El mejor amigo de mi esposo nos coje a mi hija y a mi
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
LLegaba a casa después de hacer unos trámites que me habían pedido mi marido. Me sorprendió ver en la puerta de la casa estacionado el auto de nuestro amigo Carlos.
Él es un joven de unos 30 años, bien formado y es el mejor amigo y compañero de mi esposo desde la época de la escuela secundaria. Nos conocemos desde hace años, prácticamente fue el que hizo que me casara con Alfredo, mi marido, y nos juntamos habitualmente durante muchos años. Entré en la casa y escuche ruidos que venían del estar de la casa, me acerqué con curiosidad y lo que vi me dejo helada. Mi hija de 8 años estaba agachada en el sofá amarrándole el pene a Carlos con las dos manos y empalmándosela. Hablaban en voz baja y se reían y ni cuenta se dieron de que yo había entrado y menos que los estaba viendo.
Entonces katy, mi hija, empezó a darle besitos a la cabesa de su pene y chuparsela, la polla a Carlos, era inmensa, yo nunca había visto nada así de grande, ancha, realmente un tubo de carne impresionante de cerca de 30 centímetros y lo más asombroso era ver a mi hija llevarse ese pedazo de pija a la boca, que realmente apenas si le cabía la cabeza. Carlos, mientras tanto le estaba acariciando con los dedos en la vaginita a Katy, y ella se movía tratando de encontrar un ritmo entre los movimientos de la mano de Carlos y los movimientos de su boca. De repente ella se levanta del sofá, se acerco a Carlos bajo su calsonsito de adelante y empezó a meterse tremendo pedazo en la vagina. Era increíble ese espectáculo, por un lado no podía creer lo que miraba pero por otro no dejaba de admirar ese pedazo de carne impresionante. Cuando se la estaba metiendo reaccione y saliendo rápidamente del estar de la casa llegue a la puerta de calle haciendo que la abría con fuerza y la cerraba de golpe, di unos pasos y grite:
– Carlos, donde estas?, Katy ya llegue.
Dicho lo cual me encaminé despacio de nuevo hacia el estar. Cuando entre estaban los dos sentados charlando animadamente entre ellos. Nada hacía entrever en sus comportamientos lo que yo acababa de ver, saludé a Carlos de beso en la mejilla y mire hacia abajo su tremenda ereccion que trataba de ocultar y mi hija aprovecho para subir a su cuarto. Yo charle un rato con Carlos y me dirigí a la cocina a preparar la cena para mi y mi hija. Al rato sale mi hija y me anuncia que va a salir con la vecina a jugar.
– Oye, que he preparado ya la cena para las dos.
– Dile a Carlos que se queda así de paso hablan y no te quedas sola.
Dicho lo cual salió dando un portazo. De todas maneras viendo que Carlos acepto la invitación pensé que seria un buen momento tener una charla con el sobre el asunto de mi hija. Cenamos tranquilamente, bebimos vino, charlamos y cuando prepare café Carlos se retiro de nuevo al estar y se sentó en el sofá, yo llegue con las tazas y la bandeja y cuando entré en la sala y vi a Carlos sentado comodamente, recorde lo que vi y me golpeó como si hubiera sido una bofetada, me recompuse como pude y me senté en el sofá. Luego de tomar el café, tome coraje y le dije a Carlos directamente:
– Carlos, quiero que sepas que hoy vi lo que hacías tú y mi hija en este mismo sofá y que trate de evitar algo que termine arruinando nuestra relación de tantos años de amistad.
Carlos se puso rojo como un tomate, me miro y dijo.
– Lo siento, de veras, lo siento. No era mi intención que pasara, empezamos a hablar y charla va charla viene nos encontramos hablando de sexo y ella me dijo que con su vecinita habian visto a chicos por la computadora mostrandoles el pene y que tenia mucha curiosidad de ver uno real, así empezamos a jugar y a tocarnos y bueno tu viste lo que pasó.
– Si lo vi y dejare pasar por alto este incidente no diciéndole nada a Alfredo pero tu tienes que alejarte de Katy.
– Claro, dijo Carlos, no volvera a suceder.
Acontinuación cambió la expresión de su rostro de una forma que no me gustó para nada y me dijo
– Si viste todo, ya sabes como me ha dejado tu hija y tu importunada entrada.
Dicho lo cual se me tiro encima y empezó a tocarme las tetas y el cuerpo a la vez que intentaba besarme. Yo le empuje con las dos manos, alcancé a levantarme y le dije con una furia que ni yo misma conocía:
– Vete de esta casa. Vete y no vuelvas más. Que te has creído, te tratamos como amigo desde hace años, has visto nacer y crecer a Katy, y hoy casi te la tiras y no conforme con ello pretendes tirarte a la esposa de tu mejor amigo.
Pero Carlos, lejos de arrepentirse se me tiro encima de nuevo. Con sus manos poderosas me agarró los brazos tirándomelos hacia atrás y empezó a besarme por toda la cara. Yo corría mi cara para que no me tocara, pero él insistía. Luego usó una sola de sus manos para sujetar mis brazos y con la mano libre empezó a tocar todo mi cuerpo, Me magreaba las tetas, el culo, la concha. Metiendo las manos por debajo de mi vestido introdujo dos dedos a través de mi tanga y me los enterró en la vagina. Yo seguía esforzándome por liberarme pero no podía hacer nada., Era mucho mas fuerte que yo.
Entonces, me tiro al sofá, siempre con mis manos atrapadas, me abrió las piernas y de un tirón me saco los calzones. En ese instante hundió su lengua en mi vagina, chupando y mordiéndola, yo me sacudía y trataba de recoger las piernas para no facilitarle la tarea, pero era imposible, más me movía yo más me enterraba la lengua. A esta altura debo reconocer que a pesar de mi resistencia lo que hacía no lo hacía para nada mal. Fue en ese momento que volvió a mi mente el recuerdo de mi hija sobando ese pedazo de carne, ese bulto increíblemente grande y viendo cuando intentaba enterrárselo y sentí que me estaba excitando, que me estaba gustando lo que me estaba haciendo Carlos. Deje de moverme, me quedé quieta, esperando primero tranquilizarme para después empezar a gozar con la tremenda chupada que me estaba pegando.
Ahí tuve mi primer orgasmo, que hizo que me arqueara completamente. No lo podía creer, me estaba forzando el mejor amigo de mi esposo y yo estaba gozando. Carlos se debe haber percatado de esto, porque de golpe sentí que mis manos no estaban sujetas y mis tetas estaban siendo manoseadas de una manera tremendamente erótica, me las magreaba a través del vestido. De golpe se levantó, se bajó los pantalones y aprovechó para sacarme el vestido y el sosten. De nuevo empezó a chuparme la concha y al cabo de unos instantes sentí mi segundo orgasmo. Ni con mi marido estaba gozando así, nunca había sentido todo esto. Cerré los ojos y cuando los abro de nuevo no podía creer lo que veía. Mi mano se había dirigido a su verga y la estaba magreando, me quedé admirada viendo como mi mano abarcaba cada vez menos de ese pedazo de carne a medida que se iba poniendo dura, más tiesa se ponía mas recorrido hacia mi mano. No aguanté más me levanté y me la llevé a la boca.
Empecé a chuparla como nunca chupé nada en mi vida. La quería entera en mi boca, creo que chupándola tuve otro orgasmo y la verga seguía creciendo en mi boca. Chupé toda la polla hasta que el tamaño hizo que tuviera que sacar un pedazo de mi boca, le recorrí los huevos, me volví a meter la pija en la boca. Sentí que se ponía más dura y me puso a cuatro patas en el sofá y me ensartó por atrás, cuando la sentí adentro de mi vagina empecé a acabar casi de manera constante, con cada embestida me sacaba 20 centímetros de verga y me los enterraba de golpe. Sentía los huevos golpeándome las ancas y me apretaba contra si para hundirme ese pedazo hasta el fondo, Yo me reía y lloraba y le decía
– Así, no pares….. sigue así, me haces acabar, dame…. no te pares, sigue……
No podía creer lo que salía de mi boca pero estaba totalmente perdida, lo único que quería era que me cojiera. Cuando terminó salió un chorro de leche que me inundó la vagina totalmente dilatada. Cuando la sacó me di vuelta y lo besé, nos vestimos y servi mas cafe y charlabamos cuando entro mi esposo, lo saludo conversamos y despues llego Katy, se sento a un lado de Carlos y lo tomo de la mano jugeteando con ella, Carlos desvio su mirada a mi sonriendo ironicamente. Alfredo dijo:
-Se nota que mi nena te quiere mucho.
Carlos apreto su pene por encima del pantalon con la otra mano muy discretamente
– y yo a ella
Dandole un beso en la mejilla y sin soltar su mano mirandome fijo y sonriendo.
Pasaron varios dias y Carlos llegaba con Alfredo ya que entrenaban juntos deportivo y una tarde Carlos le comento a Alfredo que no iria a entrenar al siguiente dia.
Despues de un rato Carlos se despidio y cerca de mi oido me dijo muy quedito:
– Maña vendre a verlas…..
Cargo a Katy, quien le dio un beso en la mejilla y me la dio para que la cargara mirandome con mucho deseo y sonriendo.
Lo que paso al siguiente dia…..
Hay segunda parte?