El papá de mi exnovio me coge, ya casada
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Cuando tenía 19 me hice novia de Miguel de 20, luego de seis meses de novios, me llevó a conocer a su familia, alli fue cuando conocí a Guillermo su papá, un hombre muy guapo, altisimo, yo díria que por alli del 1.90 mt, cabello castaño y con un físico envidiable para un hombre de 43 años.
Con mi novio Miguel tardamos como 2 años de novios y terminamos por una tontería.
Luego con 21 conocí a mi actual esposo José, con quien me casé un año después.
No tenemos familia aún.
Hace como un año atras, enganchamos una casa propia, pero aqui los bienes raíces son carisimos, asi que tuve que buscar trabajo y como soy técnico en diseño gráfico, vi un anuncio del periódico y fui a la entrevsita, sin saber que el gerente y dueño de la empresa era nada menos que el papá de Miguel, don Guillermo.
En la entrevista, llevé un minifalda, pues tengo bonitas piernas.
Yo soy morena clara, mido 1.64 mt, cabello a media espalda, mis ojos son avellanados, tengo dos bonitos senos medianos de buena forma y como dije tengo bonitas piernas y mis pies me han dicho que son muy sexys.
Cuando me vio don Guillermo me conoció, me pasó amablemente adentro y me fije que no dejaba de verme las piernas, pues la mini que llevaba deveras que era cortita.
Charlamos muy amenamente y me dijo que si lo quería el trabajo era mio.
Cuando le dije que si, y fijamos horarios y salario, no dejó de decirme que estaba muy linda, -no sé como mi hijo te dejó ir-.
Y la verdad es que don Guillermo estaba guapísimo y se notaba que tenía un buen carácter.
Y tuvimos buena química entre ambos.
La relación con mi nuevo jefe era divina, nos llevabamos bien, me dijo que no le dijera don Guillermo, sino solo Guillermo.
Y sus atenciones empezaron a ser muy personales.
Yo estaba encantada, aunque como dije, era conservadora y no deseaba nada con él, pero aveces le coqueteaba como buen ejemplar del sexo femenino.
Después vinieron las invitaciones de Guillermo para salir con él a cenar y yo no aceptaba, aunque era un hombre muy atractivo en toda la palabra.
Pero la indiferencia de mi esposo en la cama y algunas llamadas que me hicieron en donde me juraban que mi marido andaba con una mujer muy joven, hicieron que mi entereza se fuera debilitando.
Y sucedió que debíamos presentar nuestro trabajo para ganar una licitación, íbamos a competir contra dos empresas más y me pidió Guillermo que lo acompañara, iba a ser en otra ciudad y debíamos quedarnos la noche.
Mi esposo no puso objeción.
Fuimos con mi jefe Guillermo y presentamos, hicimos una oferta y.
ganamos!!.
Estábamos completamente felices, nos embargaba la felicidad.
Guillermo me invitó a cenar en el hotel donde nos hospedamos y me puse una mini, pues a él le gustaban mis piernas y una blusa escotada pues quería lucirle mis lindo senos.
Comimos, bailamos y bebimos.
Estuvimos bailando hasta que cerraron el bar del hotel, eran las doce de la noche.
El me fue a dejar a la puerta de mi habitación y me besó, no pude evitar responder el beso y nos dios un húmedo con tocaditas, pues el me tomó de la nalgas, me dijo que era una mujer hemosa y que por favor lo invitara a pasar adelante un momento, le dije que no era apropiado, pero después que él insistió lo dejé pasar, lo primero que hizo adelante fue tomarme de nuevo en sus brazos y besarme ardientemente, sus manos tocaban mis nalgas y luego se metiernon debajo de mi mini y apretaron mis nalgas.
Yo no era ajena a todo esto.
Yo me dejaba hacer todo.
Estaba excitada y quería que me cogiera mi jefe.
Me llevó a la cama y caimos sin dejar de besarnos, el me fue quitando la ropa y yo la de él.
Lo primero que hizo fue liberar mis senos y comenzó a mamarlos y a chupame los pezones, yo daba alaridos de placer y le decía que siguiera haciéndolo.
El tomaba mis senos con ambas manos y me apretaba para mamarlos con mucha fuerza.
Nos quitamos la ropa el uno al otro, y yo atrapé su verga y bajé a mamársela, la tenía semierecta y la metí bien en mi boca y la chupaba, también se la lamía y de nuevo la metía para comérsela.
No se como hizo él para moverse, pero se metió entre mis piernas y quedamos en una posición 69, yo arriba y el abajo.
Sentí su boca tomar mi rajita y parecía que me estaba dando un beso de lengua a mis labios vaginales, luego sentí su lengua en mi ojete del culo, que rico me lo estaba comiendo Guillermo.
No tardó en llevarme a un bello orgasmo y tomarse el fuido que salió de mi vagina.
Yo le chupaba hasta los huevos y él también daba gemidos que me daban a saber que le gustaba lo que yo le hacía.
Luego hizo otro viraje y quedó entre mis piernas.
Inmediatamente nos besamos y sentí su carne deslizarse dentro de mi vagina, gemí y gocé todo el recorrido de su verga dentro de mi.
Lo besé y le dije que me cogiera rico, él comenzó a bombear su pene dentro de mi, lo hacía con fuerza y me penetraba bien profundo, me hacía gritar cada vez que me ensartaba.
-ohh dios que rico me coges!!- le dije yo cuando tuve mi segundo corrida.
El martilló su verga dentro de mi raja para que mi orgasmo fuera potencializado,
Luego asi como estábamos (el arriba y yo abajo), el giró a ambos en la cama, para que ahora yo estuviera encima y el abajo.
Su verga no salió ni un instante de mi raja.
Comencé a montarlo y moverme encima de su dura verga.
Moví mi cintura y mi pelvis para darle todo el placer que él me había dado minutos antes.
Guillermo gemía y apretaba mis senos antes de chupármelas, entablamos un delicioso movimiento entre ambos, su pene palpitaba dentro de mi vagina.
Después yo me viré y le hice un montada en reversa, en decir dándole la espalda, mostrándole mis nalgas y su pene entrando y saliendo de mi raja.
Me moví nuevamente arriba y abajo clavándome su dura carne en mi vagina.
Sentí sus manos tocando mis nalgas y mi ojete.
Luego lo oí quejarse, lo cual me decía que estaba por venirse, entones aceleré mi movimiento de cintura y él empezó a gemir y anunció su corrida, yo seguí moviéndome tratando de alcanzarlo y finalmente lo hice, me corrí por tercera vez.
Guillermo me llenó de leche la raja, tanto que cuando me desprendí, un buen chorro de su semen salió de mi vagina.
Ambos estábamos muy transpirados y sudados.
Nos quedamos un rato descansando sobre la cama, yo abrazada a él.
Como veinte minutos después, mi jefe Guillermo se vistió y se despidió, me dio un beso muy romántico y salió de mi habitación.
Por la mañana.
Me levanté de la cama y me quedé sentada un momento, todavía no creía que le había sido infiel a mi esposo, pero no había estado nada mal.
En eso sonó el teléfono de la habitación, era Guillermo, quien me daba los buenos días y me comentó que nuestro vuelo salía a las once de la mañana.
-Tenemos un poco más de una hora para entregar la habitación- me dijo.
No entendí que quería decir, en eso me dijo -me gustaría bañarme en tu habitación-.
Le dije -entonces ven-.
Nos duchamos juntos, hubo besos, tocadas y sexo oral abundante.
Salimos al aeropuerto.
Ya no volvimos a ser lo que eramos juntos.
A cada momento cuando nadie nos veía, nos comíamos a besos y otras cosas, como por ejemplo: el llegaba por atras de mi, me levantaba la falda y me bajaba las bragas, me comía la raja y el culo hasta hacerme chillar de gusto, luego me penetraba hasta venirse adentro de mi vagina, en otras yo me metía debajo de su escritorio, le sacaba el pene y me lo comía hasta ponerselo como piedra.
Luego me montaba encima y nos dábamos una buenísimo polvo, me tiraba sobre su escritorio y me daba sexo oral en la raja, luego me ensartaba sobre su escritorio hasta que no veníamos juntos.
Ya no me importaba si mi esposo tenía amante, yo ya tenía el mio.
Hace unos meses fue su cumpleaños, le dije que quería que le regalara y me dijo que quería el virgo de mi culito, pues yo le había comentado que aún nadie me daba por alli.
Me preparé, le pregunté a algunas amigas de confianza como había que prepararse y ellas me enseñaron, compré una bombita para un lavado de intestinos y una de ellas me regaló una crema que dilataba y era analgésica, asi que el día del cumple, mi jefe Guillermo después de hacérmelo por la rajita, me puso en cuatro y me chupó el culo, sentí su lengua casi entrar en mi ano ya dilatado por la crema, luego me ensartó lentamente, primero el glande y lo bombeaba, fue empujando y ahora entro su tronco y lo seguía bombeando despacio, sin prisa, me dejó ir la mitad de su verga por primera vez por el culo y me hizo ver estrellas, me sentí llena del culo, pero era un sensación agradable y erótica, me culio por veinte minutos hasta que en mi primer anal me corrí como bestia, era un orgasmo totalmente diferente, ahora se porque gozan los gays tanto.
Guillermo quedó tan encantado de mi orto, que me hizo jurar que mientras estemos juntos solo él me puede penetrar por alli, y se lo juré.
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