Cuidado con el móvil 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Después de ducharnos juntos y que Beatriz hablara con su madre, nos cambiamos y nos fuimos a cenar.
Bea es una.
chica atractiva, aunque lo que la afea un poco sos sus tetas, que aunque quiera disimularlas se le notan caídas, pero de cuerpo esta muy buena.
Íbamos caminando de la mano como si fuéramos una pareja.
Cenamos, caminamos un rato y volvímos a casa.
«Supongo yo que dormiremos juntos», me dijo sacándose la ropa de calle y quedando solo en tanga y una camiseta mía que le quedaba enorme, «a vos que te parece?», le dije besando sus labios y apretando sus tetas.
Mientras yo me.
ponía cómodo, ella fue a la cocina y trajo dos cervezas, sentándose en el borde de la cama y bebiendo conmigo, cruzando sus piernas y moviendo su bonito pie, «que te parezco?», me dijo bebiendo pequeños sorbos de cerveza, «espectacular, siempre entregas así el culo?», le dije sentándome a su lado y metiendo mi mano debajo de la camiseta, pellizcando sus pezones que se pusieron duros enseguida, «me encanta que me cojan la cola, disfruto más que por la cuca», dijo dejando que siga acariciando sus tetas, «pero no hay nada mas hermoso que mamar una buena verga y tragar toda esa deliciosa leche que sale de ella», me dijo empujandome suavemente para que me acueste.
Dejó la lata de cerveza, me bajó el calzoncillo y agarrando mi pija, la empezó a besar, a lamer suavemente, pasaba su lengua por todo lo largo, haciendo que se ponga dura, dando pequeñas chupadas en la cabeza, se la metía hasta la mitad en su boca, yo sentía como pasaba su lengua por mi pija dentro de su boca.
Abrí mis brazos en cruz, me relaje y dejé que Beatriz me siga chupando la pija.
La metía hasta su garganta, subía y bajaba su cabeza, haciendo que mi pija entre y salga de su boca.
Bajaba besando mi pija hasta mis huevos, que los chupaba, los metía en su boca, volvía a subir pasando su lengua, la metía de nuevo en su boca y sentía como chupaba.
Yo gemía de placer acariciando su cabeza.
Beatriz se sacó la camiseta, pasando sus tetas por mi pija.
«Que verga tan deliciosa que tienes Pablo, me encanta mamarla», me dijo volviendo a meter la pija en su boca.
Me sacó los calzoncillos y ella su tanga, me hizo acomodar bien sobre la cama, se subió sobre mí y con su mano acomodó mi pija contra su concha, sentándose muy despacio, haciendo que mi pija desaparezca dentro suyo, «hay papasote, que verga que tienes, me encanta», dijo cerrando sus ojos, tirando su torso para atrás y moviendo su cintura muy despacito.
«Papasote mío, como me llenas la cuca con tú verga», decía mordiendo las palabras sin cambiar de gesto y seguía moviendose bien despacio, disfrutando como se movía mi pija bien adentro de su concha.
Yo le estrujaba las tetas, escuchando sus gemidos y los míos.
Casi se acuesta sobre mí, sus tetas llegaron a mi boca y siento como hace salir la pija de su concha, estira un brazo para atrás y siento que me agarra la pija y la acomoda contra su ano, empezando a gemir a medida que se iba sentando y mi pija entraba en su cola.
Beatriz gimiendo movía sus caderas, abriendo sus nalgas y haciendo entrar toda mi pija en su culo.
«Hayyyyyy papasote, como me coges», casi gritaba, clavando sus uñas en mi pecho sin dejar de mover sus caderas.
«Así papasote cogele bien el culo a tú puta, dame verga por el culo que me estas matando», gemía moviendo su cuerpo, yo le estrujaba sus tetas.
«Tú verga, tú verga me encanta como me coge el culo», empezó a gritar, apoyando sus manos en mi pecho, subiendo y bajando su cuerpo, haciendo que mi pija entre y salgo de su cola.
«Papasote, sigueme cogiendo hasta que me venga y después te mamo bien la verga y te vienes en mi boca», gritaba subiendo y bajando su cuerpo, sacando y metiendo mi pija por su ojete.
Estaba con los ojos cerrados, disfrutando, tenía su boca abierta y le caía la saliva sobre mi pecho, hasta que dio un grito y empezó a retorcer su cuerpo sobre el mío, daba fuertes ayes de placer, sentándose bien recta, haciendo que mi pija le entre toda en su cola, «papasote, papasote mío, como me haces gozar», me gritaba, abriendo sus nalgas y moviendo sus caderas en círculos.
«Haaaaaaaa, haaaaaaaaaaaa», gritaba sin dejar de moverse, yo me mordia los labios para no acabarme dentro de su culo.
Se bajó casi de un salto de encima mío y se abalanzó sobre mi pija sin ver si estaba limpia o sucia y la empezó a chupar casi con desesperación, con fuerza, chupaba y chupaba, subiendo y bajando su cabeza, hasta que ya no aguanté más y me empecé a acabar en su boca.
Yo me retorcia de placer, sintiendo los chorros de leche que salían llenando la boca de Beatriz, que no dejaba de chupar.
Beatriz siguió chupando mi pija hasta que dejé de retorcerme.
Beatriz levantó su cabeza, tragando toda la leche, y volvió a meter mi pija en su boca, limpiando con su lengua toda mi pija.
«Papasote, que delicia de leche que tienes», me dijo, acostandose a mi lado, respirando algo agitada.
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