CON LAS MANOS EN LA MASA III /PEDRO Y MARIANN
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Entré en la casa y salude a los dos. Pedro es una cosa fuera de lo normal. No es muy guapo precisamente ni esta muy fuerte pero es tremendamente inteligente. Es moreno, relleno y con gafitas pero aun así vuelve locas a las tías. Marian es una chica normalita. Tiene el pelo negro, trigueña ,ojos café y está un poco gordita, eso sí tiene unas tetas pequeñas,pero redondas y tersas,con unos pezones que enamoran y una aureola de ensueño. Tanto el uno como la otra estaban sentados junto a una mesa y ambos sostenían unas cuantas cartas en las manos. Di dos besos a cada uno me senté a la mesa y me bebí un trago de la cerveza que me habían traído.
¿Quieres jugar?- me preguntó Marian
Sí, claro. ¿A qué jugamos?
Estamos jugando al Chinchón- me respondió
Os propongo una cosa- intervino Pedro- Por qué no jugamos al póquer.
Las dos asentimos y comenzamos a echar unas manos de póquer. Marian jugaba muy bien. Pedro era rematadamente malo. Yo me defendía. Cuando acabamos la partida Pedro propuso echar otra, pero de strip póquer. No nos lo esperábamos. Permanecimos en silencio unos segundos pero luego el alcohol nos animó y aceptamos sin reservas.Acordamos jugar veinte manos, después la partida acabaría. Para hacer la partida más igualada pusimos cuatro prendas para cada uno: las tías llevarían la ropa interior unos vaqueros y una camiseta y Pedro llevaría calzoncillos, pantalón, camisa y jersey. Al solo haber dieciséis prendas y tener que jugar veinte manos decidimos que una vez que alguien quedase sin prendas y perdiera tendría que hacer una prueba elegida por el vencedor de la mano. Así pues, empezamos a jugar. Y la verdad es que la cosa no podía empezar mejor.
La primera mano la ganó Pedro, y nosotras,nos jugamos en un mano a mano perder la primera ronda. Gracias a los cielos perdió Marian, que se desquitó de la camiseta. Quedó a la vista de todos su sujetador rojo de encaje. Me estaba empezando a excitar y eso que sólo la había visto el sostén. La noche prometía. En las tres siguientes manos las cosas se igualaron: yo perdí la segunda, Pedro la tercera , dejando a la vista un sujetador rosa chicle que ,me puse para la ocasión y apenas si cubría mis enormes tetas. Las cosas fueron a peor para Marian en las dos siguientes manos, pues perdió primero sus pantalones y por último el sujetador.
Llevábamos sólo seis rondas y ya había que descubrir carne mayor. Nos quedamos silenciosos, sabíamos que ese era el momento en el que el strip póquer puede acabar. Lentamente se desabrochó el sujetador y lo tiró hacia el sofá. Sus tetas se bambolearon un poco y finalmente reposaron. Eran increíblemente bonitas y además estaban muy tersas. Seguimos con la séptima mano, donde la suerte se volvió a aliar conmigo y Marian volvió a perder. Pero la fortuna se alió conmigo muy provisionalmente. La octava y novena las perdí y tuve que quitarme la camisa y los pantalones, quedándome solo con la ropa interior. Mi excitación fué visible para todos, pero como todos estábamos bastante bebidos no le dimos importancia a la mancha,que los flujos vaginales estaban marcando en mi braguita. Y llegamos al ecuador del juego.
Marian volvió a perder, con lo que quedó completamente desnuda. Su culo era tan bonito como sus tetas y su chochito estaba cubierto por una espesa capa de jugos. La verdad es que su figura no era la de una supermodelo pero era deliciosa y se dejaba follar. Pude notar además que su chochito se veía bastante abierto y lubricado, vamos que Marian estaba con ganas de juerga.
La undécima mano fue mi perdición, perdí y me tuve que despojar de mi sujetador. Fué el momento más bonito de la noche, cuando las tetas quedaron al descubierto y pudieron contemplarlas . Y así llegamos a la duodécima mano. Y Marian volvió a perder. Pedro, confirmado como el mejor de todos jugando al póquer, fue el que ganó. Tocaba imponer prueba así que Pedro era el que debía hacerlo.
Te vas a masturbar delante de nosotros dos- dijo.
Y así hizo su esposa. Asintió se abrió de piernas para que lo pudiéramos ver y comenzó a acariciarse el coño. Poco a poco comenzó a mojarse y sus dedos fueron fluyendo por toda su rajita. Finalmente se metió un dedito mientras que con la otra mano se estimulaba el clítoris. Gemía de vez en cuando y pronto tuvo tres dedos perforando su coñito. Estaba llegando al clímax y yo lo estaba disfrutando. Y es que marian,tenía un buen polvo y además se estaba masturbando de lo lindo. Estaba súper excitadísima viéndola. Finalmente aceleró el ritmo de sus frotamientos y se corrió llenando el taburete de sus fluidos. La verdad que para ser la primera prueba no había estado mal. Las siete manos restantes prometían emoción. Y así llegamos a la decimotercera mano.
Dicen que el trece es el número de la mala suerte y esa noche lo comprobó Pedro. Perdió la mano y se quedó en cueros. Las chicas nos reimos bastante al ver su miembro viril. Era una risa nerviosa, que su mástil no es tan ridículo como para producir la risa de las féminas.
Tendrá unos quince centímetros y es bastante grueso. Cuando se despojó de los calzoncillos estaba su polla en su máximo esplendor, como en las grandes ocasiones vaya. Pero la racha no acabó ahí. La decimocuarta ronda también la perdió. La ganadora fuí yo, que estaba como una cuba y seguía bebiendo cerveza. Entre risitas le ordené lo mismo que poco antes había hecho Marian. Se tenía que masturbar. Quedóun poco decepcionado porque por unos instantes soñó con la posibilidad de que yo lee pidiera sexo. Así pues proceió a machacársela.
Al principio estaba un poco cortado pero tras unos instantes el alcohol y el placer le desinhibieron por completo. Fué variando el ritmo del sube y baja. Se humedeió un poco la mano y continuó con la feroz paja. Tras tres o cuatro minutos estaba al borde del abismo, a punto de caramelo. Se le arquearon las piernas y se corrió en el suelo, no sin antes echar una mirada amis grandes tetas. Me quede a gusto. Con los ánimos un poco más calmados continuamos la partida. Ya tocaba la decimoquinta ronda, le quedaba poca vida al juego. Esta ronda tuve algo más de suerte y volvió a perder Pedro que,pasó una mala racha, por cierto .Llegaba la decimosexta mano y la fortuna se alió conmigo. Gracias a un full gané. Solo estaba por ver quien perdería. Pedro mostró sus cartas: trío de 6. La siguiente fue Marian que no había casado nada en absoluto. Ante la perspectiva de que Marian perdiera y yo ganara empecé ha pensar que prueba imponer.
Mi raja estaba volviendo a subir con ganas de batalla, la cosa no podía acabar en una paja tal y como se había puesto la noche.Tenía ganas de follarme a Marian. Pero en seguida me repuse cuando vi como Marian se levantaba, se daba la vuelta y se agachaba quedando su culito perfectamente a la vista. Lentamente se bajo las braguitas rojas y pudimos apreciar aquel portentoso culo, aquellas piernas y aquella raja celestial, ni la de afrodita la superaba. Se bebió un buen trago de cubata y se volvió a sentar con una sonrisita. Sonrisita que por cierto, me dedicó a mí. Al menos eso creo.
Llegamos así a la decimoséptima ronda y los tres desnudos . Con toda probabilidad habría prueba tras esa mano. Y así fue de hecho. El ganador, para variar, fue Pedro. El muy canalla había enlazado otro trío, esta vez de 9 que invalidaba mis dobles parejas A8. Por tanto la cosa volvía a estar entre las tías y de nuevo perdió Marian.
Bueno, bueno- dijo Pedro- creo que las masturbaciones están ya muy vistas y que vamos a cambiar de prueba. Tendrás que comerle el coño a M.Ángeles.
Nos quedamos de piedra. Lentamente Marian se levantó, se acercó a M.Ángeles y se arrodilló. Instantáneamente ,M.Ángeles se abrió de piernas y Marian comenzó a masturbarla, con los dedos no con la boca. Pude ver lo empapada que estaba Marian. Al parecer yo no era la única que iba pidiendo caña.
Te he dicho que le comas el coño, no que le metas los dedos.Le reprochó Pedro a su esposa
Marian dudo unos instantes, se quedó quieta por completo. "Vamos" dijo Pedro y Marian abrió la boca y comenzó a chuparle la raja a M.Ángeles. Unos minutos después M.Angeles gemía como una autentica zorra. Marian sabía estimularla. La polla de Pedro estaba a punto de estallar. La postura de Marian arrodillada y ligeramente reclinada delante de mí me permitía apreciar su coño que estaba tan mojado como el mio. Tuve unas ganas irresistibles de levantarme y tocar ese coño, y así hice. Lentamente me levanté, me puse sobre Marian ,la cual detuvo sus movimientos y me miró. Acaricié su coño, le pase la mano por toda la raja y finalmente la empecé a estimular el clítoris.
Basta ya- dijo Pedro- Tú tendrías que haberte estado quieta. Continuemos la partida.
La partida tenía que continuar. Tocaba ya la decimoctava ronda. Pedro fue barajando las cartas. No podía dejar de mirar a Marian, estaba como hipnotizada. A ella le sucedía algo parecido, pues me echaba miradas. Jugamos. Estaba muy desconcentrada y perdí la mano. Para sorpresa de todos Marian fue la vencedora. Hacía siglos que no ganaba una mano. Quedé esperando mi siguiente prueba, pero al parecer a Marian no se le ocurría nada.
No se me ocurre nada- decía mientras me miraba
Vamos di lo primero que se te ocurra, es igual haré lo que sea porque ya puestos- la respondí. Pedro se acercó a su esposa y la susurró algo al oído. Marian soltó una risita.
Ya está. Tendrás que hacerle una mamada a Pedro.
QUEEEE- dije a la par que me levantaba- Es coña ¿no? No lo haré.
Vamos tía no seas infantil- me dijo Marian, con una sonrisilla en los labios- Yo no soy boyera y te acabo de comer todo el coño. Sólo es un juego. Ni que te la fuera a meter. Chúpasela y sigamos con el juego, que tengo ganas de llegar al final.
Capté la indirecta. Marian tenía tantas ganas como yo de echar un buen polvo. Con toda la excitación que mi cerebro podía imponer, me acerqué a Pedro, me agaché y comencé a chupársela. La verdad es que puesto en situación no era tan malo. Cierto es que no sabía del todo bien pero poco a poco me acostumbre y acabó gustándome, para que engañaros.
Continué con la mamada unos minutos y luego, al estar cansándome empecé a pajearle mientras le chupaba el glande. Noté una gotita de líquido y me quité como alma que lleva el diablo. Por los pelos. Luis se corrió en el suelo pero unas gotitas me alcanzaron el pecho. Me las quité con la yema de los dedos,las puse en mis labios y besé a Marian en la boca. Tocaba la penúltima ronda, la decimonovena.
Tras hacerle una mamada a Pedro quería mi premio. Quería follarme a Marian Empezó la decimonovena ronda. Y la suerte, la siempre caprichosa suerte, quiso que fuese Pedro quien perdiera la partida. Él,apenas había perdido y ahora, en el momento de la verdad, va y pierde. Notaba como me había quitado mi premio.
Reconozco que ahí fue donde empecé a odiar a Pedro . Creía que lo estaba haciendo a posta. Bueno, fuera cual fuese, Pedro perdió .Y así llegamos a la última ronda. Estaba difícil que me follase a Marian al menos aquella noche. Repartí las cartas y procedimos a jugar. Me tocó una jugada mala, una pareja de 4, difícil de ganar y de perder. Bueno. Los descartes me dieron algo más de moral. Otro cuatro por lo que tenía un Trío. Enseñe mis cartas. Marian, apesadumbrada, tiró las suyas: un rey como carta más alta. No había casado nada. Por lo tanto ya no sería la perdedora.La cosa estaba entre yo y Pedro. Podía ganar. Podría follarme a Marian. La primera carta: un cuatro, la siguiente un 9, la siguiente un dos, la siguiente un 5 y la última un rey. HABÍA GANADO. Me levanté y di un salto de alegría. Bueno, estaba nerviosa y no vi mis dos fallos. El primero es que la que había perdido era Marian, a si que me podría follar. Y el segundo fallo es que no había ganado. El cabrón de Pedro tenía color, increíblemente había perdido. Quedamos callados durante unos segundos. Al fin,Pedro habló.
He ganado- dijo- esta es la última prueba de la noche. Marian quiero que te folles a M.Ángeles, parece que quería echar un polvete esta noche y no quiero estropearle el plan.
Vaya con Pedro. No me esperaba esto de él. Lentamente se me acercó Marian y comenzó a besarme. Inmediatamente la agarré las tetas, aquellas pequeñas tetas que había deseado coger desde que empezase el juego.
Nos recostamos en el sofá. La seguía teniendo agarrada por las tetas y ella había comenzado a pajearme. Tras unas caricias la chupe las tetas, la mordí los pezones y la metí algún dedo en el coñito. Me respondía con algún que otro gemido. Pude contemplar aPedro mirándonos, sentado en la silla. Dejé de mirarlo y me imagine que estaba con los dos. Se que es algo que no se debe hacer, pensar en otro cuando te estas follando a una tía tan rica como Marian Pero así hice. Cada célula de mi cuerpo se concentró en las pequeñas tetas de Marian su esbelta figura la que estaba en mis manos. Que aquella melena era morena y su coñito estaba totalmente depilado, no como la polla de Pedro,que vaya mata que tenía. Aquellas tetitas estaban bien, pero no servían para colmar mis pasiones,en una noche tan intensa. así que le pedí a Pedro que se acercase al sofá y se acostase con nosotras.Poco a poco acerqué la polla de Pedro a mi coñito.
Casi me dolió cuando comencé a pasarme la punta por mi rajita. Estaba muy mojada. Entre susurros le pedía que me la clavara hasta el fondo. "Hazlo ya, vamos métemela jodido cabrón" Nada me gustaba más que tener en vilo,a Marian,viendo como su esposo me follaba Por fin la metió, pero muy poquito.Me retorcí de impaciencia "¿A que esperas? Vamos hasta el fondo. Soy tu puta métela" .Me hizo caso. Vaya sí me lo hizo Hasta el fondo, cuando sus huevos tocaron mi culo ,la pellizque el pezón,a Marian. Vibraba.
Empecé el mete-saca lentamente, con mi lengua en su rajita,al compás de la follada de su esposo. Ella movía sus caderas para acoplarse a mí y yo comencé a darle velocidad. Estaba en el paraíso. Seguía penetrándola y ya iba a una velocidad de vértigo. Estaba a punto de caramelo. A punto de correrme. Marian comenzó a arquear la espalda y a tener convulsiones, estaba teniendo un buen orgasmo.,tan impresionante como el que su esposo me estaba proporcionando a mí . Para darle más placer aun comencé a frotar su clítoris. Ahora si que estaba a punto de acabar. Sólo podía pensar en Marian, en su busto, sus caderas y aquel sensual culito.
Marian,Marian,acerté a gritar,mientras en el interior de mi cuerpo se liberaba un torrente de sensaciones que desbordaron con el mayor orgasmo que tuve en mi vida,creo que tuve 3 seguido,uno detrás de otro y sin tiempo para respirar,fué genial; Miré para ver que hacían mis amantes. Se me corto la respiración, la sangre dejo de fluir y Pedro, sacó su polla de mi interior.
Marian cabalgaba sobre mi cabeza. Me levanté y me acerqué a la parejita. Empujé a Marian sobre el sofá y me acerqué a Pedro y le dije: "Canalla,fóllate a mi chica" ,mientras él le daba la vuelta y le penetraba el culo. AAAAAAH. Chilló Marian mientras la sodomizaba. Tras unos minutos de salvaje copula acabó dentro de ella. Por fin era el turno de todos. Pedro se acercó a mí y me miraba con incredulidad. Lentamente me acariciólos pechos y me besó en la boca. Vi como marian se acercaba a Pedro por detrás y le abrazamos entre las dos,el abrazo de dos hembras en celo. Enloqueió de placer. Tumbó a Marian en el suelo y comencó a follársela de nuevo,a una velocidad descomunal.
Mientras tanto podía saborear mi coño ,pues yo apretaba su cabeza contra mi conejo. Tras unos cinco minutos de intenso coito… se corrió Pedro. Marian me empujó sobre el sofá y comenzó entonces un tremendo 69 entre las dos mujeres: Marian debajo y yo sobre ella. Ante ese espectáculo,Pedro, tardó muy poco en tener otra erección. Se acercó a mí y mientras su esposa y yo hacíamos un excitante 69,me la metió por el culo.
Tras otra galopada volvió a correrse, esta vez en mi puto culo de perra en celo .Las dos chicas paramos,pues tambien habíamos tenido nuestros respectivos orgasmos,no puedo ni adivinar cuantos llegué a tener mientras Marian me comía el coño y Pedro me follaba el culo y Marian tenía la privilegiada visión de la polla de su esposo destrozando mi culo,de placer y recibiendo cada uno de mis orgasmos en su boca. Nos abrazamos lo tres en el suelo, mientras nos mírábamos complacidos y deseosos de repetir otra nueva experiencia,ahora somos una pareja de tres y será así mientras las fuerzas nos aguanten.
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