Divorciado a mis 45, me cojo a mi novia y a su hija.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Conocí a Marisol y me pareció una mujer muy interesante, a pesar de sus 42 años, ella tiene muy bonito rostro, casi sin arrugas, se pinta el cabello de castaño claro, tiene ojos claros, como verde oscuro, aún conserva un bonito cuerpo, claro con algunas cosas de la edad, como una pancita de mujer que fue casada y que ha parido dos hijos, pero se mantiene con bonito cuerpo.
Desde que tuvimos nuestra primera relación sexual con Marisol, me pude dar cuenta que era una mujer muy fogosa en la cama, le gusta mamar mi pene, hasta hacerme venir y en muchas ocasiones se toma mi venida o bien le gusta tener mi esperma esparcida por todo su rostro. A pesar de nuestra edad, hacemos varias posiciones en la cama, le gusta que le de duro en la posicion de misionero y en la posición perruna, a mi pareja le gusta gemir y hablar de cosas sucias mientras tenemos sexo, lo cual me pone super ardiente, total que nuestras relaciones son muy placenteras y nos llevamos muy bien.
Marisol tiene dos hijos, un varón que esta casado y vive lejos de aqui y una hija llamada Inés, ella es muy inteligente, tanto asi que ya esta graduada de la universidad. Inés es soltera, pero no por fea ni mucho menos, sino es muy tímida e introvertida, porque Inés tiene un bonito cuerpo a mi opinión, es de pequeña talla, mide 1.60 mt, tiene bonitas piernas llenitas, es delgada, con poco busto, su rostro es bonito y tiene cabello como rizado, de grandes ojos. En su vida había tenido un solo novio, y lo había dejado desde hace como dos años. Ella vive con su madre todavía, asi que yo la veía frecuentemente, rápidamente hicimos mucha amistad y ella me tenía mucha confianza al grado que me llamaba al teléfono varias veces al día, pues ella me pedía consejo casi para todo. Hasta parecía yo su papá en ocasiones.
Un día, Marisol no estaba, su mamá que estaba entrada en años, era diabética y estaba en el hospital, ella fue a visitarla. Entonces Inés me llamó y fui a verla a su casa. Estaba llorando cuando llegué, le pregunté, y al principio no quería contarmelo, pero luego la convencí y se puso a explicarme. Resulta que un compañero de trabajo de Inés, le confesó que le gustaba y luego la llevó en su auto a un sitio apartado de la carretera y quiso tener relaciones sexuales con ella. Inés se lo impidió y el compañero luego la quiso dominar a la fuerza, pero ella se salió del auto corriendo y en la carretera alguien se detuvo para auxiliarla y la trajo a casa. Ella se abrazaba conmigo y la fui calmando, hasta que dejó de llorar, estuvimos alli sentados por horas. Luego ya calmada.
Inés : -Ben, porque mi compañero quiso hacerme eso?-
Yo: -Mira, es un poco complicado, pero la verdad es que tu le gustaste, y lo que le faltó fue más delicadeza para tratar a una mujer bonita como tú-
Inés: -Crees que soy bonita, o lo dices para quedar bien conmigo?-
Yo: -Por supuesto que eres bonita, eres muy hermosa, tanto que cegaste a ese compañero tuyo-
(ella se río conmigo)
Inés: -Ben, crees que debi quedarme en el auto y dejarme tocar por él?
Yo: -No- -Si el chico no te gusta no tienes porque hacerlo; además el no tuvo mucho tacto contigo, creyó que eres una chica cualquiera, la verdad es que estuvo bien que te fueras!-
Inés: (respiró varias veces antes) – yo te gusto a ti Ben?-
Yo: Eres una gran persona y muy inteligente
Inés: (me interrumpió) Noo! si te gusto como mujer?
Yo: (tragué saliva) Eres encantadora.. si te hubiera visto hace diez o quince años te hubiera seguramente enamorado, y no como se chico, te hubiera regalado flores o chocolates y te hubiera invitado a cenar a un bonito lugar, te hubiera hablado de cosas bonitas, te hubiera dicho que tienes unos ojos muy lindos y la cabellera más increible que hubiera visto.-
Ella se quedó muda, solo me miraba y me miraba. Al terminar de hablar me abrazó y ella buscó mi boca, nos besamos, sentí su lengua tratando de entrar a mi boca, segui el juego y nuestras lenguas entablaron una pelea por entrar en la boca ajena. Luego se separo solo para decirme.
-Ben, tócame por favor!!-
Mis manos tocaron sus piernas, eran suaves, luego le toqué sus senos sobre su blusa, ella misma se desabotonó la blusa tipo camisa y pude ver sus sostén tipo media copa, se lo bajé y pude ver sus senos tan bellos, no eran grandes, pero tenían una forma casi perfecta, los besé y luego los mamé por turnos, puse sus pezones entre mis labios y los lamí, ella emitió un gemido de excitación, luego metí mi mano en su entrepierna y ella abrió sus piernas para darme facilidad, pude tocar su panochita sobre su bragas, ella ahora emití gemidos a todo momento, mis dedos hicieron a un lado su braguita y le toqué su delicado sexo, hasta ese momento no sabía que era virgen, a sus 24 años!!.
Cuando mis dedos registaban sus labios vaginales ella casi gritó de placer, dejó caer su cabeza en mi hombro y yo seguí acariciando su panochita, mis dedos se llenaron de sus jugos íntimos. Para tener mejor comodidad, la puse sobre mis piernas y la recliné sobre mi brazo derecho, mi boca volvíó a mamar sus tetitas y mis dedos jugaban con sus labios vaginales y su clitoris, ella pegaba de gemidos, hasta que su boca busco mi brazo y me mordíó, ella clavó sus dientes al tiempo que estaba teniendo un orgasmo. Quise insertar un dedo en su vagina, pero me di cuenta que algo no permitía meter totalmente mi dedo, era su himen, alli me di cuenta que Inés era pura todavia.
Yo tenía en ese momento una gran erección, como la tenía en mis brazos, la cargué y la llevé a su habitación, la deposité en su cama y luego me subí sobre ella para seguir besándola, le quité la blusa, luego la falda y sus bragas, la dejé desnudita sobre su propia cama, luego me avalancé sobre sus piernas abiertas, le besé sus muslos internos, luego su vientre y fui bajando poco a poco, ella se retorcía en la cama debajo de mi, mi lengua probó por primera vez el sabor de sus jugos y sus labios vaginales, ella emitió un chillido de placer, luego comencé a lamer su parte íntima, subía hasta su clitoris y bajaba hasta la entrada de su vagina, ella de los puros nervios me jalaba el cabello y otras veces me restregaba mi cara contra su vulva, solo puedo decir que le mamé su sexo como si fuera el último, lo hice por varios minutos, la preciosa Inés desbordaba su vagina con jugos dulce-amargos que mi lengua recogía.
Luego de dejarle su panochita bien mojadita por mi saliva y sus jugos, tomé sus dos piernas y las levanté, besé sus pantorrillas y sus pies, le lamí entre los deditos y fui colocando mi verga en la entrada virginal de su panocha, hice algunos intentos por penetrarla y mi verga resbalaba, asi que la tomé fuerte y finalmente se la inserté en la vagina, ella gimió y me clavó sus uñitas en mis muslos, seguí empujando mi verga hasta que se fue moviendo hacia su interior, Inés gemía y se quejaba, cuando mi verga había entrado a la mitad, empecé a meter y sacarla dentro de su vagina, lo hice lentamente y fui viendo como cada vez era más fácil meterla y sacarla, les digo que era la primera mujer que yo desvirgaba en mi vida, ni mi ex-esposa era virgen cuando me la cogí. Asi que fui prudente y delicado con Inés.
A los pocos minutos ya la follaba como a su madre, es decir se la metía rápido y duro, Inés ya emitía gemidos de puro placer y la vi correrse por primera vez penetrada por un miembro viril. Después de eso, la puse en cuatro, me encanta esa posición, alli me di cuenta que tenía un delicioso trasero y antes de penetrarla, le di una chupada de nalgas, de culo y de panocha, la pequeña Inés gimió y gritó de gusto cuando mi lengua le pasaba por el ojete de culo y luego iba hacia su clitoris. Luego la penetré y me sujetaba de su espalda y hombros para arremeter contra ella y metersela completa en su panochita, que ya recibía mi verga como una hembra cachonda.
No pude evitar acabar dentro de su vagina, yo quería ver como se veía mi leche mezclada con la sangre de su desfloración, era algo morboso, pero increíblemente rico.
Cuando regresó Marisol, su mamá, todo volvió a la normalidad, pero por poco tiempo, a los quince días, yo la fui a traer a donde labora y me la llevé a un motel y la volví a follar delicoso, la pequeña Inés se corrió cuatro veces y yo dos en esa ocasión.
Ella sabe que tengo relaciones sexuales con su mamá y aún asi lo hace conmigo. Estoy viviendo la mejor etapa sexual de mi vida, pues las dos hembras son buenas en la cama.
Ahí que ver si luego se animan a hacer un trío contigo. He leído de muchos casos así y es fenomenal ver a una madre cogiendo con su propia hija y uno ser primero el espectador y luego el cogedor de dos vaginas empapadas.