desatendida
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Cuando llegamos al hotel, nos instalamos en la habitación, era viernes y estaba muy temprano, me dijo que me dejaría ese día solita pero que el sábado y domingo era para nosotros, me dio un beso y se fue.
Me decidí por darme una ducha aprovechando para afeitarme el chochito, luego me puse crema humectante por mi cuerpito, me perfume, me puse una tanguita azul con su brasier decorados con encajes, una mini blanca, una blusa azul semi transparente ajustadita, unas zapatillas deportivas y un poco de maquillaje….
Me fui para el bar pedí un coctel mientras lo tomaba pensaba en todo lo que me haria mi esposito me estaba excitando tanto que ya estaba mojadita, de pronto se me acerco un caballero y me pregunto que si estaba solita, que si me podía acompañar, le respondí que si, se sentó a mi lado y me convido a tomar unos vinitos así nos fuimos calentando, me sentí muy arrechita, excitadita,
Me empezó a besar en la boca, su mano subía por mi pierna llegando a mi chochita que la tenia muy caliente , corriéndome la tanga me metió los dedos haciéndome gemir me mordí los labios para no gritar, me dijo mi nena hermosa me acompañas a mi habitación, estoy solito y seria para los dos y así fue ya en su habitación nos besábamos desenfrenadamente, nuestra ropa caia por el suelo, al verlo desnudo note que tenia su pene durito y paradito me arrodille llevándolo a mi boquita mamándoselo, sentía como lo tenia de calientico mojadito, luego me llevo a su cama donde me tumbo, me empezó a besar las téticas me lamia y chupaba mis pezones,
Con su mano jugaba con mi chochito yo ya no aguantaba mas y le pedía que me lo metiera, me abrió las piernas y las puso sobre sus hombros y me empujo su delicioso pene hasta el fondo, así me llevo a un delicioso orgasmo, sentí su semen invadir mi chochito, me hizo gemir como toda una putita, luego me volteo me puso en cuatro y sin pedir permiso me metió un dedito por mi culito haciéndome gemir, para luego envestirme con su pene por el culo, solo pude gritar de dolor, nunca me habían culiado así, después de un rato todo fue muy rico sentí como el inundaba mi cululito con su semen calientico…
Al final me vestí y me fui a mi habitación me bañe y me volví a cambiar mis ropas y así esperar a mi esposito no sabia si contarle o no sentí algo de culpa.
Chao Rubiela.
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