CON MI PRIMER NOVIO LE FUI INFIEL A MI ESPOSO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
En realidad esos pensamientos casi nunca eran dirigidos a alguien en especial, me imaginaba con personajes de algunas películas pornos o algún famoso actor o cantante que me gustara, y menciono que casi nunca porque algunas ocasiones mientras cogía con mi esposo cerraba los ojos y para mis adentros me simulaba haciendo el sexo con algún compañero de trabajo que me llamara la atención o incluso algún conocido del pasado con el que por ser casada nunca podría llegar a culminar una relación.
No siempre era así, soy una mujer bien servida en lo que a sexo se refiere, pero demasiado explosiva cuando me éxito, y creo yo que esas fantasías me ayudaba mucho a mantenerme en cierto sentido completa.
Debido a mis bases muy firmes en relación al matrimonio difícilmente me entregaría a otro hombre que no fuera mi esposo, pero lo que en este momento les relato fue dándose inesperadamente.
Soy una señora de 40 años, de un cuerpo bien formado para mi edad, creo yo, piernas largas fuertes y bien torneadas de poca cintura, mis tetas aun que no son grandes todavía se conservan firmes al igual que mis nalgas que adornan mi caderas algo mas grandes que mi pecho, en si mis medidas aproximadas son de 82-65-95, no soy una miss universo pero todavía muchos hombres voltean a verme, sobre todo mis nalgas que cuando camino se mueven de una manera rítmica y sensual, ya que me quede con la costumbre de caminar como si fuera de puntita y mas rápido de lo normal provocando que mi espalda ligeramente se arquee y estas se paren y se contoneen de un lado a otro como si tratara de presumirlas, y que aunque lo hago sin querer no puedo negar que eso me hace sentir mas joven y segura de mi.
En mi lugar de trabajo se tramitan papelería legales de educación, y como estoy muy cerca de donde vivo muchos de los que las piden fueron compañeros y amigos de mi juventud, algunos muy cercanos y algunos no tanto, pero cierto día y de manera inesperada se presento frente a mi el primer novio que tuve, el había sido mi primer amor, mi primer beso, mi primer llanto. Nunca terminamos simplemente se fue fuera del país cuando yo tenia 16 años, dejándome desecha la vida, la verdad nunca pude superarlo por que aun y cuando tuve varios novios ninguno pudo hacer que lo olvidara, ni siquiera mi esposo. El me brindo mis primeras caricias que por miedo o inexperiencia nunca pasaron de eso, solo besos y caricias que muy pocas veces llegaron a mis tiernas e inmaduras tetas, y que ocasionalmente alcanzaron mis aun no desarrolladas nalgas
A veces creo que me dejo por eso, por mi normal inexperiencia, ya que la ultima noche que salimos lo rechace, esa noche que me estaba manoseando de una manera anormal, me besaba como desesperado al tiempo que sus manos recorrían mi tierno cuerpo que como de costumbre sobaba, pero esta vez sus manos fueron mas precisas ya que sin dejar de besarme empezó a meterlas entre mis ropa alcanzando con una de ellas los pequeños botones de mis tetas, mientras metía la otra por debajo de mi falda hasta llegar a tocar mi ropa interior que por momentos hacia a un lado para sobar mis suaves nalguitas desnudas, situación que difícilmente aceptaba pero que aguantaba ya que mientras mi mente me pedía detenerme, mi cuerpo me ordenaba proseguir con aquel ritual de iniciación que disfrute y que ala fecha nunca e podido olvidar, dejándole que me hiciera todo lo que el quisiera, siguiendo con aquel manoseo desesperado que intercalaba las manos entre mis nalgas y mis tetas que sin darme cuenta ya estabas al aire libre, situación que aprovecho para lamer con la punta de su lengua mis rozados y tiernos pezones que se endurecían al sentir por primera vez el contacto de su calida boca y su acelerada respiración que se confundía con la mía al momento que sentía como metía sus dos manos por debajo de mi falda para bajarme la ropa interior y literalmente levantarme de las nalgas que masajeaba con una fuerza como si quisiera separarlas sin dejar de chupar mis pequeñas y tiernas tetas. Me tenia tan caliente que me dejaba llevar sin poner nada de resistencia mientras que lo abrasaba del cuello con todas mis fuerzas mientras con una de sus manos me tomo de la cintura al tiempo que con la otra dejaba de masajear mi trasero, pero solo para dirigirse esta vez hacia mi pequeña panocha, que sin yo poder controlar estaba no solo húmeda sino que chorreaba por los costados de mi entrepierna, provocándome tanta vergüenza al grado de retirarlo repentinamente de mi cuando sentía que uno de sus dedos se introducía en mi hinchada y estrecha vulva alcanzando a arrancarme un gran alarido mudo que me provoco aquel dolor tan fuerte pero ala vez tan sabroso que nunca he podido olvidar, pero que emprendía su retirada por la inercia de aquel rechazo de vergüenza que el interpreto de otra manera, causando su enojo y posterior despedida.
En ese instante después de tantos años lo tenia frente a mi, causando cierta controversia al no saber si reclamarle ó disimularlo, y tomando la segunda opción solo pude medio preguntarle que se le ofrecía, como si no lo hubiera reconocido, respondiendo el rápidamente que si no se acordaba de el, yo por mi parte intente disimuladamente fingir no ponerle importancia contestando que si que ya lo recordaba preguntándole por su vida, aunque aguantando los nervios ya que por dentro mi corazón latía mas rápido que de costumbre tratando de adivinar el motivo de su visita, que sabia bien que por papelería no venia, y sin pensarlo dos veces con su ronca voz me respondió que todo bien que venia a verme a mi, a lo que conteste ya sin disimulos que estaba casada, y sin mas ni mas, como si no le importara me comento que quería hablar con migo, que me esperaría afuera. Ese día no se si por casualidad o si el ya lo sabia, pero mi esposo tenia dos días fuera de la ciudad y no llegaría asta el día de mañana, no pude rechazar su invitación y armándome de valor fui para conocer sus intenciones, pidiendo la salida adelantada con la excusa de que afuera estaba muy frío y lluvioso, tome mi bolso y mi abrigo y me dirigí a su encuentro.
La calle estaba totalmente sola, y con lo friolenta que soy y tratando de alguna manera de esconderme de las posibles miradas a su primer invitación a su auto rápidamente acepte y en un instante sin planearlo estábamos solos, pareciera que la situación estaba ya premeditada, ya que sin gente en la calle, con mi esposo fuera de la ciudad, y en su auto que por el clima no se apreciaba quien estaba en su interior comenzamos a recordar viejos tiempos al grado de llegar a reclamar lo que tantas veces callé como si tuviéramos alguna relación o algo parecido, ya que a cada reclamo el tenia alguna respuesta.
Así fue trascurriendo la platica desde reclamos y recuerdos hasta hablar de nuestras respectivas parejas, momento en el cual la platica fue subiendo de tono para terminar inesperadamente trenzados en un gran beso que sin pensar limaba cualquier aspereza que pudo haber habido en algún momento, y olvidando por completo mi situación de casada me entregue a el como continuando lo que dejamos pendiente cuando se fue, pero esta vez como tratando de presumir toda la experiencia que los años me brindaron fui soltando mi cuerpo que pareciera estar deseoso de enseñarle todo lo que avía aprendido.
Las palabras desaparecieron dando paso a las caricias, que se fueron tornando cada vez mas atrevidas y desinhibidas, dejando que metiera sus manos por todas las parte de mi cuerpo, y como si realmente fuera una continuación en pocos momentos lo tenia mamando mis pechos, mismos que en mi vida de casada aparte de mi esposo nadie avía ni siquiera tocado, seguido de un frenético manoseo que terminaba con mi falda levantada y con mi tanga en el piso del auto, mientras que abría lentamente las piernas permitiendo que con sus manos me masajeara mientras con su boca succionaba frenéticamente mis pezones, dejando como la ultima vez, que me hiciera lo que el quisiera metiéndome esta vez no se si dos o tres dedos al mismo tiempo, la verdad no me importaba, por mi si el quisiera podía meterme todos y no lo rechazaría, no cometería el mismo error otra vez.
La situación continuo, me tenia como su esclava, yo que tanto cuide mi fidelidad en ese momento no savia de mi, no me podía controlar, y el dándose cuenta seguía con su arremetida metiéndome los dedos y chupándome las tetas tan fuerte que parecía que me las quería arrancar mientras que con lo dilatado y húmedo de mi panocha aprovechaba para con los dedos hacer un delicado mete y saca que por momentos aumentaba de velocidad y que me tenía súper excitada, haciendo que me temblaran las piernas cuando la punta de uno de sus dedos me penetraba suavemente por el ano, no se si por accidente o premeditado, que al darse cuenta que no lo rechazaba lo metió asta el fondo llenando mis dos cavidades con sus dedos, que se detenía por unos instantes en el momento exacto en que tocaban fondo, emprendiendo retirada pero solo para arremeter con mas velocidad y fuerza hasta arrancarme un orgasmo tan gigantesco que pereciera haber estado reprimido por mas de 20 años por el mismo hombre que en ese momento provocaba mi primer infidelidad.
Continuamos el encuentro pero esta vez me tocaba a mi demostrar mis habilidades procediendo a desabrocharle el pantalón para descubrir su verga que cuando novios jamás imagine conocer, y que tomaba en mis manos para brindarle una jalada seguida de una experimentada mamada que supuse lo hacia estremecer.
La verdad su tamaño y firmeza fue una gran sorpresa para mi, por momentos lo tomaba con las dos manos y se la apretaba mientras subía y bajaba, para continuar con mis labios con los que la succionaba mientras trataba de metérmela toda en donde detenía la carrera para volver a comenzar la succión de arriba abajo pero esta vez mas profundas para ir aumentando la velocidad cuando me daba cuenta que su respiración aumentaba, mientras cerraba sus ojos y aprovechando que me tenía bien empinada y con el culo al aire pude sentir como me masajeaba por todos lados hasta llegar a meterme sus dedos en mi ya dilatado ano al que perforaba toda su profundidad en el momento que se venia, adivinando la gran intensidad por los repetidos chorros de semen que parecían que me quemaban por dentro y que a diferencia de cuando se la mamaba a mi esposo, esta vez me los dragaría todos, ya que mientras el me tenia enculada con los dedos que apretaba como queriendo cerrar su mano, yo con mi cara metida entre sus pierna me aferraba a su verga como pegando mis labios asta la empuñadura de aquel duro palo tocando sus huevos con la punta de mi lengua aguantando la respiración y manteniendo esa posición asta que succioné la ultima gota de aquel ardiente semen que depositaba en lo mas profundo de mi garganta, situación que me estremece solo al recordar que otro hombre me tenia en aquella posición viniéndose en mi boca al tiempo que me tenia ensartada por el culo, ya no se si con uno o varios dedos, como si yo fuera una puta cualquiera.
Debo confesar que me encanto y me ayudo a liberarme de la idea de serle fiel a un solo hombre, ya que como la primera vez que me dejo, al día siguiente nos dirigimos a un motel en donde después de realizar todo tipo de posiciones y locuras se marcho de nuevo pero estas vez sin dejarme nada reprimido, sino todo lo contrario ya que desde ese momento comencé a tener relaciones a escondidas con varios amigos conocidos y no tan conocidos, claro que cuidando mi imagen de señora felizmente casada.
Espero que les guste mi relato, si es asi continuare narrando mis encuentros a escondidas en donde hago cosas que con mi esposo nunca haría.
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