Cogiendo a la hija de la sirvienta
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Todo sucedió demasiado rapido. Pero es una excelente experiencia que quiero compartir con ustedes, amigos lectores de relatos eroticos. Me pueden decir Fidel (ficticio) y tengo 32 años, diez de casado, aún no tenemos hijos, ya que mi esposa y yo decidimos terminar nuestras carreras universitarias y luego trabajar un poco en eso.
Doña Mina ha sido nuestra sirvienta desde hace casi seis años consecutivos, ella tiene unos 49 años. Resulta que yo estaba por salir a mis vacaciones anuales (3 semanas), cuando ese día doña Mina no se presentó a trabajar, mi esposa que tiene el número teléfonico de ella la llamó, al parecer doña Mina estaba padeciendo de acido urico en los tobillos de una de sus piernas, lo que le impedía trabajar, una familiar de ella que fue la que constestó el teléfono y le comunicó a mi esposa que ella había ido al seguro social, pero que nomás regresara le devolverían la llamada.
Al final de ese día mi esposa, después de trabajar (ambos trabajamos durante el día), se volvió a comunicar con doña Mina y ella le comunicó que estaría afuera al menos dos semanas completas, mi esposa sabía que yo saldría de vacaciones y que no habría nadie que me atendiera durante esos días, asi que platicó con doña Mina para ver la posibilidad de que alguien de su familia pudiera cubrirla durante su ausencia. Para no hacerlo largo, doña Mina envió a Juanita, la más pequeña de sus hijas, cuando la ví por primera vez, debido a su talla tan pequeña, pensé que tendría unos 12 o 13 años de edad, pero en realidad más adelante supe que tenía 17 años, como dije su talla era pequeña, puede ser por la raza o bien por la alimentación, pero realmente era una muchachita morena cobrizo, delgadita, con pequeños senos, casi no tenía caderitas, piernitas delgadas y un culito pequeño pero bien definido, tenía los dientes grandes de adelante, pero era muy simpatica y sonriente.
Mi esposa estuvo tentada en no recibirla cuando la vió, pero por la necesidad decidimos aceptarla. Juanita se reía de todo, era muy extrovertida, y en algunas cosas era confianzuda. Al principio yo no le guardaba la menor atención, pero mi morbo empezó a crecer a raíz de que una mañana vi que en la sala alguien había registrado unos cajones y lo que estaba desarreglado eran unos videos pornos que yo guardaba allí. Yo sabía que solo Juanita podía ser la responsable, ya que como dije mi esposa y yo trabajamos hasta la tarde. Asi quedó por el momento. Pero en cierto día que yo andaba de comisión estaba cerca de la casa, visitando algunos clientes, ya que la semana siguiente yo entraría de vacaciones. Estacioné el auto no enfrente de la casa y abri la puerta sigilosamente, llegué a la sala y vi a Juanita sentada frente al televisor, viendo uno de mis videos porno, su mano estaba entre sus piernas, ese día llevaba vestido.
En la pantalla estaba una mujer dandole una mamada de verga a un tipo con un nabo enorme. Me acerque y le dije -que haces Juanita??-, creo que ella allí se murió, se sonrojó toda, no sabía que hacer o decir, solo atinó apagar el televisor con el control remoto. –calmate!, calmate!, espera, espera!- le decía yo, -ven aquí!- le ordené. Ella llegó toda asustada. –Asi que te gusta ver como cogen las personas!- Juanita con la cabeza decía que no. –Calma, calma, no le voy a decir a tu patrona, pero debe ser nuestro secreto y ya veremos después, vete a hacer los quehaceres-, mi mente como pocas veces, quería aprovecharse de la situación. Asi quedó, yo me retiré y a los pocos días, para ser exactos un día lunes que comenzaron mis vacaciones.
Debo aceptar que los días anteriores, había estado pensando como aprovecharme de la situación anterior, en la que descubrí a Juanita viendo mis videos porno. Asi que eché a andar mi plan. Ese mismo lunes, mi esposa se había ido a trabajar, me bañé y le grité a Juanita que por favor me alcanzara una toalla (yo había escondido la que había en el baño), antes de que llegara, me pajie la verga para dejarla semierecta, salí de la ducha y la esperé alli totalmente desnudo con la verga casi empalmada. Juanita llegó con la toalla, tocó la puerta, yo dije adelante, ella entró y me vio allí parado con mi gorda verga alli desnudo, ella dejó caer la toalla que llevaba y dijo -ayy patron!!-. –Que te pasa Juanita?- le dije tranquilamente. –Es que usted está desnudo- dijo ella viendo hacia otro lado.
-Bueno, y los tipos en el video no estaban desnudos también pues!!, – y tu lo veías, porque no me puedes verme a mi!- le dije para contrariarla.
–Asi que recoje y dame la toalla-, Juanita se volteo y la recogió y luego me la dio, no dejo de ver de reojo mi verga. Ella iba a salir, cuando – no te vayas Juanita!- dije, -acaso no has visto un pene de hombre!- ella dijo que no con la cabeza. –Eres virgen?- ella también dijo que no con la cabeza.
–Entonces??-, Juanita levantó la vista y me dijo que si había visto una, pero era la de su antiguo novio, quien fue su primero en su vida, quien le quitó la virginidad, pero que no había visto una de hombre adulto.
Siguiendo mi plan que había salido casi perfecto hasta allí. La tomé de la mano y la llevé a la sala, -Adonde me lleva patrón?- me decía ella. La senté en la sala y busqué uno de los video porno, le dije que a cambio de no decir nada a su mamá y a mi esposa, yo quería que vieramos unos de los videos juntos, yo solo tenía la toalla enrollada a la cintura, ella asintió con la cabeza de nuevo. –Ahh pero, yo estoy solo con toalla y tu estas vestida, eso no es justo, quitate la ropa!- le dije. Ella en pocos segundos se quedó con un calzoncito raido y su sujetador. Puse el video y la abracé, a los pocos minutos había una pareja en la pantalla dandose un festin de sexo oral, ella mamando su verga y el comiendose su panocha, en una clasica 69. Le tomé la mano a Juanita y zafandome la toalla, se la puse alrededor de mi verga y comencé a pajearme con su mano, luego la solté y dejé que ella siguiera el movimiento hacia arriba y abajo, yo estaba excitandome sin remedio y sabía que ella también.
Con la otra mano me fui atrás de su espalda y desajusté su brazzier, luego lo quité, quedaron dos lindas tetitas con forma de volcancito con los pezones morenos. Luego puse mi mano entre sus piernas, Juanita la intentó cerrar, pero mi mano había quedado entre sus piernitas, con mis dedos empecé a acariciarle su panochita sobre su calzoncito, asi que hubo un momento que ella me acariciaba el nabo y yo le acariciaba su rajita. En la televisión empezó la acción y el tipo se montó sobre ella y la penetró, luego comenzó a follarla duro. –Ya te han cogido en esa pose?-, le pregunté. Ella que estaba con cara de excitación, me volvio a negar con la cabeza.
Su manita ya apretaba seriamente mi verga, alguna gotita de semen salía por la cabeza de mi nabo. Yo tomé la iniciativa y giré hacia ella, la acosté en el sofá, subi sus piernitas, saqué su calzoncito, quedando ella totalmente desnuda, yo me quité la toalla y me monté sobre ella. Juanita se dejó hacer todo sin oponer resistencia, me coloqué en medio, vi su rajita pequeña, con labios vaginales morenitos, puse mi verga en su entradita y me dejé de ir encima de ella, a la vez que le hundía mi nabo, al principio sentí que mi verga era muy grande en relación a su panochita, pero empujé y sus labios menores desistieron y pude sentir lo caliente de su interior, casi me quemó la verga, del interior de su vagina. Le metí la mitad de mi nabo y ya encima de ella, comencé a mover la cintura, mi verga entraba un poco y salía hasta que su panochita se comió toda mi verga.
Juanita empezó a gemir, luego casi a chillar de pasión. Yo arremetía con todas mis fuerzas mi verga contra su panochita. La verdad es que estaba excitadismo por es chiquilla que me parecía poco atractiva. La fajé como si hubiera sido la última mujer en el mundo, el sofá rechinaba del movimiento que yo le ponía sobre Juanita. Ella me envolvió entre sus piernas, sus pies los sentía en mis ponpas, luego me dirigí a sus pequeñas tetas y casi las mordí victima del climax de la follada. Juanita solo se limitaba a gemir y chillar de placer.
Yo estaba llegando a mi limite, me sujete de la orilla del sofá para darle más duro y que la pentración fuera más salvaje, sentí la uñitas de Juanita en mis brazos, luego ella inundó de fluidos su vagina, eso me calentó más y me hizo llegar, saqué mi verga de su vagina y me vine en interminables chorros de semen, los cuales eché sobre el cuerpo horizontal de Juanita, mi leche cayó entre sus pechos y alguna en su rostro. Yo emiti un quejido de satisfacción cuando eché mi ultimo chorrito de esperma. Luego vi que Juanita se levantó y se fue al baño para asearse un poco.
Al rato ella regresó al sofá, yo seguia desnudo con la toalla solo tapandome la verga. En el video en ese momento había un tipo cogiendose a una muchacha en posición perruna, me quedé asombrado de lo que me dijo Juanita a continuación, -Esa tampoco me han echó!- como diciendome que quería hacerla conmigo, yo que aún seguía caliente, vi que mi verga estaba semiflácida y le dije descubriendomela, -Hagámola, pero me debes primero chuparmela para que vuelva a crecer!- Ella sin pensarlo mucho se avalnzó entre mis piernas, la tomó con la mano y se la llevó a la boca y comenzo a chuparla, cabe decir que mi verga aún tenía semen y restos de sus propios fluidos vaginales, regado en el glande y el tronco, pero ella se chupó sin asco, limpió toda mi verga de mi semen y de sus fluidos, yo la tomé de su cabecita y le ayudé en el ritmo de la mamada, mi verga en pocos minutos estaba de regreso, erecta como el concreto.
La coloqué en el sofa en cuatro con el culito hacia fuera. Pase y froté mi verga en su ano y en su panochita varias veces, luego se la dejé ir, la penetré lentamente, pero no dejé de empujarla hasta que todo mi tronco estaba en su interior, luego comencé a bombearsela sujetandome de su delgada cintura, pude ver que su trasero, era pequeño pero con forma de corazoncito, lo cual era delicioso para la vista. La fajé por buenos minutos en la posición perruna, luego ella comenzó a mover su trasero en pequeños circulos, lo cual me prensaa la verga y me daba mucho placer. Juanita tuvo otro orgasmo y casi se dejó caer, pero yo la sujete de su cintura y la follé tan duro que temrine por chorrerme, esta vez los primeros chorros entraron en su vagina, pero lo saqué y eché el resto de mi leche en su culo y nalgas. Ahora si estabamos agostados, ella se quedó alli acostada en el sofá con los ojos cerrados y yo me levanté y me fui a cambiar a mi recamara.
Había sido un buen inicio de vacaciones. Durante el día Juanita me abrazaba, ella era muy extrovertida, cuando ella estaba lavando los platos del almuerzo, yo llegaba y ponía mi paquete en sus nalgas y se la frotaba, ella sonreía y reia.
Mi segundo día no pudo ser mejor. Estaba adormitado, me había quedado dormido más del tiempo que yo acostumbraba, oí entrar en la habitación a Juanita, luego sentí que levantaba las sabanas y luego sus manitas tratando de bajar mi boxer, yo seguía con los ojos cerrados, luego siento su boquita metiendose mi glande y luego el tronco flácido de mi verga, ella me empezó a chupar el nabo, poco a poco este se puso tieso y duro entre de sus labios. Además me chupó y lamió mis cojones, fue una divina mamada. No aguanté y la tomé le rompí su calzoncito, le abrí las piennitas y le devolví la mamada, se lamí toda su rajita, incluido su ojito del culo, le metí un dedo en su panochita y otro en su culito, este úlitmo estaba apretadisimo, pero le dejé ir medio dedo adentro. Luego la pajie, ella chillaba y pataleaba de placer, hasta que se vino con mis dos dedos.
Luego la folle de tres posiciones, primero me subí encima y la clavé hasta el fondo y le di duro por varios minutos, Juanita alcanzó otro orgasmo allí, después la hice que se subiera encima de mi, en la clasica candelita chorreada, ella me cabalgó como si hubiera sido jinete, su pequeña vagina me llevó a mi primera chorreada del día. Por último la puse de lado y la penetré levantándole su piernita, allí acabamos los dos casi al unisono. Invertimos una hora y media casi en esta tempranera follada.
La semana siguió casi igual, le echaba dos o tres palos antes de que llegara mi mujer. A la semana siguiente se le ocurrió a Juanita que nos vieramos fuera de la casa, tuve que inventarme que visitaría algunos amigos del trabajo, eso fue en la noche. La pasé a traer en la casa donde trabajaba, también de sirvienta, una prima, ella (Juanita) salío a la puerta con la prima, mi impesión fue que salió con una faldita bien corta, una blusita pegada a su torso que marcaba sus pequeñas tetitas y zapatos de tacón, realmente se miraba como una putita, se subió al auto, mientras su prima me miraba fijamente con cara de morbo. La primita se veía bonita, mejor rostro y cuerpo.
Me llevé a Juanita a un motel, donde cogimos por dos horas, hicimos sexo oral hasta el cansancio, allí le rompí su pequeño culito, entre gemidos y gritos, eso será en otro relato solo de esa ocasión. Fue una noche lujuriosa.
A la semana siguiente, volvió a llegar doña Mina a la casa, ya aliviada de su padecimiento. Juanita me envió un papelito con ella, además de decirme que me extrañará y que llegó a amarme, me escribió su telefono. Ahora estoy en contacto con ella, me ha contado que su prima (la de la otra noche), tiene relaciones sexuales con el hijo de la patrona, ahora le he dicho que de repente podemos salir los tres juntos a una fiesta. Aunque Juanita interpreta mis intenciones, y no las comparte (coger con ambas), pero, yo sé que si lo haría por complacerme.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!