AVENTURA 6, EL SEXTO CUENTO, LA PISCINA Andrés
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
AVENTURA 6
EL SEXTO CUENTO
LA PISCINA
"Lejos del mundanal ruido, me encontraba en una piscina descansando después de un día de trabajo, me dí la libertad de tener un rato de soledad, tenía poco trabajo y salí más temprano.
Llevaba mi traje de baño y una toalla.
Me instalé en una silla playera con el espaldar levantado, a un costado de la piscina, llamé la atención con mi traje de baño, lo había comprado para lucir mi cuerpo que les gusta tanto a los hombres especialmente, era un minibikini que dejaba ver casi todos mis senos, solamente tapaba mis pezones, el calzoncito era mini también y dejaba ver todo mi culo, era más bien una cinta metida en él, por delante me tapaba la vulva nada más.
las miradas de los hombres comenzaron a hacer efecto en mí, me sentí sensual y ardiente, los hombres pasaban por mi lado y admiraban mis tetas, redondas, con los pezones duros ya con tanto ardor que me producían las miradas, mi vulva que se veía tentadora, apetecible, ante los ojos de los lujuriosos, las piernas preciosas y atrayentes al tacto, yo era la tentación exquisita con mi cuerpo exuberante, estaba seductora y ellos mostraban la lascivia en los ojos, querían aprovechar de mis delicias, algunos hasta se tomaban sus vergas, prisioneras del mini traje de baño que usaban, era una sensación rica la que sentía, me calentaba, mi vagina comenzaba a ponerse húmeda, sabía que ellos querían poseerme y hacerme cualquier tipo de caricias, tocándome, mamándome con sus bocas y lenguas, era una fantasía que se podía hacer realidad, que estaba también en mi mente, soy muy ardiente y ya me los imaginaba haciéndome el amor.
Llegó un hombre en un minitraje de baño y se sentó en la silla playera frente a mí, en posición perpendicular, de tal modo que yo podía verlo entero de la cabeza a los pies y él tenía que mover su cabeza hacia el lado para verme a mí, me gustó esa forma de poder mirarlo, no sé por qué, al final estábamos muy cerca.
Era alto, musculoso, tenía bastante pelo en el pecho en los brazos y piernas, me dió buena impresión, recorrí su cuerpo entero con mi vista, me llamó la atención su traje de baño, era mini y alcanzaba a tapar el miembro y los testículos que se veían a través de la tela delgada, me dió un cosquilleo en la zorra cuando levantó una pierna y lo ví directo, frente a mí tenía un tremendo pedazo de verga apretada en la calzoneta, me impresioné y al mismo tiempo sentí miedo de que se diera cuenta que yo miraba su verga.
No había mucha gente a esa hora de la tarde, miraba su bulto y me calentaba, de repente dió vuelta la cabeza y me miró, era simpático, sonrió, observó descaradamente mi cuerpo casi desnudo y asintió con la cabeza, siguió mirando un poco más, me sentí caliente, recorrió con su mirada mis senos, mis piernas y la vulva que se apretaba en el minibikini comenzando a mojarse con la calentura, moví las piernas y le mostré un poco, quería coquetear con él, me veía de frente, yo recostada y él con su mirada penetrante que me hacía sentir desnuda.
Su cuerpo era largo, musculoso, tenía el pelo negro y una barba que lo hacía aparecer terriblemente sexy, su cuerpo tenía bastante pelo, su pecho peludo se veía atrayente para besarlo y chupar las tetillas duras, sus piernas también llena de vellos y en la parte de la pelvis se veía un poco de su verga semiparada con vellos también alrededor, Yo estaba fascinada, primera vez que veía un hombre macho como dicen algunas y con un pedazo de miembro que se dejaba traslucir un poco en su minitraje, era una delicia.
Nos comenzamos a dar miradas sensuales, le mostré con mis ojos que estaba seducida por su pedazo de verga, nos mirábamos a los ojos y yo bajaba la vista y le mostraba que estaba mirando su miembro, deseándolo, queriendo mamárselo, me pasaba la lengua por los labios y miraba su miembro, él bajaba su mano, se lo tomaba y me miraba como ofreciéndolo a mis labios, noté que sus ojos miraban mi vulva, abrí un poco las piernas, bajé mi mano, abrí un poco el minicalzón, mostrando el clítoris y los labios de mi concha que ya comenzaban a mojarse.
Estábamos aislados de la gente de modo que no había problemas de mostrar un poco más mis delicias, quería que me poseyera entera y me metiera su verga que se veía grande como me gustan.
De repente, llegó otro hombre que se sentó a mi lado, mirándome inmediatamente y de reojo sentí sus ojos pegados a mi cuerpo, pensé que me sorprendió mirando el miembro que tenía al frente y se vino a sentar a mi lado para gozar mi erotismo y mi sensualidad, mis senos estaban casi libres y mis pezones se veían duros con tanto líbido, me sentí puta, me calenté más todavía, le mostré descaradamente mis tetas y dejé entrever los pezones.
Lo miré a la cara, tenía una mirada lujuriosa, degenerada, fuerte, inmoral, dominadora y reflejaba la lascivia, el vicio, la obsesión sexual, me sentí dominada y le sonreí nerviosamente pensando que tenía dos hombres pendientes de mi cuerpo esperando mi próxima jugada.
Me sentí más ardiente todavía, miraba a los dos, acaricié mis pechos y moví mi vulva mostrándoles que estaba ansiosa por ser poseída, el hombre del lado comenzó a masturbar su verga por encima de su bañador, yo lo miraba a los ojos y él sonreía mientras se la tomaba, yo estaba desenfrenada, no había gente alrededor de nosotros y me sentía libre, quería masturbarme allí mismo o esperar para fornicar con ellos a la salida, el hombre peludo seguía mirándome y sobándose el miembro y ya el degenerado comenzó a estirar las manos tratando de tomar mis senos, no aguanté más, me levanté moviéndome sensual y voluptuosa, les dí una mirada a cada uno y me encaminé al sauna para buscar una manera de relajarme y, a lo mejor, masturbarme hasta sentir mis orgasmos.
El sauna es común para hombres y mujeres pero no había nadie en ese momento, me recosté en el primer asiento y comencé a tocarme, estaba ardiente, lujuriosa, me sentía obscena e impúdica, no me importaba nada, estaba ansiosa de sentir placer de cualquier manera.
Pasaron algunos minutos y aparecieron los dos hombres al mismo tiempo, me vieron masturbándome y se sacaron los trajes de baños, aparecieron sus miembros, grandes, parados y duros con sémen en las puntas, quedaron desnudos ante mí, no aguantaba más la calentura y mi mirada les pedía que se adueñaran de mí, que hicieran lo que quiseran conmigo, los estaba esperando, me ofrecía completa a sus caricias, que me poseyeran y penetraran con sus vergas.
Ellos se acercaron y me comenzaron a besar, uno me sacó la tanga, el otro me liberó las tetas y mis pezones suaves, comenzó de inmediato a chupar, su lengua me excitaba y su boca se llenó con mis senos entregados a las caricias, los apretaba con sus dos manos y mordía con pasión mis pezones.
haciéndome exclamar: Oh! qué rico, los estaba esperando estoy caliente, chúpame fuerte, muérdeme, hazme tuya!.
Estaba en éxtasis, perdida en el placer.
El otro hombre me abrió de piernas, se adueñó de mi concha y comenzó a mamarla, metiendo sus dedos sacando mi jugo que bebía, el gusto era magnífico y con sus bocas me dieron el primer orgasmo, no aguanté más, era mucho el placer y me vine con gritos: Ah! me están haciendo acabar, qué lenguas más ricas, méteme los dedos en mi concha, oh! qué placer!- y me movía con la pasión de una ninfómana que quiere más orgasmos, -Más! más!-.
-Goza, puta caliente- dijo el degenerado- tienes la zorra más rica que me he comido! Acaba, puta maraca, te meteré este pedazo en tu raja para hacerte gozar !- Ellos se sentaron con sus vergas paradas, duras, me tomaron la cabeza para que comenzara a mamárselas, me arrodillé en el piso y comencé a introducirme uno a uno los miembros, me tragué el sémen y sus fluídos, chupaba con mis labios, la lengua y la boca entera esos dos pedazos que me volvieron loca cuando estaba recostada en la piscina, tomaban mi cabeza y me metían sus vergas hasta la garganta, el degenerado me daba palmadas en la cara, yo gozaba su caricia, me gustaba más por su cara lujuriosa y me hacía sentir más puta y entregarme más y más a la pasión, yo era suya entera, podía hacer lo que quisiera conmigo, era su objeto de inmoralidad, el otro era mi pasión con su cuerpo peludo y su machismo, también me pegaba despacio en mis tetas, las apretaba y pellizcaba mis pezones, yo pedía más.
Justo en ese momento, entró otro hombre al sauna vestido con una toalla, se sentó en un rincón y comenzó a mirarnos, a mi no me importó que me viera gozando así, por el contrario, soy exhibicionista y me caliento más si me miran fornicar.
Mira, puta- dijo el degenerado- tienes público, demuestra que te gusta culear, chúpame el pico y míralo para que vea la clase de puta degenerada que eres.
! Mamaba las dos vergas al mismo tiempo y gritaba fuerte para que el desconocido escuchara: -me gusta la verga, de cualquiera, me gusta comerla, chuparla, morderla, que me acaben en la boca para tragar todo el sémen, qué rico es el miembro!- El hombre que miraba se sacó la toalla, tomó su verga que ya estaba parada y comenzó a masturbarse, era un magnífico pedazo que me estaba mostrando, lo miré y seguí chupando fuerte, haciendo ruidos con la boca mientras me comía las dos vergas.
Los tenía muy calientes con lo que les estaba haciendo y los dos me tomaban la cabeza y metían sus vergas una a una bien adentro de mi boca hasta casi ahogarme.
Estaban como poseídos de lujuria y calientes conmigo, el degenerado me puso de pié, tomándome fuertemente y me ordenó: -siéntate en mi pedazo huevona puta!-, Obedecí, estaba ansiosa por sentir su verga, me tomó de las caderas y me sentó de un golpe introduciéndome el tronco entero de una sola vez, mi zorra estaba llena de jugos -oh! exclamé- qué miembro más rico, grande y grueso y qué duro está, huevón rico!, qué pedazo tienes cabrón!-, miré al desconocido del rincón demostrándole lo que sentía, se seguía masturbando, yo me movía en el pedazo duro y me lo metía gozándolo, mientras tanto, mi macho peludo que me volvía loca de pasión se puso al costado y dando vuelta mi cabeza me introdujo todo su miembro en la boca, lo comencé a mamar, me entregaba el sémen que emanaba de su cabeza, yo me lo tragaba sintiendo latir su miembro en mi boca, le dije: -me tienes vuelta loca con tu cuerpo, qué verga tienes mi amor, te la chuparía siempre, me gusta tu sabor, me la quiero meter entera en mi zorra para sentirte dentro de mí , tómame y hazme tuya huevón rico! Oh qué pedazos me estoy comiendo y gozando!- acuéstate para enterrármela!- Me salí del miembro del degenerado y mi amor macho se colocó en posición acostado, esperando con su miembro duro, le dí una mamada, le acaricié su cuerpo peludo, chupé sus tetillas y me subí sobre él, -Oh. qué maravilla de verga tienes, cabrón cachero! -exclamé mientras me introducía su pedazo que me llenó entera la zorra, le entregué las tetas y las puse en su boca, -mámame que me haces gozar divino huevón rico!- comenzó a chupar y mamar mis pezones mientras nos movíamos los dos culiando rico.
Quedé de nuevo frente al desconocido que se masturbaba y lo miré con pasión, noté que estaba muy caliente con tanto sexo, ví su pedazo y me vino un ardor más grande en mi cuerpo, pensé en mamar su verga también, estaba loca de caliente.
El degenerado quedó dueño de mi culo y poco a poco comenzó a besar y pasar la lengua en mi ano caliente, me daba un placer inmenso con su boca chupando el anillo, comenzó a sobarlo con sus dedos mientras ponía saliva en mi culo, -Oh!- exclamé- haz lo que quieras con mi culo, huevón degenerado-, él me golpeaba fuerte las nalgas y yo sentía dolor y placer, era un sádico que me castigaba, y yo una puta masoquista, comenzó a meter sus dedos casi con violencia, me los metía y me hacía doler, yo gritaba de placer -Oh!, hazme pedazos el culo cabrón!-, me los metía y sacaba, yo miré al desconocido del rincón y ya caliente total lo llamé: -ven a comerme y a hacerme gozar con tu verga rica huevón!- él se levantó, caminó hacia mí y me dio un beso en la boca, caliente, ardiente, pasional, mamó mis tetas y luego puso su tremendo pedazo en mi boca, qué gusto más grande sentí, estaba clavada en el miembro del hombre peludo que me había vuelto loca de calentura, chupaba la verga del desconocido y el degenerado jugaba con mi ano, tratando de abrirlo más para penetrarme, dí vuelta la cabeza y le dije: -méteme entero tu pico en el culo, cachero rico, trátame com una puta maraca degenerada, pégame fuerte, quiero ser tuya, quiero entregarme a tí, ser tu esclava, haz lo que quieras con mi culo!- me abrí y él tomó su verga con la mano clavándola entera en mi ano que se abrió al máximo, era una tremenda verga que me estaba poseyendo.
-Ahora sí- grité- tengo dos vergas metidas hasta el fondo de mi culo y mi zorra y estoy mamando rico este pedazo exquisito!-.
El degenerado me pegaba cachetadas en la cara dándome más placer y yo comencé a sentir mi orgasmo, me clavé en las dos vergas, me sentí poseída por ellos, no era yo quien elegía, ellos eran dueños de mi cuerpo y hacían lo que querían, mostré la lujuria que me embargaba y se notaba en mi cara, mientras comía el otro pedazo, los otros bombearon en mi interior durante unos minutos más y por fin se produjeron sus orgasmos, llenándome adentro con sus miembros exhalando chorros de sémen que sentí caer dentro de mí.
-Muévete rico, maraca puta culiada- escuché que decía el degenerado- te gusta demasiado el miembro, putona degenerada, toma mi leche, Oh! eres divina para culear!-, mientras el desconocido lanzaba chorros de sémen dentro de mi boca que yo tragaba con delicia, eran exquisitos los tres para culear.
, luego me besaron deliciosamente, me mamaron los pezones y las tetas, me chuparon la zorra y el culo, les dije que no siguieran porque me estaba calentando otra vez, me dejaron prometiendo volver algún día de nuevo a la piscina para relajarnos.
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