Cuidado con el móvil
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me llamo Pablo, tengo 56 años, vivo en Madrid desde que vine de Argentina.
Hace poco mas de un año que estoy con una chica colombiana que vive en Barcelona.
Cada vez que podemos, o ella viene a pasar un tiempo conmigo o yo voy a su casa.
Ella vive con sus dos hijas y su nieta.
Siempre que hablamos lo hacemos de forma muy explícita, nos mandamos fotos, vídeos y tonterias así.
Mi novia se llama Elena y queremos vivir juntos, pero por ahora no podemos por razones laborales.
En un momento dado, mi novia me dijo que a su hija le habían robado su móvil.
Yo le dije que si su hija no iba a ver las fotos que nos mandamos y me dijo que no, que era muy respetuosa.
Empecé a recibir mensajes que no eran los que siempre me mandaba mi novia, yo empecé a sospechar que la hija se había metido en las fotos.
Le dije que me mande una foto como a mi me gusta.
La hija se llama Beatriz, tiene 32 años, es divorciada.
Mis sospechas se hicieron ciertas cuando me manda una foto de sus tetas, que si bien son muy parecidas a las de mi novia, no son tan grandes, y no me mostraba la cara, cosa que mi novia siempre hizo sacándome la lengua, «quiero otra de tú cuca y de tú ojete», le dije en el mensaje.
No me mandó nada ni dijo nada,.
solo dejó de hablar.
Yo no le dije nada a su madre, seguíamos hablando con mi novia, hasta que recibo dos fotos, una de una concha bien depilada, cuando mi novia, por darme el gusto la tiene peluda, y otra de un ano tremendamente abierto, redondo, y mi novia, si bien lo tiene abierto, tiene como unas carnosidades que le salen.
No dije nada, le seguí el juego, ella me pedía fotos a mí y se las mandaba como que si no me hubiera dado cuenta que en realidad era Beatriz las que me las pedía.
La hija de mi novia viaja mucho por motivos de trabajo, y mi novia me dice que Beatriz tenía que viajar a Madrid, le dije que la iba a buscar al aeropuerto, que no se preocupe.
Cuando la fui a buscar, nos saludamos, ella estaba un poco nerviosa.
«Ya te dieron el móvil de la empresa?», le dije cuando subimos a mi coche.
«Espero que hayas borrado las fotos que nos mandamos, que no las vea tú madre», le dije, «he, de que hablas, a que fotos te refieres?», me dijo mirando para afuera, «vamos Bea, yo conozco el cuerpo de tú madre, ah y estás muy buena», le dije apoyando una de mis manos en su pierna.
«Que haces?, no me toques», me dijo haciéndose la enojada y sacando mi mano de su pierna.
«Mi amor, tú madre tiene la cuca belluda, y vos totalmente depilada, sus tetas son mas grandes que las tuyas», le dije volviendo a poner mi mano en su pierna.
«Si queres una aventura conmigo no hay problema, pero no me tomes por boludo», le dije, buscando meter mi mano entre sus piernas, «pero tú dejarías a mi madre por mí?», me preguntó sujetando mi mano, «no, para nada, pero si vos queres podemos ser amantes», le dije notando que dejaba que le meta la mano entre las piernas.
«Eres un hijo de puta», dijo abriendo más sus piernas para que le siga acariciando la concha por sobre el pantalón, «y vos la mujer con la que vamos a gozar como locos en la cama», le respondí.
Yo vivo en una urbanización privada, así que cuando meto el coche en el garage, lo estaciono y la abrazo, besando su boca, nos metíamos la lengua en la boca del otro, metí mi mano dentro de su camisa, acariciando sus tetas mientras no dejábamos de besar nuestras bocas.
«Subimos?», me dijo arreglando su ropa.
Entramos en casa, dejamos su valija en la entrada de casa y volvimos a besarnos, a meternos mano, la empecé a desnudar en la entrada, «desde que te vi quise estar en la cama contigo», me dijo dejando que le saque el sujetador, quedando solo con la tanga puesta, mientras me metía sus pezones en la boca, le chupaba las tetas, ella gemía, me acariciaba la cabeza, «así, chupa mis tetas así papasote», me decía envolviendo una de sus piernas en la mía.
Chupando sus tetas, su cuello, besando su boca, le iba bajando el tanga, hasta que ella moviendo sus piernas se la terminó de sacar.
«Mira que buena que estoy, pura carne colombiana», me dijo soltándose de mis brazos y contorneando el cuerpo mientras caminaba delante mío completamente desnuda.
Yo la abracé por la espalda, agarrando sus tetas, que aunque Beatriz es mucho más joven que su madre, tiene las tetas bastante flacidas.
«Que hermosa cola que tenes, como te voy a coger por el culo», le dije refregando mi pija que seguía dentro del pantalón por sus redondas nalgas.
«Si papasote, deme verga por el culo que me encanta», dijo tirando su cabeza para atrás, dejando que la manosee a mi gusto.
Así nos fuimos a mi dormitorio, Beatriz se puso en cuatro en el borde de la cama, abriendo sus nalgas, dejando que le vea su abierto ano, «tome papasote, deme verga por el culo», me pedía moviendo su cola para los costados.
Me bajé los pantalones hasta las rodillas, le dejé caer saliva en su ano, y en dos embestidas se la metí toda, «así papasote, dele verga a su puta, dame mucha verga por el culo pasaste que me encanta coger por el culo», me gritaba sin dejar de abrir sus nalgas, gimiendo, gritando de placer mientras yo metía y sacaba mi pija de su culo.
Le estaba dando una cogida por el culo a Beatriz, como jamás imaginé hacerlo.
«Así papasote, abra bien mi culo, que rico que me esta cogiendo papasote», gritaba Beatriz sin dejar de abrir sus nalgas y moviendo su culo, disfrutando de como se lo estaba cogiendo, «que rica verga tiene, la quiero bien adentro mío», gritaba, empezando a temblar, a gemir fuerte.
«Me estoy viniendo, me estoy viniendo papasote, vengase usted también, llenele el culo de leche a su puta», gritaba mordiendo las sábanas, dejando que le coja el ojete con todas mis fuerzas.
Di un tremendo gemido, la metí lo mas adentro que pude del culo de Beatriz, y me empecé a acabar temblando pegado a sus nalgas.
Sólo se escuchaban nuestros gemidos.
Lentamente le fui sacando la pija del culo, su ano goteaba leche, «hay papasote, ahora entiendo a mi madre porque está loca por vos, que bien que coges, me haz echo disfrutar como hace mucho tiempo que no disfruto cogiendo».
Nos duchamos juntos, «ahora voy a llamar a mi madre para decirle que estoy bien y después de comer le voy a mamar bien su verga, va a ver que amante tiene papasote», me dijo.
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