Culpable… sí me confieso….
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por laslocurasdelanegra.
Me dispongo a caminar por las orillas del cerro, solo quería verte…mis pies caminaban sin sentido, y distraída imaginaba los momentos que podríamos pasar juntos… sólo quería tu cuerpo rosando con el mío, aunque sabía que sería imposible.
Ya en el semáforo de Miraflores con Alameda, tocaste mi hombro, el destino nuevamente había jugado caprichoso con nuestras vidas, haciendo de ese encuentro un reencuentro… nos miramos y sabíamos que era el minuto…ese momento que tanto habíamos soñado e imaginado juntos… no pensábamos en nada más que unir nuestros sexos.
En ese momento los árboles eran nuestras paredes, el cielo nuestro techo y el pasto nuestra cama… el día cálido acompañaba el fugas y repentino encuentro.
La ropa estorbaba, pero era lo de menos… me seduces con tus besos mientras suavemente desabrochas mi pantalón, el cual se resiste y ponen obstáculo para llegar a mi vagina…yo con entusiasmo hago lo mismo pero con menos dificultad, meto la mano en tu pantalón, toco tu miembro caliente que espera con ansias penetrarme…
Tus manos ya en mi vagina, tocan mi clítoris con suaves movimientos circulares, mis sexo húmedo, palpitante goza tus manos que la penetran más y más imaginando lo que vendrá…
Algunas personas pasan por nuestro lado… nada importa…
Envueltos en sábanas verdes bajas mis pantalones, dándote la espalda, con mi mano meto tu pene en mi vagina mientras me besas el cuello… la desesperación hacen que nuestra respiración se conviertan en alaridos de placer. Mis manos ahora se sostienen del pasto el cual arranco con cada penetración, tú agarrado de mis hombros haces fuerza hacia adelante una y otra vez.
Luego me sorprendes cuando pescas mi culo y lo abres con firmeza, lames todo mi ser con esa lengua mojada babeando cómo perro hambriento… gustoso de ese evento me besas sin importar lo que pienso, mientras tus manos hacen lo suyo recorriendo mi cuerpo, yo envuelta en la dulzura de tus labios y en el calor de tu cuerpo, ensimismada en el placer sin culpa, me someto completamente a ti… haciendo lo que quieres. Mis sentidos se agudizan, todo indica que el orgasmo es inminente, el olor a tierra, pasto mojado, sudor convidado con mi perfume, cantos de pájaros, viento que golpea en la cara, era el ORGASMO perfecto para mi…
En el instante preciso, chupo tu pene, ardua y peligrosa tarea, pensando en el lugar que estábamos…me he detenido un par de veces a observarte fijamente y no puedo evitar adueñarme de aquel hermoso abismo, ese poema tan frágil que adorna tu rostro extasiado, hermoso y único.
A la vez presencio la peligrosa dulzura de tu miembro, algo anhelado por mi, algo prohibido para mil mujeres , algo que sin duda inspira mi mente.
Pienso… que ambos nos hacemos prisioneros del éxtasis y esclavos de las sensaciones reprimidas por nuestras vidas, por miedo de que se vuelva vicio.
Vuelvo… vuelve mi mente a tu pene a sentir el néctar que sale tan fuertemente, acompañado de presos gemidos que salen por tu boca, como música perfecta y melodiosa, cómo el canto de un gorrión en primavera, como la canción que recordaste la primera vez que hablamos.
Con los labios hinchados, la cara roja, el pelo desgreñado, cara de placer… el último beso como siempre…
Volver a la realidad, mirar y besar al hombre que me espera en casa… Culpable… si… me confieso…
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