El tio de mi esposo me convirtió en su zorra por una semana
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
El tío de mi esposo, que llamaré Raúl, es un hombre de más de 40 años, no es feo, sino de cuerpo atletico y de buen ver, pero es mujeriego.
Mi esposo y él han tenido siempre muy buena relación, hace un poco más de un año llegó a vivir con nosotros, se había separado de su segunda esposa y no tenía donde ir.
Nosotros vivimos en un pueblo pequeño, por tanto mi esposo trabaja a dos horas de aqui.
Al principio todo marchaba bien, Raúl el tío de mi esposo se portaba muy correcto y ayudaba económicamente y con las tareas de la casa (aveces limpiaba, cocinaba o lavaba los platos), asi que no se sentía que fuera una carga.
Pero en una ocasión encontré una de mis bragas usadas en su habitación, debajo de su almohada, y al olerla parecía que el se había masturbado con ella.
No se lo dije a mi esposo por mantener la paz en el hogar, luego comencé a ver que me miraba con mucha lujuria, si llevaba yo vestido intentaba verme más allá de mis piernas, y es que yo soy una morena con piernas largas y torneadas, mi busto es de buen tamaño y tengo un trasero paradito y redondo que provoca a los hombres, y eso me gusta, ver que me desean, pero siempre guardando la línea.
Yo no puedo decir que soy santa, me gusta el sexo duro y me encanta follar rico, antes de mi esposo, tuve tres novios y con todos tuve relaciones sexuales, asi que no llegué con ningún orificio virgen a la iglesia.
Sin embargo le había sido fiel a mi esposo en los casi tres años de vida conyugal.
En una ocasión, entré a mi habitación y la ducha estaba prendida, pensé que mi esposo había llegado antes de tiempo, la puerta estaba semiabierta, me acerqué y eché un vistazo y encontré a Raúl, en la ducha con la puerta abierta masturbándose, el tío de mi esposo estaba bien dotado, tenía una larga verga, que sin dificultad doblaba en tamaño a la de mi marido.
El luego justificó que la ducha de su habitación estaba mal, pero creo que el tío de Raúl planeo todo para que le viera yo su enorme miembro, pero como dije yo le era fiel a mi esposo.
Como el diablo anda tentando, se dio la ocasión.
Mi esposo se ausentaría una semana, la empresa lo había convocado a ir a otro país cercano, para hacer la evaluación anual y la planificación del siguiente plan.
El tío Raúl y yo fuimos a dejar a mi esposo al aeropuerto, son como cuatro horas en auto, el viaje sería como a las 6:00 pm, luego de dejarlo, Raúl me dijo que nos quedáramos en la ciudad, pues ya era demasiado tarde para emprender el regreso, asi que me dijo que me invitaría a cenar, fuimos a un restaurante fino, alli él pidió un botella de vino y la tomamos durante la comida, yo no suelo beber licor, pero el vino se sentía delicioso y poco a poco me desinhibió y me puso un poco mareada y cachonda.
Como el restaurante tenía música en vivo, me sacó a bailar y asi pasaron las horas, el tío bailaba muy bien y además me hablaba al oído lo hermosa que yo era, la buena suerte que había tenido su sobrino, yo notaba que cada vez más se pegaba a mi utilizando la música como excusa, también noté que su paquete crecía entre sus pantalones y recordé la vez que lo vi en la ducha, y su enorme verga, eso me puso más cachonda.
Durante la velada, tomamos confianza, el me tuteaba y yo también, hablamos de varios temas y la verdad es que me sentía bien con Raúl el tío de mi esposo.
El tiempo pasó y ya eran casi las once la noche.
Una segunda botella de vino estaba ya a la mitad.
Raúl : -Bueno ya es hora de buscar donde dormir-
Yo: -Es cierto, ya es tarde-
Salimos de alli, condujo por una calle y de repente se metió en un motel cuyo rotulo destellaba muchas luces.
Entramos y en la habitación había una sola cama grande y ví que alrededor de ella habían muchos espejos y rica fragancia.
Yo : -Solo hay una cama- le dije
Raúl: -Estos hoteles modernos solo tienen una cama por habitación-
Nunca había entrado a un motel, de esos que usan solo para follar.
Sin embargo, la noche se tornó ideal para estrenarme como mujer adultera, pues estaba caliente, casi ebria, en un lugar adecuado para que me cogieran, lejos de mi marido, sin importancia de hora y mi pareja buscando cogerme, todo se prestaba esa noche.
Al entrar me besó apasionadamente, me pidió que me quitara la ropa para él, se sentó en la cama y comenzó a tomar video con su teléfono, mientras yo le hacia un streaptease, me fui quitando toda la ropa lentamente tirándole cada parte de mi ropa, luego desnuda, solo con zapatos, yo me acariciaba todo el cuerpo.
Me acosté en la cama, el tío de mi marido se acostó a mi lado y me dijo palabras dirigidas a la seducción, entonces sin decir más nos besamos, nuestras lenguas se retorcieron entre ellas como si fueran serpientes en celo, sus manos acariciaron mis muslos.
Comenzó acariciando mis senos, luego me besó y su boca fue bajando por mi garganta hasta llegar a mis senos, los mamó abundantemente usando también la punta de su lengua en mis pezones, eso me hizo gemir de gusto.
Su boca fue bajando por mi estomago, luego subió y me volvió a chupar los senos, mientras una de sus manos buscaba mi rajita, jugó con mis labios vaginales y después insertó uno de sus dedos hasta que me hizo mojar.
Me decía palabras muy dulces, yo estaba ya muy caliente como para oponerme a todo lo que me hacía.
En eso me dijo al oido que quería comerse mi miel, entonces se deslizó hacia mi panocha, me quitó los pantis y comenzó a darme una chupada de coño que me hizo vibrar de placer.
Grité y gemí como condenada, mientras el jugaba con mi clitoris con su boca y metía dos dedos en mi rajita.
Sentí que la habitación daba vueltas y vueltas a mi alrededor, me estaba invadiendo un orgasmo, que placer sentía yo!!.
Luego Raúl se separó de mi, y se fue quitando la ropa mientras yo me reponía en la cama, se quitó hasta la última prenda, pude ver la erección que tenía, y de nuevo su tremenda polla, tenía un cabezón colorado enorme, ninguno de mis novios anteriores había estado tan dotado.
Me preguntó si me gustaba su pollon, le afirme con la cabeza, me dijo que se lo mamara, asi que él se fue acercando se acomodó en la cama y yo me puse entre sus piernas y lo primero que hice fue tomarlo con las manos y apretarlo, estaba durisimo, luego comencé a darle lamidas y besos en el cabezón como hago con mi marido, después lo chupé metiendolo en mi boca, apenas pude hacerlo, su glande era grande.
Raúl por momentos usaba mi boca como vagina, pues me tomaba de la cabeza con sus manos y me follaba la boca con tremenda polla, estuve a punto de ahogarme en dos ocasiones.
Luego, me abrió las piernas casi al máximo, y puso su enorme tronco en la entrada de mi vagina, luego empujó y su lubricada verga, por mi saliva, fue abriéndome la panocha, gemí repetidamente mientras su dura carne iba atravesándome, nunca había sentido esa sensación de llenura en mi vagina, entraba un poco y me bombeaba, penetraba otro poco y bombeaba, hasta que me la metió toda.
-Todavía estas apretadita!- me dijo el tío de mi esposo cuando terminó de penetrarme.
Luego comenzó el típico vaiven, entraba y salia de mi panocha y eso me hacía quejarme de gusto.
Raúl se fue acomodando encima de mi, para quedar lo más compacto posible, me aferré a su cintura pues sus bombeos cada vez eran más fuertes y profundos, su verga me llegaba a lugares que nunca antes alguien hubiera llegado, no pude evitar correrme como una puta a los pocos minutos, mientras tenía mi orgasmo él se prendió de mis pezones, los chupó y mordió, el dolor que sentí se sintió tan exquisito que casi me desmayo de placer.
Luego dimos una vuelta en la cama y ahora yo quedé encima de él, me senté, su verga se mantenía dentro de mi panocha, me puse a cabalgar sobre su verga, sentía nuevamente esa llenura en mi vagina, estaba ensartada por ese pedazo de carne dura que me volvía loca de placer alli montada moviéndome encima.
Me corri de nuevo entre sentones y gritos, además sentí como me llenaba la panocha de su leche, pues el tío de mi esposo me eyaculó adentro.
Luego de esta buena sesión de sexo, descansamos en la cama, yo estaba agotada y casi ebría, todavía no analizaba la dimensión de todo aquello, mi primera infidelidad y con el tio de mi marido.
Yo solo quería dormir y que acabara ese día.
Pero Raúl no tenía la misma idea, yo estaba durmiendo de lado cuando sentí la verga de él colocandose entre mis nalgas y buscando la entrada de mi panocha.
La frotó varias veces para que se terminara de endurecer y luego sentí como mi vagina se volvía a tragar otra vez esa verga, yo estaba adormitada, cerré los ojos y dejé que me cogiera como quisiera, ya no volví a abrir los ojos hasta el otro día.
Cuando abrí los ojos, no sabía en donde estaba, me dolía la cabeza, estaba desnuda y a mi lado también desnudo, el tío de mi marido, me empecé a acordar por partes, me acordaba de haber dejado a mi esposo en el aeropuerto y luego fui pegando imágenes, hasta que llegué a la parte de entrar al motel y de lo que hicimos adentro.
Me sentí mal, sucia y puta.
Me levanté y me fui directamente a la ducha, tenía una lesión en mi teta derecha, parecían como dientes marcados en mi pezón, también me dolía un poco mi panochita, el miembro de Rául es mayor que todos los que me habían entrado por alli en mi vida.
En esa reflexión estaba, cuando veo una figura entrar a la ducha, era el tío de mi esposo.
-hay lugar para mi?- preguntó.
Yo que ahora no estaba bajo efectos de nada, le dije que estaba ocupado, pero él se fue directo a abrazarme e intentó besarme, yo no me dejé.
-qué te pasa, anoche estabas pidiendo que te cogiera y ahora estas esquiva!-, me dijo Raúl
yo empecé a sollozar y le dije que eso no estaba bien, que mi marido no se merecía esto.
-vamos calmate!, solo le dimos gusto al cuerpo, esto solo fue una aventurilla, tu seguiras casado con mi sobrino y yo seguiré soltero, ya sabes ojos que no ven.
– dijo él.
Me abrazó y me dijo al oído, -quiero que me la chupes, amanecí muy duro, vamos, vamos-, me fue bajando la cabeza hasta su miembro que esta semi erecto y comencé a mamarlo alli en la ducha, su verga se fue poniendo dura en mi boca, luego él se movía dentro de mi boca hasta que se corrió, apenas pude sacarlo de mi boca cuando comenzó a expulsar semen, tragué un poco y lo demás cayó en mis senos.
Luego terminamos de bañarnos y nos fuimos de regreso a casa, en el camino le suplicaba a Raúl que dejáramos atras lo sucedido y volviéramos como estábamos antes.
-Cuando regresa mi sobrino?- preguntó él
-Dentro de una semana- le contesté
-Hagamos una cosa, yo soy un hombre muy caliente y tu eres una mujer también muy caliente, te propongo que hagamos un apartado en nuestra vida, gocemos esta semana los dos y cuando venga tu esposo, alli se acaba todo, te juro que ya no te molesto para nada, es más me iré de aqui al día siguiente que venga mi sobrino.
– me propuso Raúl.
-y si no acepto tu propuesta?- le pregunté yo
-Pues yo no me considero una mala persona, pero podría presionarte enviándole un video que tengo en mi teléfono a mi sobrino en donde apareces tu ofreciéndote y haciéndome un baile muy sensual- me contestó él.
-Eres un maldito!!- le grité yo
Llegamos a la casa, casi todo el camino en silencio.
Me fui a mi habitación y me puse mi traje de dormir, en eso entró Raúl, se fue quitando la ropa hasta quedar desnudo, luego se metió entre mis sabanas y entre mis piernas y comenzó a comerme la panocha y mi ojete del culo, me hizo acabar en menos de diez minutos mamandome.
Luego me penetró como quiso, tuve cuatro orgasmos esa noche y el acabo dos veces en mi vagina, definitivamente era un semental el tío de mi esposo.
Antes de irse me dijo que quería que me preparara la próxima noche porque me quería coger por atras.
El sexo anal no era raro para mi, pero lo practiqué mas con mis novios anteriores que con mi esposo.
Y Raúl me dio una catedra de como coger por el culo a una mujer, pensé que no podría haber un orgasmo penetrada por atras, pero estaba equivocada, me hizo acabar repetidas veces durante la semana.
Fui su zorra toda la semana, me cogió en todas partes de la casa: en el comedor, en la sala, en la ducha y hasta en el piso de la alcoba.
Como prometió se largó de la casa al día siguiente que llegó mi esposo.
Nadie me había hecho correr tantas veces como lo hizo él y de que forma.
Aveces se comunica con mi esposo por teléfono.
En ocasiones he soñado que lo llamo por teléfono y le pido yo que se mi amante.
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