Doña Rita se prendió conmigo…
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola a todos… Mi nombre es Alejandro y lo que les voy a platicar es completamente real… hace 2 años mi novia comenzó a ir a una sesión de terapia que se llama “Terapia Gestalt”…
Es algo así como un terapeuta o psicólogo, va y hablas tus problemas… pero bueno.
Mi novia me invito a ese tipo de cosas, que por que según me iba a ayudar mucho… yo siempre fui muy renegado para ese tipo de cosas. Hasta que como se han de imaginar, mi novia me convenció de ir.
Pero era algo muy personal, ella y yo no íbamos juntos… ella iba un día y yo otro…
Después de varias sesiones con mi terapeuta que yo la conocía como “Doña Rita”… ella me dijo que yo estaba muy bloqueado, me explico que en mi cuerpo había muchos nudos y que era lo que no me permitía abrirme y conectarme completamente con ella… pero que eso, con un masaje me podía ayudar mucho.
Así que me programo que para la próxima sesión que era cada semana, me daría un masaje…
Llegue ese día a la terapia y ella me pidió que me acostara en una camilla de masajes que tenía en su oficina… me explico que tenía que quitarme toda la ropa, solo que darme con el bóxer puesto y acostarme sobre la cama.
Ella se salió del consultorio y me dijo que me colocara una toalla a la altura de de la cintura y me acostara boca arriba, lo hice y después ella entro al cuarto.
Cuando lo entro me comenzó a dar el masaje, era un masaje muy fuerte, pues según me explico estaba deshaciendo los nudos que yo llevaba en mi cuerpo…
Después me pidió que me volteara, me gire y quede boca abajo y ella comenzó a masajear mi espalda y mis piernas… y después de un rato me pregunto: oye Ale… ¿puedo masajear tus pompas?
A mí me extraño mucho y con la cabeza le dije que no…
Ella no sé qué entendió o por qué lo hiso, pero en ese momento metió las manos a mi bóxer, lo bajo y comenzó a masajearme… yo no le dije nada. Pues eso me gusto, se sentía bien…
Después me pidió que me volviera a voltear… lo hice y comenzó a masajear mis piernas, pero debo aceptar que en ese momento mi pene estaba un poco erecto, yo tenía los ojos cerrados, pues ella me había dicho que me concentrará en el masaje…
Después dejo de masajearme por un momento… yo no pensé nada extraño, yo tenía los ojos cerrados, lo que me sorprendió fue cuando sentí que quito la toalla antes de que yo pudiera reaccionar… ella agarro mi pene erecto y lo puso en su boca.
En ese momento abrí los ojos y le pregunte: ¿Qué pasa?
Ella solo me dijo: Me tienes bien caliente… dame un poquito… ¿sí?
Yo no lo dije nada… Solo la mire mientras me chupaba el pene…
Después me relaje y me acosté en la cama a disfrutar de esa grandiosa mamada que ella me estaba haciendo…
Yo no podía creer que me Doña Rita me estaba haciendo eso… ella no es una señora muy bonita, pero tiene un culo y unas caderas anchas, que en más de una ocasión yo había mirado con ojos de lujuria…
Después me pregunto: ¿Puedo ponerlo en mi vagina?
Inmediatamente le conteste: Si…
Entonces se levantó, y se bajó su calzón y se subió encima de mí…
Agarro mi pene y lo puso en su vagina y comenzó a cogerme…
Ella me dijo: ¡Ay… que rico…!
Y yo le dije: ¡¡sí!! Y después levante su falda y comencé a acariciar su gran culo..
Después ella me dijo: Si vas a terminar… hazlo adentro de mí… no hay problema…
Yo le dije: Ok… Y después baje su blusa y saque sus tetas para chuparlas, al verlas, me excite mucho más… pues nunca me había dado cuenta que tenía tetas grandes, pero como ya es una mujer grande… le colgaban, pero eran muy grandes.
Ella solo me decía: ¡ay… que rico!… ¡ay… que rico!
Las comencé a chupar y a ella le gusto…
Ella me cogía con una fuerza y una velocidad que sé que yo pensé que en poco tiempo terminaría adentro de ella…
Y antes de que yo le dijera algo ella comenzó a gemir y me dijo: ¡¡ ¡Me voy a venir!!!
Y sentí como su vagina se mojó completamente… y ella grito de una manera que yo nunca había visto gemir a alguna mujer, no paraba de gemir… y seguía moviéndose…
Yo después le dije: ya voy a terminar…
Y me contesto: hazlo adentro de mí… ¡¡quiero tu leche!!
Termine adentro de ella y ella se levantó, después quedamos que nadie se enteraría de esto… y que no lo volveríamos a hacer… pero pocas semanas después me volví a coger a Doña Rita… pues ella es un mujer muy caliente.
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