Curiosidad por el anal
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Soy Andra, Chilena, casada hace 4 años, sin hijos aun. Con mi marido que es muy pacato, tanemos sexo de lo que se dice, tradicional, siempre en la posicion del misionero y muy rara vez, me lo hace de otra forma; lo que me frustra vastante. Se lo comente una vez a una amiga, de confianza y ella me animo a que le dijera al fome de Juan, (mi marido).
Una noche, despues del desabrido encuentro sexual, se lo comente, de lo que me gustaria que me hiciera.- Como que te gustaria? – me dijo.
-Probar por ejemplo el sexo anal-
Abrio los ojos escandalizado- Eso solo lo hacen las putas- exclamo.
Despues de esa noche, no se toco mas el tema. Otro dia, al estar con mi amiga, le conte la charla con mi marido y me dijo: – decididamente, tienes que buscarte un amante- y se propuso ayudarme ella.
varios dias despues, me llamo al celu: – tengo la solucion- dijo,- ven a mi casa-.
Esa tarde, fui a su casa y ya en el salon, me dijo- tengo un voluntario, para que te haga lo que deseas-
-Quien?-
-Mi marido-
-Como?-
-Le conte de tu curiosidad y me confeso que tu siempre lo has calentado, que sueña con tenerte en la cama-
Me parecio raro que ella aceptara que su marido se acostara conmigo, pero con su labia, por fin, me convencio.
-Cuando seria eso?- pregunte.
-Ahora mismo, esta en el dormotorio esperando tu respuesta- dijo
El corazon casi se me sale de la boca.
Al ver mi sorpresa, me tomo de una mano y me llevo hasta el dormotorio, donde, efectivamente, estaba el bombon de su marido, tendido el la cama, vestdo, con una polera y un pantalon corto, solamente. Al verme, sonrio y dijo- Asi es que te decidiste Andreita- – ven aqui, que lo vas a disfrutar-
Temblando, me acerque a la cama sin atreverme a mirarlo a la cara,; me tomo la mano y me hizo sentar en el borde, al tiempo que acercando su rostro al mio, me levanto la barbilla y puso sus labios tiernamente en los mios. Yo temblaba de pies a cabeza. Me beso primero dulcemente, para luego meter su lengua en mi boca y juguetear con la mia. Poco a poco, mi verguenza, fue desapareciendo y respondi a su caricia, pasando mi brazo alrrededor de su cuello. me hizo subir a la cama, para quedar los dos de rodillas frente a frente, besandonos dulcemente. A todo esto, mi amiga, se habia sentado en una silla a los pies de la cama y miraba divertida, como esta par de tortolos se acariciaban.
Luego de un momento de estar en esta posicion, sus manos ya me recorrian entera, cada vez con mas pasion; me comenzo de pronto a desnudar. Saco mi polera y solto el sosten, dejando mis pechos, a su disposicion, me los besaba y lamia, probocandome ricas sensaciones, sus manos grandes, abarcaban mis nalgas y me las sobaba, mientras yo, timida aun, solo lo mantenia con mis brazos alrrededor de su cuello, con los ojos cerrados, respirando cada vez con mas agitacion. De pronto, me tendio de espaldas y desabrchando mi falda, me la saco, dejando solo mi tanga. Sus labios, recirrieron todo mi cuerpo, desde el cuello, pasando por mi vientre plano, hasta llegar a mi monte de venus, donde se detuvo, para lamer por encima de la tanga, provocandome hermosas sensaciones.
Luego, en medio de mis suspiros, me hizo levantar las caderas, para sacarme, la ultima prenda. Alli estaba yo, por primera vez desnuda para otro hombre, que no fuera mi marido, ya que me case virgen. Su lengua experta, me lamia la vagina, probocando que en forma involuntaria, me retorciera de gusto. Nunca una lengua, habia accedido a mis partes mas intimas como ahora, pero con lo caliente que me estaba poniendo, no me importaba, solo queria gozar de lo que el fome de mi marido, jamas me habia hecho.
Mi cuerpo temblaba entero al sentir la caricia desconocida para mi. El macho, me levanto las piernas tomandome de los muslos lo que me dejo con el trasero totalmente levantado a su disposicion, su lengua, ahora se dedico a mesajear mi ano virgen, trataba de metermela, pero no podia, de pronto senti como un dedo intentaba entrar en mi culo, mojado con su saliva, hasta que por fin entro un poquito.Seguia con su lengua, dandome placer en mi conchita, al tiempo que su dedo empujaba, logrando, no sin esfuerzo y mi colaboracion entrar por completo, procediendo a meterlo y sacerlo suavemnte, para que mi ano se acostumbrara a la invasion de un intruso
Debo decir que aunque asustada, deseaba ser sodomisada por ese macho.
Luego de un rato de estar masageando mi ano, ahora con dos dedos y con la ayuda de un aceite lubricante, que su esposa saco del velador, se enderezo y soltandome, se desnudo, dejandome ver lo hermoso de su cuerpo, atletico, ya que es un buen deportista, sus pectorales bien marcados, sus caderas estrechas y lo que mas me impresiono, fue ver una impresionante verga, apuntando hacia mi.
La verga de mi marido, mide como unos 16 cms. esta era mucho mas grande, con un glande rosado, que pareca una ciruela, madura; en el tronco, se veian dos bolsas colgando con muy poco pelo.
me sonrio y acercandola a mi, me dijo:- chupala mi amor, apuesto que el brevas de tu marido jamas te dajado hacerlo-. me incline y tomandole su herramienta, pude apreciar que si bien la podia rodear apenas con mis dedos, quedaba aun tanta verga como la de mi marido.
Me la puse en la boca apenas, abriendo todo lo que podia y la comense a chupar torpemente, ya que deben recordar que no tenia experiencia. Mi amiga, al, ver esto, se acerco y me indico como tenia que acerlo.
_lamele la cabeza, no aprietes, no lo roces con los dientes, metetelo hasta la garganta, relajandola, para que no te den harcadas-
Yo obediente, hacia lo que ella me indicaba y con alegria, oia a mi amante suspirar y gemir de gusto.
luego de un rato y con las mandibulas adoloridas, me hizo poner de nuevo de espaldas en la cama y metiendose entre mis muslos, con la mano, me empezo a frotar los labios vaginales y el clitoris con esa suabe cabeza de su miembro. Yo suspiraba de deseos de que me la diera, el se solasaba viendome ganoza y por fin, con un suave empujon, me enterro toda esa glorioza verga, hasta que nuestro vello s pubicos se enrredaron; se quedo dentro de mi y sus labios buscaron los mios para fundirse en un apasionado beso. A todo esto, mi amiga tambien se habia desnudado y estaba detras de mi cabeza, de rodillas viendo como su marido me tenia ensartada hasta las bolas.
Comenzamos un frenetico meneo de caderas, acoplados perfectamente, gimiendo y suspirando. Cada clavada de el macho, me probocaba fuerte convulciones de mi vientre. El primer orgasmo, se vino brutal, perdi por un momento la nocion del tiempo, gemia, sollozaba, mi cuerpo con vida propia se estremecia completo.
Cuando volvi a la realidad, pude ver que el hombre, con su poderoza verga enterrada a fondo, se habia quedado quieto, para generosamente, permitirme que lo gozara a plenitud, mientras su mujer lo besaba ttiernamente en los labios. Ya repuesta del brutal orgasmo, seguimos con los mivimientos coitales, nuestros cuerpos sudorosos se movian acompasadamente, hasta que de pronto senti que otro orgasmo se venia, el, me lo empezo a clavar con mas fuerza, haciendo que sus bolas, chcaran con mis gluteos, hasta que como si estuvieramos de acuerdo, cuando mi placer se desataba de nuevo, clavandome su gran verga hasta el fondo, con un bramido, descargo chorros de semen que me inundaron la palpitante vagina.
Crei que iba a morir de placer, las descargas de semen se sucedian una tras otra, las combulcionmes de nuestros cuerpos hacian crujir la cama, mis gemidos se oian creo que hasta la calle.
Por fin, nos quedamos quietos, yo sintiendo el dulce peso del macho sobre mi, al tiempo que mi amiga, nos acariciaba el pelo, tiernamente.
-Con esto, me doy por satisfecha- dije sonriendo.
-Nooo, aun no hemos terminado, recuerda que viniste a que te diera por el culo- dijo mi amiga.
– Esto fue solo para sacarme las ganas de fornicarte, presiosa, siempre que te veia, me imaginaba como serias en pelotas en la cama, creo que tu marido no te ha sacado todo el potencial que tienes-
– El se lo pierde, por tonto-dijo mi amiga.
A todo esto, para mi sorpresa, su verga dentro aun de mi, no habia disminuido su tamaño, como normalmente le ocurria a mi marido.
El hombre, enderesandose un poco y sin salirse de mi me tomo de la parte posterior de los muslos y los empujo, haciendo que quedaran a ambos lados de mis hombros, comenzando un suave mete y saca, que me calento de nuevo, mientras su mujer lo besaba y acarciaba dulcemente.
De pronto, como yo estaba con el trasero hacia arriba, producto de la posicion en que el me tenia y que me impedia moverme con libertad, el saco su verga y ella, mojando su mano en aceite lubricante, me unto el ano, matiendo uno de sus dedos, para mojar la entrada, y luego le tomo la verga a su marido,masageandola con el aceite, hasta dejarla resbaloza, la dirigio a la entrada de mi cuevita virgen; el empujo, suave pero firmrmente, logrando que una parte de la cabeza entrara en mi. El dolor fue intenzo, y aprete inconcientemete el ano.
-Relajate, para que no te duela, vas a ver cuando lo tengas dentro, vaz a gozar rico- dijo ella. El empujo un poco mas y toda la cabeza logro entrar. Se me escapo un grito al sentir como el ano se ma dilataba, el lo saco de nuevo y le dijo a ella que me pusiera mas lubricante, lo que hizo aprobechando que me habia quedado un poco habierto y luego de suavizar su verga con lo que le quedo en la mano, la dirigio de nuevo a mi culo. Empujo el de nuevo, suave, pero firme y desde mi incomoda posicion, pude ver como entraba casi hasta la mitad, probocandome un dolor espantoso. -No por favor, mejor no sigas- suplique.
-Ya es tarde para arrepentirse, te lo tengo que meter todo y nada me detendra, este culito tan rico, no se puede dejar de gozar, mi amorcito-
-Relajalo y de verdad lo vas a gizar- dijo ella.
Un nuevo empujon y o maravilla, la gran verga de mi amante, quedo totalmente alojada en mi recto. Se quedo quieto asi, para que mi interior se acostumbrara al invasor y comenzo a moverse suavemante sacandolo y volviendo a meterlo, hasta los pelos. El dolor no se calmaba y lagrimas salieron de mis ojos, al tiempo que mi piel se ponia de gallina y mi boca parecia la de un pez fuera del agua.
Poco a poco, el dolor fue sediendo, un poco por la suavidad de el macho, otro poco por el morbo que yo sentia de estar enculada y otro poco, porque mi amiga, aprobechando que estaba con el trasero parado y a su alcance, me sobaba la vagina con su mano rebalosa por el aceite que quedaba en ella y aplastaba mi clitoris entre sus dedos, probocandome nuevas y desconocidas sensaciones.
Pronto, ya casi desaparecido el dolor, comenze a disfrutar las caricias de mi amiga y las envestidas del hombre, que ahora, sacaba casi por completo el pene de mi culo, para enterrarlo de un golpe hasta las pelotas.En un momento, me di cuenta que mi amiga tenia un muslo a cada lado de mi cabeza y en un mivimiento de mi cuello que hacia agitando la cabeza de lado a lado, pase a rozar con mis labios la cara interna de uno de ello, lo que interpreto como una señal mia y bajando sus caderas, me puso en la boca su sexo depilado y exitado por la situacion. En un principio, pense en rechasarla, pero lo puta que me estaba sintiendo, hizo que sin pensarlo mas, con mi lengua, correspondiera a la gentileza de prestarme a su marido para cumplir mi fantasia, de ser culeada.
El dormitorio, se lleno de nuestro gemidos, suspiros,bufidos; eramos tres cuerpos sudorosos y calientes buscando el maximo del placer. De pronto el macho dio un bufido cas animal y clavandomelo todo, en el recto que parecia una funda para su pene, eyaculo con la misma potencia que la vez anterior, inundando mi recto con sus jugos.
Fue asi como por primera vez, tube en mi culo una gran verga, como deseaba. Despues de decansar un rato, el hombre demostro su potencia, dandonos a las dos un buena racion de sexo.Cuando volvi a mi casa, mi marido que crei que solo habia ido a conversar con mi amiga, me pregunto;-como estubo la tarde?, te divertiste?-
-Si huevon, si supieras como y lo voy a seguir haciendo- solo respodi con el pensamiento.
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