Compañeros de oficina
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Cuando empece a trabajar en esa oficina yo contaba con 30 años y estaba divorciada despues de 10 años de matrimonio, se podria decir que fue un matrimonio bonito, pero se torno muy monotono y ambos decidimos separar nuestras vidas por el bien nuestro.
En fin como les decia yo estaba recien divorciada y a los hombres en mi pais les llama mucho la atencion las mujeres divorciadas, porque segun ellos son mas faciles de usar me entienden ¿verdad?, pero se llevaron muchas desilusiones conmigo, porque aunque este mal que yo lo diga, no soy una mujer de facil convencimiento, soy mas bien dada a la cosa de conquistame primero y luego de varias salidas veremos que hacemos.
En varias oportunidades estuve tentada de salir aunque sea para divertirme un rato, pero me aterraba la idea de salir con casados porque lamentablemente el mejor material masculino estaba casado.
Paso un año de trabajar en esa oficina entre flirteos y coqueteos, hasta que un dia me di cuenta que uno de los que alli trabajaba, que era casado y que parecia bastante fiel a su mujer y fiel padre de familia me llamo poderosamente la atencion, por su forma de ser, de tratarme; cada vez que estaba a su lado sentia un terrible cosquilleo en todo el cuerpo y me di cuenta que a el le pasaba lo mismo.
Un dia nos fuimos de juerga entre cuatro mi jefe, una amiga mia que por cierto estaba bastante enamorada de el, mi amor imposible y yo, fuimos a cenar a un restaurante aleman porque mi jefe era aleman y le gustaba mucho recordar su juventud y despues terminamos en una disco, estuvimos un tiempo prudencial divirtiendonos sanamente y luego yo dije "bueno tengo que retirarme"; a lo que mi amor imposible al que voy a llamar William contesto muy gentilmente "te llevo", el solo pensar en subirme a su carro fue para mi como si me estuviera diciendo montate aqui que te cojo y senti un calor en el cuerpo que hasta el momento no puedo describir, obediente me subi al carro y partio para mi casa; al subir una cuesta que habia casi al llegar a mi casa, paro en seco el carro y me dijo, "lo siento, pero las ganas que tengo de hacer esto son mas grandes",
De pronto senti su boca rozar mi boca y no pude resistirme me colgue de su cuello y respondi con un beso apasionadisimo, no se si producto del gusto que sentia por ese hombre o por la abstinencia sexual a la que estuve sometida por mucho tiempo, creo que habia ambos sentimientos, pero con ese beso estuve a punto de hacer lo que ninguna mujer que se decia decente como yo hubiera hecho, por lo que un poco bruscamente le dije que no debia hacerlo, que su situacion, que era casado y bla bla, lo unico que el dijo fue "Tu lo querias tanto como yo", ambos estamos descontrolados y no tienes que cohibirte, siento como tiemblas en mis manos, siento como te estremeces cuando me acerco a ti en la oficina, tuve que admitirlo y romper con todos los escrupulos que yo misma me habia puesto encima.
Bueno dijo tengo que dejarte me esperan, puedo invitarte a salir el domingo, el domingo, imaginense los domingos ningun hombre bien casado o feliz sale de su casa, pero supongo que cuando se trata de tener una aventura inventan cualquier cosa. En realidad no me importo, lo unico que yo queria es tener un momento a solas con ese hombre que me estrujaba los sentidos mas intimos.
Llego el domingo esperar ese dia para mi fue como esperar un regalo en mi cumpleaños, me encontraba en casa de una amiga, hasta que escuche la bocina de su carro, sali corriendo como si me estuvieran liberando de un encierro, me subi a su carro como elevada por un pedestal, ni siquiera le pregunte donde ibamos, cuando me di cuenta estabamos en la puerta de un motel, mi corazon latia tan apresuradamente que no tenia ni fuerzas para decirle porque, mi razon luchaba con mis deseos, hasta que nos vimos dentro de una habitacion bonita, comoda con un enorme jacuzzi y todas las comodidades que te puede dar un hombre apasionado.
De pronto sus manos rodearon mi no tan esbelto cuerpo, tengo que reconocer que no tengo un cuerpo como todas las heroinas de los cuentos eroticos mas bien un cuerpo rellenito, pero eso si mis meritos son tener dos hermosos, grandes y redondos pechos, acompañados de dos larguisimas y sexys piernas, ¿donde iba? ¡¡Ah!!, me rodeaban sus manos y sus brazos, que rica sensacion, que calor, ¡¡¡que gusto!!!, estaba al borde del extasis, con manos de experto iba desabrochando mi blusa, sin dejar de acariciar mi culito que se estremecia de placer al sentir manos tan varoniles, mi blusa cayo al piso y sus ojos se agrandaron de placer al ver el espectaculo que le mostraron mis bien dotados pechos.
Se puso de rodillas al piso para con su lengua acariciar mi vientre y jalar con sus dientes mi falda que ya estaba casi del todo abierta, el placer hacia que mi corazon latiera cada vez con mas fuerza y le pedia casi a gritos que hiciera conmigo lo que quisiera, me veia despojada de casi toda mi ropa, solo quedaba para salvar la poca decencia que quedaba en mi, una braguita pequeña que dejaba ver mi timida y bien guardadita rajita, pero el estaba tan ansioso de mi que sus manos no dejaban de acariciar y estrujar mis pechos, mis pezones estaban tan parados que no sentia ningun dolor cuando el los mascaba como si se tratara de un suculento bocado su lengua los recorria una y otra vez, yo ya me habia encargado de sacarle toda su ropa y nos encontrabamos tendidos en la cama, que buen trabajo el hacia conmigo, sus dedos dejaron un momento mis ansiosos pechos para bajar a mi vientre y luego uno a uno se encontraban acariciando mi rajita, la cual a esas alturas se encontraba humeda y loca por ser penetrada por ese hombre tan bien dotado.
Sus dedos se encontraban en mi coñito acariciando mi clitoris y masturbandolo, no podia razonar le gritaba que me penetrara, que acabara con esa agonia de amor a la que me tenia sometida, pero el no iba a dejar que ningun lugar de mi cuerpo dejara de gozar de tan enorme, poderoso e inenarrable placer, empezo a bajar poco a poco de mi vientre a mis pies, su boca se encontraba chupando uno a uno los dedos de mis pies lo hacia con tantas ganas.
De pronto lamiendo mis piernas, hasta sentir su cabeza entre mis muslos, separo mis piernas y con su riquisima lengua empezo a comer mi coñito, el estaba tan sediento como yo, su respiracion era caliente y me transmitia ese calor hasta el interior de mi vientre sentia como su lengua entraba y salia de mi rajita, chupando, mordiendo e invadiendome de todo ese placer que solo un amante sediento sabe dar, de pronto se sento frente a mi y separando mi piernas puso su gran pene erecto, caliente y duro en mi entradita toda mojada y chorreando mis jugos como si hubiera tenido diez orgasmos con todo ese chupeteo.
No pude contener sentir ese miembro todo hinchado y caliente en mi, que levantando mis caderas introduje todo ese portento dentro mio, lo senti gritar de placer, arremetio contra mi una y otra vez no dejaba ningun lugar dentro mio sin tocar, nuestros movimientos eran como si un terremoto los estaria guiando, sus manos no dejaban de estrujar mis pechos y yo no dejaba que ningun movimiento de sus caderas se escapen del compas de las mias, de pronto senti como toda su leche caliente invadia mi vientre, mi coñito se estremecio de tanto calor y empezo a sentir unos hermosos espasmos de placer.
Todo mi cuerpo se estremecia por el extasis y el orgasmo que estaba sintiendo, esto duro unos cuantos segundos como dura todo lo bueno en el mundo, luego nos dejamos caer en la suave cama y el con todo el cariño que puede sentir un amante por su pareja me abrazo y acaricio la cara, indicando que todavia no habia sido suficiente y estuvimos asi repitiendo esa misma hazaña por casi 4 horas, porque no podia dedicarme mas tiempo, ya saben estaba casado.
Esa fue la primera vez que sali con mi hombre ideal, luego de un tiempo les cuento nuestros otros encuentros intimos que fueron muchos y mas excitantes.
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