BAUTIZO DE CORNEADOR
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Habia tres maletas no eran de ella, eran mías, me negué, me fui al dormitorio, me estiré en la cama, apenas veinte minutos después, llegó la policía, mi esposa ya no estaba se había ido nada mas ir yo al dormitorio, fui detenido por malos tratos, esposado, metido en el coche y al calabozo, ella había ido al centro de salud del barrio nada mas salir solo tuvo que decir que yo le había agredido, el parte decía mejilla rojas durante varios minutos, imagino se lo hizo ella, pero allí estaba yo como en una pesadilla, aun recuerdo las miradas, de los policías los comentarios, cuando me tomaron declaración y huellas, ante mi llanto, si apenas era capaz de hablar solo lloraba, tanto que me tuvieron que dar un calmante un enfermero que llamaron al centro de salud para que viniera a verme.
Tres años después yo era otra persona, hosco solitario, trabajaba en lo que encontrara, poco tiempo siempre, vivía con mis padres, perdí todo entre pagos a ella y abogados, la casa paso a sus manos, el coche, mi vida se limito a vegetar, esos años, en mi habitación mi única comunicación con otras personas, fue internet.
Sé que fue ese trauma el que también comenzó a cambiar mis gustos sexuales, me aficioné a charlar con cabrones, consentidos, que decían tener a una zorra como esposa, deseosos la follaran otro, lo deseaba hacer cada vez mas, pero de las fantasias de internet a encontrar uno real iba un abismo.
Conocí a Arturo por chat, 53 años, casado por segunda vez, sin hijos, en ninguno de los dos matrimonios, su esposa Julia de 41 años, tenían una fantasia sexual, ambos y cada noche, iba desgranandomelo mas y mas, donde él era dominado ante su esposa, y terminaba desnudo amarrado y amordazado, ante ella, después ella era follada ante él, para finalmente ambos, terminar siendo obedientes convirtiéndose ambos en sumisos de el dominante, aquello me ponía muchísimo, pero no me hacia muchas ilusiones, que pasara mas allá de conversaciones calientes por internet.
Arturo, dio un paso que nunca ante otros habían dado, nuestras charlas hacia varios días era con la cam puesta, cuando una noche, tras charlar casi una hora me dijo mira que sorpresa, tras él apareció el cuerpo de su esposa de pie desnudo, con un camisón transparente solo se veía desde sus pechos redondos grandes, hasta sus muslos, Arturo la hizo colocarse a un lado, y metio su mano en su coño, me decía te gustaría tenerlo, si le decía yo, vaya hembra tienes cabron siguiéndole el caliente juego, terminé masturbándome ante ellos, pudieron ver mi polla 22 centímetros, mientras Arturo le comia el coño a su esposa siempre esta de pie sin ver su cara.
Ese paso fue fundamental empecé a tomarme muy en serio a Arturo, ellos a desearme, también, pero me remarcaban que deseaban y como ese mismo fin de semana alquilaron una casa de campo, en las afueras de mi pequeña ciudad, a 9 kilómetros, se habían hecho 500 kms para venir a mi ciudad, su morbo su fantasia era aquella y no nos conocimos antes ni hubo preliminares.
Conocido el lugar a donde ir, cogí un autobús, me dejó a 3 kilómetros, de su casa, me interne en la carretera estrecha andando por el borde, iba sin dudas como un perro oliendo el rastro de una perra en celo, imaginaba que era eso y la perra estaba siendo olisqueada e intentada ser montada por un macho, y cuando yo llegara, tendría que imponer mi ley como lo había visto mil veces en esas peleas de perros junto a la perra hasta imponerse el macho alfa, me gustaba el simil, elegido, no tenia ni miedo ni nervios, simplemente una enorme calentura, e iba a hacer cada paso que ellos esperaban hiciera no se que me excitaba mas follarme a la perra a mi antojo, o ver al cabron sometido en el trayecto Arturo me llamó dos veces, por si me perdia, pero no fue así, vi el mercedes gris aparcado, a la puerta de la casa, pasé la verja, caminé hasta el coche, lo pasé, llegué a la puerta estaba abierta, la empujé, entre en un rustico y gran salón, la chimenea encendida el matrimonio sentado en él sofá, Arturo me parecio mas pequeño y viejo que por la cam, Julia, era rubia alta llevaba un vestido, no lo dude, ni lo mas minimo, fui hacia él,
– Ven aquí cabrón, cogiéndolo del pelo, llevas una semana enseñándome a esta zorra y después no sirves para follarla,
Arturo nunca llego a alzarse mi tiron del pelo hizo se levantara pero inclinado, tire de él hasta unos tres pasos del sofá, le quite la camiseta asi inclinado diciéndole a la vez quítate el puto pantalón lo hizo, los zapatos, los slip, quedo solo con los calcetines, lo tire contra la alfombra le coloque mi rodilla en la espalda y de mi pantalón saque cinta ancha cinte sus tobillos juntos, le ci la vuelta cinte sus muñecas y le coloque cinta en la boca, allí lo deje tirado, en el centro del salón, ya de pie yo, le puse mi pie en su pecho en su cara,
– Ahora me voy a joder a esta puta, ya no esta en la pantalla del ordenador, ahora no puede hacer nada, fui hacia ella, sacándome a mi ve mi polla de la bragueta, la agarre y le hice tragar mi polla yo la tenia agarrada con una mano la polla y le daba con ella en la cara en los labios, hasta que la trago, segui dándole, hasta que decidí quitarme el pantalón la deje ahora chupar a ella tranquila,
– eso es puta, te gusta eh, ya he visto la mierda de polla que tienes, para ti, seguro que te va mas estas, zorra, la hice quitarse del sofá sin soltar su boca mi polla yo desnudo totalmente ya hasta que la coloque justo al lado de su marido inmovilizado, la coloque a 4 patas, levante su vestido ante su marido vi sus bragas negras sus blancas nalgas, duras bien moldeadas, le eche las brgas a un lado, y pase mi pijote por ella Julia comenzó a gemir, y pronto a culear intentando metérsela, no la dejé
– Como culea tu zorra toda caliente, – le dije a Arturo, este tenia su pollita cortísima dura
Le di unos azotes en su blanco culo sin dejar de pasarle mi polla estaba mojadisima y no la hice sufrir mas le meti mi polla que fue resbalando por aquel mojadisimo coño, a su vez ella gritaba, hasta que mis huevos choco con su bulba,
– Toma guarra una buena polla,
julia comenzó a culear sin dejarme a mi darle bien hasta que la aguante fuerte por la cintura hasta inmovilizarla y comencé a darle yo le di de forma bestial y llegaron las imágenes a mi mente de mi ex mujer, comencé a darle mas fuerte aun si era posible, pero sobretodo mi boca no paraba.
– toma cerda, toma polla si eres muy puta eh es lo que quieres pues lo que te voy a dar, como a una perra, ahí mira al cabron de tu marido no puede hacer nada mientras te folló, puedo hacer lo que quiera contigo, puta.
Julia, entró e un estado, de extasis de total entrega, sin importarle nada gritaba se movia decía que era muy puta su coño se mojaba una y otra vez estaba totalmente vestida, se corrió en apenas unos minutos dos veces, hasta que paro ahora era yo el que no podía parar, al tirarse ella hacia delante la cogi y la movi dándole media vuelta y quedando la cabeza junto a la de su marido, me puse en cuclillas y le meti mi polla en la boca ella la acepto, chupo no como al principio estaba en esos momentos agotada me corri en su cara ante su marido bañándola en leche, dando gritos, mientras ella me comia los huevos, me levante ella tras de mi, dije
– el cabron queda ahí , vamos al baño
Me enseño el baño grande comenamos a llenarlo de agua caliente, le dije preparara unas copas, y fui al salón, con el pie moví al cabron o se lo coloque en el pecho, mientras le decía
– Ahora me voy a bañar con tu perra, corrijo con mi perra ya no es tuya, tu eres eso mi perro también, te pone eh cabron – mientras le pasaba mi pie por su pollita dura, – me gusta te ponga, cornudo, esta zorra es mucha hembra para ti, necesita un buen semental que la monte, y tu en tu lugar, obediente
Volví al baño, estaba terminando de llenarse en una silla estaba las copas y el licor, Julia empezó a desnudarse, le hablé como querían,
– Que perra mas guapa eres, será un enorme placer me pertenezcas, necesitas una buena polla que te folle de verdad y si es ante tu marido, mejor, con ese cabron delante, te gusta mi polla eh
Ella la cogio en la mano y dijo si, estaba ya desnuda, con su mano en mi polla aguantándola le dije eres toda una puta en el sexo, una hembra muy caliente demasiado para un cabron como ese señalando a la puerta, y yo busco eso, tener una zorra como tu con un marido como él, ella sonrio, diciéndome y nosotros, a un hombre como tu, sonreí diciéndole sobretodo tu y tu coñito, nos metimos en el baño, lyo primero ella tras de mi le hice colocar su espalda en mi pecho mis manos agarraon bien sus tetas las sobe mentrtas le decía todo lo que se me iba a la cabeza, te pone que tenga al cabron de tu marido ahí si me dijo entre casi susurros me pone mucho, te moja este coñito eh si me repitió me moja mucho verlo así y que me folle un tio como tu, no tienes miedo, le dije, al principio si me dijo ahora no mi mano acariciaba su coño sus vellos, y la otra su teta, estaba empezando ella a calentarse de nuevo, le dije, este coñito te lo voy a rasurar, entero, ella sonrio entre suspiros te gusta bien peladito si le dije bien peladito, y comerlo bien abierto delante de ese cabron, y dicho y hecho, se lo rasure fuera volvimos a meternos nos bebimos la copa la tenia de nuevo caliente como una perra lo sentía estaba deseando le hiciera lo que le había dicho.
Salimos nos secamos, y entramos en el salón incorpore al cabron sin quitarle las cintas hasta la silla frente al sofá allí lo sente mofándome aquí tendras una buena vista de como jodo a tu mujercita.
Le comí el coño lenta y largamente, entre gemidos de ella, hasta que se corrió de nuevo, pero nada mas correrse yo de rodillas ella sentada en el sofá le alce las piernas, su coño estaba de nuevo mojadisimo entre sus jugos y mis salivas mi polla entro, en aquel coño blando recién corrido, comencé a follarmela lentamente, y pronto tuve a aquella leona encendida, después me subi en el sofá me estire y la monte en mi polla dándome ella la espalda y quedando frente al marido, como gemia la zorra, como le ponía verse montada y mirar a su cabron, hasta que termino corriéndose cayendo hacia delante, entonces me quite me puse tras ella, ahora estaba, de nuevo cansada y me dedique a lubricar su culo con mi saliva, empece lento tranquilo, dedo a dedo, mas de 15 minutos, hasta que solo con saliva logre dilatar su culo y ella escapar gemidos tras gemidos me coloque en cuclillas ella estirada en el sofá y la encule ante el poco a poco con paciencia y delicadeza, termine petandola hasta el fondo, me movi lentamente mis manos en sus duras nalgas, hasta que me corri en su culo, pero Julia estaba encendida de nuevo, cuando me corri ella se quito quede sentado en el sofá pero ella me hizo levantarme cogio una silla me sento junto a su marido se sento en el suelo, mi polla estaba caída, aunque gorda y se la metio en la boca, mientras con sus dedos se tocaba el coño se masturbo de esa manera con mi polla en la boca, y esta vez si cayo rendida.
Solté a Arturo, este estaba dolorido por todo aquello pero satisfecho, y nos dimos una ducha rápida, los tres Arturo iba calentísimo, pero sabia que debía hacer yo, por sus indicaciones, no le deje se masturbara obedeció y salimos a cenar, la ultima parte, el caliente y cornudo, llendo a cenar, con su cornador, y su esposa ya bien follada por este, Julia y yo estábamos bien desahogados pero Arturo se le veía como le calentaba todo aquello, y disfrutaba a su vez con esa especie de castigo, y a su vez placer para él, fuimos a un pub tomamos dos copas y volvimos al coche, ya en marcha Julia se coloco atrás conmigo, y casi la follo allí, la deje con las tetas fuera, le comi el coño hasta llegar a casa, la saque del coche con las bragas en mi bolsillo medio vestido la parte superior quitada y las tetas por fuera del sujetador, entramos en la casa, Arturo se sento en una silla mientras su esposa ya me la estaba chupando, de rodillas, la coloque de pie contra la mesa y me la follé así, Arturo se corrió haciéndose una paja diciéndome que era muy cornudo y me follara a su mujer, esta a su vez gritaba de gusto y yo daba y daba caña al coño de Julia meintras esta se corria tras su marido, me saco la polla de su coño me beso, y me dijo espera un poco, quiero que te relajes y me folles en el dormitorio, mientras este cabron duerme en el otro dormitorio y me escucha como me follas, anda amarralo toda la noche
Le hice ir al dormitorio y volvi a cintarlo de pies y mans diciéndole asi no podras hacerte una paja si escuchas como me jodo a tu mujer, le puse la manta pero no encima sino suelta y queel se buscara la vida.
Me jodi a Julia hasta que terminamos reventados mi plla dolorida el glande, la monte lentamente la devore, ahora soy su amante vivo en su ciudad y trabajo en su empresa.
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