Casado y cogiendo con la comadre
Bueno, uno como hombre casado jamás estará satisfecho y menos siendo ninfomano..
Buenas queridos lectores, les vengo a contar lo que estoy viviendo en estos precisos momentos, mi nombre es Ger y tengo 30 años, soy de la ciudad de Santiago de chile, estoy casado hace 2 años con Sofía, una mujer de 39 años, llevamos una relación de hace casi 8 años y tenemos 2 niños, al inicio de la relación Sofía era una mujer candente que se entregaba por completo en cada acto amatorio, lo hacíamos en cada rincón de nuestra casa, living, comedor, cocina, baño, incluso llegamos a hacerlo en las camas de nuestros hijos, pero como todo lo bueno, esto comienza a decaer.
En este último tiempo (entre 2023 y 2022) comencé a notar que mi esposa perdía su apetito sexual, teníamos relaciones cada vez con menos frecuencia, de tener relaciones 6 de 7 días a la semana, ahora con suerte 1 a 2 veces por semana.
Yo a mis 30 años soy un ninfomano que quiere estar metiéndole todo el día, pero ya que mi mujer no me da chances de hacerlo, comencé a recurrir a la masturbación, la cuál en un comienzo era satisfactoria (no al punto de estar penetrando a mi esposa) pero cumplía su cometido, pero ya después de revisar galerías completas de páginas XXX, comencé nuevamente con mi necesidad de satisfacerme sexualmente.
Un día cualquiera me encontraba en mi trabajo (soy administrativo en una importante empresa internacional) me suena una notificación en mi teléfono, era mi comadre, la llamaremos Nena, que me había hablado después de 5 años que no lo hacíamos (estuvo en una relación tan tóxica que su pareja le controlaba las redes sociales) entenderán que fue una gran sorpresa para mí.
Nena: Hola negrito, tanto tiempo sin saber de ti.
Yo: Hola Po olvidona, bastante tiempo, que paso? Te libraste del tóxico? Jajajajaja.
Nena: Si negro terminamos y volví a la casa de mi mamá hace un par de semanas y te encontré en Instagram y te hablé.
Yo: Mish, que bueno que volviste con tu mamá y tu hermano (hasta aquí yo no imaginaba lo que iba a contar) el apoyo de la familia es importante despues de estos cortes.
Nena: Negrito mi hermano se fue a vivir con la mamá de su hijo y mi mamá está hospitalizada, casi se muere, tuvo varias taquicardias y si nos demoramos 5 minutos en llegar al hospital, hubiera entrado en paro cardíaco y hubiera muerto.
Yo: me estas… Que mal, si necesitas hablar o apoyo emocional cuentas conmigo, sabes que además de ser padrino de tu hijo, soy tu mejor amigo.
Nena: Gracias negro, siii me encantaría que pudieras venir y estar conmigo para que conversemos de todo lo que me está pasando.
Yo: Dale, hoy saliendo del trabajo voy para tu casa, espérame con una bebida jajajajaja.
Luego de enterarme de todo esto estuve pensando todo el día en su situación, pensando como podría ayudar, me dije, bueno más adelante pensaré como apoyar económicamente, ahora lo emocional es más necesario.
Termino mi jornada laboral y me dirijo a su casa en mi auto, llegué rápido, ya que desde mi trabajo, su casa está muy cerca, apenas nos vimos nos abrazamos muy fuerte, fue tan fuerte la forma que me apretó que sentí hasta el último centímetro de su cuerpo, sentí desde un par de pezones con la punta un poco dura, hasta la temperatura que emitía su entrepierna, sintiéndose incluso la humedad de sus partes.
Estuvimos un buen rato abrazados, acariciando nuestras espaldas con nuestras manos en señal de apoyo, cuando decidimos separarnos, nos quedamos mirando a los ojos fijamente unos 15 a 20 segundos, nuestras bocas estaban a unos 20 centímetros de separación, podía sentir hasta su respirar, de la nada se acerca a mi boca y me besa, yo me sorprendí, pero en vez de separarme de ella, correspondí el beso con mucho gusto, luego me pidió disculpas, que no sabía por qué lo había hecho, yo le dije que estuviera tranquila, que seguramente se debía a su estado emocional, entramos en la casa y me ofreció si quería tomar bebida, a lo cual accedí, me estuvo contando de su vida estos últimos años que estuvimos sin comunicación. Después de mucho conversar se queda callada y mirándome.
Yo: Te pasa algo? Por qué te quedas callada y mirándome así?
Nena: No dejo de pensar en el beso que te di, en lo avergonzada que me siento por lo que hice.
En ese momento suelto una carcajada y le digo «tranquila, fue un mal entendido» y me dice que ese era el problema, que no había Sido un accidente, me dijo que siempre le guste, pero que no fue capas de decírmelo y que cuando supo que me case, lloro muchos días seguidos.
La mire un par de segundos, note un brillo en sus ojos, me acerque, la bese muy suavemente en los labios, beso que correspondió con la misma suavidad, nos despegamos del beso, la miro fijamente y le digo «eso tampoco fue un accidente» y comenzamos a besarnos con más pasión.
Nena: Negro, estás conciente de en que terminara esto?
Yo: Tu crees que no lo sé? Estoy dispuesto a llegar hasta las últimas instancias.
En ese momento volvimos a besarnos, comenzamos a dar vueltas por la casa mientras nos besábamos, hasta que llegamos al comedor en dónde de una la subí a la mesa, ella me quito mi polera y quedó mirándome el cuerpo como niño mirando una vitrina llena de juguetes.
Nena: Negro estás demaciado rico, que le hiciste a tu cuerpo? (Cuando comenzamos nuestra amistad, era un gordo de 135 Kg, así que se imaginarán que a la vista no era muy agradable)
Yo: 5 años de comer sanamente además de sesiones de gimnacio de entre 2 a 3 hrs al día, ahora estoy pesando 85 Kg (un cuerpo bien tonificado, piel bronceada, con la pretina de mi boxer saliendo de mi pantalón y lo que todo hombre quiere, un six pack en el abdomen)
Nena: Que buen cuerpazo que me comeré!!!
Y empieza a besarme el cuello, los hombros, bajando por mis pectorales hasta mis pezones, los cuales mordió suavemente provocando un escalofrío en mi cuerpo que puso mi piel de gallina.
Yo levanto su polera y para mí sorpresa no llevaba ropa interior en su parte superior, así que comencé a besar su cuello y bajar hasta su pechos, comencé a comerle una a la vez y mientras la otra estaba en mi mano y la mano que quedaba libre comenzó a bajar y a meterse en sus shorts, antes de meter mi mano en ese santuario, por mi mente paso una idea, si no llevaba su sosten por lógica no debería de tener calzon, cuando mi mano entro en ese caminos exquisito, efectivamente, no traía nada. Su zona estaba totalmente depilada, tan depilada que no se sentía ningún pelito y y con una sonrisa en la cara le digo «tenías todo esto planeado, mira como estás con la mesa servida para pesar a comer» en eso me arrodilló, pongo mi cara a la altura de su templo del placer, y comienzo a jugar con sus labios, muerdo suavemente cada milímetro de esa vagina exquisita, paso a su monte de Venus, comienzo a pasar mi lengua suavemente, a veces pasaba la parte de las papilas de mi lengua desde más atrás de la mitad de mi lengua hasta llegar a la punta de está, saboreando esos ricos jugos que comenzaban a salir, luego, tome más ritmo y ya era una comida de vagina de las mejores que he hecho.
Ella comenzó a contraer el abdomen y fue cuando supe que debía de parar si quería que ese momento no terminará tan rápido para ella, me salgo de su entrepierna y ella de un brinco se arrodilla y me dice «me toca a mi, está es la parte que más me encanta» y comienza a pasar su lengua por la cabeza de mi pene, el cual no encuentro muy grande, medido con una regla mide unos 22 a 23 Cms de largo y unos 7 Cms de ancho, ella siguió así un rato, cuando de repente se separa un centímetro, habré su boca y la deja entrar hasta el fondo, ahogándose y haciendo arcadas, dejando mi pene lubricado con los fluidos que emanaban del interior de su garganta. Estuvo así por varios minutos luego se volvió a subir a la mesa y abrió sus piernas, me coloque en medio de esas largas piernas y me abrazo con ellas fuertemente de la cintura, con ese movimiento mi pene quedó a milímetros de su entrada, empeze a avanzar lentamente, siempre viendo su cara, más concretamente a sus ojos, ella hacia lo mismo.
Nena: Negro, si quieres parar te entiendo perfectamente, eres un hombre casado…
Con la mano izquierda le tapo la boca, me acerco a su oído derecho y suavemente le digo «shhh… Tu solo disfruta de este momento, que yo are lo mismo» sin quitar mi mano izquierda de su boca, tomo con mi mano derecha el tronco de mi pene y empiezo a introducirlo lentamente, cuando estaba entrando el primer centímetro, sus ojos se fueron al techo y estaban casi por completo en blanco, comenzó a morder el lóbulo de su oreja y sin parar de introducir centímetro por centímetro mi pene en su vagina, cuando llegó a tope, quite mi mano de su boca y soltó un gemido que resonó hasta en el último rincón de esa casa, me quedé dentro de mi comadre por casi un minuto sin moverme, cuando siento que su vagina comienza a ceder, comienzo el moviento de mete y saca pero siempre con suavidad y cuidado, tirando mi torso hacia atrás para dar espacio para poder ver ese momento, ambos miramos hacia abajo y vimos como entraba y salía de su ser, sentí que tan caliente estaba ella, cuando con ambas manos enterró sus uñas en mi espalda, haciendo que por el leve dolor me moviera más bruscamente hacia adelante, introduciendo de un solo envión todo mi pene. Ella me miró a los ojos, pero ya no era esa tierna mirada, al contrario era una cara de caliente, entendí el mensaje, y comenzó un mete y saca frenético, comenzaron a escurrir líquidos y empapar toda la mesa, la toma fuertemente y haciendo un poco de fuerza la cargue en mis brazos y como en las mejores escenas del porno, la penetre en esa posición.
Nena: Uuuyyy negro que rico tienes el pene, siento que me topa en todos lados, dale rapidoooo…
Yo: Negrita rica, te voy a hacer mia toda la tarde hasta que nos cansemos y no podamos mi caminar.
Nena: Negro hazme tira por favor…
Yo: Sus deseos son órdenes…
Me senté en el sofá con ella encima, en ese momento comenzo su turno de moverse, comenzo con un movimiento hacia atras y adelante don sus caderas, me hacían rozar su clítoris con mi pelvis, después de un buen rato con ese movimiento, comenzó a acelerar el ritmo de su movimiento, cerro sus ojos y comenzó a jadear, me di cuenta que sus gemidos ya eran gruñidos y que su boca se estaba secando y la velocidad seguía aumentando hasta que…
Nena: Negro voy a acabar!!!
Yo: Dejalo salir todo… No te contengas…
Comencé a chupar sus tetas como si me las fueran a quitar…
Y en ese momento saco desde lo más profundo de su ser, un orgasmo que hizo que su cuerpo se estremeciera por completo, seguí comiendo sus tetas como si mi vida dependiera de eso, cuando ella de la nada se pone de pie en el sofá, quedando su vagina frente a mi cara y soltando un chorro de squirt en mi cara, el cuál abrí mi boca y bebi lo que más pude, me trague hasta esa última gota que salió de su ser, sus piernas temblaron y se desplomó en el sofá.
Le tomo uno minuto reponerse, ya estando más repuesta y pudiendose mover, se pone en 4 y abre sus nalgas, no fue necesario decir nada, me fui directo a su culo, le di un par de lenguetazos, los cuales se complementaban con metidas de lengua en su ano, ella volvió a gemir y cuando dió su tercer gemido, me incorpore detrás de ella, apunte la cabeza de mi pene en la entrada de su culo y cuando ya me disponía entrar lentamente, ella en un movimiento se tira hacia atrás y mete de un solo golpe todo mi pene en su ano, dando un grito-gemido, el cual hizo que quisiera sacarlo para ver si no le había hecho daño, cuando saque el primer centímetro de su culo me dijo…
Nena: Que ni se te ocurra sacarlo… Dame lo más fuerte que puedas y lléname el culo hasta que chorree.
Yo: Sus deseos son órdenes…
Fue entonces cuando comenzó un entra y sale de ese culo, que si uds. Sintieran el como golpeaban nuestros cuerpos, estarían una semana con dolores de pelvis.
No tarde mucho más en correrme en su culo, me quedé dentro de el hasta que mi pene volvió a su tamaño normal.
Le dije que esto podría pasar las veces que ella quisiera y ella me dijo que cuando yo pudiera la pasará a ver para repetirlo muchas veces más.
Ahora hago «horas extras» casi todos los días en mi trabajo, llegando muerto a mi casa y diciendo que he tenido muchísimo trabajo y pensando si mi esposa no me quiere aprovechar… Quién soy yo para negarle a otra mujer que se aproveche de mi y calme esas ganas de follar.
Si les gusto el relato háganmelo saber, más adelante les comentaré como me metí con una compañera de trabajo, en el baño de la oficina, el cual está al costado de la sala de reuniones llena de jefes.
Un saludo amigos míos…
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