casi en el cielo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Te voy a contar, cuando mis hijas asistían al colegio de monjas porque eso equivalía a estar en el mejor centro educativo de la ciudad, establecí algunas relaciones con las monjitas y asistía regularmente a las misas y eventos que ellas muy frecuentemente organizaban, ya sabes, para recabar fondos, si bien que viven los curas. En una ocasión en una misa me presentaron a un padre que se prendo de mi, pues yo tenia un cuerpecito que ya quisieras tener en tu camita una noche. Y quien sabe por que pero le caí re bien al cura ya entrado en años, como 50. No perdía la oportunidad de saludarme y de besarme en la mejilla pero yo me sentía incomoda pues las otras amigas lo notaron.-
Se me ocurrió ofrecerle un auto wv y el encontró como pretexto ese motivo para agarrarme como un perro a su perra, sin dejarme ni a sol ni a sombra. Era una oportunidad para correr una aventura, muy cachonda pues nunca se me hubiera ocurrido con un sacerdote. Pues bien, el me pidió probar el carro para ver si se animaba a comprarlo, pero yo ya sabia por donde iba.
Ahí me tienes acompañando al cura, ya sin sotana, era todo un caballero y mi esposo, pues como sabia que era el cura, hasta el lo respetaba, tratando de ganar el cielo. Comenzamos a que el probara el carro pero que se mete por un camino solitario, yo le pregunte oiga padre no nos vallamos a perder. El me contesto, no, yo conozco muy bien por acá. Bueno hasta que llegamos a un claro en el pequeño camino y se estaciono bajo una sombre de arboles frondosos. Pero ni un alma por ahí, yo le dije es mejor regresar y el me dijo un ratito nada mas y que me mete la manaza entre la falda, como un reflejo cerré las piernas pero ya me tenia el pabellón de la oreja bien prendido con su boca, la cual resoplaba y me hizo perder la noción de lo que hacia. Sus dedos hábiles alcanzaron mi monte de Venus y yo casi involuntariamente abrí las piernas, el aprovecho la humedad que ya me estaba brotando y comenzó a frotar mi clítoris- que experto- yo comencé a jadear y a agitarme hasta que no me quedo de otra que lo comencé a besar en la boca y en sus pezones que ya se había descubierto. Para entonces también me había levantado la blusa y me succionaba los pechos, como tenia unos meses de parida, todavía me escurría algo de leche y el estaba encantado mamando, lo cual hizo que me recorriera una descarga eléctrica por todo mi cuerpo pero que se estaciono en mi vientre y mi panocha, la cual ya estaba bien mojada, que digo empapada.
Para entonces el estaba cómodamente sentado en el asiento recorrido hacia a tras y no me costo trabajo quitarme el calzón, el se descubrió una gran verga que me hizo tragar saliva, era una mandarria de 30 cm mas o menos, tan gruesa como un bat de beisbol, cabezón y palpitante; me sembré en ella y sentí como poco a poco se me fue introduciendo hasta que la sentía yo en la boca del estomago, la comencé a apretar y se le pusieron los ojos en blanco, era un meneo del wv y un rechinido que hubieras visto. Como a los 20 minutos yo ya estaba muerta, pues me había venido como una diez veces y el pinche cura ni se mosqueaba, sentía aquel poste tan duro que yo pensé que ya estaba muerto de tieso, pues seguía con los ojos en blanco. Dije bueno este verga no va a acabar nunca y entonces me cambie de agujero, con el mismo jugo de mi panocha le embarre la cabeza y que me le siembro pero con el culo. Ha puta entonces si sentí que me llegaba hasta el librillo, empecé a gemir y a bramar y el también, le apretaba yo la verga hasta que por fin empezó a convulsionar y emitir una palabras en latín que no entendí. Así estuvo como un minuto, y yo ya no veía. Yo también sentí un chorro de algo caliente dentro de mí que me puso a temblar…. ahí quedamos como media hora uno sobre el otro chupándonos, balbuceando, soporosos, hasta que reaccionamos lentamente. Me acicale y me acomode la ropa, el hizo lo propio y decidimos regresar…..
Entonces me puse al volante y conduje de manera segura, sin poder quitarme de la mente el episodio acabado de vivir, mmmm……Llegamos ya entrada la nochecita a la ciudad y me invito un café en la parroquia, me dijo, no me convence el wv aun, lo podíamos probar otra vez?
Yo le conteste padre cuantas veces quiera, sus deseos son sagrados para mí. Sin importarle que le vieran y en la soledad de la sacristía, me pego otra cogida de a perrito con esa gran reata que termino por hacer que me pedorreara y corriera al baño porque me estaba cagando.
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