Demasiada hembra para un solo hombre Capítulo 4 «Compartiendo a mi esposa con mi compadre»
Por fin mi esposa accede a ser sodomizada por mi compadre, con la excusa de ayudar a cumplir su mayor fantasía .
Esa misma noche pude darme cuenta de que algo en mi esposa había cambiado… era como si la hembra ávida de sexo que estaba dormida en su interior hubiera vuelto a despertar. Sol ya había dado el primer paso, estaba seguro de que solo era cuestión de tiempo para que se acostara con mi compadre, lo que no imagine fue que ocurriera tan rápido…
Al siguiente día me desperté algo temprano, no pude dormir más debido al nerviosismo y la excitación por saber que pasaría entre mi esposa y Carlos, así que baje a tomar una taza de té mientras esperaba a que Sol despertara…
-¿Cómo amaneciste mi vida?
-Cachonda papi… -contesto Sol mordiéndose los labios
-¿En serio te gustaría coger con mi compadre?
-Mmmm ¿Estás seguro que no te vas a enojar…?
-¡Tienes mi palabra! -le aseguré
-Si es así… me gustaría hacerlo –contesto
-¿Y qué fue lo que te hizo cambiar de parecer?
-¡Mmmm pues pienso que sería rico… además la tiene muy grande! -dijo mientras sacaba mi verga del bóxer
-¡Espérame tantito voy por él de una vez ja ja!
-¡No cómo crees, que va a decir…! ¿qué soy una puta ja ja?
-¡Si mi amor la mejor de las putas y eres mía…!
-!No mi vida, que pena, imagínate si no quiere…!
-Tienes razón, Carlos siempre ha sido un poco tímido, creo que lo mejor es seguir el plan e irlo convenciendo de a poco, además argumentos no te faltan amor, sobre todo ese delicioso par de nalgas…
-¿Crees que le gusten mis nalgas?
Me pregunto mientras se sentaba lentamente, introduciendo mi verga dentro de su vagina
-¡Pero claro que le gustan…!
-¿Mmmm y qué te dijo de mis… mmm nalgas amor? –dijo Sol mientras empezaba a cabalgarme lentamente
-¡Pues tampoco es que siempre hablemos de tu culo amor… ja ja! tan solo han sido comentarios… que tienes bonitas nalgas y que le gustaría alguna vez cogerse a una mujer así de nalgona como tu…
-!Mmmm y yo quiero que me coja mmmm que rico…!
-Ayer cuando te vio con el vestidito, me dijo que le encantaría saber que se siente metértela por el culo…
-¿Mmmm deberás dijo eso?
-¡Claro, es su fantasía cogerte por el culo! bueno… aunque yo tuve un poco de culpa porque le conté que tu disfrutas mucho el sexo anal y que lo hacemos a menudo…
-Mmmm y quieres que le de mi culito amor… ¿Me das permiso?
-!Si mi vida, quiero que le des las nalgas, que te coja y te deje el culo escurriendo de leche…!
-!Si si quiero mmmmm que delicia…!
-Bueno para empezar ponte una tanguita y una de esas batitas sexys que tienes, entonces cuando se despierte le dices que tuve que salir…
– ¿Es en serio amor, de verdad quieres que lo haga…? No quiero que te vayas a enojar…
– ¡Claro que quiero mi vida, te juro que no me voy a enojar…!
-Oye… ¿Y vas a querer mirar… verdad?
– ¡Pues ese es el chiste amor!
– ¡Está bien, pero no quiero reclamos!
Sol se desmonto y me dejo a medias y con la verga bien parada, entonces me dio un beso y me dijo que, si quería mirar, me fuera a esconder al cuarto de lavado y esperara a que ella bajara a hacer el desayuno. No le pregunte nada más, simplemente obedecí, me metí a la lavandería desde donde podía ver a través de la ventana y espere a que estuviera lista.
Debieron pasar unos 20 minutos cuando escuche acercare a mi esposa y a Carlos ¡Casi me da un infarto cuando vi que Sol! únicamente tenia puesta una minúscula tanga negra, un par de zapatillas altas y una batita negra completamente transparente, ni siquiera se había puesto brasier, por lo que sus pechos estaban prácticamente desnudos… ¡más bien ella estaba desnuda!
La bata no dejaba absolutamente nada a la imaginación, se podían apreciar con lujo de detalle las jugosas tetas de mi esposa, coronadas por un amplio par de pezones rosados y sus regordetas nalgas que golosamente se comían el hilo de la tanga negra que tenía puesta. La silueta de Sol se veía impresionante, con unos pechos enormes y una cintura muy pequeña, en relación con sus prominentes caderas, además un par de largas y carnosas piernas blancas, adornadas de una tobillera de oro en el pie izquierdo que le terminaba de dar un toque de sensualidad a su atuendo…
La luz del sol entraba por la ventana e impactaba en el trasero de mi mujer, haciendo que la bata se volviera un más transparente, realmente no encuentro palabras para describir lo erótico de la escena… Carlos se sentó en la barra del desayunador y al tener a mi esposa de espalda simplemente se puso a contemplar el vaivén de las nalgas de Sol mientras preparaba el desayuno.
Mi mujer estaba súper excitada mostrando su cuerpo a Carlos, quien obviamente también estaba a punto de explotar, pero se contenía y hablaba de temas triviales con toda naturalidad, como si no pasara nada, sin embargo, llego el punto donde tomo valor para hacerle una insinuación a mi esposa…
-Que hermosa te vez con esa batita comadre…
-Hay gracias compadre, que bueno que te guste, me la compro mi esposo, aunque siento que es un poco transparente, mira…
Entonces Sol se dio vuelta dándole completo permiso a Carlos para devorarle las nalgas con la vista
-¡Pues si es un poco transparente, pero te vez divina…!
-Hay compadre ja ja gracias por las flores… ¿En serio te gusta cómo se me ve…?
-¡Claro que me gusta! Tienes el cuerpo que todas las mujeres envidian…
Sol volteo a ver a Carlos y en su rostro se notaban un ligero sonrojo, síntoma de su excitación
-¿En serio? Sabes siempre he estado traumada con el tamaño de mi cola… -dijo Sol tocándose las pompas con ambas manos
-!Ja ja hay comadre, es cola más preciosa que he visto en mi vida!
-ja ja favor que me haces, pero tampoco es bueno estar tan nalgona…
-¿Haaaaaaa no?… ¿Por qué lo dices?
-Hay… pues porque todos los hombres nada más me morbosean, tú crees… -dijo con voz de niña
-¿Y no te gusta que lo hagan…?
-ja ja pues la verdad sí, me encanta que me miren… pero luego no más me la quieren meter por ahí…
Contesto mi esposa, confesándole sutilmente que yo no había sido el único en catar su culito…
-¿Por dónde te la quieren meter comadre…?
-Por la colita compadre… – contesto mi esposa bastante excitada
-Yo pensé que te gustaba el sexo anal…
-Ja ja bueno la verdad si me gusta… ¿Pero tu como sabes…?
-Pues… digamos que a tu esposo le gusta presumirte…
-!Hay que pena compadre… que debes pensar de mí!
-Pues que eres una mujer hermosa y tu marido es el hombre más afortunado del mundo al poder disfrutar de un culo tan precioso como el tuyo! en cambio yo… siempre he querido saber que se siente tener sexo anal…
-No me digas que nunca lo has hecho… ¿Qué a tus novias… o a mi comadre no le gusta?
-Pues te diré que nunca he podido cumplir esa fantasía… lo que pasa es que por el tamaño de mi pene les ha resultado doloroso a las mujeres con las que lo he intentado…
-Hay compadre…pobrecito –dijo casi ronroneando –pues si tu quisieras… tal vez yo te podría ayudar a cumplir tu fantasía… pero con la condición de que mi esposo jamás se entere!
-De verdad harías eso por mi comadre?
-¡Si compadre… aunque te aclaro que solo sería una vez…! Deja acabo el desayuno y en 5 minutos te alcanzo en tu cuarto
En cuanto Carlos se fue a su cuarto, rápidamente salí de mi escondite, Sol estaba que se derretía de ganas, así que le di un beso en la boca y le dije que ansiaba verla enculada… ella solo se rio y dijo:
-Hay amor… ¡no puedo creer que me convenciste de hacerlo!
Subí rápidamente y aprovechando que Carlos había entrado al baño, me cole en su habitación y me escondí dentro del closet. Ninguno de los dos se imaginó que yo estaba escondido en el cuarto, poco después entro mi compadre y al par de minutos mi esposa.
-Bueno a ver enséñame esa cosa que tanto presumes… ¡que tal si no me cabe ja ja!
Sin decir agua va mi compadre se bajó los pantalones, dejando a la vista su enorme miembro
-¡Hay dios mío, pero sí la tienes enorme! –dijo mi esposa boquiabierta
-Pues yo creo que a una mujer como tú no le costaría trabajo, tu culo alcanzaría a comerse mi verga sin ningún problema no crees… –dijo al tiempo que se sacudía la verga como presumiéndosela a mi esposa
-Hay pues no se… ¡Es que nunca me han metido una cosa tan grande!
Entonces mi compadre agarro a Sol por la espalda y poniéndole la verga en medio de las nalgas le empezó a desabrochar la bata
– ¿Crees que te quepa…?
-Pues no lo sé compadre… seria cosa de intentarlo…!
Carlos termino de desanudar la bata, dejando a mi mujer solo con su diminuta tanga negra e inmediatamente le empezó a acariciar los pechos y a besar su cuello. Sol tan solo paraba más la cola como queriendo arropar la verga de Carlos entre sus nalgas, mientras se besaban apasionadamente.
Mi compadre la aventó en la cama, para recorrer todo su cuerpo con besos y lamidas, recreándose en sus jugosos pechos, especialmente en sus delicados pezones, que chupo hasta que los labios se le entumieron, así poco a poco fue bajando en el cuerpo de mi mujer, besando y lamiendo la piel de sus piernas, hasta que le quito las zapatillas y empezó a lamer sus preciosos pies
Mi corneador tomo las dos tiras de la diminuta tanga de mi esposa y las jalo lentamente, dejando expuesta su tierna vulva, completamente depilada, tan suave y apretada como la de una quinceañera, misma que mi compadre empezó a lamer como un perro. Sol tomaba con sus manos la cabeza de Carlos y la hundía entre sus piernas, mientras se retorcía a causa del placer que estaba sintiendo
Deseoso de por fin probar el basto culo de mi esposa, Carlos le pidió que se pusiera de perrito, así que Sol resignada a lo que tenía que pasar, se dio la vuelta ofreciéndole de una manera impúdica su tremendo trasero. Mi compadre no perdió ni un segundo para hundir su cara entre aquel majestuoso par de nalgas y empezar a lamer su pequeño y rosado ano.
Como era de esperarse, Sol no se pudo contener esta vez y empezó a gemir, ya que su debilidad es que le den unas buenas lamidas en el ano
-Hay compadre uffff que rico me chupas la cola haaa mmmmm haaayy que rico, te gustan mis nalgas compadre haaa, quiero que te las comas haaaa que rico me chupas, hhaaaa assi así cómeme la cola!
Mi compadre tampoco perdía oportunidad de elogiar el culazo de mi esposa
-¡Pero que rica estas comadres, me encantan tus nalgas, desde que te conocí siempre había querido meter mi cara entre tus nalgas y chuparte el culo, eres una delicia de mujer!
Carlos intentando relajar el culo de mi esposa, preparándolo para el tamaño de su verga, metía la lengua como hurgando dentro de su esfínter, para luego meterle un par de dedos. Sol estaba desesperada por sentir aquella verga dentro de su culo, pero antes de que la penetrara le pidió a Carlos que se acostara otra vez en la cama y luego se sentó directamente sobre su cara….
Aquello debía ser un sueño para Carlos que siempre había soñado con asfixiarse en medio del culo de mi esposa. Sol se mantuvo un buen rato, literalmente sobre la cara de mi amigo, del cual solo se oía el chapotear de su lengua bajo las nalgas de mi esposa. Ella lo disfruto demasiado, así que queriendo regresarle el placer que estaba sintiendo, se inclino atrapando su verga entre los labios y empezó a mamarla con desesperación haciendo un delicioso 69.
Se metió casi toda la verga de Carlos a la boca, hasta que la sintió rozar su garganta y aunque de vez en cuando le provocaba alguna ligera arcada, tan solo se la sacaba de la boca, tomaba un poco de aire y engullía de nuevo su enorme miembro ¡Era de lo más rico ver a mi mujer mamando como una cachorrita ese tremendo pedazo de verga!
Sol estaba deseosa por ser sodomizada, así que tomando la iniciativa se desmonto de Carlos y tomo del buro un tubo de lubricante anal, entonces echo un chorro generoso sobre sus dedos y lo empezó a esparcir en la entrada de su ano. Carlos aún seguía recostado, así que Sol tomo otro poco de lubricante y masturbándolo suavemente, le empezó a distribuir el lubricante a lo largo de su miembro. Fue entonces cuando en una actitud de sumisión total, mi esposa se puso en cuatro patas sobre la cama, abriéndose las nalgas con ambas manos y le ofreció el culo a su nuevo macho
-Ya no aguanto más!!!! ¡Quiero que me cojas…!
Carlos ni tarde ni perezoso apunto su verga al culo de mi esposa, pero en lugar de metérsela de lleno, empezó a juguetear con su glande en la entrada del ano de Sol
-Compadre, por favor métemela, ya no aguanto!!!! -casi le suplico a Carlos
-Está bien pero antes prométeme que te voy a volver a coger- dijo al mismo tiempo que hundía lentamente la cabeza de su verga en el ano de mi esposa
Mi mujer en su desesperación aventaba el culo hacia atrás queriéndose meter la verga ella misma, pero en cuanto Carlos sentía que su verga penetraba de más en ese pecaminoso culo, el mismo se retiraba, provocandole unas ansias enloquecedoras a mi mujer.
-¡Esta bien puedes cogerme cuando quieras, de hoy en adelante mi culo será tuyo, pero métemela yaaaa! -suplicaba Sol
Entonces Carlos la tomo por la cintura y poco a poco empezó a hundir su verga dentro del goloso ano de mi esposa
– -!De hoy en adelante este precioso culo va a ser mío cada que se me antoje…!
– ¡Si hay que rico compadre!, dios míooo hay que rico me estas abriendo la cola uffff hay que rico, nunca me habían metido una tan grande haaaa!!!!
¡Parecía que el culo de mi esposa no tenía fondo!, tan solo veía como centímetro a centímetro desaparecía dentro de él la verga de mi compadre, no cabía duda que mi mujer era una verdadera hembra capaz de comerse cualquier verga por el ano sin importar el tamaño que tuviera
Una vez que sol tubo toda la verga en el culo ambos se quedaron quietos, Carlos jalo a mi esposa hacia su pecho de tal manera que ambos quedaron arrodillados sobre la cama y empezaron a besarse, mientras mi esposa se acostumbraba al tamaño de su pene, hasta que lentamente él empezó bombear sin dejar de besarla
Fue cosa de minutos, hasta que Sol ya estaba nuevamente de cuatro patas recibiendo auténticas embestidas dentro de su culo y ahora sin recato profería obscenidades y lanzaba sonoros alaridos de placer
-Haaaaa haaaaaayyy que rico, haaammmmmm que buena verga tienes compadres, asi asi cógeme rico haaaaa, me encanta
-¿Te gusta mi verga? ¡anda dímelo! ¿Te gusta?
-¡Si me encanta tu verga mi amor! haaaaa haaaaa que rica la tienes, de haber sabido que la tenías tan rica hubiera dejado que me cogieras desde antes…
-¿Qué crees que diría tu marido si te viera con mi verga en el culo, he putita?
-¡Sería muy rico que lo supiera, para que se entere que tiene una puta por esposa!
Creo que eso fue lo que basto para que mi compadre terminara vaciándose en el interior de mi esposa… ambos se quedaron pegados un poco más, recobrando el aliento, hasta que se le bajo la erección a mi compadre y saco su verga del culo de mi mujer.
Creo que después de venirse Carlos recapacito un poco sobre lo que había pasado y temor a lo que yo le pudiera decir, se vistió como rayo, ya que temió que yo en cualquier momento pudiera regresar. Por mi parte, salí como pude de mi escondite y luego de un par de minutos en que se me desentumieron las piernas fui corriendo con mi esposa que estaba despidiendo a Carlos en la puerta, vestida tan solo con la minúscula tanga negra de hilo, sin importarle en lo más mínimo que algún vecino la pudiera ver casi desnuda.
Entonces Sol lo miro a los ojos y le dijo
-Que te quede muy claro que solo hice esto para ayudarte mi vida… yo sé por la situación tan difícil que estás pasando con tu esposa y cuando se te ofrezca solo avísame vale!
En cuanto cerró la puerta me abalance a ella y la tome del cuello por detrás, para comenzar a besarla, entonces tome el hilo de la tanga y lo hice a un lado, apunte mi verga a la entrada de su ano que se sentía húmedo y dilatado, y sin mayor cuidado la penetre de un solo golpe
-Te gusto como te cogió mi compadre?
-Aaaaaahhh si mi amor me encanto. Mmmmm Tiene una verga muy ricammm
-Te gusto ser la puta de otro hombre mi amor?
-Haaayyy si me encanto, pero me gustaaa más ser tu mmm puta–Contesto al tiempo que buscaba mi boca para besarme
-Tu siempre serás mi puta, pero de hoy en adelante también vas a ser la puta de otros, eres demasiado hermosa como para no compartirte, además me gustaría que otros hombres se deleiten con tu delicioso culo que te metan sus vergas y te llenen de leche, porque yo sé bien que una sola verga no es suficiente para satisfacerte
-Enserio amor? Aaahhhhh vass a dejar que otros me cojan?
-Claro mi vida, se cómo otros desean tu cuerpo y también sé que a ti te fascina que te deseen, así que te voy a dar permiso para que te den toda la verga que quieras – respondí mientras mi semen se mezclaba con el de mi compadre en el interior de su recto.
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