El Intruso capítulo 3
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por adalberto1979.
Capítulo 3
La nueva etapa había comenzado, Ramón se volvió visitante frecuente de mi casa, durante el día en nuestro trabajo, hacía que desarrollara erecciones interminables describiéndome como se cogería por la tarde a mi Carmen, yo a veces me sobaba por encima del pantalón, él se reía viendo como lograba excitarme con sus planes.
No siempre podíamos dejar a los niños con mi cuñada, eso complicaba las cosas, cuando estaban los niños me perdía de la acción, porque tenía que quedarme con ellos jugando en la sala, mientras mi compadre se cogía a mi esposa en nuestra recámara, en ratitos me podía escapar y abría un poco la puerta y los miraba como copulaban, mi mujer se veía tan hermosa siendo cogida por él, su escultural cuerpo hacía mucha armonía con el de él, parecían hechos el uno para el otro.
Bajaba a la sala, después de verlos, con una tremenda erección, tenía que sentarme para que mis hijos no la vieran, ponía un cojín tapándola, ellos se me acercaban y me enseñaban lo que hacían, yo tartamudeando los elogiaba, mi mente estaba en otro lado… estaba en la planta alta.
Mi compadre bajaba después de cogerse a Carmen solamente en bóxer, yo lo miraba recriminándolo, porque estaban mis hijos presentes, pero él se reía y no me hacía caso, mis niños apenas lo veían se abalanzaban sobre él para abrazarlo y besarlo, querían mucho a su tío ramón.
Él jugueteaba muchos con los dos, a veces más con mi hija, le acariciaba la pancita con su boca arrancándole carcajadas, mi corazón latía por muchas razones, mis hijos lo querían tanto como a mí o tal vez más, y porque a veces notaba que mi compadre acariciaba demás a mi hija, mi corazón daba vuelcos viendo como ramón la cargaba sujetándola de las nalgas, apretándoselas y le preguntaba “¿Quién es la princesa de tío?”, mi niña ya sabía que tenía que contestar “Yo tío” y le daba un piquito en la boca, yo solo miraba sin hacer algo, pero mi pene si lo hacía, se erectaba.
Ramón controlaba nuestras vidas, ya habían pasado meses desde que iniciamos, traía siempre su celular con saldo y desde ahí mensajeaba a mi mujer, le pedía fotos y ella se las enviaba, siempre le pedía su ubicación, y ella sin titubear se la mandaba, recuerdo una ocasión que ella andaba con los niños haciendo unas compras y mi compadre le pidió ubicación, ella se la mando y vio que estaban muy cerca de nosotros, no titubeo en pedirle verse en un lugar neutro, mi Carmen accedió.
Llegamos al lugar, ramón me pidió bajar de la unidad para cuidar a mis hijos en el carro, yo baje y vi como Carmen salió disparada del auto, no me saludó, es más ni siquiera me miró, subió rápidamente por el lado del acompañante.
La unidad era alta y de vidrios oscuros, nadie notaría lo que estaban haciendo, pero yo sí; veía como la pesada unidad se mecía con el vaivén de la cogida de los dos, mis niños me preguntaban que a “donde había ido su mamá”, yo solo les decía que a “saludar a su tío”.
Finalmente aquella ocasión Carmen bajo, estaba toda despeinada, su labial todo embarrado en su boca, el rímel corrido, ni siquiera se había acomodado bien el vestido, me miró y me sonrió, se acercó a mí y me dio un tremendo beso, pude sentir la leche de mi compadre y eso me excitó,
Subí a la unidad y lo primero que vi fue mi compadre sentado riendo burlonamente y mire la palanca de cambios, ahí estabas las bragas de mi mujer
? Me la cogí con las bragas puestas, mira huélelas, aún tienen leche
Me las arrojó y yo reí, las tomé y también se las arroje, el recorrido de ese día fue una tortura mi compadre me platico como se la cogió mientras yo manejaba, era una tortura porque no podía tocar mi pene, el describía los detalles sucios y eso me excitaba más, llegó el momento que no pude evitarlo, el dolor era insoportable.
? Compadre maneja tu un rato, ya no puedo mas
El rio con mis palabras y se sentó a manejar, apenas arrancó yo liberé mi pene y me masturbe, eyacule cuando él me dijo como obligo a Carmen a que se sentara en la palanca de cambios y se la metiera en la vagina y después en el culo, haciéndome hincapié en que ella lo hiso sin titubear.
******
La vida ahora era así, ramón estaba en nuestras vidas, un día estaba dormido en el suelo a un lado de la cama, eso pasaba muy seguido, nuestros niños se quedaban en su cuarto y yo me quedaba con en mi recámara con los cogedores, solo que en el suelo para dejarles libre la cama por si a media noche se les antojaba coger, ahí estaba todo molido de los huesos y la voz entrecortada de Carmen me despertó
? Antonio, Antonio… despierta por favor
Me enderecé con un dolor horrible de cuello y lo primero que vi fue la espalda musculosa de ramón, por cómo se movía podía adivinar que estaba cogiendo con Carmen
? Antonio, rápido… ven
Con dolor de cuerpo me levante y vi porque Carmen me llamaba con tanta insistencia, ramón y ella estaban de lado cogiendo, él se movía muy intenso y mi mujer luchaba con Toñito mi hijo menor, quien intentaba subirse a la cama, ella se lo impedía con las manos, ramón se movía muy rápido la sábana que los cubría destapaba los pechos de Carmen quien intentaba detener la sábana e impedir que Toñito se subiera; estaba desesperada porque el niño era muy escurridizo y batallaba ella para impedir que se subiera al mismo tiempo que se volvía a tapar con la sábana, por lo que me llamó
? Mi amor, agarra… a… Toñito—me dijo mi mujer con la voz entrecortada recibiendo verga
Ella no luchaba con ramón por dejar de ser cogida, lucha con mi hijo para que no se subiera, por su voz entrecortada y la cara de agonía imaginaba que estaba a punto del orgasmo; agarre a mi hijo y lo llevé fuera de la habitación
? Quiero estar con mami
? No hijito, mami está ocupada con tío ramón
Le dije y tiernamente lo saque de la habitación, apenas salimos escuche a mi mujer gemir su intenso orgasmo; bajé y le prepare fruta a mi hijo para que desayunara, mi niño de 4 años comía entusiasmado su fruta cuando mi compadre bajo sólo en bóxer, Ramón se sentó y me miró burlón
? Por poco y nos cacha tu hijo jajaja
? Si, que bueno que me despertaron sino si los ve “haciéndolo”
Mi nivel de humillación era franco y constante a aumentar, ramón me contó como despertó con una erección y mi mujer estaba de lado, se le antojo cogérsela así y estaban los dos muy contentos cuando entro mi hijo y se quiso subir a la cama, como muchas veces lo hiso cuando yo ocupe ese lugar, solo que ahora ellos estaban cogiendo, me mencionó como Carmen le impedía subir y eso a él lo excito más por lo que arremetió contra la raja de mi esposa arrancándole gemidos, ramón me contaba eso mientras yo desarrollaba una erección, fue atento de omitir las palabras groseras, las cuales cambió por otras que solo él y yo entenderíamos.
En eso estábamos cuando mi mujer bajo solo en bata, se veía hermosa recién cogida por mi compadre, nos saludó a los dos de beso, el de ramón fue más prolongado que el mío, mandó a Toñito a jugar a la sala y se puso a preparar desayuno; mi compadre después de comer se fue a la regadera, ya solos, ella y yo, me contó su versión de los hechos.
Carmen me dijo que ramón la había despertado porque quería un mañanero, ella se puso de espaldas a él y se dejó coger por su raja, me dijo que estaba en su punto máximo cuando Toñito entro, no podía detener su orgasmo, la sábana, ni a Toñito, sintió que la situación se le salía de control porque ramón no dejaba de bombearla y ella no quería tener su orgasmo frente a nuestro hijo, pero tampoco podía aguantar mucho, por lo que me llamó.
? Hiciste bien en llamarme, tal vez hubiera sido muy traumante para nuestro hijo ver tu orgasmo, últimamente los tienes muy intensos
? Si lo sé, eso te lo debo a ti, por cierto mientras arreglaba la cama, ramón me comento que se excito mucho cogiéndome frente a mi hijo y me planteó la posibilidad de coger con ellos presentes, pero que no se dieran cuenta, le dije que te comentaría a ti y si tú estabas de acuerdo buscaríamos un modo, pero si tu no querías quedaba todo cancelado y en el olvido
Era una oportunidad para mí de caer más bajo, me levante y la bese tiernamente en sus labios, acaricie su cabello
? Claro que si mi amor, me parece buena idea, sólo buscamos una forma de que estén presentes y no se den cuenta de lo que hacen
? ¿Seguro?—sus ojos chispearon de emoción
? Si mi amor, seguro
Me beso más profundamente y se levantó, casi corriendo se dirigió a la regadera a bañarse con mi compadre y darle la buena nueva, dejó la puerta abierta y desde abajo pude escuchar sus gemidos, tuve que subir y cerrarla, no sin antes ver como el la enculaba estando ella con sus manos apoyadas en la pared.
Mi compadre se fue ese día y la rutina volvió a nuestras vidas, hacíamos nuestros quehaceres del fin de semana, pero aún quedaba libre el domingo, después de nuestras actividades Carmen y yo planeamos como podría ocurrir el evento.
Carmen me decía que podría ser ellos en la sala y yo con los niños en el comedor, pero no estarían totalmente presentes, el caso es que se pudieran ver; era una cuestión algo de pensarse para planearse bien; otra opción era que se sentaran juntos en el sillón y en determinado momento ella se sentara sobre él, me diría que tenía frio y yo los taparía con una manta, pero corríamos el riesgo de que el movimiento fuera muy obvio, los niños quisieran estar bajo la manta o de plano esta cayera con la cogida, porque mi compadre era muy tosco y en “eso” Carmen estuvo muy de acuerdo.
Finalmente a los dos nos llegó la idea casi de inmediato, la platicamos y vimos que era lo más idóneo para el evento, ella me abrazó con mucha felicidad, me dio un gran beso
? Gracias mi amor, eres el mejor esposo del mundo
? No, no lo soy, solo soy el hombre más enamorado de su esposa
Mi compadre llegó ese mismo día por la noche, mi esposa lo recibió, desde la sala escuche sus risitas, probablemente ella le decía que le tenía una sorpresa, escuche como ella dio un gritito, probablemente él le había dado una nalgada o un simple apretón en su suculento glúteo.
Entraron los dos a la sala tomados de la mano, vi como mi compadre vio que la decoración había cambiado, miró extrañado el nuevo acomodo de los muebles; mi mujer y yo habíamos acomodado el sillón principal más cerca de la pared, quedó un estrecho espacio entre el mueble y la pared, frente al sillón acomodamos otro sillón individual.
Los niños entraron corriendo y yo encendí la pantalla, puse una película infantil que a ellos les encantaba, gustosos se sentaron frente a la pantalla y vieron su película, mi mujer se situó en el espacio entre el sillón y la pared, lamió sus labios y miró a mi compadre; mirándolo directo a los ojos apoyo sus manos en el respaldo y abrió sus piernas, se inclinó…
Mi compadre la veía como si fuera un lobo, podía ver babas salir de su boca, se dirigió hacia ella, Carmen mi esposa y amor de mi vida, se había vestido de forma especial para ese día, traía una falda de tela suave y holgada que le llegaba a un poco por arriba de medio muslo, no era una falda que usara para salir, pues el aire la levantaría sin ningún problema, era una falda que usaba solo en casa y solo cuando ramón estaba presente, de hecho él se la había escogido y yo pagado.
****
Aún recuerdo ese día, ellos hechos todos risitas escogiendo la falda y metiéndose juntos al probador para que pudiera “ver” cómo le quedaba, Carmen salió toda roja del probador, su boca con sus hermosos labios hinchados, con un hilo blanco en la comisura y algo despeinada, se dirigió a mí y me dijo “esta es la falda que quiere que me compres”, me la entregó yo fui a pagar y ella entró de nuevo al probador con mi compadre, seguramente a seguir con sus “cosas”, tuve que esperar un rato afuera hasta que acabaron de “probarse” la ropa.
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Regresando a nuestro momento especial, mi compadre se dirigió a ella y se situó atrás de ella, escuche como sonó su cremallera cuando la bajo y vi como de forma incomoda sacó su enorme verga ya erecta, levantó la falda de Carmen, tampoco se había puesto pantaleta y era con ese propósito, que mi compadre no batallara.
Vi el rostro de Carmen, como tuvo que contener un gemido cuando se sintió penetrada por él, los niños estaban frente a ellos, ellos veían la tele y los hechos se suscitaban a sus espaldas, en un empujón de mi comadre mi esposa se tuvo que sostener fuerte del sillón moviéndolo un poco y haciendo ruido, mi niño volteo, ellos se quedaron quietos, aunque la posición era más que obvia, mi compadre todo pegado a mi esposa sosteniéndola por la cintura y ella apoyada con sus dos manos del respaldo, mi niño los vio un rato, ellos quietos lo miraban, Toñito perdió el interés y regreso a ver su película, los tres respiramos aliviados.
Mi compadre sonrió maliciosos viendo como Toñito regresaba a su película y movió sus caderas con ritmo, el golpeteo con las nalgas de mi esposa era inevitable, ella para mitigar un poco el ruido acomodo su falda tapando sus nalgas y esto amortiguara el golpeteo, aparentemente funcionó e hiso que mi comadre le diera más duro en su raja, al hacerlo un gemido escapó de su boca, ahora mi niña volteo y se les quedó mirando, mi esposa abrió los ojos y la miró directo a los ojos, mi compadre esta vez no se dejó de mover, mi esposa brincaba, empujada por mi compadre, agitando su cabello mirando a mi hija y ella a mi esposa, vi como mi esposa se empezaba a perder en el placer y abría un poco su boca, no se dejaban de mirar, mi niña no comprendía lo que pasaba y creo que mi esposa tampoco comprendía porque se estaba excitando tanto.
Vi que mi niña se iba a levantar a ver, mi esposa abrió más su boca y yo tuve que intervenir
? guau, mira eso
Le señale una escena de la película y eso basto para que ella perdiera el interés en su madre y siguiera viendo emocionada su película, mientras mi mujer también muy emocionada seguía recibiendo verga en su raja.
Mi compadre lanzó sus ya característicos bufidos que precedían a su orgasmo, mi mujer no pudo evitar y gimió también al sentir como mi compadre llegaba al clímax dentro de su raja, no contento con ello mi compadre la jalo del cuello y los cabellos haciendo que ella mirara al techo mientras aumentaba sus movimientos, los dos gimieron como locos, mi mujer estaba con los ojos nublados de excitación, yo tenía mi pene durísimo y lo apreté un poco, al hacerlo eyacule en mi pantalón, ellos seguían gimiendo mientras estaban en su orgasmo simultaneo y fue tanto su ruido que mis hijos voltearon al mismo tiempo y vieron el orgasmo de su madre, los dos miraron, no sabían que era, para ellos la imagen solo fue ver a su madre mirando el techo con su tío atrás de ella jalándola una y otra vez.
Terminé de eyacular antes que ellos, mire a mis niños que desconcertados los miraban
? Hey niños miren, pobre princesa, se tropieza con su enorme cabello…
Los dos voltearon a la pantalla y se embobaron de nuevo en su película, eso dio tiempo que mi compadre y mi esposa terminaran a gusto de gemir, y se desacoplaran poco a poco, mi compadre se recargó en la pared, estaba todo sudoroso y mi esposa se recargo en el sillón, imagino que sus piernas le temblaban, levanto su cabeza y me miró, vio mi enorme mancha de semen en mi pantalón y me sonrió cómplice, después giró su cabeza y vio a mi compadre recargado en la pared recuperando el aire, se levantó y lo tomó de la mano, salieron de la sala y subieron abañarse en mi recámara, mi mujer cuando salió de la sala para ir a la recámara, ni me volteo a ver, sólo lo vio a él.
Mi corazón latió muy intenso, sentía que ella ya lo quería más a él, en una ocasión se lo pregunté y ella sonriendo me dijo “no tonto, yo sólo te amo a ti, con el cojo rico, pero te amo a ti”, esas fueron sus palabras, pero de una tiempo a la fecha ella era más detallista con él que conmigo, se miraban riéndose, se secreteaban frente a mí, ella ya se sentaba a su lado, me decía que en ocasiones el la tocaba debajo de la mesa mientras comían y a ella le gustaba, pero eso no siempre pasaba, sin embargo ella siempre estaba a su lado.
Sentía un extraño vacío en mi estómago, pero la sensación de que me dejara por él me hacía sentir extrañamente excitado, como si mi conciencia fuera que ella me prefiriera, pero mi subconsciencia pedía a gritos que él fuera su favorito.
Deje a mis niños viendo tele y subí a mi recámara, el sonido de la regadera indicaba que los dos se bañaban juntos, me dirigí a el closet, saqué un short y un bóxer, me lo puse y justo cuando subía mi short, salieron los dos tortolos de la ducha
? Hola mi amor ¿llevas mucho?—saludo cariñosamente mi Carmen.
? No, voy subiendo, me quedé con los niños para ver que todo estuviera bien
? Eso compadre, así me gusta jajaja
Mi compadre me dio una palmadita en la espalda mientras se dirigió a mi closet y sacaba otro short para él
? ¿Te quedas compadre?—pregunte extrañado
? Si mi amor, ¿hay algún problema?—pregunto mi mujer expectante
? No claro que no, sólo que como mañana ya iban los niños a la escuela pensé que te ibas compadre, pero no te preocupes, sabes que eres bienvenido
? Gracias compadre, y no te preocupes, me iré en la madrugada, sólo me cojo a tu mujer una vez más en la noche y me voy ¿ok?—dijo mientras abrazaba groseramente a mi mujer
? Ok enterado, pero bueno y ¿Qué tal? ¿Cómo se sintieron?
? Excitadísima, nunca me había chorreado como hoy
Dijo Carmen aun sintiendo su vagina palpitar, su lenguaje ya era más florido, ya decía palabras como coger, culo, verga, etc.
Todo frente a mí sin importarle que yo escuchara
? Si compadre, eso estuvo con madre, habría que repetir—dijo ramón
? Cuando quieras compadre, nada más nos ponemos de acuerdo
? Si, otra vez
Mi mujer brincó una y otra vez emocionada pensando en repetir la escena, cenamos tranquilos los cinco, mi compadre no dejaba el tema, seguía disfrazando las palabras para que mis hijos no entendieran, veía como mi mujer emocionada lo escuchaba, en ocasiones se acercaba mucho a él y se recargaba, eso pasaba tan seguido que mis niños ya ni importancia le daban.
Mi compadre cumplió, después de nuevamente cogerse salvajemente a mi esposa, conmigo a un lado en el suelo se fue; una vez marchado Carmen me llamó para que subiera con ella en la cama, yo lo hice, había escuchado toda la cogida y pene palpitaba, ella se apiadó de mí y abrió sus piernas invitándome a coger, yo me subí, pero apenas sentí al tibia leche de ramón eyacule como desquiciado, me quedé un rato sobre ella y mi mujer me daba tiernos besitos en al frente, era como si besara a su hijo y no su esposo, porque a mi compadre siempre se lo quería comer con a boca
? ¿Me amas?—pregunte sin bajarme
? Mucho… demasiado
? ¿Más que a Ramón?
? Más que a Ramón…
? ¿Me cambiarías por él?
? Nunca, con el disfruto lo físico, pero contigo lo sentimental, lo físico algún día acabará, pero los sentimientos que tengo por ti… jamás
Me beso en los labios tiernamente y de esa misma forma yo me baje de ella, nos quedamos de frente uno del otro, con la escasa luz nos veíamos a los ojos
? ¿Te arrepientes de algo?—mi mujer preguntó
? No ¿y tú?
? Tampoco, solo espero que algún día no me recrimines esto—dijo mi mujer con algo de culpa
? Nunca lo haré
? Sabes que puede acabar cuando tú quieras ¿verdad?, solo es cuestión de que digas “hasta aquí” y se acaba ¿lo sabes verdad?
? Si lo sé, pero no quiero que acabe nunca
? Jajaja bueno, ni yo, tengo todo, amor en mi vida—dijo tocando mi nariz—y mucho placer sexual
? Y eso me encanta, los dos tenemos lo mismo
? ¿sabes algo?—pregunto Carmen acercándose a mí, como buscando mi opinión
? ¿Qué?
? A Ramón le gustó mucho esto
? A mí también— la interrumpí
? Si lo sé—mi Carmen me miró a los ojos– y ahora quiere repetir, pero quiere hacérmelo por el culo frente a ellos ¿está bien?
Mas estaba cayendo, era una caída en la que parecía no había fondo, no sabía hasta donde llegaría, solo que quería dar el siguiente paso de esa interminable pendiente.
? Me parece una fantástica idea, hay que planearlo
Mi mujer me besó emocionada, nos besamos a la luz de la luna, sentí su amor y agradecimiento, su fidelidad hacía mí, me daba la opción de dejarlo y de tener el control de terminarlo cuando quisiera, pero ni loco lo haría, nunca había recordado sentirme tan pleno y feliz.
La semana paso de rutina, algunos días hice las entregas yo solo para dejar cogiendo a ramón con mi esposa, finalmente el viernes, mi mujer y yo, planeamos como podría ser, era obvio que llevaría una falda holgada sin bragas, mi compadre había insistido en que quería a los niños más cerca de ellos mientras cogían, mi esposa y yo pensábamos las opciones y nuevamente la idea llegó.
El sábado por la tarde mi compadre llegó y nos saludó, mas efusivamente a mi mujer que mí, yo prácticamente me hice a un lado para dejarlo abrazarse y besarse, después de que acabaron su entusiasmado saludo nos dirigimos a la sala, mis hijos jugaban en medio al mismo tiempo que veían otra de sus películas infantiles.
Mi compadre se nos quedó mirando, nuevamente habíamos cambiado los muebles de lugar, el sillón largo ahora estaba a un lado, donde antes estaba un sillón individual, mi mujer le pidió que se acostara en el sillón, mi compadre lo hiso, ella lo tapo con una gruesa manta, para después acostarse con él.
Los dos estaba de lado, mi compadre atrás de mi esposa, escuche cuando la cremallera de él hiso ruido ya ser bajada, vi como mi Carmen se movió acomodándose y como mi compadre mordió su labio inferior en señal de concentración, por la cara que puso mi esposa adiviné que la penetración se había consumado.
Una hora antes yo le había aplicado un enema a mi mujer para lavar sus intestinos, después le puse mucho lubricante, sabía que mi compadre iría directo a su culo, se olvidaría de la raja, la preparé metiéndole dedos en el culo para dilatarla y finalmente le aplique más gel lubricante, le di un tierno beso en su culo, cosa que mi mujer agradeció dándome un tierno en mis labios.
Mi compadre ya le había metido toda la verga a mi esposa, ella tenía su cara desfigurada por la penetración, sus ojos cerrados y su ceño fruncido, mi compadre inicio un movimiento de meter y sacar, se movían muy obvios, mis niños no lo notaban a pesar de estar muy cerca de ellos, Carmen sin poder evitarlo gemía quedito, su cara no se estaba quieta, abría los ojos, los cerraba su boca hacía lo mismo, fruncía su entrecejo, me miraba, su mirada se nublaba, era como si de agonía placentera estuviera muriendo frente a mí.
La manta que los cubría se empezó a caer por el movimiento, me tuve que levantar y acomodárselas para que pudieran seguir cogiendo bajo ella, lo hice yo porque tanto ramón como mi Carmen no hacían por detenerla, notaba lo feliz que estaban entregándose de lleno a la cogida.
? Mmmmgggghhhh
Carmen no pudo evitar dar un pujido cuando mi compadre se la metió muy fuerte, hiso eso tres veces las mismas que Carmen sin poder evitarlo gimió pujando, era obvio que quería gritar su placer, pero al estar cerca de nuestros hijos, casi frente a ellos no debía; podía yo ver como ella luchaba por contener su garganta para no gritar y gemir loca de placer.
Nuevamente la manta se deslizó cayendo y tuve que pararme muy rápido para colocarla de nuevo, lo hice tan rápido que no pude acomodar mi erección, mi pantalón parecía una tienda de campaña, Carmen miró con ojos nublados de placer como yo con mi erección demasiado evidente acomode la manta, cuando los deje bien arropados, cerró los ojos y abrió su boca nuevamente para dejarse llevar, mi compadre sonrió malicioso, como diciendo “no la pongas”, pero yo no hice caso a su mirada y la acomodé.
Desde mi sillón podía ver como ellos seguían cogiendo, Carmen con ojos cerrados y mi compadre mirándome, no podía aguantar más y abrí mi bragueta, el sonido de está bajando hiso que Carmen abriera los ojos, me miró como metí mi mano y la moví en señal de masturbación, volvió a cerrar los ojos, mi compadre dejo de mirarme, pero mi corazón latió mucho cuando vi que desvió su mirada a mi pequeña hija perla, veía como su mirada iba cambiando mientras la veía al mismo tiempo que se cogía a Carmen, ella ni en cuenta con lo que él hacía, pero yo si notaba como la miraba y bombeaba a Carmen con más entusiasmo.
Mi pequeña hija perlita, estaba acostada boca abajo viendo divertida su película, traía una falda cortita propia de una niña de su edad y sus piernitas estaban flexionadas y en constante movimiento, eso hacía que la faldita se corriera y mostraba a ratos su infantil bombachita.
Yo podía escuchar los latidos de mi corazón, sentía demasiada angustia viendo como la mirada pervertida de mi compadre se apoderaba del culito de mi hija, se movía más intenso viéndola, era como si imaginara cosas mientras enculaba a Carmen, yo no podía dejar de sentir angustia ni de mover mi mano sobre mi pene, sentía que iba a gritar en cualquier momento de preocupación o eyacular de placer, era una mezcla extraña de sentimientos, algo parecido a cuando vi por primera vez a mi Carmen engañarme con mi compadre.
¿Sería ese el siguiente paso? ¿Dejar que mi compadre se satisfaciera con Carmen y mi hija? Y yo… ¿solo observaría? No dejaba de mover mi mano mientras pensaba en eso, mi mano tenía vida propia, mi mente nublada pensando en mi humillación hacía que mi pene estuviera duro como una roca.
Mi compadre miraba a perlita, se movía de forma brutal, ya no se limitaba en sus movimientos, de repente bramó, abrió su boca mucho y se giró sobre Carmen quedando encima de ella; Carmen, boca abajo, era un mero títere que se dejó hacer por su enculador, no puso la más mínima resistencia, mi compadre ya encima de ella, sin dejar de ver a mi pequeña hija, se movió aún más fuerte, la manta casi cae, se alcanzó a atorar entre ellos y eso evito que cayera, cubría parcialmente a mi compadre que se movía como loco y bramaba como poseso.
Yo miraba como él de forma pervertida enculaba salvajemente a mi mujer mientras miraba a mi hija, hicieron tanto ruido los dos, que mis hijos voltearon a verlos, ellos no comprendieron la escena, pero la vieron, yo me masturbaba mientras también los veía y ya de excitación no pude pararme a acomodar la sábana, ni a distraer a mis hijos, eyacule en mi pantalón, viendo como mi compadre miraba sonriendo a perlita mientras eyaculaba en el culo de su madre.
? Aaahhh aaahhh
? Mmmgggghhh
Los dos gemían mientras terminaba su orgasmo, yo termine primero de eyacular y trate de despejar mi mente, les hablé a mis niños, que voltearon a verme, olvide cerrar mi cremallera, y la mancha de semen se notaba mucho en mi pantalón, ellos la vieron pero no le dieron importancia, necesitaba dejar solos a mi compadre y mi esposa para que terminar tranquilos y se pudieran acomodar sin temor a ser vistos, a mis niños los lleve a la cocina prometiéndoles nieve, los deje comiendo la nieve en la mesa de la cocina y regresé a la sala dónde Carmen ya estaba de pie doblando la manta.
Mi compadre estaba sentado en el sillón aún con la verga de fuera toda llena de babas y moco, mi mujer limpiaba las manchas de semen del sillón, ya se había acomodado su falda, pero el semen de ramón escurría por sus muslos.
? Eso estuvo cabrón—dije yo todavía emocionado
? Si, hubo un momento en el que me perdí—dijo mi esposa
? Nunca había eyaculado tanto en tu culo mi amor
? No, pero se movían mucho los dos y la manta por poco cae, que si no la detengo mis hijos los hubieran visto—dije yo riendo
? Hay compadre pues la hubieras dejado caer
? Ni juegues eh que para la otra si la dejo que se caiga a ver qué cara ponen cuando los vean cogiendo jajaja
? Jajaja
Reí lo mismo que mi compadre cómplices de nuestros comentarios, mi mujer solo sonrió y miro al cielo como diciendo estos pervertidos no tiene remedio.
? Bueno nos vamos a bañar
Dijo mi compadre mientras se levantó y sin guardarse la verga tomó de la mano a mi mujer y se dirigieron a la recámara a bañar.
Yo estaba con mis hijos en la mesa de la cocina cuando vi a mi mujer pasar con mi compadre después de haberse bañado, ella llevaba su bata de baño y él ya iba cambiado, me vio y se despidió de mi con un ademán, yo le correspondí, mi mujer lo acompaño a la puerta y de ratito regreso, se sentó a mi lado y me besó, por primera ves me había besado con un poco de más pasión
? ¿Te gusto mi amor?—pregunto coqueta
? Mucho y ¿a ti?
? También, ramón me dijo que le encantó coger así, que era la mayor eyaculación de su vida
? ¿En serio? ¿Tanto se prendió?
? Si, jajaja… en la regadera solo de recordarlo se volvió a excitar y me cogió de nuevo, lo disfrutamos mucho y tú también, que no creas que no te vi eh
? Si, jajaja ya no pude evitarlo y me masturbe viendo a ustedes cogiendo frente a mis hijos, ¿te cuento algo sucio?—dije yo excitado
? Si, dime
? Me hubiera gustado en ese momento haberme sacado la verga y eyacular sobre ellos
? Jajaja eres un cochino igual que ramón
? ¿Por qué?—pregunte interesado
? Porque me dijo que cuando Toñito se subió a la cama aquella vez, a él le hubiera encantado que nos viera cogiendo, de hecho me propuso que cogiéramos con él a un lado de la cama, o sea casi frente a él, para que nos viera.
? ¿y aceptaste?
? No, claro que no, me da miedo
? ¿por qué?
? Pues porque él podría decírselo a alguien, es pequeño y no sabría guardar secretos
? O sea que si él supiera guardar secretos ¿lo hubieras hecho?
? Hay pues la verdad si, si tuviera la seguridad de que Toñito no le diría a alguien, si lo haría, a mí también me daría morbo tener mi orgasmo mientras ramón me encula y yo abrazo a mi pequeño hijo
El abismo se abría nuevamente ante mí, era solo cuestión de que me arrojara al precipicio y la gravedad de la perdición hiciera el resto del trabajo, no podía desaprovechar la oportunidad
? Hagámoslo
? ¿Qué´? ¿Estás seguro?—pregunto mi mujer entre desconcertada y emocionada
? Si, debe haber alguna forma de hacerlo, solo hay que planearlo bien, si hagámoslo
? ¿Seguro? – ahora veía ese brillo de excitación que tanto me encantaba de mi mujer… mi nueva mujer
? Si mi amor, creo que debemos hacerlo, solo hay que planearlo bien
Me beso con loca pasión, cenamos rápido y ella durmió a los niños más temprano que de costumbre, nuestra cama nos esperaba y los dos estábamos ansiosos de llegar a ella; toda la noche fue de locura sexual, ella me contaba lo que mí me encantaba, como ramón se la cogería con mis hijos viéndolos desnudos mientras ellos copulaban como cerdos, terminé eyaculando en el culo mientras ella describía como le pondría leche de ramón a mi pequeño en sus labios, para que él la saboreara…
Continuará
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