamí toda, la cabeza, el tronco, los huevos.
"Te voy a reventar ese culo hermoso que tenes Ana", me dijo metiendo un dos dedos en mi cola, "si mi amor, reventame toda, cógeme bien cogida con ese termo que tenes por pija", le dije besando sus labios y acariciando su pija.
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