El tío de mi esposo me prostituyó..estando embarazada!
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
En realidad mi esposo y yo tuvimos la culpa. Dejenme contarles, cuando yo tenía 17 y el 18 nos hicimos novios, a la semana ya teníamos relaciones sexuales, alli descubrí con Leonardo, mi novio, que yo era super cachonda, bien podíamos follar todos los días y aveces más de una ocasión al día. Mi novio se quedó con mi único virgo, mi orto, pues un primo ya me había hecho la travesura dos años antes. Pero gozabamos las relaciones sexuales como pocas parejas.
A pesar de la oposición de mis padres, decidimos unirnos y vivir juntos en un apartamento. Todo iba perfecto, aunque no tuvieramos aveces para comer, pero mi novio me devoraba todo el cuerpo, me lo chupaba literalmente y yo se lo hacía a él.
Me faltaba describirme, soy de tez blanca, cabello castaño, ojos café claro, mido 1.72 mt, mis senos son medianos pero redonditos y tengo unos pezones mas largos que lo normal. Mis caderas se están ensanchando y son bonitas, mis piernas son llenitas y más en mis muslos.
La vida era, sino fantástica, era muy buena para mi. Leonardo y yo nos llevabamos muy bien. Pero apenas 10 meses después de vivir juntos, resulté embarazada, en realidad fue culpa de ambos por no cuidarnos. MI novio no tenía un trabajo formal y yo no trabajaba. La prueba de embarazo salíó positiva, yo tendría apenas unas tres semanas de atraso en mi periodo. Desde alli todo cambió porque mi novio se puso de un caracter irritable en esos días, creo que cundió el pánico. Que haríamos con un bebé en casa.
Una tarde, mi novio dijo que se iba para los Estados Unidos, pues no tenia otra opción, yo le rogué que no lo hiciera, que saldríamos adelante, pero dijo que un su primo era "coyote" y que lo pasaría al otro lado de la frontera sin pagarle. Y quien pagaría el apartamento?, me dijo que había hablando con su tío Dionisio, para que yo viviera con él, ya que estaba separado y tenía casa propia. El tío de mi novio me parecía un tipo pervertido, en casa él no dejaba de verme las piernas y el trasero y en alguna ocasión me tocó las piernas y yo tuve que retirarle la mano. Pagamos una mudanza, aunque no teníamos muchas cosas aún. Me fui a vivir con el tío de mi novio, pues no quería llegar a rogar a la casa de mis padres y a oirles sermones todos los días. Mi novio me prometió enviarme dinero rápidamente.
Su tío Dionisio apenas se fue mi novio, me comenzó a casi reclamar sobre los gastos de la casa, el apenas vivía con una pensión de su jubilación, que era escasa. Yo que solo tenia ropa a la moda y sexy, usaba vestidos cortos, o shorts, faldas cortas, todas de una chica de 18 años. El tío Dionisio me comía con los ojos. El recibía visitas de sus antiguos compañeros o amigos, y todos preguntaban sobre mi, eran otros viejos de 60 o 70 años, algunos de ellos lo visitaban y llevaban con ellos buenos automoviles, al parecer se habían vuelto empresarios de éxito.
De alli nació todo. Una noche, yo estaba en mi habitación encerrada, porque los amigos del tío Dionisio estaban tomando licor en la casa. En eso tocaron la puerta, era el tío de mi novio, me dijo que uno de sus amigos "quería estar conmigo", al parecer era uno de sus amigos con buen auto y dinero, a aquien yo le había gustado desde que lo vi en las otras reuniones que tuvieron. Me dijo que me daría dinero (el equivalente a $100), yo rapido le dije que no, él tío no aceptó eso y trato de convencerme de que su amigo de 65 años, solo quería tocarme y pasar un buen rato conmigo, que posiblemente ni tendría una erección. Me insistió que lo recibiera, pues no alcanzaba su dinero para mantenernos. Finalmente contra mis principios le dije que estaba bien, pensando en que no habría penetración.
El tipo, que llamaré Romulo, entró en mi habitación, era un viejo casi calvo, de pequeña estatura, más pequeño que yo. Yo estaba sentada a la orilla de la cama, tenía puesto un vestido de dos piezas, una falda de color beige arriba de las rodillas, una blusa rosada de vuelos. En eso el se acercó, me saludó, yo no contesté; después se acercó y sentándose a mi lado me empezó a tocar las piernas, yo le retiré las manos, luego me tocó los senos sobre mi blusa, también le retiré las manos, luego me dijo que me relajara, que la pasaríamos bien juntos. Lo volvió a intentar y esta vez no me negué. Sus sucias manos me tocaban las piernas y los senos sobre mi vestido. Me besó los labios, pero no correspondí, su viciosa lengua me pasaba por la comisura de mis labios, su mano ya estaba en mi entrepierna. No pude evitar que su mano llegara hasta mi braguita, cerré las piernas pero el ya tenía su mano entre mis muslos, me acarició los labios vaginales de mi rajita encima de mi braguita.
Al rato sacó su mano de mis muslos solo para empezar a quitarme la blusa, me dejó en brazzier, me lo quitó también y mis senos quedaron al aire, sus sucias manos comenzaron a tocármelos, yo se las quitaba y el volvía a insistir, asi estuvimos unos minutos, sus manos acariciaban mis pezones y estos me traicionaron pues se comenzaron a poner paraditos, y como mencioné que los tengo muy largos, parecía tornillos. Don Romulo al verlos me los quiso mamar, yo intenté retirarlo, pero con fuerza me ganó y sus labios comenzaron a mamar mis pezones, finalmente lo dejé, me mamaba y lamía uno de mis pezones y luego se corría para el otro seno y me mamaba también el otro pezón. Pues el viejo no era tan malo para mamar, pues me puso la piel de gallina y mis pezones se erectaron aún más, sentí una cosquillas deliciosas, pero obviamente no lo dije.
Luego soltó mis senos de su boca y ahora me besaba las mejillas y sus manos apretaban mis senos. Después encontró el cierre de mi falda y me lo bajó, me comenzó a sacar la falda del cuerpo aún estando yo sentada y lo consiguió. Luego metió sus manos debajo de mis muslos y tomó mis bragas e intentó también sacarlas, alli si me aferré a mis bragas para impedir eso, pero su fuerza era mayor, en el estira y encoje, mis bragas se rompieron casi totalmente, don Romulo lo había conseguido, alli estaba yo desnuda sentada a la orilla de mi propia cama.
Don Romulo se sentó otra vez a mi lado y otra vez me besó, lo hizo con menos fuerza, yo nuevamente no correspondí, el me tomó de los hombros y me fue acostando en la cama, solo mis pies quedaron aún en el suelo. Sin perder mucho tiempo, él bajó a mis senos y nuevamente me mamó los pezones, los metia en su boca y su lengua jugaba con ellos, fue bajando a mi ombligo y su lengua la puso dentro de él, después se dirigió a mi vientre y lo besaba y acariciaba, estoy segura que el tío Dionisio le habrá contado de mi embarazo, pues me dio varios besitos en mi vientre. Poco a poco se desprendió de vientre y fue llegando su boca y su lengua a mi mata de pelos, su boca jaló algunos de mis pelitos púbicos, los chupaba dentro de su boca, su lengua hacía buen trabajo, contra mi voluntad sentí que se estaba lubricando mi vagina.
De pronto, don Romulo se colocó entre mis piernas sin dejar de lamer mi rajita, con suavidad me fue separando las piernas, hasta colocarse entre ellas, sus labios y lengua aprisionaron mis labios vaginales mayores, los lamía con mucha experiencia, lo hacia casi a la perfeccion, me daba en los puntos sensibles de mi rajita, yo estaba aguantando lo posible sin demostrar que la estaba gozando mucho en esos últimos minutos, cuando él tomó mi clitoris con sus labios y lamiendolo por dentro de su boca estallé, no pude aguantar más, comencé a gemir fuerte y no pude evitar correrme en su boca. Don Romulo dejó mi clitoris y se puso como a masajear mi rajita con sus dedos, no se que me hizo, pero me potencializó mi corrida, luego insertó un dedo entre mi vagina y luego otro y con sus dos dedos me pajeaba la vagina, casi grité y tuve que tomarlo de las manos y retirarlas de mi interior. Luego el se subió hasta mi cabeza y tomando su pene me lo ofreció con las manos, quería que se la mamara, lo tomé y comencé a comérmelo, con lamidas y luego lo metí en mi boca para chuparlo, don Romulo solo aguantó unos tres minutos y luego sentí su escaso semen en mi boca, no lo saqué hasta que le ordeñé hasta la última gota.
Yo estaba cansada. Don Romulo tranquilamente se vistió y metiendo su mano dentro de su pantalón sacó el dinero ofrecido y lo puso en mi mesita de noche, me dijo que había estada maravillosa y se fue.
Lo que pasó esa noche marcó un antes y un después. Ya que el tío Dionisio me ofrecia a sus amigos de la tercera edad, y el hecho que estuviera embarazada le daba un plus, para cobrar tarifas bien altas. La siguiente semana, fueron dos viejos amigos, Don Efraín de casi 70 años, que me dio sexo oral increible, me hizo correrme dos veces seguidas en su boca, que me quedé temblando de esos orgasmos, luego me lamió los pies mientras yo le chupaba su verga que nunca se le erectó al máximo; luego como si estuvieran guardando turnos, entró Don Rafael, era mucho más joven, le calculé unos 55 años, quien me puso en posición perruna y me chupó las nalgas como quiso, luego me lamió mi culito, me dio la mejor mamada de culo de mi vida, con decir que me hizo llegar a un orgasmo lamiendo y metiendo sus dedos en mi culito, luego se fue al frente y me dio su verga para mamarla. don Rafael tenía un buena verga, se puso durisima como de quinceañero, después me dijo que quería cogerme, yo estaba tan mojada y caliente que le dije que me tomara, se puso atras y me clavó su verga, la sentí como la de un joven, dura, me cogió por varios minutos y le pedí que esperara a que yo me corriera primero, llegué a una buena corrida y al minuto me llenaba la rajita de poquita leche. Esa noche me cogí a dos viejitos, pero el último me cogió como un muchacho.
Las penas economicas se acabaron y el tío Dionisio y yo empezamos a vivir mejor. El tío puso dos días a la semana para sus amigos para acostarse conmigo, la tarifa subió a $125, y en ocasiones me tiré a 3 hombres de la tercera edad,uno tras de otro, aveces solo uno me penetraba, el resto era puro sexo oral y el uso de sus dedos. El morbo conmigo era que estaba preñada, pues muchas veces mientras estaban conmigo me preguntaban si era verdad que estaba embarazada. Lo anterior no tardó mucho, un par de meses. Pues cuando mi novio mandó la primera remesa de dolares, ya no quise seguir y se lo dije al tío Dionisio, quien me apoyó en eso, les dijo a sus amigos que se había acabado la diversión.
Mi novio llegó después de nacer nuestro primogénito. Ahora vivimos lejos de alli, construimos una casita con lo que trajo del norte mi novio. Solo el tío de mi novio sabe la verdad, pero se que el secreto morirá con el.
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