clienta satisfecha

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Tengo un consultorio de bioprogramación, combino esta disciplina con el masaje relajante, música y luz tenue, logrando efectos muy positivos en mis pacientes, bueno hasta hace unos días…
Maureen, es una hermosa mujer de 45 años, en realidad aparenta unos 32, sus carnes son firmes y su blanca piel tersa es excitante… un día Maureen pidió una cita, pues no tenía ni idea de lo que hacíamos en el consultorio, al llegar la atendí siguiendo el protocolo de primera vez… era una mujer estresada por la soledad, con constantes migrañas e intensos episodios de ansiedad.

Adecuamos la sala, bajé la luz casi a un estado de penunbra, coloqué el tono binaural para liberación de tensión, la llevé a un estado de relajación, seguidamente realicé un masaje a conciencia, recorriendo suave, lentamente su hermoso cuerpo… una hora después pagaba la consulta y establecía una cita para dos días después, cuando regresara de un viaje de compras a Miami.

Cuando la vi llegar con su vestido negro, estrech, dibujando cada curva de su delicioso cuerpo… jamás pensé que su cuerpo estaba ardiendo por cojerme… seguimos el procedimiento normal, le pregunté como se había sentido en los últimos días… -ansiosa, fué su respuesta, su respiración cambió pasó de relajada a jadeante, se incorporó… el paño que cubría sus hermosos pechos cayó de aquellas preciosas torres, sus pezones duros y rosados pasaron rozando mi boca abierta ante tanta mujer…

Sus manos blancas y tienas se tornaron en garras, apretando fuertemente sobre mi pantalón, donde yacía escondida mi picha bien caliente ya, ante aquella mujer que me agredía sedienta de sexo… con dificultad me sobre puse a aquel sorpresivo ataque sexual, y tomandola en mis brazos, besé con locura, con frenesí, aquellos carnosos labios, cuanto más la besaba, más quería explotarme aquella picha que ya quería meterse en su panocho que choreaba sus jugos en sus piernas… besé sus labios, mi lengua lamió su cuello su espalda, aquella mujer gemía, gemía y me pedía a gritos: !métemela ya¡ !métemeña ya¡ y aunque yo tambien estaba a punto de explotar, sin siquiera habersela metido, me contuve, me traquilicé y mamé sus pechos mmmmm que delicias, uuuyyy mami que riiicaaa… hijueputa que me la metas te digo…. noooo mi amor, espérece un ratico más, espérece, ya le doy su picha, espere mame, tenga paz…

La Subí a la camilla, la senté de forma que sus contorneadas piernas quedaran abiertas, abiertas para que mi lengua golosa bebiera sus calientes jugos, pegó un grito que fué seguido de un chorro de lechita, uyuyy que rica lechita, mi colmillo se clavó suavemente pero firme en su hermoso clítoris… su cuerpo se curvó, gritó, jadeó intensamente y se comenzó a venir, una y otra vez, otra vez, aquella delicia de mujer era multiorgásmica y era un chorro y otro chorro… ahí mismo le clavé mi picha ansiosa por aquella rica cueva empapada en lechita caliente y más y más espasmos, su panocha me exprimía el pene, era una mezcla de dolor que me llevaba al placer, y se la clavé, se la clavé una y otra vez, hasta que exploté, si, literalmente exploté dentro de ella…

Hoy mi consultorio está cerrado, bueno solo atiendo a Maureen, ella sin que su marido se entere, llega cada semana, puntual, excitada, lista para ser mi mujer.